La vigilancia y el control del Medio Ambiente son las labores fundamentales que realizan las organizaciones ecologistas. A través de ellas, que ponen el foco en los problemas que acusan con frecuencia a la biodiversidad, la sociedad se hace eco y hace fuerza, junto con estos activistas, para que gobiernos y dirigentes tomen la conciencia necesaria para tomar unas decisiones que influyan de manera beneficiosa en la conservación de la biodiversidad.

Sobre ello se ha centrado la jornada técnica “Movimiento Ecologista y conservación de la Biodiversidad” impartida en la Facultad de Experimentales, organizada en el marco de las actividades que desarrolla el Máster en Conservación de la Biodiversidad, dirigido por el profesor José Prenda. En ella han participado representantes de los principales grupos ecologistas españoles, que han debatido sobre el impacto de la actividad que desarrollan en materia de conservación así como el papel de las ONGs y el activismo como Felipe Fuentelsaz, de WWF, Juan Romero de Ecologistas en Acción y Carlos Dávila, de SEO-Birdlife, representados en el Patronato del Consejo de Participación Pública de Doñana. También ha estado presente en la jornada Rafael Torronteras, Decano de la Facultad de Ciencias Experimentales. La actividad ha estado dirigida a los estudiantes del máster, aunque abierta al resto del alumnado que se ha interesado en participar.

En este sentido, José Prenda, director del Máster en Conservación de la Biodiversidad”, ha señalado la labor tan importante de las ONGs que “a veces no se tiene en cuenta pero que forma un pilar básico de la conservación. Ha destacado la labor de “vigilancia ambiental” de estas asociaciones, una labor “indispensable” en el entorno de Doñana, las marismas y toda la provincia, como principales focos de actuación en Huelva. Una labor, que según ha señalado José Prendas, se le reclama al científico “quien puede aportar descubrimientos” resaltando que “siempre serán los movimientos ciudadanos la palanca de cambio que va a impulsar la acción política que es la que se traducirá en conservación en la práctica”. Además, con esta jornada técnica se “pone de manifiesto la importancia que tiene la actividad en el movimiento ecologista, que desempeña un papel fundamental a la hora de conservar la flora y la fauna”.

Juan Romero, de Ecologistas en Acción, ha insistido en la necesidad de una mayor implicación de los gobiernos en la gestión medioambiental y su presión sobre las empresas privadas para su participación en la conservación. El activismo es una forma de “crear resistencia y de decir que la biodiversidad tiene futuro”, de lo contrario sería “la propia humanidad quien no tendría ese futuro”, ha explicado Romero. “El planeta tierra nos tiene que dar recursos, nos tiene que dar sustento y si la destruimos nos destruimos a nosotros mismos”. El movimiento ecologista es una forma de “luchar por el respeto a la vida y la gente”, ya que, según Juan Romero, “la vida en la tierra sería mucho más complicada de lo que es”. Para Romero “hace falta crear conciencia en el estudiante” acercándolo a “casos y supuestos prácticos”. Una vez que se toma conciencia, ha señalado Romero, “es como únicamente se puede defender”. Ha resaltado de nuevo la importancia del papel vigilante de las organizaciones. Romero ha centrado su intervención en Doñana “santuario y monumento natural número uno en Europa en importancia de biodiversidad”. Con imágenes y un reportaje gráfico ha hecho hincapié en los “problemas” y “amenazas medioambientales” que tiene la provincia de Huelva así como en los principales campos de actuación para su conservación.