El género Eucalyptus, que agrupa
en torno a las 600 especies, pertenece a la familia
Myrtaceae, subfamilia Leptospermoidae. Se trata de
un género botánico muy rico y diverso. Presentando
una asombrosa frecuencia de aparición de híbridos
fértiles.
Aunque perteneciente a un grupo antiguo, el género
presenta caracteres bastantes evolucionados como el
opérculo de la flor, habiéndose diversificado
recientemente debido a la sequía y el
empobrecimiento de suelos a finales del Pleistoceno
y la posterior reconquista bajo un clima tendente al
actual.
El porte del eucalipto es muy variable, existiendo eucaliptos de porte arbóreo y otros de porte arbustivo (denominados "mallee"). Los pies más altos se han medido en la especie
Eucalyptus regnans (en 1878 se cortó un pie de 132 m.). El tronco de los eucaliptos arbóreos puede ser recto o flexuoso, alcanzando hasta 10-11 metros de diámetro en la base del mismo. El sistema radical es fuerte y bien desarrollado, con predominio de la red superficial. Muchas especies presentan una cepa fuertemente engrosada, formando un tubérculo leñoso de gran importancia en la regeneración y como reserva de nutrientes.
La corteza del tronco adulto, es un elemento importante de identificación. Puede ser persistente o caduca, y de diverso color, textura, grosor y constitución.
La forma de la copa depende de las condiciones ambientales en que se encuentren los ejemplares, aunque, en general, es poco densa, con predominio de las ramas erectas o erecto-patentes.
Hojas
Las hojas, simples y persistentes, suelen presentar un heteromorfismo de gran importancia sistemática.
Las jóvenes suelen ser opuestas por más o menos pares, y sentadas, con más frecuencia que pecioladas, incluso abrazadoras o trabadas, y con el limbo perpendicular al plano definido por el tallo y su nervio medio. Su coloración suele diferenciarse de la de las hojas adultas debido a recubrimientos glauco-céreos o distinta coloración. Su consistencia es más tenue.
Las hojas adultas presentan gran variabilidad, aunque generalmente son alternas, pecioladas, falciformes, de bordes enteros, péndulas, con limbos en planos verticales, sin diferenciación entre el haz y el envés, más o menos coriáceas y de recubrimiento y coloración muy variable. Las hojas suelen contener gran cantidad de cámaras con aceites característicos.
Flores
El género Eucalyptus se caracteriza por la falta de diferenciación de cáliz y corola, estando sus piezas soldadas y formando un receptáculo con opérculo caedizo en la floración. A la protección que el opérculo presta a las piezas sexuales hace alusión el nombre del género, que significa "bien cubierto". La caída del opérculo permite la expansión de los estambres que, inicialmente, se encuentran doblados hacia adentro. Las flores aparecen generalmente en racimos o cimas umbeliformes axilares, rara vez aisladas o en pequeños grupos.
Fruto
El fruto, por fin, es también muy variable tanto en forma y tamaño de la cápsula, como en la forma de abrirse, posición de las valvas y del disco circundante, etc…
La producción de semillas es abundante, tanto fértiles como abortadas. Las primeras suelen ser poliédricas, más gruesas y de diferente coloración, aunque a veces adquieren formas redondeadas o aladas. Suelen ser de tamaño pequeño.
Origen y localización del género
Los eucaliptos se extienden naturalmente por Australia, Tasmania y diversas islas de la zona: Nueva Guinea, Timor, Solor, Flores, Nueva Bretaña, Molucas y Mindanao. Aunque bien representados en Tasmania, la mayor diversidad se da en Australia.
De sus lugares de origen ha sido distribuido artificialmente por todo el mundo, especialmente en zonas de clima mediterráneo, subtropical y tropical.
En España, donde hay en torno al medio millón de hectáreas, su área preferente de cultivo es la cornisa cantábrica, Galicia y sudoeste peninsular.
Ecología
Los eucaliptos se presentan naturalmente sobre gran variedad de substratos, aunque predominan los suelos pobres, desprovistos de arcillas y bases por un lavado antiguo, con escasa retención de agua. Viven en climas variados, algunos en zonas de humedad y calor constante, más numerosos en áreas templadas con lluvias invernales y sequía estival.
Generalmente son especies de luz, cuyas plántulas toleran mal la cubierta. Las masas de eucalipto son luminosas debido a la disposición colgante de las hojas. Los eucaliptos aguantan mal la vecindad de árboles que les disputen el suelo y la luz.
Se regeneran fácilmente por semilla aunque, en condiciones naturales, la proporción de pies que por este procedimiento llegan a adultos es muy baja. Según las especies, pueden brotar muy bien de cepa.
El eucalipto en España
El eucalipto llegó a Europa tras el viaje del capitán Cook, explorador británico, a Australia en 1774. En España lo introdujo, también procedente de Australia, el padre Rosendo Salvado en 1846, mediante el envío de semillas a su familia en Tuy (Galicia).
Actualmente hay en España en torno a las 550.000 Has de eucalipto, cuya distribución es la siguiente:
Por provincias, destacan Huelva con un 40% del total de España, La Coruña, con un 15%, y Badajoz con un 10%.
Las principales especies presentes en España son
Eucalyptus globulus (Eucalipto blanco, con unas 325.000 Has), y el
Eucalyptus camaldulensis (Eucalipto rojo, con unas 175.000 Has). Otras especies también frecuentes, aunque con una representación superficial muy inferior son
E. caldocalix, E. dalrympleana, E. gigantea,
E. gomphocephala, E. grandis, E. maidenii,
E. saligna, y E. viminalis.
Además de las especies plantadas con finalidad productiva, existen en España diversos arboretos con otras especies menos comunes.
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