"... Se debería proporcionar por todos los medios posibles el cultivo de esta moderna maravilla que antes de muchos años tiene que sustituir a la mayoría de los árboles de ornamentación y paseos por la facilidad de su desarrollo, el hermoso verdor de sus hojas perennes, la fragancia aromática que esparcen, y el porte elegante y majestuoso de su tallo piramidal.."
(La Abeja Montañesa, 6 de Abril, 1867)
Ni villano...
"Todos los efectos locales (debidos a la instalación y cultivo del eucalipto) más los generales de consumpo de agua y modificación del régimen hidrológico de las cuencas, hacen que las plantaciones de eucaliptos deban ser consideradas, desde el punto de vista de impactos, como una alternativa que conlleva la completa destrucción de los recursos naturales de una región e implica asimismo modificaciones de importancia en la hidrología de esa zona".
(Actas de las jornadas de trabajo sobre el eucalipto en Huelva. Noviembre 197
Entonces...¿ Qué es ?
El eucalipto es una especie forestal procedente del continente australiano, que se introdujo en España con objeto de aprovechar sus distintas cualidades, entre las que destaca, principalmente, su madera. A pesar de la tolerancia que muestra a distintas estaciones ecológicas su objetivo final es, siempre, productivo. En ningún caso pretende ser una alternativa a los ecosistemas autóctonos.
No confundir.
Por tanto, no se debe confundir un eucaliptar con un bosque natural:
Su finalidad
Su ecología
Su producción
Su valor natural
Su estructura
Son distintas y no comparables
Grandes tópicos
En numerosas ocasiones el eucalipto se le declara el enemigo público número uno del medio natural, pero...¿realmente lo es ?
No se puede considerar el eucaliptar como un bosque en el sentido natural del término; es un cultivo de tipo leñoso, con aspecto externo de masa arbolada.
El eucaliptar como formación cultivada, es a su vez diferente a un eucaliptar natural, esto es, su objetivo último es la producción y, por tanto, los procesos y cuidados que en él se dan, se orientan hacia la consecución de dicho objetivo.
No hay que olvidar que existen distintos tipos de eucaliptos, distintos tipos de suelos, distintos tipos de vegetación autóctona, distintos tipos de condicionantes ambientales y distintos medios de gestión, por lo que se deben evitar consideraciones generalistas.
Además,¿sabías que... ?
.... en determinadas condiciones de pobreza de suelos, al eucalipto se le puede considerar un género colonizador que favorece la formación de suelo y la regeneración de algunos suelos procedentes de cultivos agrarios marginales?.
..... al Eucalyptus camaldulensis se le empleó como herramienta de lucha contra enfermedades endémicas asociadas a zonas de marisma?.
...... muchos antiguos eucaliptares se han empleado como suelos de alto potencial productivo de pastos, cítricos, viñedos, cereales y fresa?
....... se ha constatado la presencia en eucaliptares de algunas especies de fauna muy selectivas como el corzo o la chocha perdiz?.
....... el aprovechamiento de especies de las características del eucalipto en países desarrollados permite disminuir la presión sobre zonas como la Amazonía que, de otra forma, se verían aún más esquilmadas debido a la continua y creciente demanda de productos forestales por parte de la sociedad?
....... que la no existencia de eucaliptos en países del norte de Europa se debe, no a una mayor conciencia ecológica o forestal, sino a la inexistencia de especies de eucalipto que se adapten bien a sus condiciones ecológicas?.
...... que el efecto socioeconómico del eucalipto en zonas pobres y degradadas permite mejorar notablemente las condiciones socioeconómicas y el nivel de calidad de vida en las mismas?
Conclusiones
Cuando se habla de la relación del eucalipto con el medio natural conviene tener muy presente que las formaciones de eucaliptar son creadas por el hombre y gestionadas por él con vistas a un aprovechamiento de sus productos que, por otra parte, tienen una evidente importancia socioeconómica generando empleo y rentas, y abasteciendo de productos muy demandados por la sociedad. Así, gran parte de los supuestos efectos ecológicos del eucalipto, no son más que los derivados del aprovechamiento industrial de la especie.
La demanda social de determinados bienes y servicios hace inevitable, tanto la presencia de especies que, aunque exóticas, son necesarias (como el eucalipto, la patata, el maiz, etc... ), como la práctica de unos procedimientos que permitan su máximo aprovechamiento y que, en el caso del eucalipto, no pueden considerarse en absoluto tan agresivos con el medio como los que se derivan de otros cultivos (olivares, fresales, viñedos, etc...) que, entre otras consideraciones, se caracterizan por abonados continuos, pérdidas de nutrientes, esquilmación de acuíferos para riego, etc....
Agotar el suelo no haciéndolo apto para posteriores usos agroforestales
El eucalipto es una especie que se adapta bien a suelos pobres.
Consigue tomar nutrientes que, estando a gran profundidad, serían inaccesibles en condiciones normales, reintegrándolos a las capas altas del suelo al perder la hoja.
El eucalipto tiene un alto poder productivo sin necesidad de emplear fertilizantes de forma continuada, como los cultivos agrícolas.
Los suelos del eucaliptar llevan asociados microorganismos que descomponen la materia caída permitiendo la humificación.
Más información:
Realmente, no existen estudios científicos claros y contrastados que permitan asegurar que el eucalipto acidifica el suelo. Es más, algunas experiencias concretas indican cierta tendencia a mejorar la condición ácida del suelo o, en el peor de los casos, mostrarse neutros en este aspecto.
Los suelos de eucaliptares en zonas pobres del litoral onubense ven mejorado su contenido en nutrientes y en materia orgánica frente a zonas similares deforestadas y no plantadas con eucaliptos.
En Australia, en condiciones ecológicas favorables, los eucaliptos crean masas de gran valor ecológico y alta productividad, que no agotan un suelo en el que, por otra parte, el eucalipto lleva habitando miles de años. No es lógico pensar que se trata de una especie muy exigente, hasta el punto de que empobrezca el suelo perjudicándose a sí misma.
En España se ha comprobado que la producción de materia muerta y la velocidad de mineralización de los deshechos son similares en los eucaliptares, a las de las especies autóctonas (el alcornoque en la zona sur, y el roble en la zona norte). Concretamente, en estudios comparativos entre eucaliptos, robles y pinos realizados en la zona norte, la relación de ácidos húmicos a fúlvicos en un eucaliptar, es mejor que la que se mide en un pinar o en un robledal. En la zona de Huelva, las relaciones C/N en eucaliptares son, generalmente, inferiores a 15, lo que indica la generación de humus tipo mull, y una perfecta mineralización.
Consumir más agua de la que necesita, derrochándola.
Secar fuentes y manantiales.
Alterar el ciclo del agua en los montes en que se encuentra.
El eucalipto tiene un comportamiento similar al del pino en cuanto a transpiración de agua.
Intercepta menos cantidad de agua que otras especies, con lo cual el aporte de las precipitaciones al suelo es mayor en los eucaliptares.
Tiene capacidad para convertir las precipitaciones horizontales (niebla) en verticales por las características de sus hojas.
La efectividad del uso del agua (su conversión en biomasa) es muchísimo mayor en el eucalipto que en otras especies
Más información:
Es evidente que cualquier especie de crecimiento rápido necesita una mayor cantidad de agua para mejorar su rendimiento, que otra de crecimiento lento, o especies de matorral o pastos. En cualquier caso, lo que resulta importante es conocer el uso que se hace del agua y analizar el balance total del ciclo hidrológico cuando en él participa el eucalipto. Fijarse tan sólo en una parte del ciclo, como es la absorción del agua, es dar una imagen sesgada e incompleta del asunto.
Como en el caso del empleo de los nutrientes, no es lógico pensar que el eucalipto acabe provocando su propia muerte por la vía de agotar sus recursos hídricos.
Es evidente que sus raíces tienen una gran capacidad de penetración en busca del agua, como ocurre con algunas especie más conocidas como chopos y sauces. Por ello, parece lógico evitar su plantación cerca de conducciones o fuentes.
Hasta ahora, los estudios realizados no aportan datos concluyentes que lleven a pensar que el eucalipto altera significativamente el balance hídrico global de una cuenca ya que, al margen del nivel de consumo, su capacidad de intercepción del agua de lluvia es muy reducida (5 al 10 %), incorpora el agua de las nieblas y, como toda especie forestal, contribuye a proteger contra la erosión, evita la pérdida de suelo, regulariza el ciclo hídrico, y contribuye a la depuración y mejora de la calidad del agua.
Generar efectos alelopáticos que impiden la presencia de otras especies
Las plantaciones de eucalipto presentan, si no se actúa sobre ellas, estratos arbustivos y herbáceos que dependen, sobre todo, y como en el resto de las especies, de la cantidad de luz que les llega del estrato superior, y de las prácticas culturales que se ejercen en las plantaciones.
En eucaliptares en los que no se realiza aprovechamiento alguno de la madera, los pies de eucalipto conviven integrándose con la vegetación natural de la zona (alcornoques, quejigos, fresnos, robles, etc...), hasta tal punto que cuando se aclara la masa del eucaliptar surge una rápida regeneración de especies autóctonas.
La producción de substancias alelopáticas es similar en el eucalipto y en otras especies, sin embargo su efecto, en ambos casos, suele ser reducido ya que depende de la velocidad de mineralización de los polifenoles
Más información:
El eucalipto, como cualquier otra especie forestal, autóctona o no, tiende a luchar con sus vecinas y potenciales competidoras por todos los nutrientes y factores que permiten su superviviencia. En todo caso, el efecto que en tal sentido produce el eucalipto no es mayor al de otras especies, y depende, en gran medida, de las prácticas culturales. Así, una masa muy densa de alcornoques, tampoco deja crecer apenas vegetación debajo de sus copas o, de forma natural, un típico bosque de hayas no permite la existencia siquiera de especies herbáceas bajo sus hojas ya que intercepta completamente la luz del sol, cosa que, por otra parte, no hace el eucalipto.
No hay que confundir, por tanto, las características ecológicas de una especie respecto de sus vecinas, con los condicionantes que el hombre impone para lograr el aprovechamiento productivo de la especie. Siendo el eucalipto un árbol de aprovechamiento industrial, es evidente que se deseará por parte de la propiedad eliminar al máximo la competencia que se pueda generar (a nadie se le ocurre pensar que un agricultor favorezca el crecimiento de distintos vegetales entre las hortalizas que cultiva, pues el rendimiento de sus cosechas sería pobrísimo).
Prueba de que el eucalipto no impide la aparición de otras especies, son los esfuerzos que los propietarios de eucaliptares tienen que realizar para evitar que parezca matorral debajo del eucalipto (que podría provocar incendios debido a su abundancia), u otras especies (las quercíneas regeneran bastante bien debajo de los eucaliptos si se les permite hacerlo).
Algunos estudios permiten detectar la compatibilidad del aprovechamiento ganadero dentro del eucaliptal (introducción en fases sucesivas de ganado caprino, caballar, ovino y vacuno), mejorando la estructura de la masa del eucaliptar y reduciendo la cantidad de combustible vegetal.
El algunos eucaliptares el empleo de siembra de gramíneas y leguminosas, mejora el aprovechamiento pascícola.
Las especies de la fauna autóctona prefieren masas más cerradas, tupidas y variadas que el eucaliptal, pero prefieren éste a masas más abiertas, deforestadas o agrícolas.
En cuanto a la fauna no doméstica, salvaje, es evidente que tiende a rehuir una plantación intensiva, regular y en la que las prácticas selvícolas eliminan el sotobosque. Más que rechazar al eucalipto como árbol, rechazan las condiciones que para su sustento, cobijo y reproducción suponen la presencia de una formación regular, monoespecífica, con pocos nutrientes en las capas bajas. Es evidente, por tanto, que una formación natural siempre tendrá una mayor diversidad faunística que una formación productiva introducida, independientemente de la especie principal de la misma.
Por otro lado, el eucalipto es una especie exótica, por lo que la adaptación de las especies animales autóctonas a su uso, no es la idónea. Eso no impide que linces, jabalíes, conejos, corzos, etc.... puedan introducirse en el eucaliptar en el transcurso de sus correrías.
En cuanto a la compatibilidad del eucaliptar con el ganado doméstico depende, más que nada, de la rentabilidad económica. Experiencias efectuadas en la zona norte de España, permiten asegurar que existe compatibilidad entre ambos tipos de aprovechamientos; que se realicen o no dependerá, en gran medida, de la decisión del propietario.
Información ambiental
Objetivo Industrial: residuos 0
El mejor tratamiento para un residuo es no generarlo. A éste principio, basado en la pura lógica, responde la gestión de los productos residuales. De hecho, es la primera técnica de gestión recomendada por la Unión Europea en su quinto y último programa de acción comunitaria sobre medio ambiente en el que insiste en el concepto de minimización.
En el Programa de la UE, cuyo horizonte temporal llega al año 2000, además de la no generación de residuos, o prevención, se recomienda la reutilización y reciclaje, y la optimización del tratamiento o eliminación, como técnicas de gestión encaminadas a mejorar el comportamiento medioambiental de la industria. Siguen siendo recomendaciones lógicas: si la generación de residuos no puede ser evitada, hay que aprovechar al máximo las distintas técnicas de tratamiento de éstos para su valorización y conversión, por tanto, en un subproducto útil.
ENCE-Huelva, como otras empresas, ha llevado a cabo la adopción de medidas organizativas y operacionales como han sido la implantación de un Sistema de Gestión Medioambiental y la elección e implantación de las Mejores Tecnologías Disponibles. Esto le ha permitido disminuir la cantidad y la peligrosidad de los subproductos y residuos generados en el proceso de producción de pasta de papel que precisan tratamiento o eliminación final. La reducción en origen, mediante la incorporación de tecnologías limpias, y cuando ésta no ha sido posible, el reciclaje o valorización del producto residual, ha hecho posible que más del 96% del total de los residuos de ENCE-Huelva puedan incorporarse a otros procesos productivos.
Así, en el Complejo Industrial onubense de ENCE, las dos corrientes residuales más importantes, como la lignina de la madera y la corteza, son incineradas en calderas específicas, aprovechando su poder calorífico para la obtención de energía eléctrica y vapor para el proceso, de forma que la fábrica es autosuficiente en estos dos recursos. Por otro lado, las cenizas de las calderas y los lodos de la depuradora de agua son valorizados mediante su aplicación en la fabricación de abonos agrícolas tras un proceso de fermentación y compostaje. La utilización de los residuos de ENCE en la obtención de zahorras y firmes, así como en el sector de cerámicas, son nuevas vías de valorización que actualmente se están experimentando.
Cada vez queda más lejos la tendencia de finales de los setenta, época en la que las técnicas de gestión de residuos se aplicaban al final del proceso en forma de correcciones antes de su vertido. Eran técnicas costosas y poco efectivas ya que se limitaban a traspasar la contaminación (residuos, emisiones o vertidos) de un medio a otro.
La concienciación cada vez mayor de las empresas y las exigencias legislativas cada vez más estrictas, han provocado que buscar una salida viable a los productos residuales sea una necesidad fundamental para reducir el impacto sobre el medio ambiente. En ese camino hacia la minimización en origen y reciclaje está ENCE-Huelva, cuyo objetivo, utópico de momento, será siempre el de "residuos cero".