En 1999, con la llamada
“Declaración de Bolonia”, se sientan las bases para la construcción
de un modelo europeo.
El 25 de mayo de 1998 los ministros de Educación
de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido habían
firmado en la Sorbona una declaración instando al
desarrollo de un "Espacio Europeo de Educación
Superior". Esta Declaración supone de hecho el
primer paso de un proceso político de cambio a largo
plazo de la enseñanza superior en Europa.
La Declaración de Bolonia el 19 de
junio de 1999 contará con una mayor participación: Austria, Bélgica,
Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia,
Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Lituania,
Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, República
Eslovaca, Rumania, Eslovenia, España, Suiza, Confederación Helvética,
Suiza, Reino Unido. Sentándose las bases reales para la construcción de un
"Espacio Europeo de Educación Superior", organizado conforme a ciertos
principios (evaluación, acreditación, movilidad, diversidad,
competitividad) y orientado hacia la consecución entre otros de dos
objetivos estratégicos: el incremento del empleo en la Unión Europea y
la conversión del sistema Europeo de Formación Superior en un polo de
atracción para estudiantes y profesores de otras partes del mundo.
La Declaración establece
de plazo hasta 2010 para la realización del
Espacio Europeo de
Educación Superior, con fases
bienales de realización, cada una de las cuales termina mediante la
correspondiente Conferencia Ministerial que revisa lo conseguido y
establece directrices para el futuro.
La primera conferencia de seguimiento del proceso de Bolonia tuvo lugar
en Praga en mayo de 2001. En ella, los ministros emitieron un Comunicado
que respalda las actuaciones realizadas hasta la fecha, señalaba los
pasos a seguir en el futuro, y admitía a Croacia, Chipre y Turquía, como
nuevos miembros del proceso.
Los comunicados de
Praga (2001),
Berlín (2003),
Bergen (2005) y
Londres (2007), correspondientes a las reuniones de ministros,
incorporan las conclusiones de los seminarios internacionales realizados
y establecen directrices para la continuación del proceso. En la última
reunión se da la bienvenida a la República de Montenegro al Proceso de
Bolonia.