La Tarea de Aprendizaje Probabilístico de Inversión (Probabilistic Reversal Learning Task, PRLT) permite la evaluación de la toma de decisiones dinámica, esto es, cómo las personas deciden entre dos opciones de respuesta (dos cuadrados en pantalla de distinto color) con probabilidades de reforzamiento y castigo distintas, a partir del feedback que reciben de sus propias decisiones. La característica esencial de esta tarea es que esas contigencias cambian sin previo aviso a lo largo de la tarea, lo que obliga al individuo a reconfigurar sus preferencias de forma adaptativa a lo largo de la tarea, únicamente por ensayo y error.

La dificultad para adaptar las decisiones a unas condiciones de reforzamiento cambiantes, esto es, la perseveración en la elección de una opción que ha dejado de ser ventajosa, se refleja conductualmente en un incremento del número de elecciones erróneas en las fases de la tarea en las que las contigencias de reforzamiento son inversas a las de la adquisición de las preferencias iniciales. En términos clínicos esta dificultad se considera un indicador de compulsividad, esto es, un patrón de conducta repetitiva y desvinculada de sus consecuencias. Otras interpretaciones resaltan la sensibilidad de esta tarea a la capacidad para hacer un seguimiento adecuado de la historia de reforzamientos y castigos asociada a las decisiones y traducir ese feedback en decisiones suficientemente flexibles y apropiadas para las circunstancias del momento.

En términos de interpretación de la tarea, al ser ésta una tarea de aprendizaje dinámica, permite el cálculo de varios índices de ejecución. De entre ellos, hemos seleccionado uno que es sensible a diferencias clínicamente significativos entre pacientes adictos a la cocaína y que, por tanto, pueda ser útil para realizar un diagnóstico y un pronóstico diferencial. Ese índice es la diferencia entre el número de elecciones correctas en las fases con la contingencia de adquisición inicial y el número de elecciones correctas en las fases de contingencia invertida. Desde el punto de vista clínico, una pobre ejecución en la PRLT sería indicativa de anomalías en funciones necesarias para tomar decisiones adaptativas relacionadas con el consumo de cocaína y de los circuitos cerebrales cortico-estriados ventrales que los sustentan. Bien por detectar una ‘compulsivización’ del consumo, bien por detectar una incapacidad para ponderar el bagaje de consecuencias negativas asociadas al consumo y adaptar la conducta a las mismas, o bien por una combinación de ambos factores, es muy probable que la inflexibilidad en la PRLT sea indicadora de una pobre capacidad de autorregulación y por tanto un peor pronóstico. Nuestros datos confirman, no sólo que los consumidores de cocaína ejecutan peor la PRLT que los controles sanos (Fernández-Serrano et al., 2012), sino también que la inflexibilidad en la PRLT está asociada a la severidad del consumo de cocaína (Moreno-López et al., 2014).