Aprendizaje dialógico y EF
Número 9, 2017 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 34
2.3. Evidencia científica y aprendizaje dialógico en educación física
Las evidencias científicas de las que se disponen respecto a la aplicación del
AD como método en el área de EF parecen limitadas (Castro, 2015). Gran parte del
cuerpo científico sobre AD en EF ha sido fruto del proyecto Juega, Dialoga y Resuelve.
La superación de conflictos en Educación Física mediante el modelo comunitario.
Diseño de un programa específico para Comunidades de Aprendizaje (Capllonch,
2008-2011). No obstante, aunque la investigación sobre AD en EF es relativamente
reciente, sí existe una sólida base científica que apoya su aplicación al contexto
educativo en general (e.g., ver Aubert, Molina, Shubert, y Vidu, 2017; García, Mircea, y
Duque, 2010; Gatt, Ojala, y Soler, 2010) y de forma exclusiva en algunas áreas, como
por ejemplo, en matemáticas (e.g., ver García-Carrión y Díez-Palomar, 2015; Ordóñez-
Sierra, Rodríguez-Gallego, y Rodríguez-Santero, 2017). Además, cabe destacar que la
mayoría de los estudios realizados sobre el AD en EF han sido abordados bajo la
metodología comunicativa crítica (Gómez, Latorre, Flecha, y Sánchez, 2006), que se
apoya en la metodología cuantitativa y cualitativa, tratando de generar nuevo
conocimiento a partir de la subjetividad y la reflexión conjunta de todos los agentes
sociales relacionados con la investigación.
Gran parte de los estudios empíricos en el área de EF desde una perspectiva
dialógica han sido realizados bajo actuaciones de éxito asociadas a un modelo
dialógico de prevención y resolución de conflictos (Buscà, Ruiz, y Rekalde, 2014;
Figueras, Calvo y Capllonch, 2014; Martín y Ríos, 2014; Monzonís y Capllonch, 2014)
y a través de metodología cualitativa. En este sentido, una revisión de la literatura
realizada por Capllonch, Figueras y Lleixà (2014), relacionada con prevención y
resolución de conflictos, sugiere que intervenir desde las escuelas transformadas en
comunidades de aprendizaje y utilizar la práctica físico-deportiva (involucrar a la EF)
como recurso de integración puede ser una estrategia de intervención idónea para
fomentar la cohesión entre los agentes de la comunidad.
Buscà et al. (2014) realizaron un diseño no experimental-descriptivo con el fin
de analizar la influencia que la comunidad de aprendizaje tuvo sobre la prevención y
resolución de conflictos en las actividades físico-deportivas que se desarrollaban en la
escuela. En este estudio participaron seis comunidades de aprendizaje (276
participantes entre profesorado, familias, voluntariado y alumnado) y se desarrollaron
seis relatos comunicativos de vida, empleando para el estudio una metodología
comunicativa. Entre los resultados obtenidos destaca que profesorado, familias y
voluntariado valoraron el diálogo, aplicando el modelo comunitario, como el camino
más apropiado para la prevención y resolución de conflictos, tanto en las clases de EF
como en el contexto educativo en general. De forma complementaria al estudio de
Busà et al. (2016), Figueras, et al. (2014) focalizaron la atención en profundizar en la
parte cualitativa del proyecto de investigación, realizando 12 entrevistas, seis a cada
uno de los grupos de miembros adultos de las comunidades de aprendizaje
(profesorado, familiares y voluntariado). Con el estudio se consultó acerca de opinión,
creencia, y valoración que los adultos de las comunidades de aprendizaje tenían sobre
las causas que provocaban los conflictos que se daban en EF y las formas de darles
respuesta. Entre las principales conclusiones que extraen los autores de su estudio se
identifican dos grandes ideas; a) las barreras que dificultarían el éxito de un modelo
comunitario (posible falta de igualdad de oportunidades entre alumnado para lograr el
éxito en EF, la posible influencia negativa que tendrían los medios de comunicación, la
prevalencia de un modelo autoritario para la resolución de conflictos, la posible falta de
competencias comunicativas y recursos de los agentes de la comunidad para el
diálogo, y la normalización del conflicto por parte de los adultos) y b) generar recursos
que favorezcan la resolución comunitaria de los conflictos en EF (llegar a consensos
sobre el funcionamiento del área y las normas para la prevención y resolución de los