e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación
2018, nº 10, pp. 11-32. ISSNe: 2341-1473
© Copyright: 2018 Grupo de investigación (HUM-643)
Edición Web (www.uhu.es/publicaciones/ojs/index.php/e-moti-on/index)
Análisis del golpeo y la preparación psicológica para
retornar a la práctica en futbolistas tras una lesión
isquiosural
Jose Oriol1, Marta Leyton2, Miguel Pascual1 y Marco Batista3
1Universidad Autónoma de Madrid; 2Universidad Fundación San Pablo CEU
de Sevilla; 3Instituto Politécnico de Castelo Branco (Portugal)
Email: joriolset@gmail.com
RESUMEN: Las lesiones de la musculatura isquiosural son las más comunes en fútbol, y
pueden presentar efectos residuales que cambien el patrón de un gesto técnico. El
presente estudio analizó las diferencias en la técnica de golpeo entre jugadores
anteriormente lesionados y jugadores no lesionados, así como las correlaciones entre
la capacidad psicológica para retornar a la práctica y las características del gesto.
Tres futbolistas que habían padecido una lesión de isquiosurales conformaron el grupo
de jugadores anteriormente lesionados, y tres futbolistas que no habían padecido
ninguna lesión en el miembro inferior en los últimos dos os, formaron el grupo de
jugadores no lesionados. Se analizaron los gestos de golpeo a balón parado y de
golpeo en carrera a través del programa Kinovea. Asimismo, se evaluó la capacidad
psicológica para retornar a la práctica mediante el Injury Psychological Readiness to
Return to Sport (I-PRRS). Únicamente la velocidad del balón en el golpeo en carrera
presentó diferencias significativas entre grupos (p<0,05). Además, se obtuvieron
correlaciones positivas entre la preparación psicológica para retornar y la flexión de
rodilla en el golpeo en carrera, y entre la flexión de rodilla en el golpeo a balón
parado y los ítems 3 y 4 del I-PRRS. Asimismo, se hallaron correlaciones negativas entre
la extensión de cadera en el golpeo a balón parado y el ítem 6 del I-PRRS. Los
resultados permiten concluir que variables cinemáticas y variables psicológicas se
encuentran interrelacionadas tras una lesión en la musculatura isquiosural.
PALABRAS CLAVE: Patrón de golpeo, bíceps femoral, capacidad psicológica.
Soccer kick analysis and psychological readiness to return to sport after a hamstring
injury
ABSTRACT: The most common injuries in football are those related to the hamstring
muscle complex, and they can affect a motor pattern. The present study analyzed the
differences in kicking technique between players that had sustained a hamstring injury
and players that didn’t have any injury, and the relationship between psychological
preparedness to return to competition and the cinematic variables of the kick. Three
footballers who had suffered a hamstring injury formed the group of previously injured
players, and three players who had not suffered any lower limb injury during the two
years prior to the study formed the group of not injured players. In-step kicking
technique and running kicking technique were analyzed through Kinovea program. In
addition, psychological preparedness to return to competition was assessed through
the Injury Psychological Readiness to Return to Sport (I-PRRS). Only differences in running
kicking ball speed was found significantly different between groups (p<0,05). Positive
correlation was found between psychological preparedness and knee flexion while
performing a running kick, and between knee flexion during the in-step kick and the 3rd
and 4th items of the I-PRRS. Likewise, negative correlations were found between hip
extension during the in-step kick and the 6th item of the I-PRRS. Results let us conclude
that both cinematic and psychological variables are correlated after a hamstring injury,
affecting a specific motor pattern.
KEY WORDS: Motor pattern, bíceps femoris, psychological readiness.
Análisis del golpeo y preparación psicológica tras lesión
Oriol, Leyton, Pascual1 y
Batista
Número 10, 2018
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1. INTRODUCCIÓN
Las lesiones musculares son las causantes de hasta el 27% del tiempo de
ausencia por lesión en fútbol profesional masculino (Ekstrand, Hagglund y Waldén,
2011).
Este problema cobra especial relevancia al no encontrar, a pesar de los
avances en metodoloa de preparación física y prevención de lesiones, una
disminución en los últimos años de las lesiones musculares (Ekstrand, Hagglund,
Kristenson, Magnusson y Waldén, 2013).
Aunque el trabajo de prevención y readaptación de lesiones cada vez se torna
más individualizado, actuando en función de las características personales del
deportista y del contexto competitivo, a menudo estos planteamientos tienen una
visión reduccionista centrada en determinados factores de riesgo aislados, sin tener en
cuenta la relación existente entre los mismos.
De esta manera, los factores de riesgo de padecer una lesión muscular, y las
consecuencias que esta tiene sobre el individuo, han sido ampliamente estudiadas; no
así con la relación que podría existir entre los factores de diferente tipo (intrínseco o
inherente al deportista y extrínseco o dependiente del ambiente y el contexto) o, en el
caso del trabajo que nos ocupa, entre las consecuencias de una lesión a nivel
psicológico y a nivel biomecánico o gestual.
Sin embargo, la necesidad de ‘ir un paso más allá’, en términos de
comprensión de qué ocurre tras una lesión, y por qué existe un riesgo aumentado de
volver a lesionarse, sea o no de la misma estructura, es vital para que el papel del
readaptador físico-deportivo, perfil profesional en auge en el deporte de alto
rendimiento, continúe avanzando y amplíe sus posibilidades de acción.
Sobre esta base, este trabajo presentará una estructura lógica que partirá de la
acotación del objeto de estudio y las bases teóricas publicadas sobre el mismo, para
progresar hacia el diseño del trabajo de investigación y los resultados y el
conocimiento que de él se derivan.
a. Objeto de estudio y justificación de la investigación
Conocemos cada vez más profundamente los factores de riesgo de lesión
muscular, destacando para este proyecto la relación entre haber padecido una lesión
en la musculatura isquiosural y el aumento del riesgo de padecer una lesión en el
cuádriceps (Orchard, 2001), existiendo para esta última dos situaciones susceptibles
de lesión: el sprint y el golpeo (Mendiguchía, Alentorn-Geli, Idoate y Myer, 2013).
Este aumento del riesgo de padecer una lesión en otra estructura podría estar
relacionado con el cambio en el patrón de realización de los gestos específicos,
habiéndose reportado la utilización de mecanismos inconscientes de protección
durante el gesto de golpeo tras padecer una lesión muscular en los isquiosurales
(Navandar, Gulino, Antonio y Navarro, 2013). Estos mecanismos de protección pueden
ser resultado de múltiples variables, al entender tantola lesión como la propia acción
deportiva como fenómenos multifactoriales y complejos.
En esta línea, este objeto de estudio se centra en cómo una lesión de
isquiosurales puede suponer cambios en el patrón motor del golpeo, así como en
determinadas variables psicológicas, y las posibles correlaciones que se establecen
entre ellas. Podrá, por lo tanto, servir de base para posteriores trabajos que
investiguen sobre si existe relación de causalidad entre la lesión y este cambio en el
patrón motor, y entre estas alteraciones y el aumento del riesgo de lesión en la
musculatura cuadricipital.
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b. Marco teórico-conceptual
Lesión de la musculatura isquiosural
Las lesiones de esta musculatura suponen el 37% de las lesiones musculares,
que en su conjunto representan el 31% de todas las lesiones en fútbol (Ekstrand,
Hägglund y Waldén, 2011).
De este complejo grupo formado por el ceps femoral, el semimembranoso y
el semitendinoso, el bíceps femoral es el músculo que más lesiones sufre, alcanzando
suponer el 84% de todas las lesiones que ocurren en esta musculatura, siendo el
principal mecanismo de lesión la carrera a sprint o a alta velocidad (Ekstrand et al.,
2012).
Gesto de golpeo en fútbol
El golpeo de balón a portería o disparo es el gesto técnico ofensivo por
excelencia en el fútbol, al tratarse de la acción de golpear la pelota hacia la meta rival
con el objetivo de anotar gol.
Desde una perspectiva biomecánica, este gesto ha sido analizado en hombres
y mujeres por Katis, Kellys y Lees (2015), observando a través del análisis ANOVA un
efecto de interacción significativo entre flexión plantar-dorsiflexión y eversión-inversión
en el tobillo, flexo-extensión de rodilla y abducción-adducción y flexo-extensión de
cadera. Asimismo, se mostró que la alta potencia de golpeo utilizada por los jugadores
hombres fue lograda a través de una mayor flexión plantar y una menor inversión, así
como un mayor ángulo de flexión de cadera justo antes del impacto con el balón; una
mayor velocidad angular de la rodilla y la cadera, y una mayor velocidad lineal del
tobillo y la cadera en el momento previo al golpeo; además de un cambio de la
velocidad lineal pico de tobillo y cadera en el momento previo al impacto.
Se debe tener en cuentaque la principal función del arco de tensión es la de
lograr la máxima potencia posible, y por ende la mayor velocidad de traslación de la
pelota. Con este fin, la amplitud del movimiento dentro del rango articular cobra vital
importancia, obteniendo que lo jugadores hombres (que presentan mayores valores de
potencia de golpeo) tienen mayor flexión de rodilla durante el contacto con el suelo y a
lo largo de las etapas iniciales de la fase de soporte pre-golpeo (Katis, Kellys y Lees,
2015). Esta flexión no provoca sino un pre-estiramiento de los músculos encargados
de ‘liberar’ la tensión del arco, principalmente el cuádriceps (Shan, 2009) si bien es
cierto que aún no se conoce si tanto la mayor flexión de rodilla en las fases más
tempranas del golpeo como la mayor flexión de cadera reportada al final de la fase de
impacto se deben a una técnica más madura o si los jugadores hombres presentan un
golpeo más explosivo y potente debido únicamente a su mayor fuerza muscular (Katis,
Kellys y Lees, 2015). No obstante, entendemos que la fuerza de golpeo influencia la
técnica del mismo en búsqueda de una constante adaptación, por lo que tratar de
reducir la mayor expresión de rendimiento a un solo factor se antoja imposible.
Cambios en un patrón motor tras una lesión de isquiosurales
Tras padecer una lesión deportiva, numerosos cambios en términos de
activación muscular y control motor han sido evidenciados. En el caso del ligamento
cruzado anterior, cuya lesión representa uno de los principales miedos en los deportes
de pivotaje como el fútbol, han sido reportados cambios en la velocidad de activación
de la musculatura isquiosural, aumentando la activación lateral y disminuyendo la
medial (Briem, Ragnarsdóttir, Arnason y Sveinsson, 2016), entre otros más conocidos
como la propia debilidad de flexores y extensores de rodilla (Bien y Dubuque, 2015).
Los cambios en el patrón motor de carrera tras una lesión de isquiosurales
quedan fuera de toda duda, existiendo evidencia de los cambios en las propiedades
mecánicas del sprint en jugadores de fútbol al regresar a la participación o return to
play (RTP), tales como la reducción del componente fuerza horizontal durante el sprint
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a bajas velocidades, como ocurre al inicio de una aceleración (Mendiguchía et al.,
2016).
Perspectiva psicológica
Desde un punto de vista psicológico, las lesiones se han relacionado con una
menor capacidad de controlar el estrés característico de la práctica competitiva (Zafra,
Andreu y Redondo, 2009). Este afrontamiento del estrés se encuentra alterado tras el
suceso de lesión, habiéndose relacionado la misma con emociones como la
frustración, la depresión o el enfado (Crossman, 1997).
En base al trabajo de Crossman (1997) sobre las estrategias psicológicas para
alcanzar el éxito en el proceso de readaptación físico-deportiva, cabría destacar para
el presente proyecto la importancia de la gestión de los contenidos ‘Retorno cuando se
está preparado’ y ‘Monitorización del progreso’, estableciendo conexión con la
adopción de una perspectiva funcional del proceso de readaptación, en la que el gesto
deportivo, en términos de mecanismo lesional, debe ser analizado y reeducado
(monitorización), sólo permitiendo el retorno a la práctica cuando éste se encuentre
normalizado (retorno cuando se está preparado).
La influencia de factores psicológicos sobre la alteración del patrón de golpeo
tras una lesión de isquiosurales ha sido reportada, encontrando la utilización de
mecanismos inconscientes de protección que varían la realización del gesto deportivo
(Navandar, Gulino, Antonio y Navarro, 2013).
El miedo a la práctica o kinesiofobia se define comoun temor irracional,
excesivo y debilitante al movimiento y la actividad, que resulta en sensación de
vulnerabilidad a una lesión o recaída (Kori, Miller y Todd, 1990), y ha sido estudiado en
mayor medida en deportistas que habían padecido una lesión del ligamento cruzado
anterior (Kvist, Ek, Sporrstedt y Good, 2005).
c. Antecedentes y estado de la cuestión
En relación al gesto de golpeo, la dinámica de los segmentos participantes y
las diferencias entre miembro dominante y no dominante han sido estudiados en el
golpeo a balón parado por Nunome y colaboradores (Nunome et al., 2006). Se
analizaron los golpeos de cinco jugadores menores de 17 años, participantes en una
competición internacional, a una meta que contaba con un objetivo de 1x1 metros,
situada a 11 metros de distancia de los jugadores. El análisis fue realizado sobre dos
únicos segmentos, el muslo y la pantorrilla, cabiendo destacar la mayor velocidad
angular anterior de la pantorrilla en la pierna dominante en comparación con la no
dominante.
Las conclusiones más relevantes del estudio fueron que la dinámica del
movimiento fue de tipo secuencial de proximal a distal en el movimiento de los dos
segmentos analizados, y que existen diferencias cinéticas entre ambas piernas
durante el golpe. Es necesario destacar que la utilización de una meta tan pequeña
(1x1m) a una distancia de golpeo equiparable a la del tiro de penalti (11m) supone
tener también un objetivo de precisión, por lo que tato las velocidades de golpeo como
por extensión los momentos de fuerza podrían haberse visto reducidos. Además, los
autores no aclaran si a los jugadores se les exigió que acertaran en la meta, o si
únicamente sirvió a modo de referencia para el golpeo.
En el estudio de Cerrah, Gungor, Soylu, Ertan, Lees & Bayrak (2011) dos
grupos de jugadores de fútbol masculino, 14 profesionales y 17 amateur, participaron
en el estudio. Ambos grupos realizaron paralelamente tests isocinéticos y los valores
para referenciar los porcentajes de activación fueron los obtenidos de un test de
máxima fuerza isométrica voluntaria, ambos tipos de contracción muy alejados del
gesto específico de golpeo. Se realizaron al menos 10 golpeos por jugador, hasta que
los datos de tres de ellos hubieran podido ser recogidos. Una miniportería de 3 x 2,44
metros a 15 metros de distancia se utilizó como meta, y se pidió a los jugadores que
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realizaran el gesto a máxima velocidad. La figura 1 muestra la activación del bíceps
femoral durante las diferentes fases del golpeo:
Figura 1: activación del bíceps femoral en jugadores profesionales y amateur durante
el golpeo.
La principal conclusión de este estudio fue que el rendimiento superior de los
jugadores profesionales en comparación con los amateurs no se debe a factores
relacionados con la fuerza, sino con las diferencias en la técnica tanto durante la
preparación como en la ejecución del gesto de golpeo. En relación al bíceps femoral,
los mayores valores de activación fueron reportados a -300ms del momento del
impacto, en la back swing phase, actuando concéntricamente para producir la
extensión de cadera y flexión de rodilla que posteriormente permitirá expresar la
máxima potencia posible en el golpeo. Por esta razón, en el presente trabajo los
análisis del gesto se llevarán a cabo en este momento de máxima activación, al
considerarse aquel en el que una lesión previa de isquiosurales puede tener
consecuencias residuales, a la par que resulta determinante en el rendimiento del
gesto en cuestión.
En el estudio de Navandar y colaboradores (Navandar, García, Veiga, Torres,
Chorro y Navarro, 2015) se buscó identificar el efecto de una lesión de isquiosurales
previa y la dominancia lateral en el patrón de golpeo de 14 jugadoras de fútbol de élite.
Previo reporte de historia lesional y dominancia lateral a través de un cuestionario,
realizaron cinco golpeos a balón parado con cada pierna a un objetivo a 7 metros de
distancia. Los datos se obtuvieron a través de un análisis del gesto mediante un
sistema de captura a 250Hz VICON de 6 cámaras, que fue sincronizado con una
plataforma de fuerza Kistler que capturaba datos a 1000Hz. La velocidad del balón, las
fuerzas de reacción del suelo y las variables cinéticas y cinemáticas en el plano sagital
fueron analizadas para la pierna de golpeo, obteniendo que la velocidad de golpeo era
la misma en la pierna dominante y en la no dominante, mientras que la única
diferencia que se constató entre los lados lesionado y no lesionado fue en la velocidad
angular máxima de la cadera, siendo los valores menores en los miembros lesionados
previamente.
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En relación a las variables psicológicas y su influencia en el gesto deportivo, en
la revisión de Hsu et al. (2016) se referenció la existencia no sólo de miedo a la
recaída tras una lesión deportiva, sino también la posible aparición de cambios de
activación en un gesto deportivo, y por tanto de carácter neuromuscular, debido al
miedo a la recidiva.
Desde la máxima especificidad del objeto de estudio que nos ocupa, la
influencia de la lesión de isquiosurales en el golpeo en fútbol mediante un análisis de
dinámica inversa fue estudiada por Navandar, Gulino, Antonio y Navarro (2013). En
este estudio, 17 jugadores profesionales realizaron cinco tiros con el empeine y cinco
con el interior del pie, todos a balón parado y con el pie de la pierna de apoyo situado
sobre una plataforma de fuerza. Si bien encontraron diferencias significativas en las
últimas fases de golpeo, destacando el mayor tiempo que les requería a los jugadores
anteriormente lesionados el recorrido desde el golpeo hasta el momento de máxima
flexión de cadera (0,18 segundos frente a 0,15 segundos), no fue así en los valores de
los tests isocinéticos planteados, obteniendo valores similares en el ratio clásico de
fuerza isquiosurales: cuádriceps (H:Q ratio). Además, las fuerzas de reacción con el
suelo no mostraron diferencias significativas entre grupos y los patrones cinéticos del
gesto fueron similares. A pesar de la necesidad de normalizar los tiempos en todo el
proceso del golpeo, y tal y como se ha citado anteriormente, el autor considera que
esta variable, al haber sido llevado a cabo ya el golpeo, no guarda especial relación
con el rendimiento en el mismo, por lo que a lo largo del presente trabajo no se
analizará la última fase del gesto.
Encontramos pues que tanto las lesiones, como la influencia que éstas
presentan sobre determinados patrones de movimiento y activación han sido
estudiadas, encontrando que el rendimiento en el gesto de golpeo depende más de la
técnica que de la fuerza. Además, en prácticamente la totalidad de estudios citados se
evaluó la fuerza de alguna forma, ya fuera a través de ratios de fuerza entre grupos
musculares o mediante tests de fuerza isométrica, encontrando que los jugadores sin
déficit residual de fuerza no necesariamente presentan variaciones en la ejecución del
gesto. Por lo tanto, podemos extraer de la bibliografía consultada que una lesión
puede influir sobre el rendimiento de un gesto deportivo, y que este descenso en el
rendimiento podría tener un origen técnico. Además, la ansiedad ante la recaída es
una variable a considerar no sólo durante sino también tras el protocolo de
readaptación, por lo que podría influir sobre un determinado gesto deportivo.
Sin embargo, y a pesar de haber alcanzado un nexo de unión entre las lesiones
de isquiosurales y el aumento de riesgo de padecer otras lesiones musculares, no se
ha alcanzado aún a conocer por qué y, por ende, la capacidad de actuación de los
profesionales de la readaptación y la prevención de lesiones para tratar de minimizar
el riesgo de las lesiones derivadas es escasa. Este trabajo pretendió indagar sobre el
cambio en el patrón de golpeo, no por ser éste el gesto en el que más se lesionan los
isquiosurales (que no lo es) sino por ser en el que más lesiones encontramos de recto
femoral, uno de los músculos que presenta mayor riesgo en las semanas después de
padecer una lesión de su musculatura antagosinergista, los isquiosurales.
De esta forma, la presente investigación ha tratado de aportar un conocimiento
más relacionado con la situación específica del juego que la de anteriores trabajos,
ofreciendo así una base sobre la que los profesionales de la readaptación físico-
deportiva puedan ejercer de la forma más eficaz y eficiente posible.
Las hipótesis que se plantearon en el estudio fueron las siguientes:
1. Los jugadores anteriormente lesionados de isquiosurales golpearán con una
menor amplitud de flexión de rodilla, suplida con una mayor extensión de
cadera que los jugadores no lesionados.
2. Consecuentemente, los jugadores anteriormente lesionados golpearán a menor
velocidad que los jugadores no lesionados, especialmente en situaciones de
mayor incertidumbre como el golpeo en conducción.
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3. Los jugadores anteriormente lesionados presentarán valores positivos de
preparación psicológica para volver a la participación completa.
2. MÉTODO
2.1. Diseño de la investigación
La investigación tuvo un carácter descriptivo, no interfiriendo el investigador en
ningún momento en los resultados. Asimismo, la investigación fue de tipo analítico
(relación de variables), y tuvo carácter transversal y prospectivo, recogiendo los datos
una sola vez y durante el proceso de investigación, buscando adquirir un conocimiento
de tipo explicativo.
De esta forma, se tomó la estructura de un estudio caso-control en el que hubo
un grupo de jugadores anteriormente lesionados de la musculatura isquiosural, y otro
grupo de jugadores no lesionados, que no había padecido ninguna lesión en el muslo
en los últimos dos años.
2.2. Muestra
Tres jugadores de fútbol varones (20,66±2,33), de categoría semi-profesional,
con historial de rotura muscular de grado I o II de bíceps femoral durante el sprint en
los dos años previos a la realización del estudio, conformarán el grupo de jugadores
anteriormente lesionados; y tres jugadores de fútbol (22,3±1,66), varones, también de
categoría semi-profesional, sin historial de lesión de bíceps femoral durante toda su
carrera deportiva integrarán el grupo de jugadores no lesionados. De acuerdo con lo
expuesto por Orchard (2001), los factores de riesgo intrínsecos (relacionados con el
jugador) son más predictivos de lesión que los extrínsecos (relacionados con el
contexto o ambiente). Por lo tanto, los principales factores de riesgo intrínsecos fueron
controlados, conformando ambos grupos jugadores de similar edad, estatura e índice
de masa corporal (IMC), como principales influyentes en el riesgo de padecer lesión en
la musculatura isquiosural (Orchard, 2001). A continuación, se presentan los criterios
de exclusión del estudio utilizados para confirmar la elegibilidad de la muestra:
Criterios de exclusión del estudio para ambos grupos de participantes
Haber padecido una lesión muscular en el miembro inferior en los últimos dos
años, exceptuando las roturas de grado I o II del bíceps femoral.
En caso de encontrar más de un valor positivo en el Physical Activity
Readiness Questionnaire (PAR-Q) (Thomas, Reading y Shephard, 1992)
previamente a la realización del estudio.
Criterios de exclusión del estudio para la elección de la muestra:
No haber podido volver a la participación completa en la actividad deportiva sin
dolor.
Presentar síntomas residuales de la lesión de isquiosurales, tales como déficits
en testeos manuales de fuerza (Peterson-Kendall, Kendall-McCreary, Geise-
Provance, McIntyre-Rodgers y Romani, 2005).
Todos los jugadores que participaron en el estudio entrenaban y competían en
el mismo equipo, siendo el campo local utilizado para las sesiones de entrenamiento,
los eventos competitivos como local y las mediciones para el presente trabajo de
hierba artificial de segunda generación. Por lo tanto, todos los jugadores se
encontraban en el mismo momento del calendario competitivo, entrenaban tres
sesiones semanales de noventa minutos de duración, incluyendo el trabajo de
gimnasio y preventivo y el trabajo de campo, y su entrenamiento se enmarcaba acorde
a la misma dinámica de cargas.
Sujeto anteriormente lesionado 1
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El sujeto anteriormente lesionado 1 corresponde a un lateral izquierdo de 22
años de edad, 70 kg de peso y 177 cm de altura, con 13 años de experiencia en
entrenamiento y competición en fútbol, que ha sufrido 3 lesiones de grado II en el
bíceps femoral en el miembro dominante (pierna izquierda) en los últimos dos años,
ocurriendo la última de ellas 14 meses antes de la realización de este estudio,
presentándose en forma de recaída. El mecanismo lesional fue un sprint a máxima
velocidad en el que el jugador realizó un salto con una sola pierna, notando un
pinchazo súbito en la parte posterior del muslo. La lesión ocurrió en un evento
competitivo durante el mes de marzo, en la segunda vuelta de la competición.
La última rotura muscular supuso para el jugador aproximadamente 45 días de
baja competitiva, siguiendo un tratamiento conservador, en los que no reali un
protocolo de readaptación controlado y pautado en fases por un profesional de la
readaptación, más allá de una serie de ejercicios pautados por el fisioterapeuta.
En el momento de este trabajo, el jugador no presentaba déficits en los tests
manuales de fuerza realizados por el fisioterapeuta del club. Asimismo, a lo largo de la
presente temporada el jugador ha llevado a cabo un programa preventivo individual,
habiendo sufrido una distensión (lesión muscular de grado I) en la musculatura
isquiosural, pero no en el bíceps femoral, por lo que no se puede catalogar como
recaída.
Sujeto anteriormente lesionado 2
El sujeto anteriormente lesionado 2 corresponde a un extremo izquierdo de 24
años de edad, 67 kg de peso y 165 cm de altura, con 19 años de experiencia en
entrenamiento y competición en fútbol, que ha sufrido 2 lesiones de grado II en el
bíceps femoral en el miembro dominante (pierna izquierda) en los últimos dos años,
ocurriendo la última de ellas 14 meses antes de la realización de este estudio,
presentándose en forma de recaída. El mecanismo lesional fue el intento de tapar una
línea de pase alargando la pierna, notando súbitamente un pinchazo en la parte
posterior del muslo. La lesión ocurrió en un evento competitivo durante el mes de
marzo.
Esta última rotura muscular supuso para el jugador aproximadamente 30 días
de baja competitiva, en los que no llevó a cabo un protocolo de readaptación pautado,
más allá de ejercicios sin estructurar pautados por el fisioterapeuta y el preparador
físico del equipo.
En el momento de este trabajo, el jugador no presentaba déficits en los tests
manuales de fuerza realizados por el fisioterapeuta del club. Asimismo, a lo largo de la
presente temporada el jugador ha llevado a cabo un programa preventivo individual, y
no ha sufrido percance alguno en la musculatura isquiosural, más allá de sensación de
tensión o carga.
Sujeto anteriormente lesionado 3
El sujeto anteriormente lesionado 3 corresponde a un extremo derecho de 21
años de edad, 60 kg de peso y 164 cm de altura, con 18 años de experiencia en
entrenamiento y competición en fútbol, que ha sufrido 1 lesión de grado I en el bíceps
femoral en el miembro dominante (pierna derecha) en los últimos dos años, ocurriendo
esta, 2 meses antes de la realización de este estudio. El mecanismo lesional fue una
elongación en un forcejeo que finalizó con el jugador y un rival en el suelo, tras una
aceleración máxima, sintiendo el jugador molestias en la parte posterior del muslo que
se incrementaban progresivamente, pero no un pinchazo súbito. La lesión ocurrió en
un evento competitivo durante el mes de marzo.
Esta lesión supuso para el jugador aproximadamente 21 as de baja
competitiva, en los que no llevó a cabo un protocolo de readaptación pautado y
estructurado por parte de un especialista en readaptación.
En el momento de este trabajo, el jugador no presentaba déficits en los tests
manuales de fuerza realizados por el fisioterapeuta del club. Asimismo, a lo largo de la
presente temporada el jugador ha llevado a cabo un programa preventivo individual,
siendo este el primer percance que sufre durante toda la temporada.
Grupo no lesionado
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3 jugadores de categoría semiprofesional, del mismo equipo que los jugadores
que conforman el grupo de caso, y por tanto con las mismas sesiones de
entrenamiento y dinámica de las cargas, conformaron el grupo control. Los jugadores,
con una edad de 20,66±2,33, un peso de 72,33±12,66 y altura 174,66±10,33, no
presentaron lesión en el muslo en los últimos dos años.
2.3. Variables
Variable independiente: haber padecido lesión en la musculatura isquiosural.
Variables dependientes: velocidad del balón en el golpeo en movimiento, flexión de
rodilla en el golpeo en movimiento, extensión de cadera en el golpeo en movimiento,
velocidad del balón en el golpeo a balón parado, flexión de rodilla en el golpeo a balón
parado, extensión de cadera en el golpeo a balón parado, puntuación en escala de
preparación psicológica para la práctica deportiva.
2.4. Instrumentos de medida
A continuación, se presentarán los instrumentos de medida utilizados, así como
el procedimiento de medición para las diferentes variables planteadas.
Evaluaciones previas
Previo a la realización de los análisis de golpeo y la evaluación psicológica, los
participantes debieron rellenar el Physical Activity Readiness Questionnaire (PAR-Q).
Este cuestionario, elaborado por Thomas y Sheppard (1992), tiene como objetivo
principal determinar si el individuo que lo cumplimenta debe acudir al médico o a un
profesional de la actividad física antes de realizar actividad física. Esta evaluación,
previa a toda inclusión en un programa de ejercicio físico, permite obtener información
sobre enfermedades crónicas, patologías coronarias, tratamientos que el sujeto esté
utilizando, episodios de mareo y estado general de salud, en términos de elegibilidad
para competir.
Únicamente se permitió participar como sujeto anteriormente lesionado a los
jugadores que no tuvieran más de un punto positivo en el cuestionario, en el caso de
que este se obtuviera en el ítem ‘’¿Tienes actualmente (o has tenido en los últimos 12
meses) un problema óseo, articular, tendinoso, ligamentoso o muscular que pudiera
empeorar en caso de volverte más físicamente activo? Por favor, cita las condiciones
aquí…’’, al poder responder positivamente debido a la lesión cuyas consecuencias se
pretenden analizar.
Asimismo, el fisioterapeuta del club de los participantes llevó a cabo testeos
manuales de fuerza, a fin de reconocer posibles déficits en la musculatura isquiosural
lesionada.
Análisis del gesto
El análisis del gesto de golpeo desde un plano sagital se llevó a cabo mediante
una videocámara digital Sony HDR-AS20, que grabará a una definición de 1080p (Full
HD) a 60 fotogramas por segundo (FPS). La cámara se situó a 5 m de la zona de
golpeo.
Siguiendo la propuesta de Katis, Kellis y Lees (2015), previamente a la
medición se colocaron marcadores en determinadas zonas del jugador, facilitando la
identificación de los segmentos y articulaciones del tren inferior: cabeza del quinto
metatarsiano (sobre la bota), talón, maléolo lateral del tobillo, epicóndilo femoral,
trocánter mayor del fémur, espina ilíaca anterosuperior y escápulas.
Los golpeos realizados a máxima velocidad de carrera buscaron simular
situaciones potencialmente lesivas para el muslo, tanto para la musculatura isquiosural
como para el recto femoral. Previo a la realización de los golpeos, se grabó la
velocidad máxima de conducción antes de golpear en tres intentos de familiarización.
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Análisis del golpeo y preparación psicológica tras lesión
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Batista
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Los golpeos que no se realizaron al menos al 90% de la velocidad máxima de
conducción obtenida en el análisis previo, fueron considerados como nulos.
El golpeo se llevó a cabo en la frontal del área, estableciendo un área de 5x5
metros desde la que los jugadores debieron realizar el golpeo, formando ésta una
estructura cuadrangular situada a 20-25 metros del objetivo de portería.
A fin de que los golpeos presentaran la mayor especificidad y cercanía tanto al
mecanismo lesional del cuádriceps como a las máximas amplitudes para las
articulaciones de rodilla y cadera, se llevaron a cabo simulando un contraataque; esto
es, a la máxima velocidad de conducción de pelota. Los jugadores partieron en carrera
con balón del semicírculo del centro del campo, a una distancia de 15 metros del inicio
de la zona de golpeo. Por lo tanto, los jugadores dispusieron de entre 15 y 20 metros
de carrera para alcanzar la máxima velocidad posible antes de golpear, siguiendo la
instrucción de conducir la pelota a la mayor velocidad posible, no necesariamente
pegada al pie.
Cada jugador dispuso de 2 oportunidades de golpeo de máxima potencia,
tomándose los valores de aquel golpeo en el que la suma de los ángulos de rodilla y
cadera fuera de mayor valor, al buscar obtener información sobre el golpeo en
términos de máxima amplitud y velocidad. Los golpeos se realizaron con un descanso
entre los mismos a elección del jugador, siguiendo la instrucción de ‘llevar a cabo el
siguiente golpeo cuando se encuentre perfectamente descansado del anterior, y capaz
de realizarlo de forma máxima’, exigiéndose un mínimo de 1 minuto de duración para
tal acción.En relación a la medida de la velocidad del balón en los golpeos, se situó un
marcador en el centro del balón y se utilizó la función seguimiento de trayectoria,
siendo en ocasiones ajustada manualmente, tan sólo cuando el programa perdía la
localización exacta del marcador.
Antes de la realización de las pruebas, los jugadores llevaron a cabo un
calentamiento adaptado de la propuesta de Navandar (2016) de una duración
aproximada de 12 minutos. El protocolo consistió en 6 minutos de carrera continua a
una intensidad relativa del 65%, seguida de una fase de estiramientos estáticos con
una duración total de 2 minutos, evitando estirar más de 30 segundos cada grupo
muscular. Posteriormente se llevaron a cabo estiramientos dinámicos simulando el
gesto de golpeo, y una última fase de golpeos de familiarización a balón parado y en
movimiento, contando cada fase con una duración de 2 minutos.
Mientras unos jugadores llevaban a cabo los golpeos, el resto de jugadores se
encontraban o bien realizando el calentamiento, o bien observando el desarrollo de las
grabaciones. Este hecho se permitió para facilitar la comprensión del procedimiento a
seguir, encontrándose siempre el investigador en situación de resolver dudas y
preguntas sobre la ejecución del mismo.
Escala
La confianza de cara a la práctica deportiva tras una lesión se analizó mediante
la Injury Psychological Readiness to Return to Sport (I-PRRS) (Glazer, 2009). La
escala fue ideada mediante el método Delphi de predicción, y validada por el mismo
autor a través de dos análisis de varianza de un factor de medidas repetidas (ANOVA)
y seis correlaciones producto-momento de Pearson (Glazer, 2009).
Esta escala presenta 6 ítems a valorar de 0 a 100, siendo el valor 0 escasa o
ninguna confianza’, el valor 100 confianza extrema o máxima’, y el valor 50 confianza
moderada’. La escala de 100 puntos se presentó en intervalos de 10 puntos.
Siguiendo la propuesta de Glazer (2009), la puntuación absoluta se obtendrá de la
división entre 10 de la suma de los valores de los 6 ítems, contando con una
puntuación máxima de 60.
Asimismo, en el presente proyecto se prestó especial atención a los ítems
Confianza de jugar sin dolor’, Confianza de que la estructura lesionada sea capaz de
satisfacer las demandas de la situacióny Confianza de no concentrarse en la lesión’,
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al entender que guardan especial relación con un posible cambio en el patrón motor de
un gesto específico.
Esta escala fue resuelta por los deportistas en la misma sesión de análisis de
los golpeos, previamente a la realización de los mismos, a partir de la consideración
de visualizar una situación competitiva’; es decir, tratando de simular el estado
psicológico previo a un partido.
Todos los jugadores respondieron justo antes de una sesión de entrenamiento,
correspondiente a un jueves o viernes del microciclo, entre 48 y 72 horas antes de la
competición en cuestión. Asimismo, se informó a los participantes de que los datos
obtenidos de la escala serían de absoluta confidencialidad para la realización del
estudio. Cabe destacar que los jugadores cumplimentaron el consentimiento informado
y el Physical Activity Readiness Questionaire (PAR-Q) (Thomas y Reading, 1992) en el
mismo espacio de tiempo.
El investigador ejerció durante la realización del estudio como preparador físico
del equipo cuyos sujetos participaron en la investigación, por lo que el contacto con los
sujetos fue directo y personal. Este hecho facilitó el reconocimiento de los sujetos
elegibles para la participación, al disponer del historial lesional de los últimos dos años
de todos los jugadores del equipo, además de conocer sus características técnico-
tácticas y personales.
Las escalas fueron cumplimentadas por los jugadores antes de participar en
una de las dos últimas sesiones del microciclo, los días jueves o viernes, 72 o 48
horas antes de participar en un evento competitivo de la competición de liga, la
semana anterior a la realización de las mediciones del análisis del gesto deportivo,
siendo el investigador el encargado de pasar las escalas y resolver las dudas que
pudieran surgir. Hasta la fecha, el autor no conoce versión validada en castellano del I-
PRRS, por lo la misma se rellenó en su versión original (inglés), estando presente el
investigador para resolver cualquier tipo de duda sobre los ítems y las pautas para su
cumplimentación.
Asimismo, el análisis del gesto se llevó a cabo en el campo habitual de
entrenamiento, tras el calentamiento propuesto en el apartado de Metodología del
presente trabajo, antes de participar en la sesión de entrenamiento del jueves.
Previo a la realización de las mediciones, los jugadores fueron informados de
los objetivos del estudio y debieron cumplimentar un consentimiento informado de
participación, siendo todos ellos mayores de edad. Al tratarse de jugadores que habían
padecido una lesión, el investigador adoptó un lenguaje formal en el que toda
terminología relacionada con las lesiones, el dolor y las recaídas se utilizó de forma
neutra, evitando cualquier tipo de comparación entre participantes o de relación con el
rendimiento y las condiciones en las que sucedió el episodio lesional.
Análisis de los datos
Todos los datos obtenidos de las mediciones y escalas fueron tratados con el
paquete estadístico SPSS 19.0.
Análisis del gesto
El análisis de los golpeos se llevó a cabo mediante el programa Kinovea
versión 0.8.15. Este programa permite adaptar los vídeos grabados en formato de alta
velocidad, recortar y analizar ángulos y velocidades, previa calibración de las
distancias en 2 dimensiones (2D).
La calibración se llevó a cabo mediante la distancia de 5 metros propuesta para
la zona de golpeo, estableciendo así la referencia para que el programa permitiera
obtener los valores de velocidad a pesar de tener un formato en 2D.
Previa introducción de los vídeos en el programa, se utilizó la función de
análisis fotograma por fotograma hasta acotar el momento exacto a analizar para la
obtención de los ángulos durante el golpe, para posteriormente capturar la imagen y
utilizar la función de dibujo de ángulos. En todas las ocasiones en las que las marcas
previamente colocadas en el cuerpo del deportista no se veían con claridad, se
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procedió a ampliar la imagen antes de realizar el análisis, restando resolución a la
misma, pero disminuyendo el error en el análisis.
La velocidad fue obtenida en los cuatro fotogramas inmediatamente posteriores
al impacto del pie con el balón ya que, si bien habitualmente la máxima velocidad se
obtuvo en el segundo fotograma tras el mismo, mantener la medición facilitó la
identificación de posibles errores de calibración (en caso de que la máxima velocidad
de la pelota se hallara en momentos demasiado posteriores al golpeo).
Escala
Se llevó a cabo un análisis de correlaciones bivariadas de Pearson, buscando
reconocer si existe relación entre las variables analizadas y de qué forma se
establecían estas relaciones, incluyendo en este análisis también los datos obtenidos
de la escala Injury Psychological Readiness to Return to Sport, además de los
obtenidos del análisis cinemático.
Debido a que los sujetos que no habían padecido lesión no podían
cumplimentar la Injury Psychological Readiness to Return to Sport, éste no ha sido
incluido en el análisis de varianza ANOVA.
El análisis ANOVA fue realizado a fin de identificar la existencia de diferencias
significativas entre los jugadores anteriormente lesionados y los jugadores que no
habían padecido ningún tipo de lesión, en relación a todas las variables medidas en el
análisis del gesto de golpeo. Se estableció el valor de significancia p < 0.05.
No obstante, es necesario constatar que, debido al reducido número de sujetos
participantes en el estudio, la utilización de los presentes métodos buscó únicamente
reconocer tendencias, con el objetivo de abrir una línea de investigación en torno a la
integración de variables psicológicas y mecánicas en el análisis del gesto deportivo.
2.5. Procedimiento
El investigador ejerció durante la realización del estudio como preparador físico del
equipo cuyos sujetos participaron en la investigación, por lo que el contacto con los
sujetos fue directo y personal. Este hecho facilitó el reconocimiento de los sujetos
elegibles para la participación, al disponer del historial lesional de los últimos dos años
de todos los jugadores del equipo, además de conocer sus características técnico-
tácticas y personales.
Los cuestionarios fueron rellenados por los jugadores antes de participar en
una de las dos últimas sesiones del microciclo, los días jueves o viernes, 72 o 48
horas antes de participar en un evento competitivo de la competición de liga, la
semana anterior a la realización de las mediciones del análisis del gesto deportivo,
siendo el investigador el encargado de pasar los cuestionarios y resolver las dudas
que pudieran surgir. Hasta la fecha, el autor no conoce versión validada en castellano
del I-PRRS, por lo que el cuestionario se rellenó en su versión original (inglés),
estando presente el investigador para resolver cualquier tipo de duda sobre los ítems y
las pautas para su cumplimentación.
Asimismo, el análisis del gesto se llevó a cabo en el campo habitual de
entrenamiento, tras el calentamiento propuesto en el apartado de Metodología del
presente trabajo, antes de participar en la sesión de entrenamiento del jueves.
Previo a la realización de las mediciones, los jugadores fueron informados de
los objetivos del estudio y debieron cumplimentar un consentimiento informado de
participación, siendo todos ellos mayores de edad. Al tratarse de jugadores que habían
padecido una lesión, el investigador adoptó un lenguaje formal en el que toda
terminología relacionada con las lesiones, el dolor y las recaídas se utilizó de forma
neutra, evitando cualquier tipo de comparación entre participantes o de relación con el
rendimiento y las condiciones en las que sucedió el episodio lesional.
Fases de la investigación
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A continuación, se presenta la estructura de la investigación, que presentó una
línea temporal lógica, dividida en fases:
Fase inicial acotación del objeto de estudio
La fase inicial del presente trabajo tuvo por objeto principal obtener
información sobre el objeto de estudio, el marco teórico y los antecedentes de
la cuestión a tratar, a fin de acotar los objetivos no solo a la realidad observada
durante la práctica y su problemática, sino también al conocimiento teórico
existente sobre la misma, evitando la repetición de investigaciones ya
realizadas.
Fase de preparación del trabajo de campo
Durante esta fase, se realizó una squeda de colaboradores entre
clubs de fútbol madrileños y se prepararon los instrumentos a utilizar durante el
mismo, desde los dispositivos móviles hasta los cuestionarios.
Fase de realización del trabajo de campo
A lo largo de esta fase, los deportistas rellenaron el consentimiento,
cumplimentaron el PAR-Q y los cuestionarios, y se tomaron las medidas del
análisis del gesto.
Fase de análisis de datos
Una vez realizadas las medidas, los datos obtenidos fueron apuntados
en soporte informático, y fueron introducidos al programa SPSS.
Posteriormente, se llevaron a cabo los análisis propuestos en el apartado de
Análisis de datos del presente trabajo, obteniendo las correlaciones a utilizar
para la elaboración de la discusión, parte final de esta fase.
Fase final
A partir de los resultados obtenidos y de su discusión, en esta fase se
obtuvieron las conclusiones finales, procediendo a la redacción de los
beneficios y limitaciones que aparecieron durante la realización del trabajo.
3. RESULTADOS
3.1. Análisis del gesto e I-PRRS
A continuación, se presentan los resultados obtenidos en los análisis de los
sujetos de forma individual. Los valores de flexión de rodilla se obtuvieron restando el
valor observable en las capturas de 180º, equivalentes a la posición pasiva de
extensión de rodilla en bipedestación. De la misma forma, los valores de extensión de
cadera se obtienen partiendo del valor que supondría la posición de bipedestación,
tomando como referencia la perpendicular con el suelo de la marca situada en la
cadera del jugador.
3.1.1. Sujeto anteriormente lesionado 1
El primer sujeto que había padecido una lesión en la musculatura isquiosural
realizó sendos golpeos, presentando a continuación aquellos en los que se alcanzaron
los mayores valores en términos de rango articular y de velocidad de golpeo. El
jugador golpeó a una velocidad máxima de 27,41 m/s en el golpeo en carrera, a partir
de 96º de flexión de rodilla y 41º de extensión de cadera, mientras que en el golpeo a
balón parado el valor máximo fue de 26,64 m/s, con un valor de flexión de rodilla
mucho menor (82º) y un ligeramente superior valor de extensión de cadera (45º). A
continuación, se presentan las imágenes analizadas para el citado sujeto, a modo
ejemplificatorio (figura 2):
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Figura 2. Análisis del golpeo en movimiento del sujeto anteriormente lesionado 1. A.
Ángulos en el golpeo en movimiento con el miembro dominante. B. Velocidad del
balón en el golpeo en movimiento con el miembro dominante. Fuente: elaboración
propia.
En relación a la Injury Psychological Readiness to Return To Sport Scale, este
jugador presentó un valor total de 26, destacando especialmente los valores de 10
puntos en su ‘confianza para no concentrarse en la lesión’ y en su ‘confianza en la
parte del cuerpo para soportar las demandas de la situación’, así como el valor de 30
puntos en su ‘confianza en jugar sin dolor’.
3.1.2. Sujeto anteriormente lesionado 2
Al contrario que el primero, el segundo sujeto realizó con mayor potencia el
golpeo a balón parado (26,68 m/s) en comparación con el golpeo en movimiento
(26,07 m/s). El rango de movimiento utilizado por la rodilla en el golpeo en movimiento
fue de 97º, muy similar al valor del golpeo a balón parado (98º). Sin embargo, en el
golpeo a balón parado el jugador mostró un valor de extensión de cadera de 40º,
mucho mayor que los 29º reportados en el golpeo en movimiento.
Asimismo, el jugador obtuvo la mayor potencia en el golpeo a balón parado a
partir de unos valores mayores de extensión de cadera, siendo los de flexión de rodilla
similares entre ambos golpeos.
En la Injury Psychological Readiness to Return To Sport Scale, este jugador
presentó un valor total de 54, puntuación que, al encontrarse por encima del valor 50,
significaría su elegibilidad para competir. Sin embargo, cabría destacar que los únicos
valores que no obtuvieron la puntuación más alta (100) fueron aquellos relacionados
directamente con la lesión, como la confianza en jugar sin dolor, de no concentrarse
en la lesión y de que la estructura sea capaz de soportar las demandas de la situación.
3.1.3. Sujeto anteriormente lesionado 3
En relación al sujeto anteriormente lesionado 3, cuya lesión fue de menor
gravedad que la de los anteriores sujetos (grado I), el golpeo en movimiento se realizó
a una velocidad de 27,23 m/s con 97º de flexión de rodilla y 27º de extensión de
cadera en el toe off, mayor que la alcanzada en el golpeo a balón parado (26,06 m/s),
en el que se observó un valor de 96º de flexión de rodilla, similar al del golpeo en
movimiento, y 50º de extensión de cadera, muy superior al obtenido en el golpeo en
carrera.
Respecto a la escala I-PRRS, este jugador obtuvo un valor total de 41, inferior
al valor de corte 50, determinante de la elegibilidad para competir a nivel psicológico.
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Asimismo, el valor más bajo se obtuvo en el ítem 2, ‘confianza en jugar sin dolor’, con
una puntuación de 20.
En ntesis, son observables las grandes diferencias entre sujetos tanto en la
técnica de golpeo, entendida como los rangos articulares utilizados, como en la propia
velocidad máxima de golpeo obtenida. Asimismo, y a pesar de que los sujetos no
siempre tuvieron una lesión del mismo grado, todos coinciden en no haber llevado a
cabo un programa de readaptación físico-deportiva pautada y estructurada por un
profesional.
Es necesario anotar que en los sujetos no lesionados la Injury Psychological
Readiness to Return to Sport Scale no se cumplimentó, al estar el mismo diseñado
para analizar variables psicológicas relacionadas con una lesión, y los futbolistas no
lesionados no habían padecido lesión alguna.
3.1.4. Sujeto no lesionado 1
El sujeto no lesionado 1 juega como defensa central, y no ha padecido ninguna
lesión en los últimos dos años, más allá de contusiones. El golpeo en movimiento se
realizó a 29,49 m/s, con un valor de flexión de rodilla de 96º, y de 30º en el caso de la
extensión de cadera. El golpeo a balón parado se llevó a cabo a 27,88 m/s.
3.1.5. Sujeto no lesionado 2
El sujeto no lesionado 2 juega como delantero centro, y ha padecido un
esguince de tobillo de grado I dos meses antes de la realización del estudio. Este
jugador realizó el golpeo en movimiento a 28,47 m/s, a través de un valor de flexión de
rodilla de 88º y un valor de extensión de cadera de 30º, mientras que el golpeo a balón
parado se llevó a cabo a una velocidad inferior, de 28.13 m/s, con una flexión de rodilla
de 98º y una extensión de cadera de 36º.
3.1.6. Sujeto no lesionado 3
El sujeto no lesionado 3 juega como extremo derecho, y no ha padecido ningún
tipo de lesión en los dos años previos a la realización de este estudio, más allá de
contusiones. Este jugador realizó el golpeo en movimiento a 29,09 m/s, con 99º de
flexión de rodilla y 39º de extensión de cadera; mientras que el golpeo a balón parado
fue a menor velocidad, 26,67 m/s, con 93º de flexión de rodilla y 42º de extensión de
cadera.
3.2. Análisis de correlaciones bivariadas de Pearson
Se observó una relación positiva entre el ángulo de flexión de rodilla en el
golpeo a balón parado y los ítems 3 y 4 del I-PRRS, considerando por tanto que, a
mayor flexión de rodilla en este golpeo, mayor ’confidence to give 100% effort’’ y
mayor ‘’confidence to not concentrate in the injury’’, y viceversa.
Se encontró una relación negativa entre el ángulo de extensión de cadera en el
golpeo a balón parado y el ítem 6 del I-PRRS, suponiendo por tanto que, a mayor
ángulo de extensión de cadera, menor ‘’confidence in my skill level/ability’’.
En relación a la puntuación total en el I-PRRS, representante final de la
elegibilidad para volver a la práctica deportiva completa, se encontró una relación
positiva con el ángulo de flexión de rodilla en el golpeo en movimiento, suponiendo
que, a mayor ángulo de flexión de rodilla en este golpeo, mayor puntuación obtenida
en el I-PRRS, y viceversa. En la tabla 1 se presentan las correlaciones obtenidas del
análisis:
Tabla 1. Análisis de correlaciones bivariadas de Pearson. Fuente: elaboración propia.
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I-PRRS 3
I-PRRS 4
I-PRRS 6
I-PRRS total
BPAFrod
0,998*
0,997*
0,06
0,912
BPAEcad
0
-0,132
-1**
-0,464
MOVFrod
0,866
0,924
0,5
0,999*
*p < 0,05; **p < 0,01
BPAFrod: flexión de rodilla en el golpeo a balón parado;
BPAEcad: extensión de cadera en el golpeo a balón parado;
MOVFrod: flexión de rodilla en el golpeo a balón parado; I-
PRRS (x): número de ítem en el
InjuryPsychologicalReadinesstoReturnTo Sport.
3.3. Análisis de varianza ANOVA
El análisis de varianza ANOVA (ver tabla 2) mostró únicamente diferencias
significativas en la variable Velocidad del balón en el golpeo en movimiento. En el caso
de los sujetos anteriormente lesionados, la velocidad fue de 26,90 ± 0,72 m/s, mientras
que, en los jugadores no lesionados, la velocidad fue de 29,01 ± 0,51 m/s (p < 0,05).
Tabla 2. Resultados del análisis de varianza ANOVA para la variable Velocidad del
balón en el golpeo en movimiento. Fuente: elaboración propia.
Media (m/s)
Desviación
estándar
Sig.
Sujetos
anteriormente lesionados
26,90
0,72
0,015
Sujetos no lesionados
29,01
0,51
Sig. (p < 0,05)
Por lo tanto, no existieron diferencias significativas entre los jugadores
anteriormente lesionados y los no lesionados en la técnica utilizada para el golpeo, sea
este a balón parado o en movimiento.
4. DISCUSIÓN
En relación al golpeo a balón parado, las diferencias entre la velocidad de
golpeo a balón parado entre jugadores anteriormente lesionados y jugadores no
lesionados no fueron significativas. Este resultado coincide con lo reportado por
Navandar et al. (2013), en el que no se encontraron diferencias significativas en la
velocidad de la pelota en golpeos realizados por jugadores profesionales. No obstante,
es necesario destacar que en el citado estudio los jugadores habían sufrido la lesión
en los últimos cinco años, mientras que en el presente trabajo las lesiones acaecieron
en los últimos dos años; ambos períodos de gran duración, cuyos protocolos de
readaptación y entrenamientos y eventos competitivos podrían haber terminado
resolviendo posibles déficits de fuerza o activación.
Asimismo, en el presente trabajo se obtuvieron mayores valores de velocidad
máxima del balón en el golpeo a balón parado en comparación con otros estudios
(Katis et al., 2015), tanto en lesionados como en no lesionados, siendo más similares a
los reportados por Navandar (2016). Este hecho podría ser debido a la utilización por
parte de los estudios con valores más bajos de la velocidad media de todos los
golpeos realizados, en lugar de la encontrada en el golpeo de mayor velocidad, como
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en el caso del presente trabajo. Cabría destacar además que en el presente estudio
los golpeos no se llevaron a cabo con ningún objetivo de dirección o puntería, por lo
que las velocidades pudieron ser mayores.
Similarmente a lo obtenido por otros autores, no existieron diferencias
significativas en la velocidad del balón en el golpeo a balón parado entre jugadores
lesionados y no lesionados (Navandar et al., 2015; Navandar et al., 2013). Sin
embargo, se encontraron diferencias significativas en la velocidad de golpeo en
movimiento (p = 0,015), desarrollando una mayor velocidad de golpeo los jugadores
que no habían padecido ningún tipo de lesión. En el día de finalización del presente
estudio, el autor no conoce ningún trabajo de investigación que haya evaluado el
golpeo en movimiento en futbolistas con historial lesional de isquiosurales, a pesar de
ser el gesto de golpeo que en mayor medida ocurre en competición.
Sin embargo, nuestros jugadores presentaron valores de extensión de cadera
en el golpeo a balón parado mucho mayores que los obtenidos por Navandar et al.
(2013); si bien ambos trabajos coinciden en no encontrar diferencias significativas en
ninguno de los valores de amplitud de movimiento entre jugadores lesionados y
jugadores no lesionados. De la misma forma, en el momento de máxima extensión de
cadera, en jugadores hombres, con el miembro dominante y lesionado, se han
reportado valores de flexión de rodilla inferiores a los obtenidos en el presente trabajo
(Navandar, 2016).
Si bien un preestiramiento de la musculatura cuadricipital, que se obtiene a
partir de la flexión de rodilla y la extensión de cadera, puede permitir a los futbolistas
hombres generar más fuerza explosiva en el golpeo en comparación con las futbolistas
(Shan, 2009), no se conoce si esta mayor potencia se debe a una mayor flexión de
rodilla en las fases iniciales del golpeo, como la analizada en el presente trabajo, o a
una mayor fuerza (Katis et al., 2015). En el presente trabajo, si bien existe una
tendencia a realizar el golpeo a balón parado con una menor flexión de rodilla por
parte de los jugadores lesionados frente a los no lesionados, así como al desarrollo de
una mayor potencia de golpeo por parte de los jugadores no lesionados, las
diferencias entre grupos en el rango de movimiento de la rodilla no son significativas,
ni en el golpeo a balón parado, ni en el golpeo en movimiento. No obstante, esta ligera
diferencia corroboraría la idea propuesta anteriormente, de que es en el momento de
máxima activación del bíceps femoral, durante la back swing phase (Cerrah et al.,
2011), en la que podrían observarse diferencias entre sujetos lesionados y no
lesionados, y que ésta podría condicionar el rendimiento en el golpeo (en este caso,
entendido como velocidad de la pelota).
En relación a la escala InjuryPsychologicalReadinesstoReturnto Sport, los
jugadores anteriormente lesionados presentaron un valor medio muy inferior a la
puntuación de corte de elegibilidad para el retorno a la práctica deportiva. Sin
embargo, todos nuestros jugadores anteriormente lesionados han retornado al nivel
competitivo que tenían antes de lesionarse, sosteniendo la literatura, por el contrario,
que una puntuación alta en las evaluaciones de preparación psicológica para competir
es la variable más relacionada con la vuelta a competir al mismo nivel que antes de
una lesión (Ardern et al., 2014). Sin embargo, cabe destacar que el citado estudio se
realizó con lesionados de ligamento cruzado anterior, y que la evaluación de la
preparación psicológica no se llevó a cabo con la misma herramienta que el presente
estudio.
A la hora de retornar a la competición, el elemento clave para determinar la
capacidad psicológica después de una lesión es la confianza en el propio retorno
(Podlog, Banham, Wadey y Hannon, 2015) , estructurada en la ‘‘creencia en la eficacia
del programa de rehabilitación’’, la ‘’creencia de que la estructura lesionada se
encuentra completamente curada’’, relacionada con el ítem 4 del I-PRRS confidence
to not concentrate in the injury’’; y la ‘’eficacia en las capacidades de rendimiento
propias’’, similar al ítem 6, ‘’confidence in my skill level/ability’’. En el presente estudio,
los ítems 4 y 6 fueron dos de los únicos que guardaron relación con alguna de las
variables medidas en el análisis del gesto, obteniendo por tanto que las variables más
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importantes en términos de elegibilidad (Podlog et al., 2015) para competir tras una
lesión pueden influir sobre un determinado gesto técnico, si bien sería necesario llevar
a cabo proyectos de investigación que establezcan una relación causal entre el suceso
de lesión y este tipo de adaptaciones.
En el presente estudio, se consideró de vital importancia el reconocimiento de
posibles déficits de fuerza en la musculatura anteriormente lesionada que pudieran
condicionar la técnica del gesto. No obstante, nuestros jugadores no presentaron
déficits de fuerza en la musculatura anteriormente lesionada.
5. CONCLUSIONES
En relación la primera hipótesis del presente estudio, ‘‘jugadores anteriormente
lesionados de isquiosurales golpearán con una menor amplitud de flexión de rodilla,
suplida con una mayor extensión de cadera que los jugadores no lesionados’’, y a
pesar de encontrar una tendencia a golpear con menor flexión de rodilla en el grupo de
jugadores anteriormente lesionados, no se obtuvieron diferencias significativas ni en la
amplitud de flexión de rodilla ni en la de extensión de cadera en el golpeo entre
grupos, por lo que no se puede concluir que la hipótesis se vea corroborada, si bien
esta tendencia hace pensar en la necesidad de llevar a cabo estudios con mayor
tamaño muestral, pues los resultados del presente trabajo podrían haberse visto
condicionados por el pequeño mero de jugadores participantes. No obstante, esta
falta de diferencias significativas se encuentra acompañada por diferencias en el
rendimiento en el golpeo. Por esta razón, y si no se encuentran grandes diferencias en
la amplitud de movimiento, deberían encontrarse en la velocidad a la que estos se
llevan a cabo; guiando de esta forma futuras investigaciones hacia un análisis más
funcional que meramente gestual.
Sin embargo, encontramos corroborada nuestra segunda hipótesis, ‘’los
jugadores anteriormente lesionados golpearán a menor velocidad que los jugadores no
lesionados, especialmente en situaciones de mayor incertidumbre como el golpeo en
conducción’’, al encontrar diferencias significativas, únicamente en la velocidad del
balón en el golpeo en movimiento. El golpeo en carrera, como situación de mayor
incertidumbre, y que requiere de amplitudes articulares capaces de adaptarse a las
situaciones provistas por la relación de cooperación oposición que se dan en el
fútbol, ha mostrado por tanto no sólo verse condicionada por una lesión previa, sino
que además se ve más influenciada que el golpeo a balón parado. Este hecho cobra
especial relevancia, más que por el descubrimiento en sí, a la hora de plantear futuros
trabajos de investigación sobre la influencia de una lesión en el patrón de un gesto
especifico, mostrando la importancia de adaptar la metodología de los estudios a las
situaciones que se dan en competición, y no al revés.
Asimismo, que un gesto en el que la adaptación a una situación cambiante se
vea más condicionado, y por ende en la que las posibilidades de necesitar una
adaptación rápida debido a acciones incontrolables por el individuo, soporta la idea de
que exista una relación entre variables de carácter psicológico, y en especial todas
aquellas relacionadas con la adaptación a situaciones estresantes, y el cambio a modo
de protección del citado gesto especifico.
En relación a la capacidad psicológica para retornar a la práctica completa, se
encontrón que, a pesar de haber vuelto a entrenar y competir sin ningún tipo de
problemática posterior, dos de los tres jugadores anteriormente lesionados no
obtuvieron valores que muestren aptitud psicológica; de hecho, el valor más alto que
se obtuvo se encontró apenas cuatro puntos por encima del valor de corte. Este hecho
permite concluir que un jugador puede continuar compitiendo, incluso al mismo nivel
que antes de una lesión, a pesar de no haber obtenido valores positivos en el I-PRRS.
Además, se encontraron correlaciones positivas entre la puntuación total en el I-PRRS
y el ángulo de flexión de rodilla en el golpeo en movimiento, así como entre diferentes
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ítems del citado cuestionario y el ángulo de flexión de rodilla en el golpeo a balón
parado.
5.1. Limitaciones y prospectiva de la investigación
Todo trabajo de investigación busca obtener conocimiento de la realidad
práctica. En el presente trabajo, se ha abordado una temática cuya base proviene del
empleo del estudiante como preparador físico y readaptador de lesiones en fútbol,
encontrando la problemática de la falta de trabajos sobre la influencia de una lesión en
el movimiento, en lugar de en factores más fáciles de medir como la fuerza de una
determinada musculatura.
Mediante un procedimiento riguroso y lógico, se buscó analizar la correlación
entre variables que no hacen sino aportar un valor holístico a la perspectiva del
profesional de las Ciencias de la actividad física y el deporte encargado de que los
jugadores lesionados vuelvan a competir lo más rápido posible, con la menor
posibilidad de recaer posible.
Si bien prácticamente cualquier profesional inmerso en la práctica de la
readaptación de lesiones podría opinar que, tras una lesión, tanto el gesto deportivo
específico como determinados factores psicológicos se ven alterados, nuestras
posibilidades de actuación son escasas, al conocer que algo ocurre, pero no saber el
qué ni en qué medida (y, por tanto, el cómo solucionarlo).
El presente trabajo aporta información sobre las posibles diferencias que
existen en el golpeo entre jugadores que han padecido una lesión de isquiosurales, la
de mayor ocurrencia en fútbol, y jugadores que no, y relaciona estas diferencias con
conceptos relacionados con la percepción del deportista de su propio rendimiento y de
sus capacidades, en relación a la estructura lesionada.
Al haber utilizado herramientas que presentan, entre otras, la función de
aportar información objetiva sobre el estado del deportista y su elegibilidad para
competir, y por tanto retornar a la práctica de forma completa, los profesionales
dispondrán de información contrastada sobre la relación entre el cambio en un patrón
motor, y cómo éste puede afectar al empíricamente reconocido mayor riesgo de
padecer lesiones en otro tipo de estructuras por compensaciones, y los factores
psicológicos, cuyo valor nadie pone en duda, y sin embargo pocos se preocupan de
evaluar.
Sin embargo, y a pesar de que habitualmente se contempla como conocimiento
ya disponible, el presente trabajo también aporta información sobre la técnica de
golpeo en fútbol, y las diferencias que existen entre los golpeos a balón parado y los
golpeos en carrera. A pesar de que estos últimos se dan en mayor medida, y
presentan mayor ratio lesional en comparación con los golpeos a balón parado, las
mayor sencillez y realización en laboratorio de análisis del golpeo a balón parado hace
que el número de estudios realizados con el golpeo en movimiento sea casi
inexistente, cuando desde una perspectiva específica y práctica, debería haber sido la
vía clave en la obtención de información sobre el propio gesto.
Desde un punto de vista aplicativo, el profesional de la readaptación contará a
partir de ahora con información sobre la relación entre variables psicológicas
relacionadas con el miedo a recaer y con la propia autoconfianza y el rendimiento en
un gesto específico, pudiendo servir este no sólo como medio de obtención de datos,
sino como a para la recuperación en los niveles de las variables anteriormente
citadas.
Por el contrario, los resultados obtenidos en este estudio no son extrapolables
a toda la población de futbolistas, tanto por el reducido número de jugadores que
participaron en el estudio, como por la participación de todos ellos en el mismo nivel
competitivo. Esta limitación, unida a la utilización de herramientas de bajo coste y con
un error de medida mayor que otros dispositivos y programas, hacen que la validez de
los datos se encuentre relativamente condicionada. No obstante, esta limitación es
fácilmente superable a través de la realización de estudios prospectivos con mayor
tamaño muestral.
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Asimismo, otra de las limitaciones principales del estudio es la falta de
información de los jugadores antes de la lesión, por lo que no se puede establecer una
relación de causación. Una de las nuevas líneas de investigación, ambiciosamente,
debería ser el seguimiento durante una temporada de los equipos de una liga al
completo, obteniendo previamente valores de análisis biomecánico que puedan
compararse posteriormente en aquellos jugadores que se lesionen a lo largo de la
temporada.
A modo de resumen, consideramos de especial importancia la necesidad de
llevar a cabo estudios de seguimiento que permitan establecer relaciones de
causación entre la lesión y el cambio en el patrón motor de golpeo. Asimismo, la
utilización de dispositivos de registro electromiográfico podría ser de interés,
permitiendo obtener información sobre la activación muscular y su relación con el
gesto en sí, y con factores psicológicos que puedan influir en el rendimiento en el
mismo.
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