e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación
2019, nº 13, pp. 3-30. ISSNe: 2341-1473
© Copyright: 2019 Grupo de investigación (HUM-643)
Edición Web (www.uhu.es/publicaciones/ojs/index.php/e-moti-on/index)
Fecha de recepción del artículo: 29-11-19. Fecha de aceptación: 30-12-19 3
Actividad física, obesidad, alimentación e
imagen corporal en escolares en el entorno
del Guadiana
Eduardo J. Fernández-Ozcorta1, Inmaculada Tornero-Quiñones1,
Ángela Sierra-Robles1, Carlos Manuel Afonso Pereira2, Helder M. da
Silva3 y Pedro Sáenz-López1
1Universidad de Huelva.
2Chefe da divisão de desporto e saúde. Câmara municipal de Vila Real
de Santo António.
3Agrupamento de escolas de Castro Marim. Coordenador (Sotavento) do
projeto Escola Ativa da Drealg.
Email: psaenz@uhu.es
RESUMEN: Los hábitos de actividad física (AF) y de alimentación son una de las
principales causas de algunas de las enfermedades con mayor prevalencia en
la actualidad y están estrechamente relacionadas con los trastornos de la
conducta alimentaria. En este estudio se pretendió describir y relacionar los
hábitos de AF y sedentarismo, los patrones de alimentación, el índice de masa
corporal, la satisfacción con la imagen corporal en los municipios colindantes al
Guadiana en Portugal y España. La muestra fue de 2261 estudiantes de primaria
de 6 a 10 años, correspondientes a los municipios de Ayamonte y de la
Mancomunidad de Beturia en España; y municipios del Algarve y Mértola en
Portugal. El índice de AF fue evaluado con el test corto de AF Krece Plus. El índice
de masa corporal (IMC) se calculó a través de la medición del peso y estatura.
La calidad de la dieta a través del cuestionario KIDMED. La satisfacción con la
imagen corporal se midió con las figuras de Collins. Se incluyeron ítems
relacionados con hábitos televisivos. Entre los resultados más relevantes, se ha
encontrado que el nivel de actividad física está por debajo de las
recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hay un 22,5%
de niños con sobrepeso y un 11,1% con obesidad. Casi la mitad de la muestra
necesita mejorar su dieta. Más del 60% está insatisfecho con su imagen corporal.
La mayoría de los niños tienen TV en su cuarto y comen viéndola.
PALABRAS CLAVE: Estilos de vida, salud, jóvenes, educación primaria.
Physical activity, obesity, diet and body image in school children in the
Guadiana environment
ABSTRACT: Physical activity (PA) and eating habits are one of the main causes of
some of the most prevalent diseases today and are closely related to eating
disorders. This study aimed to describe and relate the habits of PA and sedentary
lifestyle, eating patterns, body mass index, satisfaction with body image in the
municipalities adjacent to Guadiana in Portugal and Spain. The sample was 2261
elementary students from 6 to 10 years of age, corresponding to the
municipalities of Ayamonte and the Commonwealth of Beturia in Spain; and
municipalities of the Algarve and Mértola in Portugal. The PA index was
evaluated with the short Krece Plus PA test. Body mass index (BMI) was
e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación
2019, nº 13, pp. 3-27. ISSNe: 2341-1473
© Copyright: 2019 Grupo de investigación (HUM-643)
Edición Web (www.uhu.es/publicaciones/ojs/index.php/e-moti-on/index)
Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 4
calculated by measuring weight and height. The quality of the diet through the
KIDMED questionnaire. Satisfaction with body image was measured with Collins
figures. Items related to television habits were included. Among the most relevant
results, it has been found that the level of physical activity is below the
recommendations of the World Health Organization (WHO). There are 22.5% of
overweight children and 11.1% with obesity. Almost half of the sample needs to
improve their diet. More than 60% are dissatisfied with their body image. Most
children have TV in their room and eat watching it.
KEYWORDS: Lifestyle, health, youth, primary school.
Este artículo está publicado como capítulo en el libro: Hall, J. A., Ochoa, P. Y., y Sáenz-
López, P. (2018). Intensidad, Salud, Motivación y Adherencia en Educación Física. Huelva:
Servicio de publicaciones de la Universidad de Huelva.
1. INTRODUCCIÓN
En la actualidad los niños reciben la influencia del contexto familiar y social en el
que se desenvuelven, y sus hábitos saludables (actividad física o alimentación, entre
otros) reflejan las presiones de los medios de comunicación, que no siempre coinciden
con las recomendaciones de una vida saludable adecuada (Espejo, Vázquez, Benedí y
López, 2009).
Los hábitos de Actividad Física (AF) y alimentarios inadecuados son una de las
principales causas de algunas de las enfermedades con mayor prevalencia en la
actualidad (obesidad, diabetes, hipocinesias...) (Matsudo et al., 2002), y están
estrechamente relacionadas con los trastornos de la conducta alimentaria.
La obesidad es un problema social de primer orden, debido a su prevalencia y a
su relación causal entre ésta y otros trastornos de la salud. La consolidación de práctica
de AF y de una alimentación saludable tiene en la infancia su momento decisivo
(Trinidad et al., 2012). En las últimas décadas, se ha observado un aumento de la
prevalencia de obesidad a causa de una vida más sedentaria con escasa AF y comidas
con excesivo contenido energético (Loureiro, Matos, Calmeiro, y Diniz, 2009; Sallis,
2000).
Las niñas y niños obesos tienen una mayor probabilidad de seguir siéndolo
durante su edad adulta (Gómez et al., 2012) y con frecuencia son objeto de
discriminación y estigmatización social, afectando a su autoestima y aceptación de la
propia imagen corporal (IC) (Solbes, 2009).
La preocupación por el aspecto corporal ha sido tradicionalmente propia del
género femenino, pero actualmente afecta también a los varones. Esta preocupación
comienza a expresarse cada vez en edades más tempranas y se relaciona
erróneamente con una imagen saludable (González-Montero et al., 2010).
La prevención de estos hábitos poco saludables es una estrategia prioritaria de
salud pública que requiere una acción inmediata y una participación activa de
profesionales de la salud, educadores, padres, medios de comunicación, responsables
de las distintas administraciones y sociedad civil (Espejo et al., 2009).
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
Fernández-Ozcorta et al.
Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 5
Se hace necesario, por tanto, abordar estudios que describan y den respuesta a
algunas de estas necesidades. Los objetivos del presente estudio que se enumeran a
continuación, se dividen, por un lado, en relación a la muestra en general, de España y
Portugal, y por otro lado, comparando dichas muestras:
Conocer la práctica de AF que realizan los escolares del bajo Guadiana
Describir el Índice de Masa Corporal (IMC) de los escolares.
Indagar en la calidad de la dieta
Analizar la satisfacción con la IC
Conocer lo hábitos relacionados con la TV
Analizar la relación entre la AF, el IMC.
Relacionar la AF con la IC
Relacionar entre AF y la calidad de la dieta mediterránea del alumnado.
Estudiar la relación entre AF y hábitos sedentarios de televisión.
Analizar la relación entre el IMC y la alimentación en función de la AF comer en
el colegio y hábitos sedentarios de televisión.
Indagar en la relación entre el IMC y la IC.
Analizar la relación entre el IMC con otras variables del estudio.
Conocer la relación entre la calidad de la dieta mediterránea, la IC,
Relacionar la calidad de la dieta con otras variables
2. MÉTODO
2.1. Contexto y sujetos
El alumnado que compone la muestra asciende a un total de 2.261 estudiantes
de primaria del bajo Guadiana, correspondientes a los municipios de la mancomunidad
de Beturia (El Almendro, El Granadao, San Bartolomé de la Torre, San Silvestre, San
Lucar de Guadiana, Villablanca y Villanuevas de los Castillejos), del Ayuntamiento de
Ayamonte (España) y Algarve (Alcoutim, Castro Marim y Vila Real de Santo António) y
Alentejo (Mértola) (Portugal). Los estudiantes corresponden a los cursos 1º, 2º, 3º y 4º.
En relación a la nacionalidad, el 46.2% (n= 1.055) del alumnado pertenece a España y
el 53.8% (n= 1.230) pertenece a Portugal.
Tabla 1. Distribución de los participantes en la muestra total en función del género, curso y
edad.
Curso
1º Primaria
3º Primaria
4º Primaria
Género
Chicos
Chicas
Chicos
Chicas
Chicos
Chicas
Chicos
Chicas
N
278
273
302
318
276
244
274
280
Edad
media
6,96
8,94
9,81
Total
551
520
554
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
Fernández-Ozcorta et al.
Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 6
En este estudio participaron 11 Colegios de Educación Primaria de España y 16
de Portugal (tabla 1). Para seleccionar la muestra se contacto con todos los colegios del
bajo Guadiana, buscando el 100% de participación de todos los estudiantes de a 4º
de primaria.
2.2. Variables e instrumentos
Las variables del estudio fueron clasificadas en cinco dimensiones que se
presentan que en la tabla 2. Las variables, en función de su papel en la relación objeto
de estudio, fueron divididas en predictoras y consecuentes. Las variables predictoras
son las que elegimos libremente, o manipulamos, para verificar su efecto en, o su
relación con, las variables consecuentes (Morales, 2008).
Tabla 2. Relación de las dimensiones con las variables de estudio.
Dimensión
Variables
Actividad Física
- Horas de AF extraescolar semanal
- Nivel AF
Composición corporal
- IMC
Alimentación
- Calidad de la dieta mediterránea
- Comer en la escuela
- Comer viendo la televisión
Hábitos no saludables
- Horas de televisión y videojuegos semanal
- Televisión o videojuegos en el dormitorio
Imagen Corporal
- Tipo de insatisfacción
Para determinar la AF, composición corporal, alimentación, hábitos no
saludables de televisión y videojuegos e IC fue creado un documento constituido por los
cuestionarios que se detallan a continuación.
Actividad Física. El índice de Actividad sica fue evaluado con el test corto de
actividad física Krece Plus, dentro del estudio Enkid (Aranceta et al., 2003), para edades
comprendidas entre 4-18 años. Este test recoge información sobre las horas que
dedican a ver televisión, practicar videojuegos y las horas semanales consagradas a
realizar actividad física extraescolar. La escala tiene una puntuación entre 0 y 5. Para la
primera actividad, televisión y videojuegos, una puntuación 5 equivale a 0 horas de esta
actividad y una puntuación 0 se computa como 5 horas o más. En las actividades
deportivas la escala es a la inversa, 0 horas obtiene una puntuación 0 y 5 o más horas,
5 puntos. El valor del test se ubica entre: mala puntuación ≤ de 5 en chicos y ≤ de 4 en
chicas, Regular ≤6-≤8 en chicos y ≤5-≤7 horas en chicas, y para finalizar, Buena en ≤9-
≤10 para los chicos y 8-10 horas para las chicas.
Composición corporal. La medición del peso fue expresada en kilogramos (Kg) y la
estatura en metros (m), siguiendo el protocolo de Aragonés, Casajús, Rodríguez y
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
Fernández-Ozcorta et al.
Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 7
Cabañas (1993) con el objetivo de calcular el IMC, expresado en kilogramos por metro
cuadrado (Kg/m2).
Medición del peso. En sentido estricto debería utilizarse el término de masa corporal en
lugar de peso corporal. La medida del peso se expresa en kilogramos. La báscula
utilizada es de la marca Seca (kg), con una precisión de 0,1 kg. El sujeto ha de colocarse
de pie, descalzo y con un mínimo de ropa (pantalón corto y camiseta) en el centro de la
báscula, distribuyendo el peso por igual entre ambas piernas, sin que el cuerpo esté en
contacto con nada que haya alrededor y con los brazos colgando libremente a ambos
lados del cuerpo.
Medición de la estatura. La estatura se define como la distancia que existe entre le vértex
y el plano de sustentación. Se mide por medio de un tallímetro marca Seca 220. La
medida de la estatura se expresa en centímetros (cm), con una precisión de 1mm. El
sujeto se coloca de pie, en posición erguida, con los talones juntos y apoyados en el
tope posterior y de forma que el borde interno de los pies forme un ángulo de
aproximadamente 60 grados. Las nalgas y la parte alta de la espalda contactan con la
tabla vertical del estadiómetro. El evaluador coloca la cabeza en el plano de Frankfourt,
definido por una línea imaginaria que pasa por el punto más bajo del borde inferior de
la órbita y por el punto más alto del borde superior del pabellón auditivo externo
correspondiente, y realiza una tracción de la cabeza a nivel de los procesos mastoides,
para facilitar la extensión completa de la columna vertebral. Se indica al sujeto que
realice una inspiración profunda, sin levantar la planta de los pies y manteniendo la
posición de la cabeza. Se desciende lentamente la plataforma horizontal del
estadiómetro hasta contactar con la cabeza del estudiado, ejerciendo una suave presión
para minimizar el efecto del pelo. En esta medida el sujeto deberá estar descalzo.
Índice de Masa Corporal. La clasificación del IMC utilizada en este estudio se basa en
los puntos de corte internacionales para IMC de sobrepeso y obesidad por sexo entre
los 2 y 18 años de (Cole, Bellizzi, Flegal, y Dietz, 2000). El IMC se calculó a través de la
división del peso (Kg) por la altura (m) al cuadrado, a través de la fórmula: IMC= peso
(Kg)/altura2 (m2) (Kg/m2).
Alimentación. Cuestionario KIDMED (Serra-Majem et al., 2004). El índice KIDMED se
basa en los principios que sustentan los patrones dietéticos mediterráneos y se utiliza
en edades comprendidas de los 2 a los 24 años. Se trata de una prueba de 16 ítems
que pueden ser administrados o conducidos en forma de entrevista por un pediatra,
dietista, etc. Es de carácter dicotómico, el niño/a debe contestar con un o con un no.
Hay preguntas que se expresan en negativa respecto a la dieta mediterránea y otras en
positivo, el valor máximo al que se puede aspirar es de 21. Los valores del cuestionario
pueden ser clasificada en tres niveles: (1) >8, dieta mediterránea óptima; (2) 4-7, se
necesita mejorar para ajustar el consumo a los patrones de la dieta Mediterránea, (3) <
o = 3 baja calidad de dieta. El índice KIDMED además cuenta con varias categorías;
edad, sexo, área geográfica, nivel socioeconómico, nivel educativo de la madre y el
tamaño de la población.
Por otra parte se añadieron dos ítems relacionados con la alimentación:
“¿Comes en la escuela?” y “¿Ves la televisión mientras comes?”. Para ver si guardan
relación con el resto de las variables estudiadas.
Imagen corporal. Las figuras sobre IC (Collins, 1991), es un instrumento desarrollado
para examinar la percepción de la figura de nuestro cuerpo. Se constituye por siete
siluetas de niño y siete siluetas de niña. De esta forma, el niño/a deberá ante estas
siluetas en primer lugar, indicar con cual se siente identificado, su yo. Luego, a qué
silueta le gustaría asemejarse, su ideal, sin excluir la anterior. En nuestro estudio se
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Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 8
determinó el tipo de insatisfacción corporal a través de la diferencia de la IC percibida y
la deseada. La silueta central obtiene el valor cero, mientras que las siluetas situadas a
su izquierda tienen puntuaciones negativas (de -1 a -3) y las siluetas situadas a su
derecha obtienen puntuaciones positivas (de 1 a 3). Una diferencia positiva indica
insatisfacción tipo I: deseo de tener menos peso. Una diferencia negativa indica
insatisfacción tipo II: deseo de tener más peso. Si la diferencia es cero hay satisfacción
corporal.
Figura 1. Siluetas corporales (Collins, 1991)
Hábitos no saludables de televisión y videojuegos. Se incluyó un ítem: “Tengo en el
dormitorio TV, ordenador, consola o DVD”. Para ver si guardan relación con el resto de
las variables estudiadas.
2.3. Procedimiento
En primer lugar, nos pusimos en contacto con la Delegación de Educación para
solicitar el listado de centros escolares y se tramitó el consentimiento informado para
poder llevar a cabo dicho estudio en población escolar. Una vez aprobado dicho
consentimiento se formuel problema de investigación. Seguidamente se realizaron
revisiones de la literatura científica permitiendo situar el problema mediante la
constitución del marco teórico y la precisión metodológica, así como la selección de los
instrumentos de medida.
A continuación, se realizó el contacto con los diferentes colegios de los
municipios que forman el bajo Guadiana para pedir los permisos y autorizaciones
pertinentes. Una vez que el equipo directivo y los padres/madres/tutores aprobaron el
estudio, se pasó a recoger los datos.
Los cuestionarios del alumnado se efectuaron en jornada escolar. En cada clase
se explicó según el curso, como se debía contestar a los cuestionarios. Todos los niños
iban rellenando los ítems al mismo tiempo que se leía y explicaba cada apartado, para
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Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 9
que no hubiera ninguna confusión, contando con la ayuda en algunos casos del
profesor/a que estuviera en la clase en ese momento y de los investigadores. La toma
de datos tuvo una duración aproximada de 30 minutos, aunque este tiempo variaba en
función de las características de los participantes. Una vez realizado el cuestionario, los
estudiantes pasaban a tallarse y pesarse.
A medida que los datos fueron recogidos se introdujeron en el programa
estadístico SPSS versión 20. Una vez depurados los datos se realizó el análisis y la
discusión de los resultados. Por último, se elaboró el informe final.
3. RESULTADOS
3.3. Descriptivos
En relación a la muestra del estudio, el 46.2% (n = 1.055) del alumnado
pertenece a España y el 53.8% (n = 1.230) pertenece a Portugal. En lo referente al
género, el 49.7% (n = 1123) de la muestra pertenece al género femenino y el 50.3% (n
= 1138) al género masculino. En cuanto al curso, el 24.4% (n = 552) pertenece a 1º de
Primaria, el 27.6% (n = 625) a curso, el 23.3% (n = 527) a curso y el 24.8% (n =
562) a 4º curso. La edad media de la muestra estudiada es de 8.39 (DT = 1.31).
Se presentan los estadísticos descriptivos referidos a la cantidad de práctica de
AFD extraescolar semanalmente (Figura 1).
Podemos observar que el mayor porcentaje de la muestra total corresponde con
tres horas de práctica de AFD semanalmente extraescolar (22.4%, n = 466), seguido de
2 horas (20.9%, n = 435). Siendo 4 horas de práctica de AFD las que ocupan menor
porcentaje (12.7%, n = 265).
Figura 1. Horas de AFD extraescolar semanal de la muestra total.
13,6 14,1
20,9
22,4
12,7
16,4
0
5
10
15
20
25
0 Horas 1 Hora 2 Horas 3 Horas 4 Horas 5 Horas o más
Porcentaje
Horas AFD extraescolar semanalmente
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
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Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 10
En el análisis de la práctica de AFD también queremos conocer la categorización
en relación a una puntuación buena, regular o mala en la adquisición del hábito
saludable de AFD. Para ello hemos analizado el cuestionario Krece Plus del utilizado en
el estudio EnKid.
En la Figura 2, se muestra la categorización de la muestra total. Podemos
observar que el 47.9% (n = 978) de los estudiantes están dentro de la categoría "regular"
de práctica de AFD. El 39.5% (n = 808) corresponden a la categoría "mala puntuación"
y el 12.6% (n = 257) tienen unos buenos hábitos de práctica de AFD.
Figura 2. Puntuaciones de hábitos de práctica de AFD en la muestra total.
Para analizar el IMC en los estudiantes se ha tomado como referencia la
categorización que realiza Cole et al. (2000) para edades comprendidas entre los 2 y
los 18 años. Esta categorización clasifica al alumnado en normopeso, sobrepeso u
obesidad en relación a los valores criterio expuestos en el apartado de metodología.
Se puede observar que gran parte de la muestra, el 66.5% (n = 1.425), está
dentro de la categoría normopeso. El 22.5% (n = 482) tiene sobrepeso, y el 11.1% (n =
237) presenta obesidad (Figura 3).
39,5
47,9
12,6
0
10
20
30
40
50
60
Mala Regular Buena
Porcentaje
Puntuaciones de hábitos de práctica de AFD
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Figura 3. Índice de Masa Corporal categorizado según Cole et al., (2000).
La calidad de la dieta del alumnado que compone la muestra en un 57.3% (n =
1281) es de una dieta mediterránea óptima, seguida de un 38.4% (n = 858) que necesita
mejorar el patrón alimentario y del 4.4% (n = 98) que tiene una dieta de muy baja calidad.
En este punto se tiene como objetivo describir y analizar la IC en su dimensión
global a través de la escala de siluetas de Collins y establecer la relación con la AF en
función del género y el ciclo. En este caso hemos utilizado sólo los sujetos con edad
igual o mayor a 7 años, la validación del cuestionario de IC así lo requiere.
En relación al tipo de insatisfacción corporal (Figura 4) de los sujetos con edades
comprendidas entre los 7 y los 11 años podemos observar que el 38.6% (n = 773) está
satisfecho con su IC. El 39.9% (n = 803) desean tener menos peso y el 21.5% (n = 418)
desea tener más peso.
66,5
22,5
11,1
0
10
20
30
40
50
60
70
Normopeso Sobrepeso Obesidad
Porcentaje
IMC
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
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Figura 4. Tipo de insatisfacción corporal.
El 73.7% (n = 1.671) de la muestra total ve la televisión mientras come, frente a
un 26.3% (n = 595). Igualmente, el 67.3% (n = 1.524) tiene televisor en el dormitorio,
frente a un 32.7% (n= 739) que no tiene (Figura 5).
Figura 5. Hábitos no saludables de TV.
38,6 39,9
21,5
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
Satisfacción Deseo de tener menos peso Deseo de tener más peso
Porcentaje
Tipo de insatisfacción
73,7
67,3
26,3
4,4
0
10
20
30
40
50
60
70
80
Ver la TV mientras come Tener TV en dormitorio
Porcentaje
Hábitos no saludables de TV
SI
NO
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
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Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 13
Actividad física, género y nivel educativo
Se presentan los estadísticos descriptivos, diferenciando en función del género
y ciclo, referidos al número de horas de AFD extraescolar semanalmente.
Si tenemos en cuenta el género, vemos que los chicos practican más horas de
AFD extraescolarmente a la semana (M = 2.68, DT = 1.57) que las chicas (M = 2.44; DT
= 1.63) (Figura 6). El análisis inferencial muestra que las diferencias observadas son
estadísticamente significativas, aunque de pequeño tamaño (t (2061) = 3.76; p = .001).
Figura 6. Horas de AFD extraescolar a la semana en función del género.
Si tenemos en cuenta el ciclo, podemos observar que aunque el alumnado de 2º
ciclo práctica más horas de AFD extraescolarmente a la semana (M = 2.62, DT = 1.60)
que el de ciclo (M = 2.49; DT = 1.60), el análisis inferencial muestra que las diferencias
observadas no son estadísticamente significativas (t (2064) = 0.12; p = .065).
Actividad física e índice de masa corporal
Si analizamos la AF y el IMC se puede observar que aunque aquellos
estudiantes que tienen mejores puntuaciones en relación al hábito de AFD corresponde
a la categoría normopeso (M = 1.73, DT = .66) en relación a la categoría obesidad (M =
1.66, DT = .67), las diferencias no fueron estadísticamente significativas (F(3)= .979, p
= .376).
Ocurre los mismo cuando tenemos en cuenta el género. Aunque las mejores
puntuaciones en relación al hábito de AFD corresponde a la categoría normopeso en
chicas y chicos (M = 1.86, DT = .66; M = 1.60, DT = .63, respectivamente) en relación a
la categoría obesidad en chicas y chicos (M = 1.77, DT = .68; M = 1.55, DT = .65,
respectivamente), las diferencias no fueron estadísticamente significativas (F(2) = 1.04,
p = .355; F(2) = .334, p = .716, respectivamente).
14,2 12,7
21,3
16,7
10,6
14,2
10,3
13,1
17
24,1
12,6
15,7
0
5
10
15
20
25
30
0 Horas 1 Horas 2 Horas 3 Horas 4 Horas 5 Horas o
más
Porcentaje
Horas de AFD extraescolar semalmente en función del género
Chicas
Chicos
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
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En relación al ciclo, las diferencias tampoco fueron significativas. Aunque las
mejores puntuaciones en relación al hábito de AFD corresponde a la categoría
normopeso en el primer ciclo de primaria (M = 1.68, DT = .65) en relación a la categoría
obesidad (M = 1.60, DT = .67), las diferencias no fueron estadísticamente significativas
(F(2) = 1.34, p = .263). En relación al segundo ciclo de primaria, las mejores
puntuaciones de AFD corresponden con la categoría sobrepeso (M = 1.81; DT = .67).
Las diferencias no son estadísticamente significativas (F(2) = .798, p = .451).
Actividad física con imagen corporal, género y ciclo
Cuando estudiamos el tipo de insatisfacción corporal en función del género se
observa que los chicos (40.9%, n = 405) están más satisfechos con su IC que las chicas
(36.9%, n = 363). En cambio el género femenino está más insatisfecho con su IC que el
masculino, ya sea por el deseo de perder peso (40.5%, n = 399; 39.7%, n = 393,
respectivamente) como de tener más peso (22.6%, n = 222; 19.4%, n = 192,
respectivamente). La prueba chi-cuadrado muestra que estas diferencias no son
estadísticamente significativas (X2(2) = 4.50; p = .106; n = 1974).
En cambio, cuando relacionamos el tipo de insatisfacción con el ciclo, las
diferencias son estadísticamente significativas (X2(2) = 52.70; p< .001; n = 1977). Los
estudiantes de segundo ciclo (43.5%, n = 462) están más satisfechos con su imagen
corporal que los de primer ciclo de primaria (33.3%, n = 33.3%, n = 304).
Cuando relacionamos AF e IC podemos observar que el alumnado que está
satisfecho con su IC tiende a manifestar una buena puntuación en AFD (4.8%, n = 93)
en relación con aquellos que tienen una mala puntuación (39.5%, n = 268). El alumnado
que desea tener menos peso tiende a mostrar una mala puntuación en AFD (39.9%, n
= 271). Las diferencias no son estadísticamente significativas (X2(4)= ,340; p= .987; n=
1781).
En función del género las diferencias tampoco son significativas ni en chicas
(X2(4) = .825; p = .935; n = 877) ni en chicos (X2(4) = 3.214; p = .523; n = 904). Tampoco
existen diferencias significativas en cuanto al ciclo.
Actividad física y alimentación
Cuando se relaciona la práctica de AF con la calidad de la dieta, se puede
observar que los estudiantes que tienen muy baja calidad en la dieta son los que
muestran una baja puntuación en el hábito de AFD (6.5%, n= 51). Los estudiantes que
necesitan mejorar el patrón alimentario son los que muestran igualmente una mala
puntuación en el hábito de AFD (43.4%, n= 343). Por último, el alumnado que tiene una
dieta mediterránea óptima también tiene buenos hábitos de práctica de AFD (67.7%, n=
172) (Figura 7). La prueba chi-cuadrado muestra que estas diferencias son
estadísticamente significativas (X2(4)= 40.32; p< .001; n= 2004).
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
Fernández-Ozcorta et al.
Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 15
Figura 7. AF y alimentación.
Actividad física y televisión
Los estudiantes que no comen viendo la televisión (14.8%, n = 78) tienden a
realizar más práctica de AFD que aquellos que comen viendo la televisión (11.8%, n =
177) (Figura 8). La prueba chi-cuadrado muestra que estas diferencias son
estadísticamente significativas (X2(2) = 8.89; p = .012; n = 2030).
Cuando se relaciona la AF con el hecho de tener televisión en el dormitorio o no
las diferencias no son significativas (X2(2) = 5.47; p = .065; n = 2029).
Figura 8. Relación entre AF y TV comiendo.
6,5
43,4
50,1
3
35,8
61,1
2,4
29,9
67,7
0
10
20
30
40
50
60
70
80
Muy baja calidad Necesidad de
mejorar el patrón
alimentario
Dieta mediterránea
óptima
Porcentaje
AF y alimentación
Mala puntuación AFD
Regular AFD
Buena AFD
41,4
46,9
11,8
34,4
50,8
14,8
0
10
20
30
40
50
60
Mala puntuación AFD Regular AFD Buena AFD
Porcentaje
AF y TV como
Si TV como
No Tv como
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
Fernández-Ozcorta et al.
Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 16
Índice de masa corporal, género y ciclo
Cuando se analizan las diferencias de género teniendo en cuenta la
categorización del IMC de Cole et al., (2000), se observa que en la categoría de
normopeso se encuentra el 67,1% de los varones (n = 724) y el 65.8% de las chicas (n
= 701). En la categoría sobrepeso está el 22.3% (n = 241) de los alumnos y el 22.6% (n
= 241) de las alumnas. Por último, en la categoría obesidad se encuentra el 10.6% de
los varones (n = 114) y el 11.5% de las mujeres (n = 123). La prueba chi-cuadrado
muestra que estas diferencias no son estadísticamente significativas (X2(2) = .622; p =
.733; n = 2144).
En relación al ciclo, se muestran diferencias significativas en el IMC (X2(2) =
6.59; p = .037; n = 2128) (Figura 9). Tanto en primer como segundo ciclo, la mayor parte
del alumnado es normopeso (68.6%; 64.4%, respectivamente). El alumnado con
obesidad es algo más numeroso en el primer ciclo de primaria (11.2%). Y el mayor
porcentaje de alumnos con sobrepeso se encuadra en 2º ciclo de la ESO.
Figura 9. Índice de masa corporal en función del ciclo.
Índice de masa corporal, alimentación y actividad física
Cuando relacionamos el IMC de la muestra total con la calidad de la dieta, las
diferencias no son significativas (X2(4) = 4.81; p = .307; n = 2101). Si tenemos en cuenta
la práctica de AFD, el hecho de comer o no en la escuela, comer viendo la televisión o
tener o no televisión en el dormitorio tampoco se observan diferencias significativas.
Índice de masa corporal e imagen corporal atendiendo al género
Cuando se relaciona el IMC y el tipo de insatisfacción corporal podemos observar
que los estudiantes categorizados en normopeso desean tener más peso (89.3%, n=
400). El grupo de los sobrepesos desean tener menos peso (32.5%, n= 272) y el grupo
68,6
20,2
11,2
64,4
24,8
10,8
0
10
20
30
40
50
60
70
80
Normopeso Sobrepeso Obesidad
Porcentaje
IMC
1º ciclo
2º ciclo
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
Fernández-Ozcorta et al.
Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 17
de los obesos desean igualmente tener menos peso (21.7%, n = 182) (figura 10). Las
diferencias son significativas (X2(4) = 320.945; p< .001; n = 2109).
Figura 10. Índice de masa corporal e imagen corporal.
Cuando tenemos en cuenta el género encontramos diferencias en chicas (Figura
11) y en chicos (Figura 12). Las chicas y chicos normopesos y normopesos desean tener
más peso (89.5%, n = 213; 89.0%, n = 187, respectivamente). Las chicas y chicos con
sobrepeso desean tener menos peso (32.2%, n = 135; 32.8%, n = 137, respectivamente)
y el alumnado obeso desea igualmente tener menos peso (23.6%, n = 99; 19.9%, n =
83, respectivamente). Las diferencias son significativas (X2(4) = 179.064; p< .001; n =
1047; X2(4) = 142.909; p < .001; n = 1062, respectivamente).
75,2
19,5
5,2
45,8
32,5
21,7
89,3
8,5
2,2
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
Normopeso Sobrepeso Obesidad
Porcentaje
IMC
Satisfacción
Deseo de tener menos peso
Deseo de tener más peso
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
Fernández-Ozcorta et al.
Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 18
Figura 11. Índice de masa corporal e imagen corporal en chicas.
Figura 12. Índice de masa corporal e imagen corporal en chicos.
Índice de masa corporal y otras variables de estudio
Cuando se relaciona el IMC de la muestra con el hecho de comer o no en la
escuela (figura 13), se observa que el mayor porcentaje de alumnado que come en la
escuela es normopeso (5.4%, n= 788) y el mayor porcentaje de alumnado que no come
74,9
20
5,1
44,2
32,2
23,6
89,5
8,8
1,7
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
Normopeso Sobrepeso Obesidad
Porcentaje
IMC
Satisfacción
Deseo de tener menos peso
Deseo de tener más peso
75,6
19,1
5,3
47,4
32,8
19,9
89
8,1
2,9
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
Normopeso Sobrepeso Obesidad
Porcentaje
IMC
Satisfacción
Deseo de tener menos peso
Deseo de tener más peso
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
Fernández-Ozcorta et al.
Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 19
en la escuela es obeso (56.2%, n = 131). Las diferencias son significativas (X2(4) =
15.280; p < .001; n = 2107).
Figura 13. Relación entre el Índice de Masa Corporal y comer en el colegio.
Cuando se relaciona el IMC con comer viendo la televisión y tener televisor en el
dormitorio las diferencias no son significativas.
Alimentación e imagen corporal
Si se relaciona la calidad de la dieta con la imagen corporal (IC) de los
estudiantes, se puede observar que aquellos estudiantes que están satisfechos con su
IC tienen una dieta mediterránea óptima (60.6%, n = 518), y que el alumnado que está
insatisfecho con su IC deseando tener más peso necesitan mejorar el patrón alimentario
(44.1%, n = 206) y tienen una dieta de muy baja calidad (6.0%, n = 28). Las diferencias
son significativas (X2(4) = 15.628; p = .004; n = 2202).
Alimentación y televisión
Cuando se relaciona la dieta con el hecho de comer o no en el colegio, se puede
observar que aquellos estudiantes que tienen una dieta de muy baja calidad la mayoría
no como en el colegio (5.4%, n = 54). Aquellos estudiantes que necesitan mejorar el
patrón alimentario tampoco comen en la escuela (41.5%, n = 416) y por último aquellos
que tienen una dieta mediterránea óptima la mayoría come en el colegio (61.0, n = 736).
Las diferencias son significativas (X2(2) = 15.788; p < .001; n = 2.210).
De igual forma aquellos estudiantes que tienen una dieta de muy baja calidad y
necesitan mejorar el patrón alimentario comen viendo la televisión (4.8% y 40.3%,
respectivamente) y aquellos que tienen una dieta mediterránea óptima no comen viendo
la televisión (63.8%).
56,4
50,6
43,8
43,6
49,4
56,2
0
10
20
30
40
50
60
Normopeso Sobrepeso Obesidad
Porcentaje
IMC
Si come en la escuela
No come en la escuela
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
Fernández-Ozcorta et al.
Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 20
El hecho de ver la televisión en el dormitorio no afecta al patrón alimentario del
estudiante.
4. DISCUSIÓN
4.1. Nivel de AF
La AF escolar en Portugal es de una hora obligatoria y hasta 3 horas semanales
extracurriculares que cerca del 90% de los niños realizan. En España la AF escolar
obligatoria en estas edades es de 2 horas semanales. Para conocer los niveles de AF
de los chicos y chicas, hay que añadir los datos del cuestionario que hemos pasado en
este estudio sobre la AF extraescolar.
Con los datos recogidos, se observan bajos niveles de AF (2.55 horas semanales
extraescolares de media) (MSC y MEC, 2006; Muñoz, Delgado, Carbonell et al., 2010;
OMS, 2010). Si sumamos las horas de AF que hacen en la escuela (2 de media), se
llega a 4.55 horas semanales. La OMS recomienda 1 hora de AF diaria, por tanto, 7 a
la semana. Comprobamos que, sin la implicación de la familia, la práctica nima
recomendada no esgarantizada, ya que haría falta, al menos 2 horas y media más de
AF semanal.
Portugal presenta mejores puntuaciones en relación a la práctica de AF
extraescolar. La mayoría de la muestra portuguesa es de Vila Real de Santo Antonio.
Las instalaciones municipales en esta población son muy importantes y podría explicar
este dato frente a la población española que esmás distribuida y en la mayoría de los
municipios las instalaciones deportivas son escolares. La inversión de las
administraciones públicas en instalaciones deportivas y oferta de actividades garantiza
una mayor práctica de AF y por tanto una mejor rentabilidad social y económica.
Además, la mayoría de los niños portugueses (89%) práctica entre una y tres
horas semanales de AF en la escuela, mientras que los españoles tienen dos horas de
EF obligatoria. Coincidimos con AUTORES en la importancia de la EF escolar obligatoria
que garantice los mínimos de AF semanal.
Atendiendo al número de horas de AF semanal, los chicos son algo más activos
que las chicas. Estos resultados coinciden con los obtenidos por Casimiro (2000), Sallis
et al. (1993), Tercedor (2001). La diferencia es muy poca, ya que hasta la pubertad son
bajas.
Se obtuvo que hasta los 12 años, a mayor edad mayor AF. A partir de los 8 años,
el niño es más autónomo y comienza a practicar más actividades deportivas.
Al relacionar AF e IMC, se comprueba que las mejores puntuaciones en relación
a la AF corresponden a la categoría normopeso, aunque las diferencias no son significas
(González-Montero et al., 2010).
Con relación a la IC, es necesario tener en cuenta que ésta se estudia a partir
de 7 años. La tendencia que presentan los datos del estudio es que las chicas están
más insatisfechas aunque tampoco existen diferencias significativas (McCabe y
Ricciardelli, 2001; Smolak y Levine, 2001).
Al cruzar los niveles de Actividad Física con la calidad de la alimentación,
encontramos que los estudiantes que practican más AF tienen mejor calidad en la dieta.
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
Fernández-Ozcorta et al.
Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 21
La relación de estas dos variables se explica por el interés de las familias hacia hábitos
saludables de sus hijos. Es decir, se supone que las familias que se implican por una
alimentación más sana, también serán más influyentes en unos correctos niveles de AF.
También se ha encontrado la tendencia de que los chicos y chicas que comen
sin ver la TV, hacen más AF. En España, esta relación no es significativa y en Portugal
sí. Es necesario indicar que en Portugal casi el 80% del alumnado se queda a comer en
el colegio, mientras que en España es poco más del 20%. En cualquier caso, al igual
que la comparación entre AF y alimentación, esta relación se entendería por la inquietud
de las familias a hábitos más saludables como número de horas de sueño, lecturas,
rendimiento académico, etc.
Índice de masa corporal
No hay diferencias significativas entre el IMC en relación al género y edad. La
comparación de estos resultados con los obtenidos en estudios previos es difícil debido
a la disparidad de normas y criterios de clasificación del IMC. La mayoría de países
editan sus propias tablas de referencia y los investigadores tenemos la posibilidad de
elegir entre estándares internacionales o nuestras propias tablas nacionales, sin saber
cuál será el criterio final que termine prevaleciendo dentro de la comunidad científica.
Nosotros nos decantamos por el criterio internacional que nos permite fácilmente las
comparativas y que es más exigente.
En relación al género y edad las diferencias se encuentran sobre todo a partir de
la adolescencia (Moreno et al., 2005; Serra-Majem y Aranceta, 2004; Valverde, Rivera
de los Santos y Moreno, 2010), donde la prevalencia de obesidad y sobrepeso fue mayor
en los chicos que en las chicas. Por este motivo no hemos encontrados diferencias en
niños.
No hay diferencias significativas entre el IMC y la IC. En la literatura científica
encontramos trabajos que han considerado las variables IMC e IC, encontrando
resultados bastantes contradictorios. En algunos, se señala al IMC como un indicador
muy importante para predecir la satisfacción corporal (Jones, 2004; SticeyWhitenton,
2002). Sin embargo, otras investigaciones contradicen estos resultados al no encontrar
diferencias significativas que relacionen la insatisfacción corporal y el IMC (Murdey,
Cameron, Biddle, y MashallyGorely, 2005). En nuestro caso coincidimos con estos
autores.
IMC con COMEDOR (no hay diferencias en España y sí en Portugal) (el mayor
porcentaje de alumnos que come en la escuela es normopeso en Portugal) Discutir la
importancia del COMEDOR (evita el picoteo y al terminar de comer se activan, mientras
en casa tiene a mano el sofá o la TV).
Alimentación
Al relacionar la calidad de la alimentación con la IC encontramos diferencias. La
tendencia es que el alumnado que muestra más satisfacción con su imagen corporal
tiene una dieta óptima. Por el contrario, el alumnado más insatisfecho y que desea tener
más peso, necesita mejorar su dieta.
El alumnado que come viendo la TV tiene peor calidad en la alimentación.
Nuevamente, la explicación la encontramos en que las familias que se implican por una
alimentación más sana, también serán más influyentes en otros hábitos saludables
como es el comensalismo entendido como el disfrute de la convivencia y conversación
familiar durante la comida.
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
Fernández-Ozcorta et al.
Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 22
5. CONCLUSIONES
Contestando a los objetivos planteados en el estudio, se exponen las conclusiones
de la investigación:
Conocer la práctica de AF que realizan los escolares del bajo Guadiana
Algo menos de la mitad de la muestra tiene un nivel de AF regular. Casi
el 40% está en la categoría mala y solo un 12.6% en la buena.
La media de horas de AF semanal es inferior a la recomendada por la
OMS.
Los chicos practican más horas de AF semanales que las chicas.
Describir el IMC de los escolares.
El 66.5% de la muestra es normopeso, el 22.5 sobrepeso y el 11.1
presenta obesidad.
Con la edad el porcentaje de normopesos disminuye, incrementándose
especialmente el alumnado con sobrepeso.
Indagar en la calidad de la dieta
Algo más de la mitad del alumnado tiene una dieta óptima. Sin embargo,
el 38.4 necesita mejorar y el 4.4 dieta de muy baja calidad
Analizar la satisfacción con la IC
Sólo el 38.6% de los chicos y chicas está satisfecho con su imagen
corporal. Algo más, (39.9%) desea tener menos y el 21.5 desea tener
más peso.
Conocer lo hábitos relacionados con la TV
Tres de cada cuatro chicos declaran ver la TV mientras comen y la
mayoría (67.3%) tiene TV en el dormitorio.
Analizar la relación entre la AF y el IMC.
La mayoría de los niños y niñas normopesos tienen mejores
puntuaciones en AF.
Relacionar la AF con la IC
El alumnado más satisfecho con su IC tiene mejor puntuación en los
niveles de AF.
El que desea tener menos peso muestra peor puntuación en los niveles
de AF.
No hay diferencias entre AF y la IC atendiendo al género.
Relacionar entre AF y la calidad de la dieta mediterránea del alumnado.
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
Fernández-Ozcorta et al.
Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 23
El alumnado con una dieta mediterránea óptima presenta mejores niveles
de AF.
Los que presentan baja calidad de la dieta o que la necesitan mejorar,
tienen peores niveles de AF.
Estudiar la relación entre AF y hábitos sedentarios de televisión.
Los estudiantes que comen sin ver la TV presentan mejores niveles de
AF.
Analizar la relación entre el IMC y la alimentación en función de la AFcomer en
el colegio y hábitos sedentarios de televisión.
No se ha encontrado relación entre estas variables.
Indagar en la relación entre el IMC y la IC.
En general, el alumnado normopeso desea tener más peso, mientras que
el sobrepeso y obesos desean tener menos peso.
Analizar la relación entre el IMC con otras variables del estudio.
La mayoría de los normopesos comen en la escuela, mientras que la
mayoría de los obesos comen en casa.
Conocer la relación entre la calidad de la dieta mediterránea, la IC,
Los más satisfechos con la IC tienen una dieta óptima.
La tendencia es que el alumnado insatisfecho y que desea tener más
peso, necesita mejorar su patrón alimentario.
Relacionar la calidad de la dieta con otras variables
Los que tienen una dieta de baja calidad o que necesitan mejorar el
patrón comen en casa y viendo la TV.
Los que comen en el colegio tienen mejor calidad de su dieta y no ven la
TV comiendo.
6. IMPLICACIONES
Con los datos de este estudio y de los que se han ido citando en el presente
documento, se establecieron una serie de recomendaciones.
Recomendaciones para los centros educativos
Los patios del colegio juegan un papel importante al proporcionar instalaciones
que fomentan la práctica de actividad física. Se recomienda prestar especial
atención a que las chicas tengan un equipamiento adecuado que estimule su
participación.
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
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Dinamización de los recreos, por ejemplo: dejando utilizar el material deportivo
del centro, organizando concursos de salto a la comba, juegos tradicionales,
partidos…
Promoviendo contenidos en las clases de Educación Física que potencien el
transporte activo de casa al colegio. Por ejemplo, que vengan con patines,
patineta o bicicleta, sus cascos y protecciones. La clase de EF se adapta y
trabaja estos contenidos. Tanto la clase de Educación Física como el trayecto
casa-colegio-casa pasa a tener un mayor compromiso fisiológico.
El profesor de EF necesita enseñar a su alumnado cómo llevar a cabo la
planificación individual del ejercicio.
El colegio junto con el resto de colectivos del municipio puede participar en
Programa por un millón de pasos.
El municipio con la ayuda del colegio atenderá que las rutas sean atractivas y
seguras y que faciliten el transporte activo de casa al colegio, disminuyendo de
esta manera la utilización de vehículo como medio de transporte.
La AF se puede promover fomentando el uso de las instalaciones deportivas del
colegio tras el horario escolar estableciendo acuerdos con otras partes
interesadas como empresas de servicios deportivos, asociaciones de vecinos…
Fomentar que el alumnado lleve fruta o bocadillo al recreo. Por ejemplo,
incentivando a los chicos y chicas que lo traigan.
Si el colegio posee cafetería, regular el tipo de alimentos que se pueden vender
o no vender. Asegurar precios económicos a los alimentos más saludables y
tenerlos expuestos en lugares preferentes.
Garantizar unos mínimos de AF semanal
Recomendaciones para el municipio y los patronatos municipales de deportes
El transporte proporciona buenas oportunidades para la AF si están presentes
las infraestructuras y servicios adecuados que permitan un transporte activo. Las
percepciones negativas del entorno por parte de los padres, sobre todo de la
seguridad dificultan esta posibilidad. Es crucial el énfasis en seguridad vial. De
esta manera, los espacios verdes y carriles bici son componentes importantes
en una localidad activa.
En Holanda o Dinamarca son frecuentes las separaciones en los carriles entre
bicicletas y automóviles. Aumenta de esta manera la percepción que tiene la
población de la bicicleta como transporte seguro y saludable.
Las inversiones en infraestructura que favorecen el transporte a pie y en bicicleta
deben acompañarse de campañas informativas sobre los beneficios del
transporte activo.
Cuando los responsables en ordenación urbana den permiso para nuevas
construcciones se debe asegurar la creación de parques y entornos seguros
para la práctica de AF y deportiva. El plan de ordenación urbana debe
contemplar parques activos, carriles bici, as verdes, playas activas, circuitos
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
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cola-cao, parques equipados para el trabajo de condición física del adulto-
mayor…
La cuestión ambiental también es relevante para la AF no solo en el contexto
urbano. Muchas formas de AF autoorganizada, tales como caminar, montar en
bicicleta, practicar piragua o vela son más atractivas si se realizan en un entorno
natural agradable. Bajo este punto de vista la conservación de la naturaleza es
una forma de proporcionar espacios y oportunidades de AF.
Promover la práctica deportiva creando instalaciones polideportivas abiertas,
multifuncionales y anti vandálicas.
Cuidar la formación de los técnicos deportivos prestando especial atención a las
características psicosociales de la práctica deportiva. Un aspecto fundamental
es la motivación, por lo que deben inculcar los aspectos positivos de la actividad
física: pasarlo bien, compartir experiencias, sentirse competente y en forma,
jugar con iguales y participar.
Estudiar la demanda del tipo de actividad física por sectores poblaciones
(realizar estudios sobre las preferencias deportivas de los habitantes del
municipio) y respetar la preferencia hacia el tipo de actividad que le guste al
propio niño/a y no a sus padres.
Sería conveniente compatibilizar horarios de práctica física para que en la misma
franja horaria e instalación puedan llevarla a cabo los niños y sus padres.
Potenciar la formación de técnicos deportivos para la erradicación de mitos y
prácticas erróneas en los que se relaciona la AF, la salud y la alimentación. Por
ejemplo, sudar adelgaza, hacer abdominales ayuda a perder barriga, se puede
llevar a cabo una perdida localizada de peso, cualquier ejercicio es bueno para
la salud o las agujetas desaparecen tomando agua con azúcar serían algunas
falsas creencias que deberían ser aclaradas a la población.
Es necesario que el técnico deportivo trabaje en colaboración estrecha con los
centros educativos, sanitarios, las AMPAS, asociaciones juveniles, scouts y
asociaciones de vecinos para canalizar las propuestas que demanden y
asegurarse de que se rentabilizan los servicios que oferta el PMD.
Es importante que los consejos sobre estilo de vida y cambios de
comportamiento en referencia a la AF sean incluidos en la formación inicial y
continua del personal sanitario de los centros de salud. La formación continua
de los sanitarios ha de ser clave en este sentido si no se ha recibido formación
inicial al respecto.
Colaboración entre el Patronato Municipal de Deportes y los Centros de Salud:
médico de atención primaria, enfermero y pediatra. ¿Cómo? En la medida en
que los sanitarios conozcan los recursos municipales de forma detallada ya
quién se pueden dirigir los pacientes atendiendo al tipo de patología posean, los
técnicos deportivos recibirán unos usuarios con patologías específicas y llevaran
a cabo programas específicos de AF de forma que la eficiencia del tratamiento
con AF será mucho mayor.
Recomendaciones para las familias y los jóvenes
Ve andando o en bici al cole.
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
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Se recomienda que las familias compartan actividades de ocio activo y
promuevan estilos de vida saludables Haz actividades de fin de semana y de
vacaciones en entornos naturales, playa, montaña…
Llévales al parque u otros sitios seguros para que jueguen de forma activa.
Solicita que exista facilidad de uso de las instalaciones escolares fuera de las
horas de actividades organizadas.
Facilita que los chicos y chicas se apunten a actividades deportivas
extraescolares.
Los niños han de colaborar en las tareas domésticas.
Promueve regalos activos: bicicletas, balones, raquetas, patinetes…
Aumenta el número de horas y de actividades que padres e hijos hagáis juntos.
Asegúrate de que los niños respetan diez horas de sueño.
Disminuye las horas de TV, ordenador o videojuegos al a, evitando disponer
de ellos en el dormitorio de los niños.
Seamos un modelo, démosles ejemplo copiarán nuestros actos, nuestras ideas
o forma de ver las cosas en todas las áreas, incluida la actividad física. Hay que
tener en cuenta que si realizamos actividad física les estamos transmitiendo un
modelo de vida activo, que es beneficioso tanto para nuestra salud como para la
de ellos.
Interésate por su educación física escolar ya que es la única actividad física
obligatoria que tienen que realizar durante su etapa escolar. Este área enseña
aprendizajes y destrezas físicas que nos sirven para ser activos en un futuro.
Les enseña por qué es importante moverse y por qué es peligroso ser inactivos.
Ayúdales a progresar en diferentes actividades. No permitas el abandono de la
actividad física por no saber lanzar un balón. Trata de evitar que se sientan
ridículos cuando tengan dificultades con la actividad que practican.
Respeta su capacidad y sus gustos. No les fuerces a ser una estrella del mundo
del deporte. Enséñales a compararse consigo mismo.
Ayúdales a distribuir su tiempo con un horario que incluya tiempo para todo lo
que consideras importante: las comidas, los deberes del colegio, ver la televisión,
leer y también realizar actividad física. Muchas veces no existe una falta real de
tiempo, lo que se necesita es organizarlo.
Infórmate de las posibilidades que existen en tu barrio de practicar actividades
física recreativas y deportivas, y facilítales su inscripción y asistencia regular.
Enséñales qué practicar actividades físicas y deporte es ante todo una forma
excelente de ocupar el tiempo libre, disfrutar, encontrarse bien, hacer nuevas
amistades y mejorar la salud. Enséñales que no siempre se puede ganar o ser
campeones, pero que ser personas activas es muy importante.
Como se ha dejado patente en este trabajo, por lo general las niñas hacen menos
actividad física. Se comportan de manera menos activa porque muchas veces de forma
inconsciente les enseñamos a ser así y es importante que las animemos de forma
especial. Por esta razón presentamos algunas razones para la igualdad de
oportunidades entre mujeres y hombres en relación con la práctica de AF (MEC, 1999)
y cómo compensar esta desigualdad. Esperamos nos ayuden a reflexionar y a ser más
críticos.
A los niños se les incita desde pequeños a ser activos. A las niñas mucho menos.
A las niñas se les suele comprar menos material deportivo que a los niños. Sus
regalos siguen reforzando los juegos inactivos. Regálales material deportivo,
desde balones, raquetas de tenis, patines, etc.
La forma en que vestimos a los niños y las niñas condiciona su capacidad de
movimientos. Mucha de la ropa con la que se suele vestir a las niñas no es la
AF, obesidad, alimentación e imagen corporal en escolares
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Número 13, 2019 e-Motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación 27
más adecuada para moverse libremente. Vístelas a diario con ropa cómoda, que
les permita jugar libremente.
La mayoría de las prácticas de actividades físicas y deportivas están asociadas
a un sexo. Existe la idea de que hay unas actividades que son para chicas y
otras para chicos, y las de los chicos son las más accesibles y abundantes. En
los niños se suele valorar lo que son capaces de hacer motrizmente. En las niñas
el aspecto estético, parece ser lo más importante (“estar guapa”).No seas
convencional respecto a los juegos, no pasa nada porque las niñas jueguen al
fútbol y los niños a la comba.
Las deportistas de élite femeninas tienen mucha menor valoración social que sus
compañeros los hombres. La TV y otros medios de comunicación no les prestan
la misma atención. Asegúrate de que se dan cuenta de que valoras el que
ellas realicen actividad física. Intenta compensar esto con tu estímulo, anímalas
a practicar actividades físicas y deportivas de forma habitual.
Hay pocas deportistas femeninas, por lo que existen escasos modelos que
estimulen la práctica de actividad física en las niñas al contrario de lo que ocurre
en el caso de los niños. Como resultado de este tratamiento diferente, en todas
las edades y grupos sociales, las mujeres se comportan de manera más inactiva
que los hombres. Cuando tenga edad para comprenderlo, comenta con ella
estos aspectos. Contrarresta este efecto resaltando los valores de las
deportistas y se su mejor ejemplo. Las chicas reciben mayor influencia positiva
si su madre o profesora es físicamente activa.
Edúcalas en un estilo de vida activo, práctica actividad física con ellas tan
frecuentemente como puedas. Cuando vayan creciendo si quieren abandonar la
práctica, anímalas a que no lo hagan. Dales todos los argumentos posibles.
¿Cómo mejorar los hábitos alimentarios? Algunos de los aspectos que
debemos tener siempre pendientes son:
Si nos saltamos una comida, en la siguiente tendremos mucha hambre y es cil
que nos demos un atracón. Por ello conviene asegurar cinco comidas al día
(desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena).
Comer de forma lenta, tranquila y masticando bien nos ayuda a saciarnos antes,
si comemos de forma rápida no.
Comer con la comida puesta en un plato. El picoteo dificulta ser conscientes de
la cantidad de comida ingerida.
El pan tradicional, el de la panadería de siempre, es mejor que cualquier otro
producto panífero. El pan de molde, los picos, roscos y muchos de los panes
precocinados tienen en su composición un porcentaje de aceite que el tradicional
no posee.
Evitar el consumo de chucherías, refrescos y productos refinados con alto
contenido en azúcares. La razón es que al poco de su ingesta se elevan los
valores de glucosa en sangre. Como consecuencia la insulina retira de la sangre
no solo la glucosa que acabamos de ingerir, también la que había previamente.
Así nuestro cuerpo nos vuelve a demandar alimentos dulces y paradójicamente
tenemos otra vez sensación de hambre.
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Evitar tener en casa golosinas, caramelos, dulces, bollería industrial, refrescos o
zumos industriales. El que evita la tentación evita el peligro.
Antes de ir al supermercado, hacer una lista de los alimentos que se van a
comprar.
Ir a la compra después de haber comido, con menos hambre menor probabilidad
de comprar alimentos no recomendados.
Crear una actitud crítica hacia los patrones consumistas de la sociedad, frente a la
comidapida, los productos light y los suplementos alimentarios.
Antes de la comida es importante que los niños colaboren a la hora de preparar
la comida, adornando los platos, poniendo la mesa y recogiendo la cocina.
La importancia de realizar un desayuno completo en casa.
El bocadillo preferentemente de queso, jamón york o serrano, atún… (evitando
el consumo de embutido) es junto con la fruta la mejor opción para el recreo. El
bocata les asegura que no llegarán a medio día con mucha hambre y se evita
atracón.
El placer de poder disfrutar la hora de la comida evitando tensiones y prisas.
Que es mejor fomentar el diálogo familiar que escuchar la televisión.
Si mostramos frutas, hortalizas y verduras en todas las comidas aumenta la
probabilidad de comerlas. En general, potenciar el consumo de alimentos
crudos, legumbres y frutos secos.
El valor de educar en la satisfacción y el placer de saborear comidas saludables
en lugar de forzar a ingerir alimentos.
Potenciar la fruta en la merienda. Es una comida que los niños suelen realizar
con mucha hambre lo que les ayuda a aceptar el alimento. Además, al contener
poco valor calórico demandan la cena antes y nos aseguramos que haya pasado
un rato desde que comen hasta que se acuestan.
Evitar el consumo tener en casa golosinas, caramelos, dulces, bollería industrial
y refrescos. También se debe prescindir del embutido.
¿Cómo mejorar la imagen corporal?
Buscar la aceptación del propio cuerpo evitando los juicios de valor
Centrarse en los logros (“qué bien estás”) en lugar de emitir juicios negativos
(“estás más gordo”).
Reforzando la autoestima de los niños.
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Reflexionando sobre la idea de que la belleza se no encuentra en la
superficialidad.
Practicando AF. Organizada (deporte mejor que fitness)
Algo de AF mejor que nada, es más importante lo que creo que he mejorado que
la mejora objetiva.
Actitud crítica ante los medios de comunicación.
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