REVISTA DE ECONOMÍA MUNDIAL 68, 2024, 167-190
ISSN: 1576-0162
DOI: http://dx.doi.org/10.33776/rem.v0i68.7995
LA DINÁMICA DE LOS TERRITORIOS OLIVAREROS MAGREBÍES
EN EL NUEVO CONTEXTO TECNO-ECONÓMICO
THE DYNAMICS OF THE MAGHREB OLIVE-GROWING TERRITORIES
IN THE NEW TECHNO-ECONOMIC CONTEXT
José Domingo Sánchez Martínez
jdsanche@ujaen.es
Universidad de Jaén
Juan Carlos Rodríguez Cohard
jccohard@ujaen.es
Universidad de Jaén
Antonio Garrido Almonacid
agarrido@ujaen.es
Universidad de Jaén
Recibido: noviembre 2023; aceptado: junio 2024
RESUMEN
La expansión e intensificación del olivar se observa por doquier en los
países mediterráneos. En Marruecos, Argelia y Túnez encontramos una
contrastada convivencia de modernidad y tradición, mientras se implementan
políticas públicas que tratan de reforzar este sector productivo. El objetivo del
trabajo es analizar los factores de cambio de los modelos de negocio oleícola
en estos tres países. La investigación se ha nutrido de fuentes bibliográficas,
documentales y trabajo de campo, consistente en la realización de sesenta
entrevistas con diferentes actores implicados en estos procesos. Los resultados
nos han permitido identificar el avance de las plantaciones de alta densidad
regadas y los factores que lo impulsan.
Palabras clave: Aceite de oliva, desarrollo endógeno, globalización,
innovación, uso del suelo.
ABSTRACT
The expansion and intensification of olive growing can be observed
everywhere in Mediterranean countries. In Morocco, Algeria and Tunisia there
is a contrasted coexistence of modernity and tradition, while public policies
are implemented to strengthen this productive sector. The objective of the
work is to analyze the factors of change of olive business models in these three
countries. The research was based on bibliographic and documentary sources
and field work, consisting of sixty interviews with different actors involved
in these processes. The results have allowed us to identify the progress of
irrigated high-density plantations and the factors that drive it.
Keywords: Olive oil, endogenous development, globalization, innovation,
land use.
JEL Classification/ Clasificación JEL: Q10, Q15, Q17, Q18.
REVISTA DE ECONOMÍA MUNDIAL 68, 2024, 167-190
1. INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas, la expansión superficial del olivar se muestra
imparable y el consumo de aceites de oliva ha experimentado un salto
de magnitud, al convertirse en un alimento de la mayor consideración
gastronómica y salutífera. Desde que se plantaran las primeras semillas a favor
de sus cualidades en la prevención de los accidentes cardiovasculares (Keys,
1970), las evidencias científicas han ido remarcando diferentes propiedades
saludables que hoy son apreciadas en todo el mundo (Olive Wellness Institute,
2023).
En el Magreb1, como en el resto del Mediterráneo, la permanencia milenaria
del olivo se tradujo en la existencia de numerosas variedades adaptadas a
las condiciones locales, pero también están llegando otras aclimatadas con
éxito en diferentes zonas productivas de la región (España, Italia o Grecia), o
salidas de los laboratorios y campos de experimentación vegetal, formando
parte de un proceso de incorporación de innovaciones que abarca a otros
muchos aspectos. Así, la convivencia de tradición y modernidad es palpable
en todos los países que vamos a considerar en este trabajo. La diversidad de
situaciones es también apreciable si nos fijamos en las diferentes estrategias
nacionales de cada uno de ellos (Benassi y Labonne, 2004; Mokrani et al.,
2011; Saidi y Diouri, 2017; Rouibah y Belabbas, 2022).
Los países magrebíes conforman un área en crecimiento demográfico,
con recursos limitados y envueltos en una de las transformaciones más
preocupantes de las que se han pronosticado en relación al cambio global
inducido por las alteraciones climáticas planetarias (Miranzo y Del Río, 2015).
El desafío alimentario al que se enfrentan hay que entenderlo también en un
proceso de progresiva urbanización y cambios en los hábitos de consumo.
Es en este panorama en el que han irrumpido los principios de la nueva
olivicultura (Rodríguez Cohard et al., 2019). El conocimiento y la tecnología
disponibles permiten mecanizar por completo las labores y prometen el
incremento y la regularización de las cosechas. Por eso, no es de extrañar que
los apoyos estatales hayan optado por favorecer el olivar frente a otros árboles
frutales más demandantes de agua o en relación con los cultivos cerealistas.
1 Aunque el Magreb, en su acepción más amplia, incluye también a Mauritania, Libia y Sáhara
Occidental, nuestro foco de atención se ha puesto en Marruecos, Argelia y Túnez, que son los
principales países olivareros del norte de África.
170 José Domingo Sánchez Martínez · Juan Carlos Rodríguez Cohard · Antonio Garrido Almonacid
El objetivo del trabajo es analizar los factores de cambio de los modelos de
negocio oleícola en Marruecos, Argelia y Túnez. La respuesta se plantea desde
posiciones teóricas de perspectiva neoschumpeteriana, con el foco puesto
en la cuestión del desarrollo endógeno (Vázquez-Barquero, 2002). Al mismo
tiempo, al analizar las motivaciones que suponen cambios en los modelos de
negocio de las explotaciones olivareras, se ha pretendido encontrar un marco
que permita entender también las repercusiones que tienen respecto a los
usos del suelo y los paisajes de olivar.
2. MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL
Las modificaciones económicas en perspectiva territorial hay que
entenderlas, en un mundo globalizado, como respuestas a los desafíos de un
nuevo paradigma tecnoeconómico (Pérez, 2010). Precisamente, el enfoque
del desarrollo endógeno se despliega en los años ochenta del siglo pasado
para comprender el comportamiento de las empresas y los territorios en
un escenario internacional de paulatina integración económica (Vázquez-
Barquero, 2002).
Los agricultores y las áreas rurales de todo el mundo se han visto
embarcados de lleno en la globalización económica y la disrupción tecnológica
de nuestro tiempo. Además, están siendo forzados, por el incremento del precio
de los inputs y el cambio climático, a buscar nuevas fórmulas que aseguren su
supervivencia (OCDE, 2020). Las opciones, en ese sentido, son variadas, no
necesariamente excluyentes entre sí, y van desde la diferenciación productiva
a la intensificación (Rodríguez Cohard, et al., 2020).
Los factores subyacentes de estos procesos, que se pueden reconocer
a diferentes escalas, están relacionados con un conjunto de variables que
interactúan entre (Debolini et al., 2018). Esta complejidad se nutre de
aspectos demográficos, como puedan ser la densidad o la importancia y
sentido de los flujos migratorios. De la misma manera, hay que considerar
determinados eventos económicos, como los cambios en la demanda, la
integración en los mercados internacionales o la variabilidad de la eficiencia
productiva. No menos importancia tienen determinados aspectos geográficos,
como la topografía, el clima o la accesibilidad. Además, hay que tener en
cuenta la incorporación de innovaciones tecnológicas (nuevas prácticas
agronómicas, mecanización de labores agrícolas, empleo de variedades
surgidas de la experimentación en laboratorios o digitalización). Por su parte,
las políticas públicas, o su ausencia, juegan un papel determinante, algo que
es bien conocido en el caso europeo. Finalmente, las nuevas concepciones
socioculturales, como la preocupación ambiental, la valoración de bienes
ecosistémicos o la consideración del espacio rural como oferente de servicios
de ocio y recreación, también han de ser tenidas en cuenta.
Sin embargo, las transformaciones de los sistemas productivos
tradicionales resultan, por lo general, lentas. No obstante, incluso para el caso
de las actividades primarias más tradicionales se pueden abrir canales de
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transmisión de conocimiento, que ahora se ven facilitados por los medios de
comunicación existentes, que propicien el cambio. Estas vías de transferencia
dependen no solo de la proximidad geográfica, sino también de la contigüidad
de tipo organizativo, cognitivo o institucional que pueda existir (Boschma,
2005). Así se explica el papel decisivo que juegan los lazos externos en la
dinámica de innovación en el territorio (Granovetter, 1973). Por otra parte, una
vez que los cambios tecnológicos y organizativos se han abierto paso, es más
fácil que los empresarios locales consideren nuevas estrategias de producción,
ampliación de mercados, introducción de nuevos productos o la diferenciación
de los previamente comercializados. Todo ello es propiciado por una mayor
interacción con otras organizaciones productivas e instituciones a lo largo de
la cadena de valor (Lange y Schmidt, 2021). Una vez que estas estrategias
se muestran exitosas, es más probable también que se pongan en marcha
procesos de imitación, lo que permite una rápida expansión de modelos
productivos y organizativos alternativos (Rodríguez Cohard et al., 2022).
Los cambios tienen también claras repercusiones en relación al manejo de
los recursos naturales, los usos del suelo y los paisajes rurales. La desarticulación
de los sistemas de producción tradicional a escala local, en todo el mundo, ha
propiciado la aparición de fórmulas productivas a mayor escala. Mientras las
culturas campesinas apuestan su resiliencia y sostenibilidad a un uso múltiple
del territorio, que supone una integración en el tiempo y en el espacio de los
aprovechamientos agrarios, la agricultura industrial busca la especialización
regional (Sánchez Martínez, 2020). De todas formas, el hecho de que convivan
estrategias conservadoras e innovadoras, de procesos de intensificación
y extensificación, implica también que coexistan viejos y nuevos paisajes
de olivar. Y, desde luego, los actores y factores que están detrás de estas
decisiones son diversos y complejos (Boix-Fayós y de Vente, 2023).
3. CONTEXTUALIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD PRODUCTIVA Y ÁMBITO DE ESTUDIO
Los datos recogidos en la tabla 1 reflejan las cantidades medias de
producción, consumo, importación y exportación de aceites de oliva
en los países del Magreb donde está presente el cultivo (razón por la que
se ha excluido a Mauritania), así como las correspondientes a los dos
principales países productores del mundo (España e Italia) y el global. Las
macromagnitudes del conjunto de países magrebíes reflejan la importancia
de esta actividad en la región, especialmente en el caso tunecino. Además,
se pueden reconocer otros hechos significativos. Es el caso del reforzamiento
de la vocación exportadora de Túnez. En Marruecos, aunque no se olvidan los
mercados internacionales, el incremento se ha destinado mayoritariamente
a las demandas de una población en aumento y cada vez más urbanizada.
Argelia, por su parte, apenas ha abierto sus mercados exteriores y la totalidad
de la producción se destina al consumo doméstico. Por último, Libia presenta
una dimensión mucho más reducida.
172 José Domingo Sánchez Martínez · Juan Carlos Rodríguez Cohard · Antonio Garrido Almonacid
TABLA 1. EVOLUCIÓN DE CANTIDADES MEDIAS DE ACEITE DE OLIVA (EN MILES DE TONELADAS)
Campañas 1992/1993 a 2001/2002
Ámbito Argelia Marruecos Túnez Libia Magreb España2Italia Mundo
Producción 32,10 53,80 146,80 6,65 239,35 788,48 531,72 2244,60
Consumo 32,70 47,35 51,35 9,05 140,45 487,82 691,70 2244,75
Importación 0,00 2,20 0,00 2,20 4,40 32,83 89,61 427,05
Exportación 0,00 7,60 105,45 0,0 113,05 71,40 130,88 399,30
Campañas 2002/2003 a 2011/2012
Ámbito Argelia Marruecos Túnez Libia Magreb España Italia Mundo
Producción 39,00 90,50 164,40 12,45 306,35 1187,57 564,37 2877,40
Consumo 39,20 73,50 37,90 12,80 163,40 558,49 733,39 2860,65
Importación 0,00 4,45 0,00 0,40 4,85 31,64 106,77 649,50
Exportación 0,00 0,45 0,00 0,05 0,50 3,16 192,55 636,20
Campañas 2012/2013 a 2021/2022
Ámbito Argelia Marruecos Túnez Libia Magreb España Italia Mundo
Producción 79,15 143,50 215,70 16,65 455,00 1299,37 332,96 3021,90
Consumo 78,75 130,90 34,10 16,35 260,10 509,21 510,50 2773,50
Importación 0,00 8,50 0,00 0,00 8,50 78,37 57,57 956,90
Exportación 0,00 15,80 185,40 0,20 201,40 331,37 211,28 962,85
Fuente: Consejo Oleícola Internacional.
Las zonas en las que hemos centrado nuestro trabajo de campo son
las que aparecen en la figura 1. Entre todas estas regiones suman una
superficie de olivar de algo más de un millón seiscientas mil hectáreas -una
magnitud prácticamente similar a la de Andalucía en 2023, lo que supone
el cincuenta y uno por ciento de todo el olivar existente en el Magreb. Esta
representatividad se entendió como condición necesaria para poder plantear
análisis comparativos en diferentes regiones productoras del Mediterráneo,
considerando que todas ellas, en mayor o menor medida, están interactuando
como competidoras, proveedoras y clientes, por lo que se están influyendo de
manera constante y decisiva en la búsqueda de soluciones al reto que supone
enfrentarse a las demandas de un mercado internacionalizado.
2 En los casos de España e Italia, exportaciones e importaciones se refieren únicamente a las
operaciones realizadas fuera de la Unión Europea. Para tener una referencia, España exportó una
media de 1.026.214 tn de aceites de oliva durante el período 2018-2019 a 2021-2022, de las
cuales el 44,4% tuvo como destino el mercado extracomunitario, con Estados Unidos como principal
dcstino. Para ese mismo período, importó 182.536 tn, el 58,92% de ellas de países ajenos al
Mercado Único Europeo (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 2023).
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FIGURA 1. LOCALIZACIÓN DE LAS PRINCIPALES REGIONES OLIVARERAS EN EL MAGREB
Fuente: Elaboración propia.
Para considerar la importancia que tienen las zonas que conforman el
ámbito de estudio, se han recogido algunos de sus detalles productivos en las
figuras 2 a 4. En el caso de Argelia (figura 2) se observa la importancia que
tiene el procesado de aceitunas de mesa, un componente fundamental en las
dietas magrebíes. Para Marruecos, la disponibilidad de datos sobre el régimen
de cultivo aclara la importancia que la extensión del regadío en determinadas
regiones tiene en relación a la capacidad productora y exportadora del país
(figura 3). Por último, en Túnez se muestra el contraste de rendimientos que
se observa según las condiciones climáticas, que tienen una mayor tendencia
árida hacia el sur y el interior del país (figura 4).
FIGURA 2. DISTRIBUCIÓN DE LA PRODUCCIÓN DE ACEITUNA DE MESA (IZQDA.) Y ALMAZARA (DCHA.) EN LAS
PROVINCIAS ARGELINAS. 2019
Fuente: Ministry of Agriculture and Rural Development, Argelia.
174 José Domingo Sánchez Martínez · Juan Carlos Rodríguez Cohard · Antonio Garrido Almonacid
FIGURA 3. SUPERFICIE DE OLIVAR SEGÚN RÉGIMEN DE CULTIVO (IZQDA.) Y SIGNIFICACIÓN DEL CULTIVO RESPECTO
A LA SUPERFICIE AGRÍCOLA ÚTIL EN LAS REGIONES MARROQUÍES (2020)
Fuente: Haut-Commissariat au Plan, Maroc.
FIGURA 4. DISTRIBUCIÓN DE LA PRODUCCIÓN DE ACEITUNA (IZQDA.) Y MEDIAS PRODUCTIVAS (DCHA.) EN LAS
GOBERNACIONES DE TÚNEZ (2018)
Fuente: National Institute of Statistics, Tunisia.
4. CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS
Para analizar los factores de impulso de los modelos de negocio oleícola
en Marruecos, Argelia y Túnez, en primer lugar, se sintetizó el conocimiento
disponible a partir del análisis de tres fuentes fundamentales: documentos
de política agrícola y rural generados por las respectivas administraciones
nacionales, literatura científica existente en repositorios internacionales y
bases de datos de información estadística de carácter espacial accesibles en
línea. Los resultados de esta labor nos permitieron establecer unas premisas
previas y facilitaron el diseño de un cuestionario que sirvió de base para la
realización de entrevistas en profundidad (Boyce y Neale, 2006).
Con ayuda de técnicos conocedores de la actividad productiva en cada
región, se seleccionaron un total de sesenta informantes clave, veinte por
país, de los que aproximadamente una cuarta parte fueron empresarios
industriales, más de la mitad agricultores, una décima parte técnicos y
consultores, y una quinta parte científicos y profesores universitarios. En
algunos casos, una misma persona puede desempeñar varios de estos roles
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simultáneamente. Dadas las excepcionales condiciones introducidas por la
pandemia de Covid-19, el trabajo se extendió entre noviembre de 2019 y
diciembre de 2022. Los perfiles profesionales se buscaron bajo la premisa
de mantener una distribución equilibrada entre los tres países, y siempre
abarcando información que nos facilitara detectar los factores impulsores del
proceso objeto de estudio (Debolini et al., 2018).
En la figura 5 se presentan los diferentes bloques temáticos que se
abordaron en las entrevistas y su relación con los factores impulsores. Así, los
entrevistados fueron preguntados sobre la situación del olivar y los aceites
de oliva en sus diferentes territorios y cómo estos se están insertando en la
economía globalizada. Las decisiones estratégicas tomadas para hacer frente
a los cambios y los retos que la actividad productiva está encarando fueron los
ejes vertebradores de las entrevistas, por lo que las actuaciones de innovación,
las modificaciones de rutinas, la elección de nuevas alternativas de gestión y
producción, así como la integración en nuevos mercados fueron las temáticas
más reiteradas y profundamente tratadas. Asimismo, se plantearon cuestiones
sobre las limitaciones sociales y territoriales para implementar estrategias de
cambio y de qué forma estas dinámicas, su ritmo e intensidad, dependen del
contexto sociopolítico nacional e internacional.
FIGURA 5. CORRESPONDENCIA ENTRE LOS BLOQUES DEL CUESTIONARIO Y LOS FACTORES IMPULSORES DEL
CAMBIO
Fuente: Elaboración propia.
176 José Domingo Sánchez Martínez · Juan Carlos Rodríguez Cohard · Antonio Garrido Almonacid
Las entrevistas se llevaron a cabo en los países de destino, directamente
por el equipo de investigación, mayoritariamente en francés, aunque se empleó
el inglés con algunos científicos y técnicos. La duración media de cada una de
las entrevistas fue de una hora y se efectuaron en el lugar de trabajo de los
entrevistados. Así, se tuvo la oportunidad de visitar almazaras, plantaciones
de olivar, centros de investigación y desarrollo, universidades y despachos
de consultores independientes. Las entrevistas fueron grabadas y se tomaron
notas escritas de forma simultánea; además, algunos de los entrevistados
entregaron documentación técnica que enriqueció la recopilada previamente
por los autores.
La valoración de la información primaria cualitativa se llevó a cabo mediante
el análisis de contenido (Berelson, 1959; Maxwell, 1956; Pool, 1959). Ello
nos permitió analizar y contrastar la evidencia empírica con los argumentos
teóricos. En el proceso se llevaron a cabo las siguientes fases: transcripción
y traducción de las entrevistas por los autores, revisión de las notas escritas,
generación de códigos para identificar asuntos de análisis, búsqueda de
relación entre ellos e identificación de los factores de impulso.
4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados se organizan de la siguiente manera: en primer lugar, se
realiza una descripción de las distintas tipologías de cultivo olivarero presentes
en los países analizados; en segundo lugar, se caracterizan cuatro modelos de
negocio de acuerdo con la gestión de las explotaciones y el uso del agua; y
por último, se muestran los factores impulsores de los procesos de cambio,
que se han identificado en el análisis de contenido, expuestos en la figura 5,
y se analiza cómo éstos están contribuyendo a la evolución de los modelos
de negocio olivarero y oleícola en Marruecos, Argelia y Túnez, cuya síntesis se
recoge en la figura 7.
La combinación de tradición e innovación nos ofrece una realidad en la
que es posible diferenciar tres tipologías de cultivo olivarero (tabla 2) y cuatro
grandes modelos de negocio oleícola, a los que se llega por una particular
combinación de actores y factores favorecedores de la estabilidad o el cambio.
TABLA 2. ESTIMACIÓN DE LA DISTRIBUCIÓN DEL OLIVAR SEGÚN TIPOLOGÍAS DE CULTIVO Y ESTRUCTURA DE LA
PROPIEDAD EN EL MAGREB
Tradicional
(%)
Intensivo
(%)
Superintensivo
(%)
Explotaciones
(núm.)
Tamaño medio
(ha)
Argelia 66,1 21,3 12,6 123.094 3,48
Marruecos 45,0 45,7 9,3 379.872 2,67
Túnez 89,4 9,1 1,5 485.066 3,64
Fuente: Vilar y Pereira (2018).
En cuanto a los modelos de negocio, nos encontramos, de una parte,
la agricultura tradicional de secano en la que, más allá de una rentabilidad
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contable, se busca la contribución al sostenimiento familiar. La gestión de
estas fincas es conservadora y dependiente en sus rendimientos reducidos
y alternantes de la variabilidad pluviométrica, pero también por una limitada
intervención cultural, en parte derivada de la consideración del olivo como
un árbol que apenas si necesitara de cuidados. Se trata de una agricultura
identitaria, muy ligada a las condiciones fisiográficas y al aprovechamiento
de variedades locales perfectamente adaptadas a ellas. En este contexto,
los aspectos emocionales acaban por imponerse a los económicos y el
autoconsumo tiene un protagonismo elevado. En palabras de uno de los
pequeños agricultores entrevistados:
“El olivar me proporciona algo de aceite para mi propio consumo, pero no
todos los años. Aunque cuando hay cosecha es una alegría para la familia.”
Una transformación de estos olivares tradicionales es la que se consigue con
la densificación, en algunos casos acompañada a medio plazo de la renovación
completa de los olivos preexistentes, si bien la resistencia emocional al arranque
de ejemplares añosos es aún considerable. La introducción de nuevos árboles
(ya sea con variedades autóctonas o alóctonas) en medio de las enormes
calles del olivar del centro y el sur de Túnez (figura 6) ha sido propiciada por
la transferencia de investigación realizada en organismos públicos, como el
Instituto del Olivar de Sfax, donde recogimos la siguiente reflexión:
“Llevamos varios años recomendando la renovación, incluso pagando el
coste del árbol que se arranca, pero la reticencia del agricultor tradicional a
realizarla es muy alta.”
FIGURA 6. UN EJEMPLO DE DENSIFICACIÓN SIN RENOVACIÓN DE LOS VIEJOS EJEMPLARES E INCORPORACIÓN DE
REGADÍO EN LA REGIÓN DE SFAX: LA IMAGEN DE LA IZQUIERDA CORRESPONDE A 2003 Y LA DE LA DERECHA
A 2022.
Fuente: Google maps.
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En el caso de los regadíos también es posible visualizar una opción de
manejo más conservadora, pues se trata solo de acompañar la densificación o
el mantenimiento de los diseños de plantación tradicional con el suplemento
hídrico procedente de nuevos recursos subterráneos o superficiales. Ejemplos
de este tipo de intensificación productiva se encuentran en todas las regiones
analizadas. Tanto en este modelo como en el anterior, pueden reconocerse, no
obstante, cambios en las rutinas agronómicas, destinadas a obtener un mayor
rendimiento y un procesado más rápido para evitar el deterioro del fruto antes
de que sea exprimido. Uno de estos agricultores lo expresa de esta manera:
“Todas las tardes se lleva la cosecha en cajas al molino mediante furgonetas
para evitar que se estropee y pierda calidad.”
Por último, también con la presencia ineludible del regadío, se reconoce
un modelo de negocio de gestión profesional y más dinámica, que incluye
empresas que intervienen en toda la cadena de valor del producto. Se trata de
las plantaciones de muy alta densidad o superintensivas.
La actividad productiva se encuentra inmersa en un proceso de
transformación estimulado por cinco factores de impulso: demográficos,
económicos, políticos y sociales, tecnológicos, y culturales y ambientales, tal y
como se describe en la figura 7.
FIGURA 7. FACTORES IMPULSORES PARA LA TOMA DE DECISIONES Y FORMA DE MANEJO DE LOS OLIVARES EN
EL MAGREB
Fuente: Autores, a partir de Debolini et al. (2018).
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4.1. FACTORES DEMOGRÁFICOS
Comenzando por los aspectos demográficos, hay que considerar dos
cuestiones importantes. De un lado, la población que reside en cada uno
de los países de origen. Con los numerosos matices que cada caso admite,
los países del Magreb se pueden considerar en transición, con un grado de
desarrollo humano medio-alto3, diferente complejidad económica y, sobre
todo, marcados por la juventud y el crecimiento de sus poblaciones (figura 8).
FIGURA 8. EVOLUCIÓN Y PROYECCIÓN DE LA POBLACIÓN EN EL MAGREB (EN MILES DE PERSONAS)
Fuente: División de Población, Naciones Unidas.
El crecimiento demográfico implica un posible aumento de la demanda
del consumo. Como países de cultura mediterránea, pero con unos niveles
adquisitivos menores que los de la orilla norte, el consumo medio de aceite
por persona y año es superior a la media mundial (figura 9), pero se encuentra
aún lejos de las cantidades alcanzadas en España. Al menos en teoría, esto
significa un importante potencial de crecimiento de la demanda interna y,
por lo tanto, un estímulo a la introducción de nuevos planes y estrategias en
apoyo a la plantación de olivares en el Magreb. Por el momento, sin embargo,
la importación de otras grasas vegetales para la alimentación humana más
baratas resulta de gran trascendencia. Así, la ingesta por persona y año de
otras grasas vegetales destinadas al consumo humano nos ofrece una media
de unos 15 kg en los casos de Argelia y Marruecos, por 12 en Túnez4.
De otro lado, no podemos perder de vista que se trata de países con un
importante contingente de población emigrada. Así, el elevado peso que
tienen las exportaciones a países de la Unión Europea, se explica, al menos en
parte, por la presencia de un notable colectivo de emigrantes y descendientes
de magrebíes, como ocurre en Francia, Países Bajos o Bélgica (tabla 3).
3 Para 2021, 0,745 en el caso de Argelia, 0,731 en Túnez y 0,683 para Marruecos. https://hdr.undp.
org/system/files/documents/global-report-document/hdr2021-22pdf_1.pdf#page=284
4 Datos correspondientes a 2021, extraídos de https://comtradeplus.un.org/TradeFlow
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FIGURA 9. CONSUMO MEDIO DE ACEITE DE OLIVA (KG/PERSONA) EN EL PERÍODO 2012/2013 A 2021/2022
Fuente: Consejo Oleícola Internacional y División de Población de Naciones Unidas.
Nota: se ha tomado como referencia demográfica la población de 2021.
TABLA 3. PRINCIPALES DESTINOS DE LOS ACEITES EXPORTADOS DESDE EL MAGREB EN 2022 (ENTRE
PARÉNTESIS VALOR EN $ DE LAS VENTAS REALIZADAS).
Argelia
Francia (575.589)
Sudáfrica (64.303)
Italia (45.390)
Bélgica (32.982)
Reino Unido (1.750)
Marruecos
Estados Unidos (21.662.495)
España (21.229.761)
Francia (3.776.052)
Italia (2.462.818)
Países Bajos (2.197.283)
Bélgica (891.334)
Túnez
España (231.207.647)
Estados Unidos (202.523.902)
Italia (200.934.081)
Francia (36.621.735)
Brasil (7.212.223)
Marruecos (6.895.672)
Israel (6.002.000)
Fuente: Fuente: https://comtradeplus.un.org/TradeFlow
4.2. FACTORES ECONÓMICOS
Entre las principales grasas vegetales producidas en el mundo, la procedente
de la aceituna es la más escasa, con apenas el 1,5% del total (figura 10), pero
también la que consigue unos mejores precios en los mercados internacionales
(figura 11). En el momento de la consulta de este último aspecto, además,
observaba una tendencia alcista en claro contraste con el resto, sin que esto
signifique asumir que se trate de competidoras directas en todos los casos,
pues hasta un determinado umbral de precios, el componente cultural resulta
muy significativo en la decisión de los compradores de aceites de oliva (Parras
Rosa y Torres Ruiz, 1994).
Tanto el consumo como la producción de aceites de oliva y aceitunas
de mesa han crecido a un ritmo superior al de la población mundial desde
1990 (Rodríguez Cohard et al., 2017). Y las previsiones ofrecen un amplio
consenso sobre el mantenimiento e incluso la aceleración de un mercado
progresivamente globalizado, pues los mayores incrementos en el consumo
se observan en los nuevos países productores y los mercados no tradicionales.
Por el contrario, países como Italia, España o Grecia han reducido el consumo
y ahora están más preocupados por incrementar las exportaciones y orientar
la producción hacia criterios de mayor calidad y sostenibilidad (Mili y
Bouhaddane, 2021), que son vectores ya consolidados en la aplicación de la
Política Agrícola Común (Boix-Fayos and de Vente, 2023).
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LA DINÁMICA DE LOS TERRITORIOS OLIVAREROS MAGREBÍES EN EL NUEVO CONTEXTO TECNO-ECONÓMICO
REVISTA DE ECONOMÍA MUNDIAL 68, 2024, 167-190
FIGURA 10. PROMEDIO DE PRODUCCIÓN DE LAS CAMPAÑAS 2014/15 A 2022/23 (*) DE LAS PRINCIPALES
GRASAS VEGETALES CONSUMIDAS EN EL MUNDO (EN MILLONES DE TONELADAS MÉTRICAS)
Fuente: USDA, Economic Research Service.
https://www.ers.usda.gov/data-products/oil-crops-yearbook/oil-crops-yearbook/
(*) Los datos de 2021/22 son una estimación; los de la campaña 2022/23 un pronóstico.
FIGURA 11. COMPARATIVA DEL PRECIO INTERNACIONAL DE LAS GRASAS VEGETALES (US$/TN) EN MAYO DE
2023.
Fuente: http://www.indexmundi.com/commodities/ (acceso de 10 de julio de 2023).
Las exportaciones mundiales de aceites de oliva, en efecto, han
experimentado un crecimiento paulatino, no solo en términos absolutos
(de una media de 399 millones de toneladas durante el decenio 1992/93-
2001/02 a 962,85 para las campañas de 2012/13 a 2021/2022) sino también
respecto a la totalidad de lo cosechado anualmente. Como puede observarse
en la figura 12, en las últimas campañas el porcentaje se va aproximando ya
al 40%.
Como decimos, las ventas al exterior de aceite de oliva alcanzan un
porcentaje relevante en el caso de Túnez (el 5% de las exportaciones mundiales
en 2022), mientras en los otros dos países su protagonismo es prácticamente
nulo (Argelia) o muy reducido (Marruecos). En la tabla 4 se ofrece el detalle
del año 2022.
182 José Domingo Sánchez Martínez · Juan Carlos Rodríguez Cohard · Antonio Garrido Almonacid
FIGURA 12. EVOLUCIÓN DEL PORCENTAJE DE ACEITES DE OLIVA EXPORTADOS EN RELACIÓN A LA PRODUCCIÓN
MUNDIAL
Fuente: Consejo Oleícola Internacional.
TABLA 4. LOS ACEITES DE OLIVA DE CALIDAD VIRGEN O EXTRA VIRGEN EN LOS INTERCAMBIOS COMERCIALES DE
LOS PAÍSES DEL MAGREB EN 2022
Exportaciones Importaciones Saldo
$ Kg $ kg $ kg
Argelia 875.754 234.556 342.369 5.511 533.385 229.045
Marruecos 75.022.714 20.714.233 2.287.404 583.487 72.735.310 20.130.746
Túnez 715.252.301 182.757.108 722.164 221.220 714.530.137 182.535.888
Total 791.150.769 203.705.897 3.351.937 810.218 787.798.832 202.895.679
Fuente: https://comtradeplus.un.org/TradeFlow
4.3. FACTORES POLÍTICOS Y SOCIALES
Los acuerdos preferenciales con la Unión Europea facilitan a Túnez y
Marruecos la exportación, fundamentalmente a España e Italia, países que
necesitan aprovisionarse de mercancía para satisfacer a una enorme cartera
de clientes. A su vez, Marruecos, por la existencia de un acuerdo de libre
comercio suscrito el 15 de junio 2004, también tiene en Estados Unidos un
destino privilegiado (The Office of the United States Trade Representatives,
2004).
Los gobiernos de estos países están favoreciendo la colaboración entre
el sector público y el privado, incluyendo la participación de empresas
extranjeras. Este es el caso, por ejemplo, de GVAPRO, un grupo argelino
que está introduciendo, con participación española, olivar superintensivo en
regiones esteparias lindantes a la Cabilia (Hadjloune, et al., 2021). En Marruecos
este modelo de plantación se da también en el acuerdo de empresas con
el Estado para definir un marco de inversión que incluye aspectos como el
alquiler de la tierra, cuando esta es pública, pero también el compromiso de
generar empleo local o contribuir monetariamente al bienestar social de las
poblaciones cercanas. En el caso de Túnez, donde las políticas públicas tienen
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LA DINÁMICA DE LOS TERRITORIOS OLIVAREROS MAGREBÍES EN EL NUEVO CONTEXTO TECNO-ECONÓMICO
REVISTA DE ECONOMÍA MUNDIAL 68, 2024, 167-190
menor peso y otra orientación, estos modelos son el resultado de la inversión
de grandes empresas.
Marruecos y Argelia tienen planes nacionales de estímulos para la
producción oleícola. En efecto, la mejora de la balanza comercial, pero
también la posibilidad de focalizar proyectos de desarrollo rural, están
detrás de iniciativas gubernamentales tan potentes como el Plan Maroc
Vert (Direction de la Stratégie et des Statistiques, 2020) o el Plan National
de Développment Agricole et Rurale en Argelia (Mouloud, 2014). En este
último país recientemente se ha puesto en marcha también el Program for
the Support of Agriculture (PASA), que recibe fondos europeos y, por lo que
al olivar respecta, se centra en la mejora de los medios de producción en tres
provincias del norte, donde se concentra el sesenta por ciento del olivar del
país, buscando no solo adelantos productivos y de la calidad del producto,
sino también el desarrollo de fórmulas de economía social que impulsen el
desarrollo local (De Andreis, 2023).
En el caso de Túnez, donde la actividad productiva y la vocación exportadora
estaba más asentada, los mecanismos preferidos para fomentar su expansión
y mejor desempeño económico estuvieron primeramente orientados a
incorporarse con rapidez a la globalización, firmando el Acuerdo General sobre
Aranceles Aduaneros y Comercio en 1990, adhiriéndose a la Organización
Mundial del Comercio en 1994 y, de manera destacada, con la firma de los
acuerdos de libre comercio alcanzados con la Unión Europea en 1996. De
facto, estas decisiones acarrearon profundos cambios en el sector, que se
reforzaron con la implementación de una estrategia nacional de promoción del
aceite de oliva en 1998 (Lybert y Elabed, 2013).
4.4. FACTORES TECNOLÓGICOS
La adopción del modelo de negocio basado en las plantaciones
superintensivas persigue la búsqueda de un mayor rendimiento económico
(incremento de cosechas, menores costes de recolección, aumento de
la calidad). Además, los olivares de alta densidad resultaron una opción
adecuada para la progresiva apertura a los mercados internacionales, pues
las variedades habitualmente empleadas -aunque ajenas a la tradición local-,
contaban ya con reconocimiento entre los importadores de mercados tan
atractivos como el estadounidense (Ait Hmida, 2010). La introducción de estos
sistemas está conectada con la transferencia de conocimiento desde España,
tanto a través de la presencia de empresas dedicadas al desarrollo de estos
olivares o el suministro de la planta necesaria para ello, como por medio de los
contactos existentes entre centros de investigación, especialmente en el caso
de Marruecos y Túnez (figura 13).
Cuando la innovación se percibe como positiva, la importancia de
cuestiones como el cambio generacional y el establecimiento de vínculos con
lógicas y territorios ajenos suele ser un desencadenante para su conocimiento
e incorporación. En este proceso de cambio, la presencia de organizaciones
184 José Domingo Sánchez Martínez · Juan Carlos Rodríguez Cohard · Antonio Garrido Almonacid
empresariales y personal técnico ligado a inversiones extranjeras y su
vinculación con la administración pública es un acelerador de la innovación.
Sin embargo, tradición y cambio conviven antes que la obsolescencia o el
fracaso de unas u otras se imponga.
FIGURA 13. MODERNAS PLANTACIONES EN SFAX Y MARRAKECH (ARRIBA). BALSA, PLANTACIÓN SUPERINTENSIVA
Y ALMAZARA MODERNA EN MARRAKECH (ABAJO)
Fuente: Autores.
Entre los agricultores más jóvenes existen buenos ejemplos de empresarios
que han transformado sus explotaciones tradicionales y llevan a cabo una
gestión profesionalizada de las mismas. Uno de ellos lo resume de la siguiente
manera:
“El olivar se cultiva ahora con criterios científicos de planificación de las
parcelas, nuevas variedades y análisis de muestras para obtener la mayor
rentabilidad de la inversión.”
Aunque hay algunas empresas que cuentan con tecnología de vanguardia,
la mayoría de ellas aún utiliza el sistema de tres fases, lo que implica un
elevado riesgo de contaminación ambiental. En cualquier caso, los institutos
tecnológicos están haciendo grandes esfuerzos para introducir las mejoras
técnicas agronómicas e industriales que ya están disponibles para abordar
185
LA DINÁMICA DE LOS TERRITORIOS OLIVAREROS MAGREBÍES EN EL NUEVO CONTEXTO TECNO-ECONÓMICO
REVISTA DE ECONOMÍA MUNDIAL 68, 2024, 167-190
estos retos. Por tanto, uno de los grandes desafíos sigue siendo la difusión
de tecnología industrial más sostenible, capaz de mitigar el impacto de los
desechos de la molturación de la aceituna.
Aspectos como la incorporación de nuevos protocolos técnicos, el adelanto
de la cosecha, el empleo de variedades alóctonas, la adopción de prácticas de
producción orgánica o la escalada de los agricultores locales en la cadena de
valor están ya suficientemente asentados en el Magreb como para que estos
procesos de innovación por imitación puedan seguir avanzando.
4.5. FACTORES CULTURALES Y AMBIENTALES
Un elemento clave para esta expansión superficial y productiva ha sido,
como antes se había observado igualmente en el caso español, la movilización
de recursos hídricos y la introducción de sistemas de riego localizado (Rodríguez
Cohard et al, 2022). En todo el Mediterráneo está generalizada la idea de que
el olivar es la mejor opción para la arboricultura de regadío, considerando su
relativo menor consumo en comparación con otras opciones menos rústicas,
más complejas de gestionar y menos tolerantes ante ciertos tipos de suelo.
Todo ello hace que este cultivo se contemple incluso como una buena forma
para mitigar los efectos del cambio climático. La presencia de los secanos es
todavía, no obstante, muy notable (figura 14).
FIGURA 14. OLIVARES TRADICIONALES EN EL NORTE DE MARRUECOS (ARRIBA). OLIVAR TRADICIONAL EN
REGADÍO DENSIFICADO Y ALMAZARA TRADICIONAL EN SFAX, TÚNEZ (ABAJO).
Fuente: Autores.
186 José Domingo Sánchez Martínez · Juan Carlos Rodríguez Cohard · Antonio Garrido Almonacid
Todos los entrevistados reconocen que la disponibilidad de agua resulta
crucial en el éxito de los modelos de explotación más intensivos y, además,
ésta es clave para los planes de expansión territorial del cultivo que los
gobiernos han planteado. Sin embargo, como algunos de los entrevistados
nos confesaron, las explotaciones que se encuentran en las zonas más
áridas precisan de la incorporación de más de nueve mil metros cúbicos por
hectárea y año. Esto, en el contexto de cambio climático en el que la región
se encuentra sumida, desafía la viabilidad futura de estos emprendimientos y
su generalización.
5. CONCLUSIONES
Las regiones más olivareras del Magreb están experimentando una
dinámica de transformaciones territoriales que se derivan de la combinación
de los cinco factores de impulso detectados en el trabajo, que muestran
entre interacciones de carácter sistémico. En este sentido, el crecimiento
demográfico demanda políticas de incremento de las cosechas, pero esto
también se busca para aprovechar los beneficios de la participación en el
mercado internacional. Desde los gobiernos, por tanto, se impulsa la expansión
del cultivo, la modernización de las explotaciones y las mejoras tecnológicas.
La consideración de condiciones ecológicas y socioeconómicas
contrastadas nos ayuda a entender el protagonismo que aún mantiene el
cultivo tradicional en amplias zonas del territorio analizado. Es evidente que la
topografía, el balance hídrico, la calidad del suelo, el régimen de cultivo o el
tamaño de la explotación importan tanto como las políticas públicas o el perfil
empresarial del agricultor. Por todo ello, el comportamiento de los agricultores
tradicionales convive con los nuevos aires de cambio.
La incorporación de innovaciones tecnológicas tiene también implicaciones
ambientales. Este es el caso de la expansión del regadío a través de sistemas
localizados, que, si bien son más eficientes, contribuyen a un aumento de la
demanda agregada de inputs.
Las políticas productivistas gozan, de todas maneras, de una extendida
popularidad en el Magreb. Pero eso no implica que su implementación esté
exenta de desafíos. La pérdida de soberanía alimentaria derivada de una
mayor exposición a la globalización puede significar la pérdida de las mejores
tierras agrícolas y de buena parte de los recursos hídricos que antes se
emplearon para la producción de cereales, frutas y hortalizas. Por otro lado, los
agricultores tradicionales tienen mucho más difícil participar de los procesos
de mejora, reforzándose cada vez más el antagonismo entre este modelo y el
de la agricultura industrializada.
Las necesidades propias y las oportunidades derivadas de la venta de
aceites de oliva en los mercados internacionales están cambiando la fisonomía
y funcionalidad de los olivares magrebíes. Los procesos de densificación o la
reconversión de terrenos cerealistas suponen, además, la aparición de nuevos
paisajes rurales en los que tradición y cambio conviven y rivalizan. Para Túnez
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REVISTA DE ECONOMÍA MUNDIAL 68, 2024, 167-190
el sector sigue siendo un proveedor de divisas para compensar su balanza de
pagos y está muy orientado hacia los mercados europeos y norteamericano;
en el caso de Marruecos y Argelia se busca atender al incremento de la
demanda interna, pero, sobre todo en el primer caso, tampoco se renuncia
a los beneficios que se puedan obtener con la participación en el comercio
mundial.
Los diferentes países mediterráneos se comportan, a un mismo tiempo,
como proveedores, clientes y competidores, pero su interacción va más allá
del mero intercambio de mercancías. Así, en el terreno de la investigación
científica, las conexiones se han reforzado y se puede afirmar que se está
consolidando un espacio mediterráneo compartido de conocimiento y
experimentación sobre el olivar y los aceites de oliva.
La globalización es, en misma, un reto de orden mayor: atender a los
estímulos procedentes de los mercados globales no siempre es compatible
con la seguridad alimentaria, en particular por la creciente dependencia de las
importaciones de cereales que, aún hoy, siguen siendo una base alimenticia
de primer orden y la posible disrupción de este marco global. Por razones
ambientales, geopolíticas, económicas o técnicas, es un riesgo siempre
presente, más si consideramos la posibilidad de colapso por una situación de
extralimitación ecológica mundial (Rees, 2023). En todo caso, si seguimos a
quienes pronostican un futuro inmediato acorde con las tendencias actuales,
la integración del rural magrebí (con la excepción de Argelia) y, en general,
de la geografía mundial de los aceites de oliva, seguirá creciendo (Mili y
Bouhaddane, 2021).
Entre las principales limitaciones del estudio debe destacarse la dificultad
de realizar trabajo de campo en Argelia, así como la escasez de información
espacial y estadística actualizada, suficientemente desagregada y de acceso
público. La diversidad, el contraste y la existencia de múltiples desafíos, en un
contexto de progresivo interés por el olivar y el aceite, justifican la continuidad
y profundización del estudio de estos territorios progresivamente insertados
en lógicas globales y la demanda de que los organismos públicos nacionales e
internacionales abunden en la sistematización y publicidad de la información
que permita destilar un conocimiento más preciso y operativo.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo ha recibido fondos del Instituto de Estudios Giennenses a
través del proyecto “La evolución del olivar y la elaboración de aceite en el
Magreb central: perspectivas de cooperación tecnológica y comercial para la
provincia de Jaén en la era post-COVID”.
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