Revista de economía mundial 67, 2024, 221-241
ISSN: 1576-0162
DOI: http://dx.doi.org/10.33776/rem.vi67.8221
Finanzas éticas y solidarias: herramienta para una transición
socio-ecológica justa. el caso de Fiare banca ética
Ethical and Solidarity FinancE: a tool For a JuSt
Socio-Ecological tranSition. thE caSE oF FiarE Ethical Bank
Rosario Gómez-Alvarez Díaz
Universidad de Sevilla
charogomez@us.es
Francisco Rincón-Roldán
Universidad Pablo de Olavide
fjrinrol@upo.es
Rafael Morales-Sánchez
Universidad Pablo de Olavide
rmorsan@upo.es
Recibido: marzo 2024; aceptado: abril 2024
resumen
El objetivo principal de este trabajo ha sido mostrar como las finanzas
éticas y solidarias pueden jugar un papel fundamental en la transición socio-
ecológica justa y sostenible. Para ello aplicamos dos marcos analíticos: La
Economía Rosquilla, que sirve de brújula, y el el Multi-Level Perspective (MLP),
que identifica la relación entre las finanzas y las innovaciones en la transición.
Empleamos el caso de Fiare Banca Ética para concluir como su funcionamiento
real hace prosperar a las organizaciones de la ESS, que son el germen de
cambio en el sistema capitalista para transicionar a un espacio de prosperidad,
donde las valores de la Economía Social y Solidaria (ESS) son fundamentales:
solidaridad, justicia, democracia y cuidados de la vida.
Palabras clave: Economía Social y Solidaria, Finanzas Éticas, Economía
Rosquilla, Transición Socio-ecológica, Multi-Level Perspective.
abstract
The main objective of this work has been to demonstrate how ethical
and solidarity finances can play a fundamental role in a fair and sustainable
socioecological transition. To achieve this, we applied two analytical
frameworks. The Doughnut Economics, which It serves as a compass, and
the Multi-Level Perspective (MLP), which identifies the relationship between
finance and innovations in for transitioning. We used the case of Fiare Ethical
Bank to conclude that its actual functioning contributes to the prosperity of
Social and Solidarity Economy (ESS) organizations. These organizations are the
seed of change within the capitalist system, facilitating its transition toward a
space of prosperity where ESS values - solidarity, justice, democracy, and care
for life - are fundamental.
Keywords: Social and Solidarity Economy, Ethical Finance, Doughnut
Economics, Socioecological Transition, Multi-Level Perspective.
JEL Classification/ Clasificación JEL: E6; Q57; A13; Z13
Revista de economía mundial 67, 2024, 221-241
1. introducción
La humanidad ha alcanzado unos niveles de bienestar sin parangón, pero
esta realidad convive con un aumento continuado de la desigualdad (Piketty,
2022), más de 1.000 millones de personas viven en la pobreza y el deterioro
medioambiental acelerado (Naciones Unidas, 2023). Si a ello le unimos el
agotamiento de los carburantes fósiles, base fundamental de la actividad
económica global, los procesos de cambio del sistema son una realidad. Ello
está provocando una trayectoria social y económica indeterminada, por lo que
la búsqueda de una transición respetuosa con el medioambiente está presente
en todos los organismos internacionales, junto al objetivo de conseguir que
esta sea una transición justa y sostenible (Wang and Lo, 2021; Naciones
Unidas, 2023).
Para que esta transición socio-ecológica sea justa se necesita “repensar la
actividad económica no como un fin propiamente dicho, sino como un medio
para promover de manera sostenible el bienestar y las capacidades de los
seres humanos, sin menoscabo del medio ambiente” (Naciones Unidas, 2023).
Al hilo de “repensar” la actividad económica, Naciones Unidas (UNTFSSE,
2022) ha presentado algunos modelos alternativos de crecimiento para el
desarrollo sostenible. Entre ellos señala a la Economía Social y Solidaria (ESS)
como el camino que fomenta el dinamismo económico, la protección social y
ambiental y el empoderamiento sociopolítico.
La denominación de ESS nace del entrelazado de Economía Social y
Economía Solidaria (Pérez de Mendiguren y Etxezarreta, 2015). Por un lado,
la Economía Social tiene una larga trayectoria desde finales del siglo XIX,
donde el eje central es “una forma diferente de hacer empresa” que está
tradicionalmente conformada por cooperativas, mutualidades y asociaciones
que siguen una lógica organizativa y de actividad empresarial en torno a los
valores cooperativistas (Chaves y Monzón, 2018). Posteriormente, la Economía
Solidaria emerge a finales del siglo XX y se centra en un enfoque global de
todas las actividades económicas, y su importancia para el desarrollo de las
personas, las comunidades y el medio ambiente (Laville, 2022).
La ESS recoge ambas propuestas y propone un sistema económico,
sociopolítico y cultural, basando en los procesos de sostenimiento de la
vida en el centro de la actividad socioeconómica, situando a las personas,
comunidades y entorno ambiental por encima del capital y de su acumulación
y rechazando las relaciones de desigualdad y exclusión. Existe una visión
224 María Rosario Gómez-Alvarez Díaz · Francisco Rincon-Roldan · Rafael Morales-Sánchez
general común, de la necesidad de una transformación ciudadana que aspira
a un cambio sistémico para construir una economía y una sociedad al servicio
de la gente y del planeta. Se apoya en iniciativas arraigadas en lo local pero
vinculadas a lo global, con una vocación de transformación integral basada
en los valores como la solidaridad, la equidad, la humanidad, los derechos,
la autodeterminación y autogestión, la mutualidad, la reciprocidad y la
cooperación. En la ESS, la gente común tiene un rol activo en determinar el
curso de todas las dimensiones de la vida humana: económica, social, cultural,
política y ambiental (RIPPES, 2015).
La ESS existe en todos los sectores de la economía: producción, finanzas,
distribución, intercambio, consumo y gobernanza. Las formas organizativas
dentro de la ESS son muy diversas desde grandes cooperativas a grupos
locales de autoconsumo, y barrios con monedas sociales, entre muchas otras
(Coraggio, 2011). Esa riqueza organizativa dificulta cuantificar sus efectos
globales, pero sólo las cooperativas representan el 10% del empleo global
y el 12% de la población es socia en las más de 3 millones de cooperativas
que existen en el mundo en el año 2023 (ACI, 2023). Además, existe una
amplia bibliografía sobre la relación entre la ESS y su impacto positivo en la
consecución de los ODS (Lee, 2020; Duque et al., 2021).
Por otro lado, en toda transición surge la cuestión clave de cómo
financiar la transición (Pérez, 2003; Mazzucato y Penna, 2016; Mazzucato y
Semieniuk, 2018), puesto que el sector financiero privado está inserto en la
lógica capitalista, que es precisamente la que se quiere modificar. Además,
como señala Dosi (1990), los intereses del sector financiero forman parte
de las decisiones de selección de las innovaciones, que posteriormente se
desarrollarán de forma plena en el sistema social y económico, y por tanto
condicionan el éxito de esas iniciativas. El reciente trabajo de Geddes y
Schmidt (2020), es el primero que incorpora, desde una perspectiva teórica y
explícita el papel de las finanzas en las transiciones (Geels, 2004).
Respecto a los estudios sobre las finanzas éticas y solidarias, se centran
en su análisis teórico y estudios de casos (Andrade Restrepo, 2022; Alió y
Azevedo, 2015; ILO, 2019). Sin embargo, hasta donde nosotros sabemos, no
hay estudios que expliquen el papel de las Finanzas Éticas y Solidarias (FES)
como factor dinamizador de la transición justa y sostenible. Por ese motivo nos
planteamos como objetivo en el presente trabajo analizar la forma en la que
las FES pueden favorecer la consolidación de proyectos que sean las semillas
que generen el proceso de cambio socioecológico.
Para ello empleamos dos marcos teóricos. El primero es la propuesta de
Raworth (2012, 2017) que caracteriza el sistema socio-ecológico al que la
humanidad puede aspirar o hacia el que transicionar, el denominado espacio
justo y seguro o donut. Según esta autora, el espacio en el que la humanidad
y la naturaleza pueden prosperar está determinado por aquel en el que se vive
dentro de los limites ambientales (Rockström et al. 2009) y en una situación en
la que ninguna persona sufre carencias en aspectos básicos que condicionan
el desarrollo de la vida humana. La representación de ambos limites se realiza
225
Finanzas éticas y solidarias: herramienta para una transición socio-ecológica justa. el caso de Fiare banca ética
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mediante la visualización de una rosquilla o donut, y de ahí el sobrenombre de
Economía Rosquilla (ER). Este modelo macroeconómico lo empleamos para
determinar si las FES en la actualidad están realizando una labor organizativa
orientada a situarse dentro de este espacio.
El segundo marco que empleamos es el modelo “Multi-Level Perspective”
(MLP) (Geels, 2004; Smith, 2007). Esta es una metodología que se estudia
para explorar los determinantes de los procesos de transición en los que
participan las innovaciones (nichos), centrándose en el estudio del status quo
socio-técnico (régimen) y en un determinado entorno natural, así como el
marco general o macrotendencias que se generan en una sociedad (paisaje).
Además el trabajo de Geddes y Schmidt (2020), incorpora explícitamente el
papel de las finanzas en los procesos de transición. Este modelo nos permite
comparar cuál es el papel de las finanzas actuales versus las FES para fomentar
las iniciativas de las Entidades de Economía Social (EES) que pueden favorecer
la transición, tal como indica la ONU. Para comprobar nuestras hipótesis
teóricas analizamos el caso de Fiare Banca Ética (FBE), el principal banco
cooperativo europeo, ético y solidario.
Las dos principales conclusiones que obtenemos es que la FES es un tipo
de organización cuya estructura organizativa está orientada a situarse en el
donut propuesto por Raworth. Asimismo, dado que las organizaciones éticas
y sostenibles no cuentan con el apoyo de las finanzas tradicionales para
conseguir una transición sostenible y justa, las FES son fundamentales para
que éstas prosperen y sean a su vez generadoras de un futuro próspero.
Los resultados teóricos nos llevan a concluir que la transición no puede ser
realizada por el propio sistema, tal y como se verá más adelante. Sin embargo,
la existencia práctica de FBE es una muestra de que otra banca es posible,
y que ésta, junto a una ciudadanía responsable y un estado emprendedor
pueden ser los articuladores de una transición justa y sostenible.
En el presente trabajo, el apartado dos recoge el marco teórico. La
sección tres describe la metodología y nuestro caso de estudio. En la cuatro
presentamos los resultados y en la cinco y última las conclusiones.
2. marco teórico
2.1. el espacio justo y seguro hacia el que transicionar
Una transición justa y sostenible supone un proceso de cambio en el que
el reparto de los costes sea justo, y el punto de llegada sea también justo y
sostenible (Wang and Lo, 2021). En este trabajo empleamos la propuesta de la
Economía Rosquilla de Kate Raworth (2012, 2017) ya que nos ofrece un marco
teórico y empírico para su evaluación. Esta autora propone como meta de la
economía del siglo XXI vivir en un espacio próspero caracterizado por favorecer
el desarrollo de la vida dentro de los límites naturales, y consiguiendo que
nadie sufra carencias en los aspectos básicos de una vida humana decente, o
espacio justo.
226 María Rosario Gómez-Alvarez Díaz · Francisco Rincon-Roldan · Rafael Morales-Sánchez
Los límites de la naturaleza o “límites planetarios” es un término propuesto
por el Stockholm Resilience Centre (Rockström et al. 2009) para referirse a los
nueve limites ambientales planetarios que delimitan el espacio seguro para la
vida humana. Los límites planetarios son una “distancia segura” estimada con
respecto a los umbrales asociados con nueve procesos globales de cambio
ecológico (Steffen et al., 2015). En conjunto, la estabilidad de estos nueve
procesos es esencial para mantener la atmósfera de la Tierra, los océanos y
los ecosistemas en el equilibrio que ha permitido el florecimiento de la vida
humana.
Respecto a los aspectos básicos de una vida humana decente o espacio
justo, Raworth (2012) propone 12 dimensiones: alimentación, agua, sanidad,
educación, vivienda, conectividad (internet y social), energía, empleo y
renta, paz y justicia, igualdad de género, igualdad económica y participación
democrática. La justificación de este enfoque se puede encontrar en términos
generales, en la defensa de la dignidad humana, basada en los Derechos
Humanos (Raworth, 2017). Su propuesta surge de la revisión de los documentos
presentados en la conferencia de Rio20+, por tanto su legitimación reside
en los procesos participativos aplicados por la ONU, de los que surgirían
posteriormente los ODS (Raworth, 2017; Gough, 2020). Si se compara con
ellos, se excluyen las ciudades sostenibles, la innovación y el crecimiento, por
su parte los ODS no incluyen el apoyo social. Raworth se considera “agnóstica”
respecto al crecimiento, es decir el PIB es un medio para conseguir una vida
próspera pero no es un objetivo. Por tanto, el crecimiento del PIB per se no es
un fin en sí mismo.
Desde la perspectiva conceptual, la ER plantea que la evaluación de estas
dimensiones no se debe realizar en términos de logros de nivel medio (Figura
1), si no en asegurar que nadie sufre una carencia en estas dimensiones, por
lo que el foco es la vida decente para todos (Sen, 1999), dentro de los límites
naturales. Así, los aspectos medioambientales no son una dimensión más
dentro de las medidas del bienestar humano, sino que nosotros somos parte
integrante de la naturaleza y,por tanto,nuestra vida tiene que estar dentro
de esos límites naturales, tratándose de una medida de sostenibilidad fuerte
(Meadows, 1972).
La representación del área de prosperidad se representa mediante la
gráfica del “donut”. El anillo externo indica los límites de la naturaleza, y si
se superan, la sociedad está fuera del espacio seguro. Por otro lado, el anillo
interno representa los mínimos para una vida decente, de forma que, si no
se llega a ese umbral, la sociedad no se sitúa dentro del espacio justo. En la
evaluación del espacio seguro, en 2017 se habían traspasado cuatro límites
y en 2022 seis límites: el cambio climático, la deforestación, la pérdida de
biodiversidad, la cantidad de productos químicos sintéticos, la escasez de
agua dulce y el equilibrio del ciclo de nitrógeno. La concentración de ozono en
la atmósfera y la contaminación por aerosoles y la acidificación de los océanos
son los tres únicos aspectos que se ubican en niveles seguros (IPCC, 2022).
Respecto a los límites sociales mundiales, Raworth (2017) mostraba que toda
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población mundial no estaba dentro de ninguno de ellos. Esta propuesta se ha
trasladado a diferentes ámbitos territoriales y organizaciones (Fanning et al.
2022; DEAL et al., 2020; Bai, et al. 2024).
2.2. el papel del sector Financiero en la perspectiva multinivel de las
transiciones
Un sistema socioecológico es una forma de organización social que está
inserta en un determinado contexto ecológico, de forma que existe una
interacción continuada entre la naturaleza y el sistema sociotécnico (Fischer-
Kowalski y Harberl. 2007). El sistema socio-técnico es el contexto en el que
se desenvuelve la sociedad y en el que los participantes cumplen diferentes
Figura 1. espacio justo y seguro: economía rosquilla.
Fuente: Doughnut Economics Action Lab.
228 María Rosario Gómez-Alvarez Díaz · Francisco Rincon-Roldan · Rafael Morales-Sánchez
papeles (individuos, empresas, etc.), bajo unas determinadas instituciones
(normas, reglamentos, etc.) y en los que se emplean artefactos y conocimientos
(Geels, 2002).
La perspectiva multi-nivel (MLP por sus siglas inglesas) es una teoría que
se aplica para analizar las transiciones que tienen como base un cambio
tecnológico, y que plantea como estrategia analítica la diferenciación de tres
niveles o elementos: el régimen, los nichos y el paisaje (Geels, 2002).
Por régimen se entiende un conjunto de infraestructuras e instituciones
sociales que representan el status quo. Es el resultado de las interacciones
entre las tecnologías, el comportamiento de los usuarios, la estructura del
mercado o industria, las políticas públicas regulatorias, las infraestructuras,
el conocimiento, y elementos culturales como el significado simbólico y
los principios rectores de las acciones. El régimen disfruta de un equilibrio
dinámico, que suele adaptarse ante diferentes cambios, pero que si se modifica,
se produce una transición, que da lugar a un nuevo sistema socio-técnico, y
con ello una transformación del sistema socio-ecológico (Geels, 2002).
El segundo elemento son los nichos. Estos son el origen de innovaciones
radicales, que generan y desarrollan prácticas sociotécnicas alternativas
de tal manera que posteriormente pueden llegar a influir y transformar el
funcionamiento del sistema actual (Smith, 2007). El tercer elemento es el
paisaje, definido como un conjunto de tendencias estructurales profundas
y factores externos, como la evolución de la población, guerras, nuevos
paradigmas científicos, etc. (Smith, 2007).
Figura 2: perspectiva multinivel de las transiciones.
Fuente: Geddes and Schmidt (2020).
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Las transiciones no se producen fácilmente, ya que los regímenes existentes
están caracterizados por la inercia y las relaciones de dependencia entre los
participantes, de forma tal que las innovaciones se gestan dentro del propio
régimen, suelen ser incrementales y a lo largo de trayectorias predecibles. El
origen de la transición puede estar en la aparición de nuevos nichos, los cambios
en el paisaje o incluso por la modificación interna de alguna característica del
régimen como puede ser la modificación de una ley, que puede crear “ventanas
de oportunidad” para la difusión de los nichos. Las luchas subsiguientes entre
nichos y regímenes, y la posible sustitución, ocurren en múltiples dimensiones.
La interacción de todos estos procesos son los que generan o limitan que las
innovaciones compitan con las tecnologías y sectores dominantes dentro del
régimen existente (Geels, 2014).
Las interacciones entre el nicho y el régimen, para superar potencialmente
la resistencia del régimen, puede ser de dos tipos. O bien se produce el ajuste
de las innovaciones del nicho a las normas e instituciones existen. O por el
contrario, el régimen se reestructura, adoptando algunas características del
nicho, como nuevas normas y rutinas, pudiendo llegar a su reconfiguración
(Lauber y Jacobsson, 2016). En este caso, se pueden esperar cambios
fundamentales en tecnología, instituciones, aspectos socio-culturales, políticos
y económicos (Markard et al., 2012). Todos estos procesos se estudian bajo
el MLP (Multi-level Perspective), y se han aplicado a diversos sectores por
ejemplo la transición del petróleo (Gregory and Geels, 2024) y la generación
de electricidad (Seyfang, et al, 2013).
Geddes and Schmidt (2020) incorporan el papel de las finanzas en
la transición (Figura 2). La condición necesaria para una transición es la
generación y consolidación de los nichos, y en dicho proceso los recursos
financieros son cruciales en dos momentos denominados “valles de la muerte”.
En el primer valle, la financiación es fundamental para apoyar la investigación
y el desarrollo y la comercialización inicial, que contribuye a crear el nicho. En
el segundo valle, los recursos son necesarios para la difusión generalizada y a
gran escala de una tecnología, lo que ayuda a trasladar el nicho tecnológico
al régimen sociotécnico (Bürer y Wüstenhagen, 2009). Una vez que las
tecnologías se implantan en el régimen, estas pueden mejorar aún más,
debido a la retroalimentación del aprendizaje a través de la práctica y del uso
(Huenteler et al., 2016).
Por tanto, cualquier transición sociotécnica de envergadura requiere una
reorientación fundamental del capital financiero, que debe alejarse de los
operadores tradicionales y dirigirse hacia nuevas prácticas: así las finanzas se
consideran un elemento esencial del proceso de innovación y, por tanto, de
cualquier transición (Perez, 2003; Mazzucato y Penna, 2015; Mazzucato y
Semieniuk, 2017).
Pero como bien observa Mazzucato y Penna (2015), en su análisis del
papel de las finanzas en la innovación, las empresas innovadoras tienen menor
capacidad para acceder a la financiación frente a empresas tradicionales
establecidas, debido a la mayor incertidumbre y la carencia de fondos frente
230 María Rosario Gómez-Alvarez Díaz · Francisco Rincon-Roldan · Rafael Morales-Sánchez
a empresas ya consolidadas. Por ende, Dosi (1990) describe la función de
selección de los mercados de capitales: cuando los inversores financian
un proyecto o una empresa, seleccionan qué tecnologías y/o diseños y,
por consiguiente, qué innovaciones se introducen en el sistema. Estos dos
elementos condicionan las probabilidades de superar los dos valles de la
muerte por parte de las innovaciones procedentes de los nichos.
Como destacan en Geddes and Schmidt (2020) las finanzas constituyen un
régimen propio con sus propios actores e instituciones, conjunto de normas,
reglas heurísticas, y unas rutinas organizativas y cognitivas que afectan a la
resistencia de los actores actuales al cambio. Los actores y las instituciones
del régimen financiero engloban a los inversores, los intermediarios financieros
(como bancos y aseguradoras), las transacciones financieras, los principios
para tomar las decisiones de inversión, así como los mercados que permiten
el intercambio de capital para que las empresas puedan producir, operar e
innovar, las infraestructuras y la regulación. A su vez, las organizaciones
que operan en los otros regímenes también suelen obtener financiación y
otros servicios (como la gestión del riesgo, la transformación del tamaño,
la transformación de la madurez y la fijación del precio del riesgo) de los
mercados o intermediarios financieros, lo que da lugar a una fuerte interacción
(o incluso solapamiento) entre ellos. De hecho, el régimen financiero puede
considerarse el centro desde donde se condiciona la innovación y afecta a
todos los demás regímenes.
Respecto a la interacción del nicho con el régimen financiero puede ser
de los dos tipos reseñados: puede haber una adaptación de los primeros o
bien conseguir transformar el régimen (Smith y Raven; 2012). Asimismo, la
evolución del paisaje condiciona el funcionamiento del régimen financiero.
Por ejemplo, las variedades del capitalismo afectan a las relaciones entre
el régimen financiero y la economía real, como ejemplo, la crisis del 2008
afectó también a su funcionamiento (Geels, 2013). En definitiva, este marco,
permite comprender las relaciones que se establecen entre el sector financiero
perteneciente al sistema socio-ecológico dominante y la capacidad de las
innovaciones de prosperar en el sistema, o bien modificarlo.
3. metodología y caso de estudio
3.1. metodología
La metodología aplicada en este trabajo es el estudio de caso (Yin,
2003), aplicado a la banca cooperativa europea “Banca Ética Fiare”. Una
de las características fundamentales de esta organización financiera es su
pertenencia a la EES, es decir cuenta con todas las características de los
bancos tradicionales, en cuanto a garantía de depósito, legislación aplicable,
etc., pero se rige por los principios y valores de la ESS.
En este artículo se presenta un análisis de los rasgos definitorios de
esta organización mostrándola como un “nicho de innovación social” puede
231
Finanzas éticas y solidarias: herramienta para una transición socio-ecológica justa. el caso de Fiare banca ética
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entrar en el régimen económico y financiero, manteniéndose fiel a unos
principios guías diferentes al de las finanzas capitalistas. Además, la hipótesis
de partida considera que el caso analizado es una buena ilustración de
cuáles son las finanzas que pueden fomentar la transición socio-ecológica.
Una vez establecido el marco teórico, se analizan las fuentes documentales
relacionadas con el contexto en el que se creó la cooperativa bancaria, sus
características esenciales, así como la actividad que se realiza en su gestión
organizativa. Los datos se obtienen de los diferentes informes publicados en
la web de la institución.
El análisis de las finanzas lo realizamos a partir de los elementos que
conforman el régimen financiero, tanto en la lógica capitalista como en el
contexto de las finanzas éticas y solidarias. Dicho análisis nos permitirá
determinar cómo las FES propician el surgimiento y fortalecimiento de nichos
que son el germen del espacio seguro y justo al que se pretende transicionar,
tal como se define en la Economía Rosquilla.
Esta aproximación metodológica se emplea de forma habitual en los
análisis de MLP para identificar las modificaciones fundamentales de un
régimen (Smith, 2007; Geels, 2002, 2014). Este está constituido por siete
elementos: los principios rectores de los participantes, la estructura del sector
que hace referencia a la forma organizativa de la producción más habitual, la
tecnología entendida en sentido amplio como es el conocimiento aplicado;
la relación con los usuarios, las políticas regulatorias aplicadas por el sector
público así como la relación de los actores con el ámbito de la regulación;
diferentes aspectos del conocimiento: como se genera y se aplica, y por
último, el significado cultural que incluye las normas, valores, etc. Dentro de
estas estaría la relación con la naturaleza, nosotros la hemos diferenciado
específicamente porque es un elemento relevante en el contexto de análisis
de la transición socio-ecológica, y por tanto es determinante la compresión de
su papel. De forma complementaria, empleamos la propuesta de la economía
rosquilla para determinar en qué medida los resultados están orientados al
fomento del espacio justo y seguro.
3.2. Finanzas éticas y solidarias: Fiare banca ética
La actividad fundamental de las finanzas es la captación de recursos
financieros, su transformación y su posterior puesta a disposición. Dentro de
las finanzas existe un amplio abanico de organizaciones: bancos del tiempo,
monedas sociales, monedas digitales, seguros, etc. Dentro de este destaca
la banca pues es el sector que moviliza más recursos. Se caracteriza porque
cuenta con un fondo de garantía respaldado por el sector público, y también
con una reglamentación y supervisión más exigente por parte del Banco
Central, respecto a las demás entidades financieras (Banco de España, 2023).
Por otro lado, a las finanzas se les han añadido adjetivos para indicar que
principios éticos se tienen en cuenta en su implementación. Esto da lugar a
una ampliación de la tipología de las finanzas: sostenibles, de impacto, etc.
232 María Rosario Gómez-Alvarez Díaz · Francisco Rincon-Roldan · Rafael Morales-Sánchez
(OCDE, 2019), según incluyan algún tipo de criterio medioambiental o social
en sus productos. En el caso de las finanzas éticas y solidarias incorporan
todos los valores y principios de la ESS en los productos financieros y en todos
los aspectos de la gestión y organización (Sasia, 2012). El tercer tipo son las
finanzas éticas y solidarias que pertenecen al ámbito de la Economía Social y
Solidaria, y por tanto los valores de la ESS son también sus valores.
Fiare Banca Ética es un grupo que surge a partir de la unificación de dos
proyectos basados en las FES: Banca Popolare Ética, un banco cooperativo que
trabaja en Italia desde el 1999 y Fiare que opera en España desde el año 2005.
Ambos tienen como misión ser una herramienta al servicio de la transformación
social a través de la financiación de proyectos del tercer sector, la economía
social y solidaria y la promoción de una cultura de intermediación financiera,
bajo los principios de la transparencia, la participación y la democracia. La
forma jurídica es una cooperativa de ahorro y crédito, formando parte del
sector bancario, por tanto, en esta entidad confluye todas las características
de la banca “al uso”, en cuanto a exigencia de capital social, política de riesgos,
etc. especificadas por el Banco Central Europeo en el contexto español. Y
calificada como banco popular según la normativa aplicable en Italia.
En 2023 se prestaba atención al público con casi 400 empleados, junto a
una amplia base de voluntariado de personas físicas y entidades colaboradoras.
En total cuenta con 46.186 socios, de los que 3.692 están en el territorio
español, con más de 2.000 millones de euros de ahorros, de los que la mitad
se han empleado para financiar proyectos (Fiare Banca Ética, 2023). El grupo,
además de Fiare y Banca Popolare Ética, está formado por dos fundaciones,
una sociedad de gestión del ahorro, que ofrece exclusivamente fondos
comunes de inversión ética y el área de gestión de microcréditos en América
Latina, África y Asia.
El compromiso de Fiare va más allá de la dimensión social, medioambiental
y de los derechos humanos. Abraza la transparencia plena, el gobierno
corporativo participativo y una comprensión holística del papel del banco y
de la función social del ahorro. Sin embargo, su éxito no se limita a estos
aspectos, sino que abarca también su rendimiento económico y financiero
(Fiare Banca Ética, 2023).
4. resultados
Si el objetivo de la transición es llevarnos a un espacio seguro y justo como
el definido por Raworth, el proceso debe estar en consonancia con el nuevo
sistema al que se aspira a llegar. Por ello debe existir una coherencia entre el
comportamiento de las organizaciones y el del sistema; lo que supone, desde
la perspectiva microeconómica, cambiar el fin de la empresa desde el aumento
de beneficios, hacia un propósito, que es el fomento de la prosperidad, definida
con los parámetros de la teoría del donut (Raworth, 2017).
La insostenibilidad del sistema actual es una realidad patente, ahora bien,
no está claro cuál será el sistema futuro. Precisamente, ante esta situación
233
Finanzas éticas y solidarias: herramienta para una transición socio-ecológica justa. el caso de Fiare banca ética
revista de economía mundial 67, 2024, 221-241
se hace más urgente repensar en el futuro deseable, para poder dirigirnos
hacia él. El MLP es una herramienta que nos ofrece un marco de análisis
de los procesos de cambio y los elementos que en el participan. Es cierto,
y esto es una de las críticas, que su capacidad es sobre todo explicativa y
no predictiva, pero la compresión de los procesos de cambio vividos ofrece
enseñanzas muy útiles. Desde nuestra perspectiva, el elemento analítico del
MLP de aplicabilidad para dar respuesta a nuestra pregunta de investigación
es la importancia de los nichos en los procesos de transición y su relación con
las finanzas, tanto en su surgimiento como en su consolidación como parte del
sistema. Asimismo, la economía rosquilla es un marco concreto que delimita
que es una vida próspera, para la humanidad y el resto de la naturaleza, en
términos de justicia y sostenibilidad.
Nuestro análisis nos permite afirmar que las finanzas éticas y solidarias,
empleando el estudio de FBE, son un elemento básico para la financiación
y consolidación de los proyectos emergentes que estén alineados con la
economía rosquilla. Los motivos para esta conclusión son dos. El primero
de ellos es que las finanzas capitalistas no tienen en cuenta el valor social
de las organizaciones priorizando la rentabilidad económica, fomentando la
ampliación de la desigualdad, pues los excluidos financieros no son sus clientes,
ni el medioambiente es una variable que se tenga en cuenta. Sin embargo, el
elemento constituyente y diferenciador de FBE con la banca tradicional es que
la transformación social es el fin, por tanto, las organizaciones que financia son
las que también buscan un mundo mejor.
En este proceso de transición, como nos indica el marco MLP, las finanzas
juegan un papel fundamental, pues los nichos necesitan financiación tanto
para su surgimiento o consolidación, como para su posterior expansión y
funcionamiento en el sistema. Por tanto, la transición justa y sostenible requiere
la financiación de proyectos que tengan las características del nuevo sistema.
Si tenemos en cuenta las características del actual régimen financiero,
podemos afirmar que su propio funcionamiento nos ha llevado a la situación
de crisis, y por tanto directamente no van a favorecer un proceso justo y
sostenible (Sasia, 2012). Financian las grandes empresas contaminantes,
no respetan a la naturaleza, son el origen de la Gran Recesión, excluyen del
acceso al crédito a los grupos más vulnerables, por tanto fomentan la pobreza
y la desigualdad, y su actividad es especulativa y gestionan paraísos fiscales
(Gudynas, 2010; Navarro y Torres, 2012). Además, sólo financiaran aquellas
propuestas que sean rentables económicamente, sin tener en cuenta el
verdadero impacto en la sociedad. Para la cultura financiera actual el objetivo
es sólo el beneficio económico a corto plazo, ya sea mediante la recompra de
acciones, el incremento de dividendos, la especulación o el uso de paraísos
fiscales (Jones, Temouri, y Cobham, 2018).
Respecto a la FES, el primer elemento diferencial es el principio guía, pues
se buscan proyectos con impacto positivo, con la misión, incorporada en todas
las organizaciones de la ESS, de generar una transformación del sistema, de
forma que se crea valor económico y social. El impacto positivo es definido
234 María Rosario Gómez-Alvarez Díaz · Francisco Rincon-Roldan · Rafael Morales-Sánchez
por Fiare Banca Ética (2023) de forma multidimensional. Por ello se propone
estimular a quienes reciben el crédito para que desarrollen las competencias y
la autonomía necesarias para adquirir una responsabilidad económica, social
y ambiental. Además, existe un listado de actividades “privilegiadas”, porque
son consideradas con capacidad de generar efectos positivos sociales y/o
medioambientales, como son: organizaciones relacionadas con el bienestar
social, eficiencia energética y energías renovables; agricultura ecológica;
cooperación internacional; animación sociocultural: educación, cultura,
deporte, centros juveniles, etc.; comercio justo y solidario; empresas sociales y
responsables, junto a crédito a particulares: necesidades financieras primarias
(primera vivienda, medios de transporte, etc.). A la vez están prohibidas la
realización de actividades especulativas y no hay fondos en paraísos fiscales.
La búsqueda de dicho efecto en la sociedad se muestra en el hecho de que
el 97,9% de los préstamos concedidos a organizaciones tuvieron un impacto
positivo, por pertenecer a las actividades “privilegiadas”. De forma paralela, el
85,9% de los préstamos personales tuvieron un impacto positivo por el destino
del préstamo (vivienda, estudios o ecoeficiencia) y/o el perfil del prestatario
(colectivo en riesgo de exclusión financiera) (MacAskill et al., 2021).
En segundo lugar, si la estructura organizativa es una cooperativa, y como
tal se rige por los principios cooperativos contando con la asamblea formada
por todos las personas socias, físicas y jurídicas. Se articula en 87 grupos
territoriales, y con 400 personas empleadas que se encargan de la evaluación
económica y de las gestiones administrativas. Estos grupos son los encargados
de realizar la evaluación de los proyectos y deciden si coinciden con los valores
que inspiran a FBE, por tanto, es una organización horizontal, adaptada a las
realidades locales. Además, estos GIT cuentan con representantes que se
reúnen en 5 fórum.
En tercer lugar, la tecnología, conceptualizada de una forma amplia como
una herramienta angular que se expresa a través del balance social. Dentro
de los grupos territoriales está el voluntariado (formado en el año 2023 por
240 evaluadores), que se encarga de determinar el impacto positivo de los
proyectos presentados en términos de su aportación social y ambiental,
que está en concordancia con las propuestas de la economía rosquilla. La
evaluación social o balance social son el corazón de la actividad de FBE, puesto
que cumplen la función fundamental de la aplicación de los criterios que FBE
propone, alcanzado las 1.321 evaluaciones en 2023.
La evaluación del impacto social y ambiental es fundamental en todos los
productos financieros y las prácticas empresariales, incluidas por ejemplo las
políticas de remuneración de los directivos, los incentivos, etc., formando parte
integrante del sistema de control interno de todas las actividades, y no un
aspecto “parcial” de la actividad de FBE. La entidad presenta de forma pública
en su web su Balance Social y su informe de impacto, analiza el cumplimiento de
los ESG mediante 75 indicadores por parte de los proveedores más relevantes
y estratégicos y ofrece información pública de los proyectos financiados. Los
principios rectores que se reflejan en el balance son los de la ESS. Entre ellos
235
Finanzas éticas y solidarias: herramienta para una transición socio-ecológica justa. el caso de Fiare banca ética
revista de economía mundial 67, 2024, 221-241
destacamos la inclusión financiera, como vía de promoción de igualdad, la
limitación de las diferencias salariales, y la política de igualdad de género
explícita.
En cuarto lugar, el trabajo de los grupos locales (Grupo de Iniciativa
Territorial, GIT) permite conocer los proyectos de forma directa, junto al apoyo
profesional de los aspectos de gestión de la financiación. A ello se une la quinta
nota diferencial, que es la relación con los clientes que se fundamentan en la
transparencia, puesto que toda la información es pública y si son socios, tiene
la posibilidad de participar de forma activa: en la asamblea, en los grupos
locales y como evaluadores. Además, FBE considera que el acceso al crédito no
es un producto si no un derecho humano. Con los clientes-socios se establece
un compromiso común, la transformación del sistema, lo que los lleva a la
cooperación y el dialogo para mejorar el impacto con otras organizaciones.
De hecho, los beneficios obtenidos se destinen a aumentar el patrimonio para
ampliar las posibilidades de nuevos proyectos. Se enlaza con el sexto elemento
que su forma de hacer incidencia política mediante el fortalecimiento de una
ciudadanía activa y consciente, por un lado, de la importancia del destino de
su dinero, y por otro su papel activo en los procesos de transformación. Por
tabla 1. características de las Finanzas en el sistema capitalista y en las Fes.
FINANZAS CAPITALISTAS FINANZAS ETICAS Y SOLIDARIAS
Principios guía Maximización de beneficios, el valor de las
acciones y los dividendos.
Búsqueda de impacto positivo en la
sociedad.
Estructura
Especializada,
Múltiple y grandes operaciones
financieras. Grupos financieros globali-
zados.
Cooperativismo, asociacionismo, pequeños
proyectos, múltiples grupos locales, trabajo
voluntario.
Técnicas Redes de servicios, rutinas, evaluación de
riesgo y rentabilidad.
Evaluación del impacto de clientes,
proveedores y la propia entidad mediante
el balance social, junto a necesidad de
rentabilidad mínima.
Conocimientos Prácticas de negocios y diseños estanda-
rizados.
Conocimiento directo de los proyectos a fi-
nanciar y se buscan fórmulas para adaptar-
se a las particularidades de los proyectos.
Nuevas fórmulas de financiación.
Relación con usuarios Clientes con relaciones contractuales.
Socios como parte del proyecto a largo
plazo. Promoción de la comunidad. Crédito
como Derecho Humano.
Políticas y regulaciones
Lobbys para controlar el ritmo de intro-
ducción de estándares socioeconómicos.
Conseguir financiación pública en caso de
crisis. Fomento del uso de paraísos fiscales.
Inversión en proyectos educativos sobre
finanzas para que la ciudanía tome con-
ciencia de su papel en la sostenibilidad de
la vida. Elaboración de informes públicos.
Lobby para la introducción de estándares
socioeconómicos.
Significado cultural El dinero como fin en sí mismo. Compe-
tencia.
El dinero como medio para favorecer la
sostenibilidad de la vida. Cooperación.
Inclusión.
Visión de la naturaleza No entra en los cálculos de evaluación, o
es una mercancía es capital natural.
La naturaleza es el primer componente de
la sostenibilidad de la vida.
Fuente: Smith (2007), Fiare Banca Ética (2023) y elaboración propia.
236 María Rosario Gómez-Alvarez Díaz · Francisco Rincon-Roldan · Rafael Morales-Sánchez
ello financian proyectos educativos, elaboran informes públicos y organizan
campañas para la introducción de estándares socioeconómicos en las diversas
facetas económicas (Tabla 1).
El significado cultural de las finanzas responde a la visión de que el dinero es
un medio para dignificar la vida de las personas y la necesidad de transformar
el sistema desde la base social, gracias a la cooperación y el uso de las finanzas
como herramienta de inclusión. El dinero por tanto es una herramienta para
favorecer la sostenibilidad de la vida. Además, FBE, como parte de la ESS
despliega una relación con la naturaleza de respeto y cuidado.
5. conclusiones
Las finanzas juegan un papel fundamental a la hora de elegir y sostener
a las organizaciones, desde su nacimiento hasta su consolidación en la
economía. Por ello, las organizaciones que fomenten la transición necesitan
el apoyo de socios financieros que compartan la misma visión y que aspiren a
invertir a largo plazo, para fomentar los valores humanos, sociales, ecológicos y
culturales que sustenten el tránsito. Sin duda, la rentabilidad económica debe
existir, pero esta es un medio y no un fin en si mismo. Los diferentes regímenes
de la alimentación, el transporte, la energía, que sustentan la vida, incluido el
financiero deben ser justos y sostenibles. Si no existen los mismos principios
guía, la estabilidad del sistema socio-ecológico emergente no será perdurable.
Si valoramos la actividad de FBE bajo el prisma de la Economía Rosquilla
es evidente que es el tipo de finanzas que se necesitan para que el espacio
seguro y justo sea estable. Como hemos visto anteriormente, los sectores
a los que FBE ofrece prioridad son aquellos relacionados con las áreas de
actividades básicas (educación, sanidad, alimentación, energía, agua, vivienda
y conectividad). Además, fomenta la igualdad de género y la igualdad social, y
su dignificación mediante el empleo, tanto en la propia organización como en los
proyectos que financia. Asimismo, propicia el fortalecimiento de la comunidad,
la participación, la transparencia y la democracia; como organización; en los
proyectos que financia y en las relaciones que establece con ellos.
La capacidad de transformación de FBE se amplifica porque está inserto en
el proyecto común de todas las organizaciones de la ESS, con lo que comparte
valores y una serie de principios que se concretan en: equidad, trabajo digno,
la cooperacion, la sostenibilidad ecológica, el reparto justo de la riqueza y el
compromiso con el entorno (RIPPES, 2015; REAS, 2022).
La ESS despliega un proyecto de transformación que incluye todos los
sectores de la economía – producción, finanzas, distribución, intercambio,
consumo y gobernanza (RIPPES, 2015). Los valores en los que se inspiran son
múltiples, siendo fundamental la incorporación de la dimensión social y ética a
todas las actividades económicas.
La ESS reconoce que una utopía concreta ya existe y está en marcha. Tiene
sus raíces en las prácticas de la democracia participativa y promueve una
nueva visión de la economía que valora los lazos sociales, no las mercancías.
237
Finanzas éticas y solidarias: herramienta para una transición socio-ecológica justa. el caso de Fiare banca ética
revista de economía mundial 67, 2024, 221-241
Por tanto, las FES Y la ESS son realidades de una agenda de transformación
sistémica.
Hablar de economía social y solidaria es hablar desde un proyecto común
e inclusivo que “consolida los valores universales que deben regir la sociedad
y las relaciones entre toda la ciudadanía: equidad, justicia, fraternidad
económica, solidaridad social y democracia directa” (REAS, 2022).
Desde una perspectiva práctica, las FES dan prioridad a los colectivos
más vulnerables y a los proyectos con mayor impacto social, dejando fuera
de sus prácticas la especulación, los paraísos fiscales y los proyectos que no
fomenten la justicia y/o la sostenibilidad de la vida.
La producción, la distribución y el consumo se destina a sus miembros
o a la comunidad, guiada por un propósito social y medioambiental. La
proximidad permite el fortalecimiento de las relaciones humanas y favorece
una mayor involucración en la participación. Por tanto, se genera pertenencia,
interrelación y una cultura o visión común, es decir la vida personal se vincula
a la vida comunitaria. A ello se une la subsidiaridad, es decir, las soluciones
se buscan en el ámbito dónde surjan los problemas, y a su vez, las cuestiones
que impliquen a espacios más amplios se trasladan a una escala superior.
Este principio, junto al de solidaridad conforman la base de los mecanismos
democráticos y ciudadanos para encauzar las relaciones económicas (Razeto,
2015).
En cuanto a las limitaciones del trabajo podemos indicar que sólo nos
hemos centrado en una entidad, por lo que consideramos necesario ampliar el
estudio a otras organizaciones de las FES y a otros territorios para comprobar
cuál es el papel que están jugando en la actualidad. A ello se une la necesidad
de aplicar otras técnicas de investigación para determinar si existe patrones
comunes, y encontrar cuales son los principales obstáculos que existen en las
FES para su expansión, y posibles vías para reducir esas barreras.
Por último, consideramos que las FES son fundamentales para financiar la
transición, pero no es la única herramienta. La transición hacia el donut supone
un cambio de todo el sistema, es decir de los valores culturales y del papel de
todos los agentes. En este sentido, la educación sigue siendo la herramienta
imprescindible para modificar la percepción que fundamentan el modelo
actual; el dinero como fin en si mismo, la inexistencia de límites naturales y
el consumo como estilo de vida. Esto supone concienciar a la ciudadanía, a
las organizaciones productivas (empresas, asociaciones, etc.) y a los poderes
públicos de la importancia de la naturaleza como nuestro sustento, al que le
debemos cuidado y respeto; la búsqueda de propósito en la vida más allá que
el tener, y por tanto más allá del consumo y el dinero como medio para facilitar
ese propósito. Además, el papel del sector público es fundamental, pasando
de ser un sector público “solucionador” de los problemas del mercado a un
estado-socio” que fomenta la financiación de otras formas alternativas a los
negocios capitalistas y que abre espacios para otras formas de convivencia
diferentes al mercado.
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