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Análisis y Modicación de Conducta
2024, Vol. 50, Nº 185, 47-67
ISSN: 0211-7339
http://dx.doi.org/10.33776/amc.v50i185.8336
Revisión sistemática sobre programas de prevención de
la violencia de género en la adolescencia
Systematic review of programs to prevent gender-based
violence in adolescence
Cristina Rasero Giles
Diego Gómez Baya
Universidad de Huelva (España)
Resumen
El objetivo de este trabajo fue realizar una revi-
sión sistemática sobre programas de prevención de
la violencia de género en la adolescencia. La violen-
cia de género es un problema de salud pública que
afecta a, aproximadamente, un tercio de las mujeres
a nivel global. Por ello, intervenir en esta etapa resul-
ta esencial, pues es cuando los jóvenes empiezan a
experimentan con nuevas formas de pensar y com-
portarse en sus relaciones. La búsqueda se realizó a
través de la Web of Science, y, tras aplicar los criterios
de inclusión y exclusión, se contó con un total de 13
artículos. El trabajo destaca la necesidad de identicar
las revisiones sistemáticas que se vienen realizando y
ofrece una síntesis estructurada de los artículos, de-
tallando la muestra, el diseño, los instrumentos y los
resultados obtenidos en cada uno de ellos. Dichos re-
sultados muestran como las diversas intervenciones
estudiadas han logrado reducir la perpetración de
diversas formas de violencia, además de una mejora
en el bienestar de los participantes y un cambio en las
actitudes y comportamientos que actúan como man-
tenedores del problema. Además, también se encon-
tró ecacia en las intervenciones que involucraban
a la familia. Esto ofrece una visión más amplia sobre
aquello que funciona para el desarrollo de futuras in-
tervenciones.
PalabRas clave
Violencia de género, adolescencia, prevención, revi-
sión sistemática.
abstRact
The aim of this paper was to conduct a systema-
tic review of gender-based violence prevention pro-
grammes for adolescents. Gender-based violence is
a public health problem that aects approximately
one third of women globally. Intervening at this sta-
ge is therefore essential, as it is when young people
begin to experiment with new ways of thinking
and behaving in their relationships. The search was
conducted through the Web of Science, and after
applying the inclusion and exclusion criteria, a total
of 13 articles were found. The paper highlights the
need to identify the systematic reviews that have
been carried out and oers a structured synthesis of
the articles, detailing the sample, the design, the ins-
truments and the results obtained in each of them.
These results show how the various interventions
studied have been successful in reducing the perpe-
tration of various forms of violence, as well as impro-
ving the well-being of participants and changing the
attitudes and behaviours that act as maintainers of
the problem. In addition, interventions involving the
family were also found to be eective. This oers a
broader view of what works for the development of
future interventions.
KeywoRds
Gender violence, adolescence, prevention, syste-
matic review.
Correspondencia: Cristina Rasero Giles. E-mail: cristina.rasero688@alu.uhu.es
Recibido: 26/06/2024; aceptado: 01/10/2024
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Análisis y Modicación de Conducta, 2024, vol. 50, nº 185
http://dx.doi.org/10.33776/amc.v50i185.8336
Introducción
La violencia contra las mujeres es un pro-
blema a nivel mundial que ha sido ignorado
históricamente (García-Moreno et al. 2015). Se
dene como el maltrato que sufren las mujeres
por parte de sus parejas o exparejas, conside-
rando esencial que haya existido una relación
afectiva/amorosa (Gimeno y Barrientos, 2009).
Puede adoptar diversas formas, que incluyen
acciones físicas, abuso sexual, control econó-
mico, manipulación psicológica y limitación de
libertades, teniendo todas como objetivo con-
trolar y someter a la otra persona (Águila et al.
2016). Es importante diferenciarla de la violen-
cia doméstica, en la que se incluye cualquier
acto violento que ocurra dentro del hogar y
contra cualquier persona que viva en él (Gime-
no y Barrientos, 2009).
Este tipo de violencia es un problema de
salud pública que afecta, aproximadamente, a
un tercio de las mujeres a nivel global (World
Health Organization, 2013). En el año 2022,
se registraron un total de 32.644 víctimas de
violencia de género, lo que supuso un aumen-
to del 8,3% con respecto al año anterior (INE,
2023). Del grupo de mujeres españolas de en-
tre 16 y 74 años, que maniestan haber tenido
pareja alguna vez en sus vidas, el 28% ha sufri-
do violencia de género (en torno a 4,8 millo-
nes) (Ministerio de Igualdad, 2022). En térmi-
nos generales, las víctimas suelen ser mujeres
jóvenes, con edades comprendidas entre 18 y
30 años (Trias et al. 2023). La violencia psicoló-
gica es la que tiene mayor prevalencia, pues un
27,8% maniesta haberla sufrido alguna vez
en la vida, el 12,7% ha sufrido violencia física
y el 6,7% violencia sexual (Ministerio de Igual-
dad, 2022).
Las mujeres que han sido abusadas física o
sexualmente presentan tasas más altas de cier-
tos problemas de salud, como el doble de pro-
babilidad de experimentar depresión y más
del doble de posibilidades de sufrir un aborto
(World Health Organization, 2013).
Las creencias y actitudes sexistas y toleran-
tes sobre el uso de la violencia suponen un
factor de riesgo para su aparición (Ferrer et al.
2006). El sexismo, la aceptación de la violencia
como estrategia de resolución de problemas,
la culpabilización de la víctima y desculpabili-
zación del agresor, la minimización del proble-
ma y la aceptación del estereotipo tradicional,
son algunas de las creencias y actitudes que
favorecen los comportamientos violentos (Fe-
rrer et al. 2006). El periodo de la adolescencia
es uno de los más críticos del desarrollo hu-
mano, pues se adquieren muchas conductas
que estarán presentes de por vida (Blum et al.
2017). Es importante intervenir durante esta
etapa, ya que se produce un aumento en la
distinción de los roles de género, y los niños
y niñas experimentan con nuevas formas de
pensar y comportarse en sus relaciones (Lund-
gren y Amin, 2014).
El sexismo se relaciona de forma directa
con la distorsión de los pensamientos sobre las
mujeres y el uso de la violencia (Rivas-Rivero et
al. 2022) y se caracteriza por una actitud dis-
criminatoria hacia las personas según su sexo
biológico (Ferrer et al. 2006; Lameiras, 2004).
Implica la atribución de características y com-
portamientos distintos según la pertenencia a
un género especíco (Lameiras, 2004). El sexis-
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mo tradicional ha evolucionado hacia una for-
ma llamada sexismo ambivalente, que se com-
pone de dos categorías: el sexismo hostil y el
sexismo benévolo (Glick y Fiske, 1996). Ambos
tipos se basan en la dominación del hombre
sobre la mujer, considerándola como más dé-
bil y necesitando protección. La manera en que
se maniesta el sexismo benévolo es tan sutil
que puede llegar a relacionarse con compor-
tamientos de protección, aunque no deja de
ser una forma de discriminación (Glick y Fiske,
1996). A diferencia de las mujeres, los hombres
emplean principalmente el sexismo hostil con
el propósito de restringir a las mujeres a roles
especícos y conseguir el control sobre ellas a
través de la sumisión (Orozco et al. 2022).
El género se trata de la variable explicati-
va más importante que predice las creencias
distorsionadas sobre las mujeres y el uso de
violencia (Ferrer et al. 2006). En general, son
las chicas las que experimentan en mayor me-
dida violencia durante sus relaciones, siendo
la violencia verbal la forma más común entre
adolescentes, seguida de la violencia sexual
(Penado y Rodicio-García, 2017).
Los chicos muestran mayor grado de acep-
tación de las creencias erróneas tradicionales
que las chicas, mientras que en la creencia de
que el maltrato puede ser una muestra de pre-
ocupación por ellas, son las chicas las que pre-
sentan mayores porcentajes (Rivas-Rivero et
al. 2022). Reconocer ciertos comportamientos
como formas de maltrato puede ser complica-
do, y puede inuir en cómo responden ante
diversas situaciones, lo que destaca la impor-
tancia de analizar este aspecto en la población
adolescente (Francis y Pearson, 2019). Con res-
pecto al pensamiento acerca de la inferioridad
de la mujer, también se obtienen diferencias
estadísticamente signicativas, presentan-
do mayores puntuaciones los hombres, y del
mismo modo ocurre con la culpabilización de
la víctima (Rivas-Rivero et al. 2022). En el caso
de las mujeres, aquellas que han interiorizado
un mayor número de creencias patriarcales y
sexistas, son más propensas a desarrollar ac-
titudes que aprueban la violencia contra ellas
mismas (Orozco et al. 2022). Las actitudes que
respaldan la violencia psicológica son las que
presentan un impacto más notable en la per-
petración de la violencia (Orozco et al. 2022).
La educación recibida y los modelos observa-
dos durante la infancia, son predictores del se-
xismo y de la tolerancia a la violencia (Ferrer et
al., 2006).
Como se ha mencionado anteriormente, es
fundamental intervenir durante la adolescen-
cia para reducir la prevalencia del problema.
Por ello, resulta esencial revisar las interven-
ciones implementadas en las últimas décadas
para proporcionar recomendaciones útiles a
las nuevas generaciones, orientadas hacia el
diseño de medidas más efectivas. Este análisis
puede proporcionar información valiosa sobre
los componentes claves de los programas exi-
tosos. Además, al comprender mejor las inter-
venciones previas, se pueden adaptar y mejo-
rar las estrategias para abordar las necesidades
especícas de diferentes contextos y poblacio-
nes. Por ello, el objetivo del presente trabajo
fue realizar una revisión sistemática sobre los
programas preventivos de la violencia de gé-
nero en la adolescencia.
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Método
La búsqueda se realizó a través de la Web
of Science (WoS), que se trata de un motor de
búsquedas. Para ello, se utilizaron los siguien-
tes descriptores:
- gender violence” OR “sexist violence OR
“intimate partner violence” OR dating vio-
lence OR “relationship abuse OR perpetra-
tion OR victimization
- program* OR intervention OR preventi*
- adolescen* OR youth OR teenager OR child*
- assessment OR evaluation OR results OR
ecacy OR outcome OR eectiveness
El resultado nal de la búsqueda fue: gen-
der violence OR sexist violence OR intimate
partner violence OR dating violence OR “rela-
tionship abuse OR perpetration OR victimiza-
tion (Topic) AND program* OR intervention OR
preventi* (Topic) AND adolescen* OR youth OR
teenager OR child* (Topic) AND assessment OR
evaluation OR results OR ecacy OR outcome
OR eectiveness (Topic).
Se obtuvieron un total de 16.653 resulta-
dos. A continuación, se acotó la búsqueda
seleccionando los ltros Open Access (6.642
artículos), en temporalidad se eligieron los úl-
timos 5 años (2020-2024) (2.989), y en el tipo
de documento se seleccionó Clinical Trial (155
artículos). Además, para la búsqueda se em-
plearon los operadores booleanos AND y OR.
Por otra parte, se utilizaron los siguientes
criterios de inclusión:
- Únicamente serán útiles aquellos artículos
que traten sobre violencia de género.
- Solo se utilizarán ensayos clínicos, pues lo
que interesa es que sean programas pre-
ventivos llevados a término y evaluados.
- Publicados en inglés.
- Restricción temporal de 5 años, cuya franja
será del año 2020 al 2024, ambos incluidos.
Además, se tuvieron en cuenta tres criterios
de exclusión:
- Se eliminarán aquellos programas que tra-
ten sobre temas diferentes al de estudio, es
decir, todos aquellos que no hablen sobre
violencia de género (por ejemplo, violencia
lo-parental, bullying, etc.)
- Se descartarán aquellos artículos que no
sean programas preventivos
- Eliminar aquellos programas preventivos
que no han llegado a evaluarse.
Resultados
Una vez aplicados los ltros de búsqueda,
el resultado nal fue de 155 artículos en to-
tal. Posteriormente, se aplicaron los criterios
de inclusión y exclusión mencionados. En pri-
mer lugar, se descartaron 101 artículos por no
abordar la temática de estudio, pues hablaban
sobre otro tipo de violencia como el bullying o
la violencia lo-parental, entre otras. Este cri-
terio se identicó rápidamente al leer el título
o el resumen. A continuación, se descartaron
35 artículos por no tratarse de programas de
prevención. Este es uno de los criterios más im-
portantes de la presente revisión sistemática.
Únicamente son válidos aquellos programas
que han llegado a implementarse y han obte-
nido unos resultados. Por último, se descarta-
ron cuatro artículos por ser investigaciones y
dos por no tratarse de intervenciones psicoló-
gicas, si no que presentaban otra temática.
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Análisis bibliométrico de los artículos se-
leccionados
Para conocer la procedencia de cada uno
de los artículos nalmente seleccionados, se
utilizó Journal Citation Report para saber el
factor de impacto de la revista, la categoría y
el cuartil al que pertenece. Los resultados se
muestran en la Tabla 1 y la Figura 2.
Análisis de contenido de los programas
La Tabla 2 recoge una síntesis estructurada
de los 13 artículos seleccionados tras haber
completado el proceso de exclusión. Todos los
artículos presentan algunas similitudes, como
por ejemplo el tipo de diseño. En todos se apli-
ca un diseño longitudinal con seguimiento a lo
largo del tiempo, pues es lo que parece tener
más ecacia en este tipo de intervenciones.
Además, todos se tratan de ensayos controla-
dos aleatorios.
Los artículos se pueden organizar en fun-
ción de los resultados obtenidos en tres blo-
ques, destacando cómo los programas han
logrado tener un impacto signicativo en di-
versas áreas.
Reducción de la perpetración de violencia
Varios estudios han mostrado una reduc-
ción signicativa en la perpetración de diver-
sas formas de violencia, entre ellos, Temple et
al. (2021) encontraron una menor probabili-
dad de abuso físico en las relaciones adoles-
centes y Collibee et al. (2021) reportaron una
reducción en la perpetración de violencia fí-
sica en las chicas que participaron en el pro-
grama DATE SMART. Por otro lado, Ogum et
Figura 1. Diagrama de ujo sobre el procedimiento de
búsqueda
Figura 2. Distribución del número de artículos por cu-
artiles de JCR
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al. (2020) también observaron una reducción
en la perpetración de violencia, pero en una
población de hombres con un rango de edad
más amplio (de 18 a 49 años). Silverman et al.
(2023) también encontraron una reducción de
la violencia de pareja, pero este estudio estaba
orientado a una población de adolescentes ca-
sadas. Por su parte, Gibbs et al. (2019) y Dunkle
et al. (2020), lograron una menor perpetración
de varias formas de violencia, como la física, la
económica y la sexual. Por último, Gurbuz et al.
(2023) y Miller et al. (2020a), encontraron una
disminución de la perpetración de violencia
física, ambos en muestras de varones jóvenes.
A continuación, se muestra una descripción
más amplia de cada uno de los artículos men-
cionados:
- En el estudio de Temple et al. (2021), se
trata de probar la hipótesis de que los estu-
diantes que asisten a una escuela en la que
se aplica la intervención, tendrían menos
probabilidades de comunicar abuso físico
en las relaciones de pareja que los estu-
diantes de las escuelas control. En este es-
tudio, se aplica la versión de la Cuarta R para
promover relaciones juveniles saludables y
prevenir la violencia. El plan estaba com-
puesto por clases de seguridad personal y
prevención de lesiones, clases sobre uso de
sustancias, adicción y conductas relaciona-
das y clases sobre crecimiento y desarrollo
personal. Se utilizaron varios instrumentos,
entre los que destaca el “Conict in Adoles-
cent Dating Relationships Inventory que
evalúa la perpetración de abuso físico en
Tabla 1
Resumen de las características de indexación de cada revista
Cita Revista Factor de impacto Categoría Cuartil
Temple et al. 2021 PEDIATRICS 9.703 PEDIATRICS 4/130 Q1
Collibee et al. 2021 JOURNAL OF INTERPER-
SONAL VIOLENCE 2.621 CRIMINOLOGY & PENOLOGY
23/69 Q2
Ogum et al. 2020 GLOBAL HEALTH AC-
TION 2.662 PUBLIC, ENVIRONMENTAL & OC-
CUPATIONAL HEALTH 74/176 Q2
Miller et al. 2020a JAMA NETWORK OPEN 8.485 MEDICINE, GENERAL & INTERNAL Q1
Rizzo et al. 2020 PREVENTION SCIENCE 4.060 PUBLIC, ENVIRONMENTAL & OC-
CUPATIONAL HEALTH 30/176 Q1
DeGue et al. 2021 PREVENTION SCIENCE 3.931 PUBLIC, ENVIRONMENTAL & OC-
CUPATIONAL HEALTH 61/189 Q2
Fuino et al. 2021 PREVENTION SCIENCE 3.931 PUBLIC, ENVIRONMENTAL & OC-
CUPATIONAL HEALTH 61/189 Q2
Gibbs et al. 2019 JOURNAL OF ADOLES-
CENT HEALT 3945 PEDIATRICS 8/128 Q1
Miller et al. 2020b JAMA PEDIATRICS 16.193 PEDIATRICS 1/129 Q1
Dunkle et al., 2020 BMJ GLOBAL HEALTH 5.558 PUBLIC, ENVIRONMENTAL & OC-
CUPATIONAL HEALTH 27/203 Q1
Ferrari et al., 2022 PLOS MEDICINE 15.8 MEDICINE, GENERAL & INTERNAL
13/169 Q1
Gurbuz et al., 2023 PLOS ONE 3.7 MULTIDISCIPLINARY SCIENCES Q2
Silverman et al.,
2023 REPRODUCTIVE HEALTH 3.4 PUBLIC, ENVIRONMENTAL & OC-
CUPATIONAL HEALTH 98/207 Q2
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CRISTINA RASERO GILES · DIEGO GÓMEZ BAYA
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las relaciones adolescentes; “Olwes Bullying
Questionnaire evalúa la perpetración de
acoso durante el último año y, por último,
se realizaron preguntas de si o no sobre
el consumo de sustancias. Los resultados
mostraron que los estudiantes que recibie-
ron la intervención presentan una menor
probabilidad de reportar abuso físico en las
relaciones adolescentes que el grupo con-
trol. Sin embargo, la intervención no mos-
tró efecto en la perpetración de acoso, las
peleas físicas con compañeros y el abuso de
sustancias.
- El estudio de Collibee et al. (2021), exami-
na la ecacia del programa DATE SMART ba-
sado en la prevención de riesgos sexuales y
violencia en el noviazgo, que va destinado
hacia chicas adolescentes con alto riesgo
de sufrir violencia. La muestra estaba com-
puesta por 109 adolescentes que habían
sufrido previamente violencia física en el
noviazgo. Existen dos condiciones experi-
mentales: el grupo experimental al que se
le imparte el programa DATE SMART, y el
grupo control KO. Como instrumentos se
utilizaron el “Inventario de Depresión de
Beck-II (BDI-II)” y el “CADRI” que evalúa el
conicto. Se concluye que el DATE SMART
parece reducir la perpetración de violencia
física en el noviazgo en aquellos que pre-
sentan mayor riesgo inicial, sabiéndose que
los adolescentes con diferentes perles de
riesgo responden de manera diferente a los
programas. Niñas con síntomas depresivos
altos mostraron una reducción signicativa
en la perpetración de violencia física en la
condición experimental, mientras que no la
presentaron en la condición KO (control).
- Ogum et al. (2020), llevaron a cabo una
intervención basada en el sistema de res-
puesta rural, con la que pretendían redu-
cir la incidencia de todas las formas de
violencia experimentadas por las mujeres,
además de aumentar el conocimiento, fo-
mentar un cambio de actitudes hacia la
igualdad de género y cambiar las normas
y los comportamientos que perpetúan las
desigualdades de género, entre otras cosas.
En este estudio, el rango de edad era más
amplio que en el de los dos anteriores, pues
era de 18 a 49 años. Entre los resultados,
se encontró una reducción de los compor-
tamientos controladores por parte de las
mujeres hacia sus parejas y una menor de-
presión. También se reportan algunas evi-
dencias de reducciones en la perpetración
de violencia por parte de los hombres. Las
experiencias de violencia sexual, violencia
física y las puntuaciones en depresión se re-
dujeron más en el grupo experimental que
en el grupo control.
- Silverman et al. (2023), evaluaron el im-
pacto del “Reaching Married Adolescents
(RMA)”, una intervención social diseñada
para mejorar el uso de anticonceptivos
modernos y reducir la violencia de pare-
ja. El programa se llevó a cabo en Níger
por presentar la tasa más alta de fertilidad
adolescente del mundo. La muestra estaba
compuesta por 1.072 mujeres de entre 13 y
19 años y 1.080 hombres (sus esposos) con
una edad media de 25,6 años, que fueron
asignados aleatoriamente al grupo experi-
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mental o al grupo control. Se trataba de un
diseño longitudinal con seguimiento a los
24 meses. En cuanto a los resultados, se en-
contró que el uso actual de anticonceptivos
modernos entre mujeres no embarazadas
aumentó durante el periodo de estudio,
pasando de un 11,8% a un 38,3%. Las par-
ticipantes del grupo experimental tuvieron
más del doble de probabilidades de infor-
mar el uso de anticonceptivos modernos en
el seguimiento, en comparación con las del
grupo control. El 8,9% de las esposas infor-
maron haber sufrido violencia de pareja en
el último año al inicio del estudio, aumen-
tando al 9,8% en el seguimiento. Por último,
las mujeres del grupo experimental tuvie-
ron menos posibilidades de informar sobre
violencia de pareja en comparación con las
del grupo control.
- Stepping Stones and Creating Futures, la in-
tervención llevada a cabo por Gibbs et al.
(2019), tiene como objetivo transformar las
actitudes de género y fortalecer los medios
de vida, a través de actividades como el jue-
go de roles, entre otras. El diseño se trata
de un ensayo controlado aleatorio con un
grupo control por lista de espera. Es un di-
seño longitudinal con seguimiento a los 12
(línea media) y a los 24 meses (línea nal).
Los participantes tenían edades compren-
didas entre 18 y 30 años. Los instrumentos
empleados fueron Alcohol Use DIsorders
Identication Test (AUDIT)” y “International
Men and Gender Equality Survey (IMAGES)”.
En cuanto a los resultados, se encontró que
los hombres que participaron en Stepping
Stones and Creating Futures mostraron un
patrón de menor perpetración de violencia
autoinformada con reducciones en la vio-
lencia de pareja física, económica y sexual.
Por otro lado, las mujeres habían mejorado
sus ingresos en el último mes del proyecto
en un 47%, lo que está relacionado con una
mejor sensación de bienestar y autonomía.
- Dunkle et al. (2020), llevaron a cabo el
ensayo Indashyikirwa en siete distritos de
Ruanda con altas tasas de violencia de gé-
nero. La muestra estaba compuesta por 815
mujeres y 763 hombres en la intervención
y 802 mujeres y 773 hombres en el grupo
control. Se trataba de un diseño longitudi-
nal con tres momentos de recogida de la
información: al inicio, 12 meses después y
24 meses después. Las entrevistas se reali-
zaron a través de ACASI (Audio-enhanced
Computer Self-Interviewing). Los resulta-
dos fueron los siguientes: las participantes
femeninas mostraron reducciones signica-
tivas tanto en la violencia física como en la
sexual, mientras que para los hombres solo
se lograron reducciones en la perpetración
de violencia sexual; las mujeres informaron
menor riesgo de experimentar abuso eco-
nómico y también informaron una mayor
percepción de conanza, cuidado y respeto
con sus parejas; reducciones en la acepta-
bilidad de los golpes a sus esposas, el res-
paldo al castigo corporal de los niños y una
menor frecuencia de bofetadas o palizas;
tanto mujeres como hombres informaron
reducciones en los síntomas depresivos en
la escala CES-D 10 y mejoras en la salud au-
toevaluada en el en bienestar de los hoga-
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CRISTINA RASERO GILES · DIEGO GÓMEZ BAYA
Análisis y Modicación de Conducta, 2024, vol. 50, nº 185
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res en forma de mayores ingresos y reduc-
ción del hambre.
- Gurbuz et al. (2023), diseñaron el progra-
ma The Engaging Men through Accoun-
table Practice (EMAP)” para brindar a los
participantes varones las herramientas para
prevenir la violencia de género mediante
cambios comportamentales a nivel indi-
vidual. La muestra estaba compuesta por
1.387 hombres de 18 años en adelante, y
1.220 mujeres (mayores de 15 años). Se tra-
tó de un ensayo controlado aleatorio por
conglomerados de pares emparejados y
un diseño longitudinal con seguimiento en
un año. Para recopilar los resultados se em-
plearon entrevistas asistidas por audio por
computadora, y para explorar los distintos
patrones de experiencia de violencia de pa-
reja se realizó un análisis de clases latentes.
En cuanto a los resultados, se encontró una
disminución signicativa de la probabilidad
y de la gravedad de la violencia física de pa-
reja entre las mujeres que experimentaron
este tipo de violencia al inicio del estudio.
Se concluye que el programa es más ecaz
para reducir la perpetración de violencia
entre los hombres que eran violentos al ini-
cio del programa.
- Miller et al. (2020a) implantaron la inter-
vención Manhood 2.0, un plan de estudios
transformador de género para adolescen-
tes y hombres, en la que se impulsaba a
discutir acerca de las relaciones saludables
y la sexualidad, identicar normas de géne-
ro, reconocer los comportamientos irrespe-
tuosos y practicar intervenciones positivas
cuando actúan como espectadores y pre-
sencian comportamientos negativos de sus
iguales. Existía un grupo control denomi-
nado Jump Start Success: Work Readiness
and Career Exploration Training”, que es un
plan de estudios laboral con el que se pre-
tenden comparar los resultados. La muestra
eran hombres de entre 13 y 19 años. Se uti-
lizaron varias escalas: escala sobre las opi-
niones de los participantes acerca de las
normas de género, escala de conocimiento
de conductas abusivas y dañinas en la pa-
reja, escala de probabilidad de intervención
ante conductas abusivas de sus compañe-
ros varones, escala para evaluar la conanza
a la hora de negociar el uso del condón y
escala para la evaluación de las opiniones
sobre el uso de condón y anticonceptivos.
Los hallazgos no mostraron un efecto signi-
cativo en la reducción de violencia en las
relaciones de pareja entre el Manhood 2.0
y el programa de control. Sin embargo, el
grupo que recibió la intervención presentó
mayor reconocimiento de comportamien-
tos abusivos.
Mejora del bienestar y la regulación
emocional
Otros estudios se centraron más en la me-
jora del bienestar de los/las participantes y en
la reducción de la victimización. Por ejemplo,
Ogum et al. (2020), reportaron una menor de-
presión en mujeres que participaron en el pro-
grama; Rizzo et al. (2020) encontraron una me-
nor victimización y mejora de las habilidades
de regulación emocional de los adolescentes y
DeGue et al., (2021) demostraron que los pro-
gramas Dating Matters y Safe Dates estaban
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asociados con una reducción de la victimiza-
ción y también del acoso sexual.
- Rizzo et al. (2020) llevaron a cabo como es-
tudio piloto el programa STRONG que trata
de involucrar a las familias. Se realizó un en-
sayo aleatorio controlado en lista de espera
y la población objetivo eran varones adoles-
centes, con una edad media de 13,04 años,
y sus padres. Tanto los adolescentes como
los padres completaron entrevistas al inicio,
a los 3 meses y a los 9 meses. Se trataban
de entrevistas estructuradas asistidas por
computadora. La condición STRONG estaba
compuesta por 6 módulos con 4/6 activida-
des y juegos. Los instrumentos empleados
fueron los siguientes: the Conict Tactics
Scale (CTS), que evalúa el historial de agre-
sión verbal y física de los padres con pareja;
the Conict in Adolescent Dating Relation-
ships Inventory (CADRI), que evaluó la per-
petración y victimización de abuso verbal,
emocional, físico y sexual en el noviazgo;
the Attitude about Relationship Violence
Questionnaire (ARVQ), evalúa conocimien-
tos, actitudes y métodos para afrontar la
violencia doméstica; the Aggession Ques-
tionnaire (AQ); the Adolescent Self-Regu-
latory Inventory (ASRI), que mide las per-
cepciones de la capacidad de regulación a
corto y largo plazo de los adolescentes; the
Emotion Regulation Behaviors Scale (ERBS)
evalúa la frecuencia de participación en las
conductas de regulación de las emociones;
y por último, A modied Miller Sexual Com-
munication Scale. Entre los principales re-
sultados, se encuentra que los adolescentes
de la condición STRONG informaron menor
perpetración y victimización a los 9 meses
que los de la condición control. Aquellos
que empezaron a tener citas al inicio de la
intervención mostraron puntuaciones más
bajas en agresión a los 9 meses. Los pa-
dres del grupo STRONG tuvieron pequeños
efectos positivos en las actitudes hacia la
violencia doméstica. Los adolescentes del
grupo STRONG presentaron una mayor per-
cepción de habilidades de autorregulación
a largo plazo en el ASRI, mayor utilización
de estrategias de regulación emocional en
el ERBS. Tanto los padres como los adoles-
centes de la condición STRONG informaron
haber discutido más temas relacionados
con las relaciones en el noviazgo.
- DeGue et al. (2021), llevaron a cabo un
ensayo controlado aleatorio que trataba de
evaluar el efecto de una intervención en la
exposición de los jóvenes a la violencia se-
xual y al acoso sexual, como víctimas o per-
petradores. La intervención estaba basada
en tres programas para jóvenes que tenían
su enfoque en el desarrollo de habilidades
para relaciones saludables. Los programas
recibieron el nombre de Dating Matters, de-
sarrollado para jóvenes de sexto y séptimo
grado, y Safe dates, para jóvenes de octavo
grado. También se implantaron los mismos
programas, pero adaptados para padres,
que se centran en habilidades de crianza
positiva y en una comunicación ecaz en-
tre padres e hijos sobre relaciones saluda-
bles. Se trataba de un diseño longitudinal
con 4 años de seguimiento. La muestra es-
taba dividida en cohortes: las cohortes del
1 al 3 se encontraban en octavo, séptimo
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CRISTINA RASERO GILES · DIEGO GÓMEZ BAYA
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y sexto grado respectivamente durante el
año escolar 2012-2013, y las cohortes 4 y 5
eran estudiantes de 6 grado en 2013-2014 y
2014-2015. La violencia y la perpetración de
la violencia sexual se evaluó a través de un
ítem de la AAUW Sexual Harassment Sur-
vey, y el acoso sexual se midió con 5 ítems
de la misma encuesta anterior y dos ítems
de la Growing Up in the Media Survey. Los
resultados mostraron que el Dating Matters
estaba asociado con reducciones signica-
tivas en las puntuaciones de perpetración
y victimización de violencia sexual y acoso
sexual en la mayoría de los grupos, pero no
en todos. La perpetración de VS fue un 13%
menor entre hombres y mujeres, solo en la
cohorte 3, al nal de la escuela secundaria;
la victimización por violencia sexual fue un
13% menor entre mujeres de ambas cohor-
tes; la victimización de acoso sexual fue un
14% menor en todos los grupos; el progra-
ma reveló menos efectos en los hombres en
general y Las tasas de perpetración y victi-
mización de acoso sexual son signicativa-
mente más elevadas que las de violencia
sexual.
Cambio de actitudes y comportamientos
que agravan el problema
Otros estudios se centraron en cambiar las
actitudes y comportamientos relacionados
con la violencia de género. Miller et al. (2020a),
a través de la intervención Manhood 2.0, logra-
ron un mayor reconocimiento de comporta-
mientos abusivos y un cambio en las actitudes
hacia las normas de género más equitativas. A
su vez, Miller et al. (2020b) reportaron también
comportamientos más positivos como espec-
tadores. Dunkle at al. (2020) mostraron reduc-
ciones en los comportamientos de castigo cor-
poral y Fuino et al. (2021) demostraron que los
participantes del modelo integral de preven-
ción de la violencia Dating Matters mostraron
una reducción en el porte de armas, consumo
de sustancias y otras conductas delictivas. Por
último, Ferrari et al. (2022), observaron tam-
bién una reducción en el consumo peligroso
de alcohol.
- Miller et al. (2020b), llevaron a cabo el pro-
grama de prevención Coaching Boys Into
Men (CBIM) que capacita a entrenadores
deportivos para hablar con atletas mascu-
linos sobre comportamientos respetuosos,
la promoción de actitudes equitativas de
género y la intervención positiva de es-
pectadores cuando son testigos de com-
portamientos dañinos de sus compañeros.
Se trataba de un ensayo clínico aleatorio
grupal con dos grupos, el grupo CBIM y el
grupo control. Los participantes completa-
ron encuestas en línea al inicio, al nal de la
temporada (aproximadamente de 4 a 8 se-
manas después del inicio) y un año después
del inicio. La muestra estaba compuesta
únicamente por varones de entre 11 y 14
años de edad. Con respecto a los resulta-
dos, los atletas que recibieron la condición
CBIM notaron un mayor reconocimiento de
comportamientos abusivos e informaron
haber participado en comportamientos
más positivos como espectadores. También
informaron cambios hacia actitudes de gé-
nero más equitativas y aquellos que alguna
vez tuvieron citas, presentaron menos pro-
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Análisis y Modicación de Conducta, 2024, vol. 50, nº 185
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babilidades de perpetración de relaciones
abusivas.
- Fuino et al. (2021), estudiaron los efectos
del modelo integral de prevención de la vio-
lencia en el noviazgo Dating Matters (DM)
comparándolo con un programa estándar
Safe Dates (SC) sobre las conductas de ries-
go de la salud y la delincuencia. Se trata de
un ensayo controlado aleatorio grupal en
escuelas de alto riesgo, pues presentan una
criminalidad superior al promedio y des-
ventaja económica. La muestra estaba com-
puesta por 1750 mujeres y 1551 hombres,
con una edad media de 11,93 años. Los ins-
trumentos utilizados fueron los siguientes:
el porte de armas se evaluó a través de un
ítem de la YRBS”; para el medir el consumo
de alcohol y de otras drogas se utilizó Ado-
lescent Substance Involvement Measure
y para evaluar la participación de los ado-
lescentes en la delincuencia The National
Longitudinal Study of Adolescente Health.
En cuanto a los resultados, se encontró que
los estudiantes de escuelas pertenecientes
a la condición DM obtuvieron un porcen-
taje 9% más bajo en el porte de armas que
los de la condición SC. De igual modo ocu-
rre con el consumo de sustancias. Por otro
lado, los estudiantes de la condición DM tu-
vieron una reducción del 8% en el riesgo de
conductas delictivas en comparación con la
condición SC.
- Ferrari et al. (2022), estudiaron seis inter-
venciones de prevención de la violencia
contra las mujeres y niñas. para conocer
la rentabilidad, los resultados de salud y el
impacto social. Utilizaron un análisis basa-
do en ensayos. El objetivo era sintetizar los
hallazgos sobre la rentabilidad de las seis
intervenciones. Las intervenciones abor-
dan las necesidades de diferentes grupos
de población que sufren violencia: las inter-
venciones en Ghana, Ruanda, Sudáfrica y
Zambia se dirigieron solo a mayores de 18
años, la intervención en Kenia se dirigió a
niñas de 11 a 14 años y la intervención de
Pakistán se dio entre pares de 11 a 14 años
(un total de 6 intervenciones). Los instru-
mentos utilizados fueron: AUDIT-C para
medir el consumo de alcohol, The Child
Depressions Inventory II (CDI) para medir la
depresión, The Beck Youth depression and
Anxiety Inventories, para medir la ansiedad
y la depresión en niños y en jóvenes, The
Youth Self-Report (YSR)” y “the Peer Victimi-
zation Scale (PVS), que mide la violencia en-
tre pares. Los resultados mostraron que las
intervenciones parecen ser más rentables
para prevenir la exposición de las mujeres a
la violencia que para reducir la perpetración
de la violencia por parte de los hombres.
Además, las intervenciones de prevención
secundaria son menos rentables que las
de prevención primaria. Una de las inter-
venciones, concretamente la realizada en
Zambia, logró una reducción sustancial del
consumo peligroso de alcohol por parte de
los hombres.
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CRISTINA RASERO GILES · DIEGO GÓMEZ BAYA
Análisis y Modicación de Conducta, 2024, vol. 50, nº 185
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Tabla 2
Principales características de los estudios seleccionados
Cita Muestra Diseño Instrumentos Resultados
Temple et
al. (2021)
N total= 2768
N experimental: 1237, Ncon-
trol=1531. 50% mujeres y 50%
hombres.
Nacionalidad: 35% latinos, 24%
negros,17% asiático-americanos,
8% blancos y 16% multiétnicos u
otros.
Edad: 12/13 años.
Ensayo controlado aleatorio
grupal
Diseño longitudinal con
evaluación pasado 1 año.
Intervención basada en la Cuarta R.
Conict in Adolescent Dating Relation-
ships Inventory
Olweus Bullying Questionnaire
Preguntas sobre consumo de sustan-
cias
La mayor parte de los participantes
completaron la evaluación 1 año des-
pués.
Menor probabilidad de reportar abuso
físico en el grupo intervención.
No hay efecto en el acoso, las peleas
físicas y el abuso de sustancias
Collibee
et al.
(2021)
N=109 mujeres
Edades comprendidas entre 14 y
17 años
Nacionalidad: 50% hispanas, 35%
afroamericanas, 22% blancas, 8%
indias y 3% asiáticas.
Diseño longitudinal con
seguimiento a los 3,6 y 9
meses.
Ensayo controlado aleatorio.
Dos condiciones:
- Date SMART
- KO (control)
Inventario de Depresión de Beck-II (BDI-
II)
CADRI
Reducción en la perpetración de violen-
cia física en niñas del grupo experimen-
tal con síntomas depresivos altos.
Ogum et
al. (2020)
Nmujeres: 4.148 y Nhombres 4.454
Edades comprendidas entre 18 y
49 años
Estudio controlado aleato-
rio y comunitario no ciego.
Diseño longitudinal con dos
momentos de evaluación.
Entrevistas cara a cara administradas
por un entrevistador y grabadas.
Reducción de comportamientos contro-
ladores.
Menor depresión.
Violencia sexual, violencia física y pun-
tuaciones en depresión menores en el
grupo experimental.
Miller
et al.
(2020a)
N total=866 hombres
Edades entre 13 y 19 años.
Nacionalidad: el 70% eran negros
no hispanos.
Ensayo clínico aleatorizado
por conglomerados no cie-
go. Diseño longitudinal con
un seguimiento a los 3 me-
ses y otro a los 9 meses
Escala de opiniones sobre las normas
de género. Escala de reconocimiento de
acciones abusivas. Escala de probabili-
dad de intervención como espectador.
Escala para evaluar la conanza en la
negociación del uso del condón.
Escala para la evaluación de las opinio-
nes sobre el uso de condón y anticon-
ceptivos.
No hay efecto en la reducción de violen-
cia en las relaciones de pareja entre el
Manhood 2.0 y el control.
El grupo que recibió la intervención
presentó mayor reconocimiento de
comportamientos abusivos.
(Continúa)
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Cita Muestra Diseño Instrumentos Resultados
Rizzo et
al. (2020)
1546 adolescentes varones con
media de edad de 13,04 y un pa-
dre/tutor de entre 28 a 65 años.
Nacionalidad: casi la mitad (49%)
eran hombres blancos.
Estudio piloto.
Diseño longitudinal, con
evaluación a los 3 y a los 9
meses.
Condición Strong o control
por lista de espera.
Entrevistas estructuradas asistidas por
computadora
Conict Tactics Scale (CTS)
The Conict in Adolescent Dating Rela-
tionships Inventory (CADRI)
The Attitude about Relationship Vio-
lence Questionnaire (ARVQ)
The Aggression Questionnaire (AQ)
The Adolescent Self-Regulatory Inven-
tory (ASRI)
the Emotion Regulation Behaviors Scale
(ERBS)
A modied Miller Sexual Communica-
tion Scale
Menor perpetración y victimización,
menores niveles de agresión, efectos
más positivos en actitudes hacia la
violencia doméstica por parte de los
padres, mayor percepción de habilida-
des de regulación de los adolescentes,
mayor uso de estrategias de regulación
emocional y más discusiones sobre el
tema de las relaciones en el noviazgo.
DeGue et
al. (2021)
N total: 3301 jóvenes y sus padres.
Edad media: 11,93
La muestra era mayoritariamente
femenina y predominantemente
negra
Ensayo controlado aleatorio.
Diseño longitudinal con 4
años de seguimiento. Mues-
tra dividida en 5 cohortes.
AAUW Sexual Harassment Survey
Growing Up in the Media Survey.
Menor perpetración de violencia se-
xual (VS) entre hombres y mujeres en
la cohorte 3, menor victimización de
VS entre mujeres de ambas cohortes,
menor victimización de acoso sexual en
todos los grupos (un 14%), el programa
mostró menos efectos en los hombres y
las tasas de perpetración y victimización
de acoso sexual son más altas que las
de VS.
Fuino et
al. (2021)
1750 mujeres (53%) y 1551 hom-
bres (47%).
Edad media: 11,93 años.
Los estudiantes eran predominan-
temente negros no hispanos.
Ensayo controlado aleatorio
grupal.
Diseño longitudinal, durante
4 años escolares.
Un total de 5 cohortes.
Dos condiciones: DM y SC.
YRBS
Adolescent Substance Involvement
Measure
The National Longitudinal Study of
Adolescent Health
En la condición DM obtuvieron un por-
centaje más bajo en el porte de armas
y consumo de sustancias que en la con-
dición SC. También tuvieron una reduc-
ción en el riesgo de conductas delictivas
en comparación con la condición SC.
(Continúa)
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CRISTINA RASERO GILES · DIEGO GÓMEZ BAYA
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Cita Muestra Diseño Instrumentos Resultados
Gibbs et
al. (2019)
677 mujeres y 674 hombres con
una edad media de 23,8 años
Ensayo controlado aleatorio
grupal con grupo control
por lista de espera.
Diseño longitudinal con
seguimiento a los 12 y 24
meses.
Condición Stepping Stones
and Creating Futures y
condición control.
Alcohol Use Disorders Identication
Test (AUDIT)
International Men and Gender Equality
Survey (IMAGES)
Patrón de menor perpetración de vio-
lencia de pareja física, económica y
sexual en los hombres de la condición
Stepping Stones and Creating Futures.
Las mujeres mejoraron los ingresos, lo
que está relacionado con una mejor
sensación de bienestar y autonomía.
Miller
et al.
(2020b)
N= 973 atletas masculinos de 11
a 14 años que se encontraban
cursando los grados de 6º a 8º de
secundaria.
Nacionalidad: 54,5% blancos,
29,0% negros, 1,4% hispanos, 2,1%
asiáticos y 5,8% multirraciales
Ensayo clínico aleatorio gru-
pal. Dos condiciones: CBIM
o condición control. Diseño
longitudinal con seguimien-
to durante 1 año.
Encuestas en línea Condición CBIM en comparación con
grupo control:
Mayor reconocimiento de comporta-
mientos abusivos y participación en
comportamientos más positivos como
espectadores. Mayores cambios hacia
actitudes de género equitativas y me-
nor probabilidad de perpetración de
relaciones abusivas
Dunkle et
al. (2020)
815 mujeres y 763 hombres en
el grupo experimental (interven-
ción), y 802 mujeres y 773 hom-
bres en el grupo control.
Edades comprendidas entre 18 y
49 años.
Diseño longitudinal con tres
momentos de recogida de
la información: al inicio, 12
meses después y 24 meses
después.
ACASI (audio-enhanced computer
self-interviewing)
Las mujeres experimentaron reduccio-
nes signicativas en la violencia física
y sexual y también informaron menor
riesgo de abuso económico y una
mejora de la conanza, el cuidado y el
respeto en las relaciones. Los hombres
redujeron la perpetración de violencia
sexual. Disminución de la aceptabilidad
de violencia doméstica y el castigo
infantil. Tanto mujeres como hombres
presentaron menos síntomas depresi-
vos, mayores ingresos y menos hambre.
(Continúa)
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Cita Muestra Diseño Instrumentos Resultados
Ferrari et
al. (2022)
Las intervenciones en Ghana,
Ruanda, Sudáfrica y Zambia se
dirigieron solo a mayores de 18
años. La intervención en Kenia se
dirigió a niñas de 11 a 14 años. La
intervención de Pakistán se dio
entre pares de 11 a 14 años (un
total de 6 intervenciones).
Diseño longitudinal AUDIT-C
The Child Depressions Inventory II (CDI)
The Beck Youth Depression and Anxiety
Inventories
The Youth Self-Report (YSR)
The Peer Victimization Scale (PVS)
Es más rentable prevenir la exposición
de las mujeres a la violencia que la per-
petración por parte de los hombres.
La prevención secundaria es menos
rentable que la primaria.
La intervención de Zambia logró una
reducción sustancial del consumo
peligroso de alcohol por parte de los
hombres.
Gurbuz et
al. (2023)
N hombres= 1387
N mujeres= 1220
Edad: 18 años o más en los hom-
bres y en las mujeres deberían ser
mayores de 15 años.
Ensayo controlado aleato-
rio por conglomerados de
pares emparejados. Diseño
longitudinal, con segui-
miento en un año.
Audio Computer Assited Self-Interviews
(ACASI)
Análisis de clases latentes
Disminución signicativa de la proba-
bilidad y de la gravedad de la violencia
física de pareja
El programa es más ecaz para reducir
la perpetración de violencia entre los
hombres que eran más violentos al ini-
cio.
Silverman
et al.
(2023)
N mujeres= 1.072
N hombres= 1.080
Edad media de las mujeres 17,3
años, y de los esposos 25,6 años
Diseño longitudinal con
seguimiento a los 24 meses.
Encuestas verbales Aumento del uso de anticonceptivos
modernos entre mujeres no embarazas.
Más probabilidad de informar el uso de
anticonceptivos en el grupo experimen-
tal.
El 8,9% de las esposas informaron haber
sufrido violencia de pareja en el último
año al inicio del estudio.
Menos posibilidades de informar de
violencia de pareja en comparación el
grupo control.
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CRISTINA RASERO GILES · DIEGO GÓMEZ BAYA
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Discusión
El objetivo del presente trabajo fue realizar
una revisión sistemática sobre los programas
de prevención de la violencia de género en la
adolescencia que se vienen realizando en la
actualidad. Todos los estudios analizados me-
diante esta revisión sistemática comparten
un enfoque longitudinal. Esto permite llevar a
cabo un seguimiento a lo largo del tiempo con
el objetivo de observar cambios en las conduc-
tas de los participantes. En algunos estudios
el seguimiento se realiza en dos momentos
(Dunkle et al. 2020; Gibs et al. 2019; Miller et
al. 2020a; Miller et al. 2020b; Rizzo et al. 2020;
Ogum et al. 2020), que puede ser a los 3, 9, 12
o 24 meses. Otros, sin embargo, realizan se-
guimiento a más largo plazo, como DeGue et
al. (2021) y Fuino et al. (2021), que lo realizan
pasados cuatro años. Esto muestra una menor
evidencia del impacto a más largo plazo, por lo
que se considera necesario más investigación
para evaluar la durabilidad de los cambios.
Todos los estudios se tratan de ensayos
controlados aleatorios, lo que proporciona una
alta validez externa a los resultados obtenidos.
En ellos existen un grupo experimental, al que
se le aplica la intervención, y un grupo con-
trol. Algunos estudios se basaban en la com-
paración de dos programas (Fuino et al. 2021),
otro implementaba un programa u otro de-
pendiendo del curso en el que se encontrara
el alumnado (DeGue et al. 2021), otro se basó
en el estudio de seis intervenciones de preven-
ción de la violencia de género distintas (Ferrari
et al. 2022) y otro se trató de un estudio piloto
(Rizzo et al. 2020).
La mayoría de los estudios se centraron en
adolescentes, con edades que varían entre 11
y 19 años. No obstante, otros estudios utiliza-
ron un mayor rango de edades, comprendidas
entre 18 y 19 años (Dunkle et al. 2020; Gibbs
et al. 2019; Ogum et al. 2020), y estudios que
también incluyeron a los padres de estos ado-
lescentes (Rizzo et al. 2020) con edades com-
prendidas entre 28 y 65 años.
En cuanto a la muestra de sujetos, algunos
estudios realizan intervenciones especícas
respecto al género, destinadas únicamente
para población masculina (Miller et al. 2020a;
Rizzo et al. 2020; Miller et al. 2020b), y otros
únicamente a población femenina (Collibee et
al. 2021; DeGue et al. 2021; Ferrari et al. 2020),
y el resto selecciona una muestra más o me-
nos equitativa entre ambos sexos. Collibee et
al. (2021) y Fuino et al. (2021) se centran en
poblaciones especícas de adolescentes con
alto riesgo de sufrir violencia de género, y Sil-
verman et al. (2023) en parejas adolescentes
casadas.
El contexto sociocultural en el que se desa-
rrollan los estudios es muy variado, encontrán-
dose tanto entornos rurales como urbanos,
y siendo implementados en Estados Unidos
(Collibee et al. 2021; Fuino et al. 2021; Miller et
al. 2020a; Miller et al. 2020b; Rizzo et al. 2020;
Temple et al. 2020), y en diversos países de
África (Dunkle at al. 2020; Ferrari et al. 2022;
Gibbs et al. 2019; Gurbuz et al. 2023; Ogum et
al. 2020; Silverman et al. 2023).
Algunos estudios tratan temas adicionales a
la violencia de género y que pueden tener una
inuencia directa aumentando el problema,
como pueden ser el consumo de sustancias
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(Ferrari et al. 2022; Fuino et al. 2021; Temple et
al. 2021), el porte de armas o la delincuencia
(Fuino et al. 2021), el uso de anticonceptivos
modernos (Silverman et al. 2023), las actitudes
hacia la igualdad de género o las normas y los
comportamientos perpetuadores (Gibbs et
at. 2019; Miller et al. 2020a; Miller et al. 2020b;
Ogum et al. 2020) y determinados trastornos
emocionales como la ansiedad o la depresión
(Collibee et al. 2021; Dunkle et al. 2020; Ferrari
et al. 2022). Estos enfoques multidimensiona-
les permiten una intervención más integral, lo
que puede resultar efectivo para mejorar la sa-
lud y el bienestar general de los participantes.
En cuanto a los instrumentos de evaluación,
se han utilizado una amplia variedad de ellos,
entre los que destacan: instrumentos para
evaluar la violencia en las relaciones, como el
“Conict in Adolescent Dating Relationships
Inventory (CADRY)” y el “Conict Tactics Scale
(CTS)”; para medir la salud mental se emplea
el “Beck Depression Inventory (BDI-II)”; para el
consumo de sustancias el Alcohol Use Disor-
ders Identication Test (AUDIT)”; y medir los
cambios en las actitudes de género el Attitu-
de abour Relationship Violence Questionnaire
(ARVQ).
Los resultados encontrados son muy diver-
sos. Programas como “Coaching Boys Into Men
(Miller et al. 2020b) y “Manhood 2.0” (Miller et
al. 2020a) reportaron una reducción en las ac-
titudes y comportamientos abusivos en las
relaciones de parejas adolescentes. Otros pro-
gramas como el “Strong de Rizzo et al. (2020)
reejó un aumento de las discusiones sobre el
tema de las relaciones en el noviazgo con los
padres. Esto ayuda a crear un ambiente fami-
liar más abierto y de conanza, creando una
red de apoyo emocional que puede ser crucial
en momentos de resolución de conictos. Es-
tudios como los de Ogum et al. (2020) y Colli-
bee et al. (2021) mostraron, respectivamente,
una reducción de los síntomas depresivos en-
tre los participantes y una menor perpetración
de violencia física en niñas que presentaban
síntomas depresivos elevados al inicio. Esto
resalta qué programas especícos pueden ser
más efectivos para grupos vulnerables. Otros
programas como el “Reachin Married Adoles-
cents (Silverman et al. 2023), informaron de
un aumento en el uso de anticonceptivos. En
los diferentes tipos de violencia también se
encuentran resultados destacables: se mos-
tró una clara reducción de violencia y abuso
físicos entre diversos grupos de participantes
(Collibee et al. 2021; Dunkle et al. 2020; Gurbuz
et al. 2023; Ogum et al. 2020; Rizzo et al. 2020;
Temple et al. 2021) y también disminuciones
en la perpetración de violencia sexual (DeGue
et al. 2021; Ogum et al. 2020).
La presente revisión sistemática ha servido
para obtener una visión más cercana y able
sobre lo que parece que funciona a la hora de
la crear un programa de intervención y sus im-
plicaciones prácticas. En primer lugar, las inter-
venciones con un diseño longitudinal resultan
más efectivas, debido a la posibilidad de un se-
guimiento de los cambios a largo plazo. Ade-
más, aquellas que utilizan muestras grandes
de sujetos, y estos son asignados a los grupos
de manera aleatoria, tienen una mayor validez
externa por la capacidad de generalización de
los resultados a la población. Un aspecto muy
importante a tener en cuenta es el carácter
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Análisis y Modicación de Conducta, 2024, vol. 50, nº 185
http://dx.doi.org/10.33776/amc.v50i185.8336
multidimensional de las intervenciones, lo cual
resulta fundamentar para abordar la compleji-
dad de la problemática de la violencia de gé-
nero. Las intervenciones que consideran múl-
tiples dimensiones pueden ser más efectivas
porque abordan no solo la violencia en sí, sino
también los factores subyacentes y relaciona-
dos que contribuyen a su perpetuación. Cabe
destacar también la importancia de incluir a la
familia o la escuela en las intervenciones, pues
pueden estar actuando como mantenedores
del problema sin saberlo, y, por tanto, trabajar
en conjunto puede maximizar el impacto posi-
tivo de las intervenciones, además de promo-
ver relaciones más saludables y respetuosas en
la sociedad.
Con respecto a las limitaciones que presen-
ta el trabajo, cabe destacar que únicamente
se utilizó el motor de búsqueda Web of Scien-
ce, y, a pesar de que incluye muchas bases de
datos, podría haberse completado más aún la
búsqueda con otras bases complementarias.
Además, solo se seleccionaron artículos que
estaban en Open Access, por lo que se podría
haber intentado tener acceso a otros artículos.
Al igual que el tipo de documento, se podrían
haber revisado evidencias en otro tipo de pu-
blicaciones, como libros.
Por otro lado, como fortalezas del trabajo
cabe destacar que se utilizaron muchos des-
criptores porque, antes de realizar la búsqueda
nal, se realizaron otras búsquedas en las que
se obtuvieron pocos resultados, y esto era de-
bido a que en otros países e idiomas no utilizan
el mismo termino para referirse a la violencia
de género. También se considera adecuada la
restricción temporal, pues lo que se pretende
es conocer lo que viene funcionando en la ac-
tualidad, y de esta forma se ha obtenido evi-
dencia reciente de ello.
Finalmente, según esta revisión sistemática,
es recomendable intervenir directamente con
los menores para promover relaciones saluda-
bles y reducir la violencia, empleando un en-
foque multidimensional que abarque tanto los
factores directos como los subyacentes. Una
educación integral desde la infancia, con la
participación activa de la familia, resultará más
efectiva para reducir la prevalencia de este
problema social.
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