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Análisis y Modicación de Conducta
2024, Vol. 50, Nº 183, 51-64
ISSN: 0211-7339
Estudio piloto sobre la aplicación de recursos de
Realidad Virtual para la modificación de medidas
componentes de la empatía
Exploratory study on the application of Virtual
Reality resources for the modification of
component measures of empathy
Juan Manuel Rodríguez Jiménez
Psicólogo
María Teresa Vega Rodríguez
Universidad de Salamanca
Resumen
El objetivo del presente estudio piloto es explorar
la capacidad potencial de recursos tecnológicos para
constituirse en medios adecuados de apoyo a progra-
mas de intervención psicosocial. Se han explorado
diferentes variables asociadas a la empatía usando el
Test de Empatía Cognitiva y Afectiva como herramien-
ta de medición. Como recurso tecnológico se ha em-
pleado Realidad Virtual con grabaciones en 360º. La
aplicación del tratamiento se ha realizado sobre una
muestra de 34 alumnos de bachillerato, procedentes
de diferentes provincias de España. Los resultados in-
dican un bajo efecto sobre la puntuación global de
empatía, y un efecto moderado sobre la escala Estrés
Empático sobre la muestra global pero ecaz sobre el
grupo experimental que previamente puntúa bajo en
empatía junto con conducta antisocial, concluyendo
la utilidad del uso de este tipo de recursos y la necesi-
dad de ampliar la investigación al respecto.
PalabRas clave
Conducta antisocial, empatía, programas educativos,
realidad virtual.
abstRact
The purpose of this basic study is to explore the
potential capacity of technological resources to be-
come adequate means of supporting psychosocial
intervention programs. Dierent variables associated
with empathy have been explored using the Cogni-
tive and Aective Empathy Test as a measurement
tool. As a technological resource, Virtual Reality has
been used with 360º recordings. The application of
the treatment has been carried out on a sample of
34 high school students, from dierent provinces of
Spain. The results indicate a low eect on the global
empathy score, and a moderate eect on the Em-
pathetic Stress scale on the global sample but eecti-
ve on the experimental group that previously scored
low on empathy together with antisocial behavior,
concluding the usefulness of using this type of resou-
rces and the need to expand research in this regard.
KeywoRds
Antisocial behavior, empathy, educational pro-
grams, virtual reality.
Correspondencia: Dr. Juan Manuel Rodríguez Jiménez. Gabinete de Psicología Aplicada y Análisis de Conducta. Marqués de San Esteban 60 1ºC
33206 Gijón. E-mail: juanmanuel@cop.es
Recibido: 02/10/2022; aceptado: 03/05/2024
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Análisis y Modicación de Conducta, 2024, vol. 50, nº 183
Introducción
La Realidad Virtual, aumentada y mixta se
presentan como medios tecnológicos prome-
tedores en diferentes campos, desde el ocio
pasando por la educación, hasta el desarrollo
de contextos en los cuales personas situadas
en diferentes puntos geográcos pueden lle-
gar a compartir experiencias próximas a la rea-
lidad. En psicología, al igual que en el resto de
áreas en las cuales es aplicable (salvo en ocio),
se encuentra aún en fase de desarrollo.
Existen aplicaciones especícas cuya nali-
dad es proporcionar apoyo a las intervencio-
nes psicológicas, especialmente en el campo
de los trastornos de ansiedad, y más concreta-
mente, en los problemas relacionados con las
fobias. En relación con conductas complejas
en las que los estímulos elicitantes de compor-
tamientos poco adaptativos no son fácilmente
detectables o en constructos como el que nos
ocupa, la empatía, , algunos estudios han usa-
do la Realidad Virtual como medio para su es-
timulación. De este modo, Useche (2002) en su
Tesis concluye que el uso de este tipo de me-
dios resulta prometedor para la generación de
empatía. Otros autores han explorado el uso
de nuevas tecnologías aplicadas a la interven-
ción (Zung et al., 2017), empleo de la Realidad
Virtual para el aprendizaje de la empatía (Ber-
trand et al., 2018).
En contextos de intervención psicosocial
y valoración forense, es habitual entender el
constructo empatía como un mecanismo cau-
sal o cuanto menos, clave en la facilitación de
la conducta prosocial o su contraparte, la con-
ducta antisocial y criminal. De este modo, y en
relación con la conducta agresiva, la empatía
estaría comprometida en las reacciones impul-
sivas (Andreu, 2010), pero también en situacio-
nes derivadas de una planicación en la agre-
sividad instrumental (Aguado, 2006).
Los procesos de regulación emocional par-
ticiparían en la empatía como elementos fun-
damentales, siendo abordados también desde
un punto de vista integrador mente-cuerpo y
otorgando un papel importante a la autorre-
gulación como fenómeno crítico en la relación
que se establece entre empatía y comporta-
miento moral, desde la conducta maniesta
hasta posiblemente, el mismo razonamiento
moral (Eisenberg, 2010). Desde otros puntos
de vista, es el contagio emocional la base de la
empatía, que, junto con la imitación, explican
fenómenos comunes entre diferentes espe-
cies. (López et al., 2014), a la vez que las dife-
rencias en la susceptibilidad al contagio emo-
cional estarían determinadas por variables
genéticas, de género, experiencias tempranas
y variables relacionadas con la personalidad
(Gouveia et al., 2007). Las propias respuestas
relacionadas con la empatía estarían constitui-
das por vínculos con la autorregulación, juicio
moral y el comportamiento moral.
Desde la teoría de la mente también se
establecen diferencias entre atribuciones a
estados mentales de base cognitiva y esta-
dos mentales con base afectiva (Maldonado
y Barajas, 2018). La integración entre estados
cognitivos y afectivos permitiría comprender
las reacciones de las personas ante diferen-
tes eventos, reacciones que conformarían la
conducta maniesta sobre procesos que no
son directamente observables. Es importan-
te destacar que las primeras etapas de la vida
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JUAN MANUEL RODRÍGUEZ JIMÉNEZ · MARÍA TERESA VEGA RODRÍGUEZ
Análisis y Modicación de Conducta, 2024, vol. 50, nº 183
resultan de especial importancia en la génesis
y aprendizaje emocional y su autorregulación
(Bell y Wolfe, 2004)
La cognición y emoción deben ser com-
prendidas en el contexto histórico, social y
cultural (Guedes Gondim y Álvaro Estramiana,
2010), superando explicaciones reduccionis-
tas. No obstante, en su relación con la empa-
tía, un nivel explicativo holístico no tendría por
qué ser incompatible con un análisis de los
componentes constitutivos de un fenómeno,
puesto que, de otro modo, y dada la comple-
jidad y multidimensionalidad del constructo,
tanto su abordaje desde modelos teóricos
como la aplicación práctica del conocimiento
que estos puedan generar, resulta a menudo
infructuoso o al menos, afectado por un alto
grado de dispersión tanto desde el punto de
vista teórico como práctico.
Basándose en la Teoría sobre el desarrollo
cognitivo del niño, Kohlberg aborda el desa-
rrollo moral a través de una teoría basada en
la sucesión de seis estadios agrupados en tres
niveles, en los que se desarrollan los valores,
las razones implicadas en el desarrollo de di-
chos valores, y la perspectiva social así mismo
asociada a ellos (Almagiá, 1987). Por su parte,
Homan hace hincapié en el paralelismo exis-
tente entre los afectos, sentimientos, principios
morales y comportamientos (Homan, 1992).
En el desarrollo moral de la persona interven-
drían de forma simultánea e interactiva proce-
sos cognitivos, tal como Kohlberg explica en su
teoría, junto con la internalización de normas y
valores, que, según Homan, estarían asocia-
dos a respuestas afectivas.
La ausencia de un modelo teórico unica-
do diculta no solamente la comprensión de
la naturaleza de la empatía y su medición sino
también el desarrollo de intervenciones dirigi-
das a su modicación. Diversos estudios abor-
dan el desarrollo de programas basados en la
integración de las teorías de Kolhbert y Ho-
man. Samper, Díez y Martí, de la Universidad
de Valencia, realizan un estudio con el objetivo
de evaluar la relación que pudiera existir entre
el desarrollo sociomoral y el nivel de empa-
tía en una muestra de población adolescente
(Samper et al., 1998) concluyendo que tanto
los factores cognitivos como los afectivos son
necesarios para la respuesta afectiva madura
facilitadora de la conducta altruista. En otros
estudios relacionados, se formula la hipótesis
general de que las variables relacionadas con
el juicio moral y la respuesta empática mejo-
rarían a través de una intervención especíca
sobre estos dos constructos. Los resultados
indicaron que tanto la intervención en razona-
miento moral como la mixta, efectuada sobre
razonamiento moral junto a empatía mejora-
ron la madurez moral de los sujetos sometidos
a intervención (Escrivá et al., 1999).
El estudio piloto desarrollado a continua-
ción pretende efectuar una primera toma de
contacto con el ámbito aplicado respecto al
constructo empatía, asociado a la respuesta
emocional dada por el sujeto ante un even-
to de carácter hedónico negativo. Es decir, se
trata de una aproximación a aquellos modelos
teóricos en los que la respuesta empática ven-
dría modulada por los afectos y modelada por
las cogniciones. Somos conscientes de que un
acercamiento reduccionista y aislado a cual-
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Análisis y Modicación de Conducta, 2024, vol. 50, nº 183
quier ámbito en psicología no permite ni tan
siquiera una aproximación a los problemas. No
obstante, también es cierto que la reducción
de variables permite hacer comprensibles y
manejables situaciones complejas, siempre
que junto a dicha reducción se proceda a la
correspondiente integración con otros datos u
otras variables. De este modo, una labor analí-
tica no tiene por qué ir en perjuicio de la pos-
terior labor sintética. Con esta idea en mente
se desarrolla el presente estudio, que, con la
nalidad de sondear la viabilidad del uso de
tecnología aplicada a la modicación de con-
ducta en general, y de empatía en particular,
pretende hacer una primera aproximación y
ser la primera fase de estudios posteriores. Las
variables dependientes o factores que se so-
meten a observación están vinculadas al cons-
tructo empatía, valoradas en asociación con
determinadas emociones que son reportadas
por los sujetos participantes que conforman
el grupo experimental. Las variables indepen-
dientes giran alrededor de condiciones perso-
nales relacionadas con conductas antisociales
pasadas y presentes, ausencia de conductas
antisociales, décit en alguna dimensión de
empatía, ausencia de décit de empatía y vi-
vencia emocional intensa y con un alto grado
de contenido aversivo, generada a través del
correspondiente apoyo tecnológico basado en
sistemas de Realidad Virtual. .
Método
Participantes
La muestra está formada por 34 adolescen-
tes, pertenecientes a un Instituto de Bachille-
rato con régimen de internado, procedentes
de diferentes regiones y provincias españolas.
Las edades se encuentran comprendidas entre
los 15 y 19 años. La edad de 15 años se corres-
ponde con el 14,7% de la muestra. El 35.3%
tiene 16 años, el 29.4% 17 años y el 17,6% 18.
Un participante (2.9%) cuenta con 19 años. Por
sexo, 19 (55.9%) son varones y 15 (44.1%) mu-
jeres.
Instrumentos de Evaluación
Variables dependientes asociadas a la em-
patía
La medición se realiza a través del Test de
Empatía Cognitiva y Afectiva (TECA) (Belén-
López Pérez et al., 2008), prueba que consta de
33 ítems distribuidos en tres escalas de ocho
ítems y una escala compuesta por nueve. Las
respuestas, en forma de grado de acuerdo, se
dan a través de una escala likert distribuida en
cinco niveles (de totalmente en desacuerdo a
totalmente de acuerdo). El coeciente de a-
bilidad del instrumento es de .86. La consisten-
cia interna declarada por los autores para cada
una de las escalas es la siguiente: Adopción
de Perspectivas (AP)=.70; Control Emocional
(CE)=.74; Estrés Empático (EE)=.78; Alegría Em-
pática (AP)=.75.
La Adopción de Perspectivas implica la ca-
pacidad intelectual o imaginativa de ponerse
una persona en el lugar de otra. Comprensión
Emocional es la facultad de comprender y re-
conocer las emociones e intenciones de otras
personas. La escala Estrés Empático hace refe-
rencia a la capacidad de una persona para sen-
tir y compartir las emociones negativas de otro.
Por último, la Alegría Empática es, al contrario
que la escala Estrés Empático, la capacidad que
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JUAN MANUEL RODRÍGUEZ JIMÉNEZ · MARÍA TERESA VEGA RODRÍGUEZ
Análisis y Modicación de Conducta, 2024, vol. 50, nº 183
tiene una persona para sentir alegría debido a
sucesos positivos vividos por los demás.
Variables dependientes asociadas a las
emociones
Se ha aplicado un cuestionario de carácter
dicotómico en el que el sujeto debe indicar,
después de la exposición a los estímulos, si ha
sentido o no las siguientes emociones: 1. Mie-
do; 2. Enfado; 3. Tristeza; 4. Ansiedad; 5. Agre-
sividad, 6. Sensación de realidad; 7. Identica-
ción con el contexto de exposición
Variables independientes y recursos tec-
nológicos
Se ha valorado la conducta antisocial a tra-
vés del Cuestionario A-D, conductas antisocia-
les-delictivas (Seisdedos, 1988), prueba com-
puesta por 40 ítems de respuesta dicotómica,
dividiéndose a partes iguales (20 preguntas
por escala) entre conducta antisocial y delic-
tiva. La abilidad oscila entre .86 (mujeres) y
.86 (hombres) para la escala A (antisocial) y .86
(mujeres) y .86 (hombres) para la escala D (de-
lincuente).
Con la nalidad de crear impacto con carga
emocional negativa se ha usado vídeo graba-
do en 360º soportado en recursos de Realidad
Virtual. El argumento es una situación de aco-
so escolar en la que el sujeto es víctima, no ob-
servador pasivo. Los instrumentos usados han
sido gafas VR marca Lenovo Explorer, sistema
hololens, con dos pantallas LCD, provistas de
sensor de proximidad, giróscopo, aceleróme-
tro y magntómetro junto con dos cámaras
frontales. La conexión con ordenador es a tra-
vés USB y HDMI.
Diseño
Hipótesis
Las hipótesis que se someten a prueba y
que en sí se constituyen en objetivos de estu-
dio, hacen referencia exclusivamente al grupo
experimental, por lo que no se pretende infe-
rencia sobre población alguna, sirviendo úni-
camente como inicio y valoración de líneas de
acción sobre futuros estudios, tanto nuestros
como de otros investigadores, que aborden la
estimulación de la empatía y la conducta pro-
social. En este sentido, la intervención propo-
ne las siguientes hipótesis:
1. Existe impacto emocional debido a la expo-
sición en inmersión. Dicho impacto se ma-
nifestaría si se reportase cualquiera de las
siguientes emociones: miedo, enfado, tris-
teza, ansiedad, agresividad e identicación
con el contexto de la exposición (victimiza-
ción)
2. Existe sensación de realidad debido a los
efectos de la inmersión
3. En caso de que se produzca impacto emo-
cional (hipótesis 1), se provocarían cambios
en las mediciones inmediatas de empatía,
especialmente en aquellas vinculadas a la
escala AP, CE y EE, así como un aumento
en la puntuación total, especialmente en
aquellos sujetos con PC<10 en cualquiera
de estas escalas y puntuación total.
4. Si existe impacto emocional y se modican
las mediciones inmediatas en empatía, es-
tas mediciones se mantendrán durante el
paso del tiempo
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Análisis y Modicación de Conducta, 2024, vol. 50, nº 183
Fases
El estudio ha sido dividido en tres fases. En
la primera fase, se procedió a la administración
de la prueba TECA a la totalidad de la mues-
tra (N=34). Durante la segunda fase, realizada
una semana después, se procedió a adminis-
trar la exposición al estímulo inmersivo en VR
de forma individual a la muestra que recibe
tratamiento (N=20), realizando de forma inme-
diata un retest de la prueba TECA. Dentro del
grupo experimental, se ha tenido en cuenta
aquellos sujetos que tenían puntuaciones ba-
jas en alguna de las escalas que componen la
prueba junto con puntuaciones bajas en la es-
cala A-D y en al menos una escala de la prueba
TECA (puntuaciones percentiles PC<10, N=10,
29,4% del grupo experimental) diferenciando
este subgrupo de aquellos que no muestran
décit en alguna de las escalas (criterio PC>10
N=10, 29,4% del grupo experimental). El grupo
control (N=14, 41,2% del total de la muestra)
no participa en exposición alguna ni realiza
retest de la prueba psicométrica. En la tercera
fase, realizada también una semana más tarde,
todos los participantes, tanto el grupo experi-
mental como el grupo control realizaron nue-
vamente la prueba TECA.
Procedimiento
Después de contactar con el Centro de Edu-
cación Secundaria y obtenida la autorización
tanto por parte de padres y tutores como de
la propia dirección del Centro, se procedió a
administrar a los voluntarios la primera fase de
la intervención. Si bien los profesores y la di-
rección del Centro conocían la nalidad de la
prueba, los alumnos fueron informados de la
nalidad de la primera fase (administración de
la prueba TECA) aludiendo a sondeo del clima
en las relaciones al objeto de evitar en lo posi-
ble sesgos en la valoración de los ítems por de-
seabilidad social. Durante la fase experimental,
al grupo participante se le informó sobre el
contexto de la exposición justo en el momento
de la misma, realizándose de forma individual
con la nalidad de mantener un estado emo-
cional neutro ante la exposición, a la vez que se
les pedía no comunicar con el resto de partici-
pantes hasta la nalización de los ensayos. La
intervención ha consistido en un ejercicio de
15 minutos de duración, en el que el sujeto, en
calidad de víctima y objetivo, participa en un
contexto de acoso escolar por parte de dos es-
tudiantes. Inmediatamente después de la ex-
posición se administró un retest del TECA. Para
la realización de la tercera fase, y al objeto de
reducir la probabilidad de recuerdo, se admi-
nistró nuevamente, a toda la muestra, la prue-
ba psicométrica con una semana de demora. El
análisis estadístico se ha realizado mediante el
paquete IBM SPSS Statistics 25.
Análisis de datos
En primer lugar, se ha realizado la prueba
de normalidad estadística para las variables
cuantitativas obtenidas a través de la prueba
psicométrica TECA en nuestra muestra (N=34
en línea base y retest diferido, N=20 grupo de
tratamiento y retest inmediato), a través de la
prueba de Shapiro-Wilk, adecuada para N<50
(tabla1) obteniéndose distribuciones ajusta-
das a la normalidad en cada una de las escalas
y en su correspondiente puntuación total.
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A continuación, se ha procedido a realizar la
correspondiente comparación de medias a tra-
vés de la prueba t para muestras relacionadas
y muestras independientes, con la nalidad
de detectar diferencias signicativas entre las
puntuaciones obtenidas en la línea base (T1),
fase inmediata post-tratamiento (T2) y fase
demorada post-tratamiento (T3) en las puntu-
ciones que afectan a cada una de las escalas
que componen el TECA, en la puntuación to-
tal obtenida por cada sujeto y en relación a las
emociones reportadas.
Resultados
Diferencias por sexos
En primer lugar, y en relación a la puntua-
ción total obtenida en cada una de las fases, se
observan diferencias entre sexos en la adminis-
tración de la línea base (T1), asumiendo varian-
zas iguales, con F=.018 sig= .895, y t= -2,288
sig (bilateral)= .029 con gl=32. La diferencia de
medias es de -9,235. En el resto de fases, T2 y
T3, no aparecen diferencias estadísticamente
signicativas entre sexos, aunque las medias
obtenidas por mujeres han sido mayores que
en hombres.
Respecto a las diferencias por escalas y fa-
ses administradas, en la línea base las escalas
AP y CE no arrojan diferencias signicativas en-
tre hombres y mujeres. Sí aparecen en la escala
EE, en la que, asumiendo varianzas iguales, con
F=3,294 sig=0,81, se obtiene t= -2,220 sig=.034
gl=32, siendo la diferencia de medias -3,877
con una diferencia de error estándar de 1,747.
La escala AE no resulta signicativa debido a
que, no asumiendo varianzas iguales, F=5,708
sig=.023, se obtiene t=-2,062 sig=.062 gl=32,
sí siendo estadísticamente signicativas, con
t=.047 en caso de haber podido asumir la hi-
pótesis de igualdad de varianza (tabla 2).
En la segunda fase (T2) no se obtienen dife-
rencias signicativas entre hombres y mujeres
en ninguna escala ni en la totalidad de la prue-
ba. En la tercera, se obtienen diferencias úni-
Tabla 1
Signicación estadística para normalidad de la muestra
fase escala estadístico gl signicación
T1 AP .966 34 .356
T1 CE .059 34 .226
T1 EE .950 34 .120
T1 AE .940 34 .063
T1 TOTAL .946 34 .094
T2 AP .924 20 .117
T2 CE .935 20 .193
T2 EE .967 20 .694
T2 AE .933 20 .175
T2 TOTAL .940 20 .239
T3 AP .963 34 .297
T3 CE .968 34 .405
T3 EE .975 34 .599
T3 AE .979 34 .725
T3 TOTAL .969 34 .449
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Análisis y Modicación de Conducta, 2024, vol. 50, nº 183
camente en la escala EE con F=2,567 sig=.119
obteniendo t=-2,086 sig=.045. La diferencia
de medias es de -3,505 con una diferencia de
error estándar de 1,680.
Aplicación del tratamiento
Los resultados de los datos obtenidos en la
aplicación de la prueba psicométrica TECA se
han puesto a prueba mediante el estadístico t
para diferencia de medias en muestras relacio-
nadas, considerando un intervalo de conan-
za para las diferencias del 95%. Los resultados
obtenidos en las fases test y retest 1 (T1 línea
base y T2 datos obtenidos post-exposición)
(tabla 3) muestran que la escala EE (Estrés Em-
pático) es la única que arroja un ligero nivel de
diferencias signicativas entre los resultados
obtenidos en la línea base y la evaluación post-
exposición al estímulo. En la fase de contras-
te entre T1 y T3 (línea base y demora de una
semana sobre la administración de la prueba
(T2) al grupo experimental y dos semanas de
demora sobre el grupo control (datos obte-
nidos en fase T1), no se muestran diferencias
signicativas. Lo mismo ocurre con el grupo
experimental y la comparación realizada sobre
las diferencias de medias entre la administra-
ción post-exposición (T2) y el retest con demo-
ra temporal.
Dentro del grupo experimental, 10 sujetos
cumplen el criterio bajo nivel de empatía (Pun-
tuación percentil<10) en alguna de las escalas
que conforman la medición a través del TECA.
Otros 10 sujetos se encuentran por encima de
esa puntuación. En este subgupo, no existen
diferencias entre las medias pertenecientes
a la línea base y las obtenidas en la medición
posterior a la exposición. En el subgrupo ex-
perimental que sí cumple el criterio de baja
empatía en alguna escala si bien no se mues-
tran diferencias signicativas ni en la puntua-
ción total ni en tres de las cuatro escalas, apa-
recen diferencias en la escala EE con t= -3,281
Tabla 2
Signicación estadística para las diferencias por sexo
fase escala t gl signicación
T1 AP -1,416 32 .167
T1 CE -1,186 32 .252
T1 EE -2,220 32 .034
T1 AE -1,964 32 .062
T1 TOTAL -2,288 32 .029
T2 AP 1,808 18 .872
T2 CE .266 18 .793
T2 EE .911 18 .374
T2 AE .956 18 .352
T2 TOTAL -1,142 18 .286
T3 AP -1,808 32 .711
T3 CE .266 32 .255
T3 EE -2,086 32 .045
T3 AE -.132 32 .896
T3 TOTAL -1,464 32 .154
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Análisis y Modicación de Conducta, 2024, vol. 50, nº 183
sig=.010 con gl=9 siendo la correlación para
las muestras emparejadas de .811 sig=.010.
Entre las diferencias observadas entre la
fase T1 y T3 para el subgrupo que cumple el
criterio de baja empatía sí son signicativas en
la escala EE obteniendo t=-2,792 sig=.021 gl=9,
con una correlación de .680 sig= .030. En el res-
to de escalas no se obtienen diferencias signi-
cativas (tabla 4). Los resultados obtenidos en
la totalidad del grupo experimental sobre las
diferencias entre las fases T1 (Línea Base) y T2
(exposición), arrojan diferencias signicativas
en la escala EE, con t= -2,132 sig= .046, siendo
la correlación de .732
sig= .000
Se ha considerado de interés que los sujetos
sometidos a tratamiento experimental repor-
tasen las emociones asociadas a la exposición
en forma dicotómica (tabla 5). No se han evi-
denciado diferencias signicativas en la línea
base (T1) respecto a las puntuaciones medias
del total de empatía entre aquellos que repor-
taron identicarse con cualquiera de las emo-
ciones señaladas y aquellos que no lo hicieron.
En la fase experimental, tampoco se evi-
dencian diferencias entre las medias de pun-
tuación total de empatía y aquellos que con-
testaron armativa y negativamente al cues-
tionario, salvo en el ítem referente a sentir
enfado, con t=2,362 sig= .030 gl=18, siendo la
diferencia de medias de 32,316 y la diferencia
de error estándar de 13,680. Los datos obteni-
dos en la tercera fase de la intervención (repe-
tición de la prueba TECA con una semana de
media Desv.
Desv.
error
promedio
Inferior Superior t gl Sig
(bilateral)
Par 1
adopción de perspectivas en línea
base - adopción de perspectivas
post-exposición inmediata
-,800 4,034 ,902 -2,688 1,088 -,887 19 ,386
Par 2
comprensión emocional en línea
base - comprensión emocional
post-exposición inmediata
,050 5,306 1,186 -2,433 2,533 ,042 19 ,967
Par 3
estrés empático en línea base -
estrés empático post-exposición
inmediata
-1,900 3,986 ,891 -3,765 -,035 -2,132 19 ,046
Par 4
alegría empática en línea base -
alegría empática post-exposición
inmediata
,550 4,947 1,106 -1,765 2,865 ,497 19 ,625
Par 5
puntuación total de empatía en
línea base - total empatía post-
exposición inmediata
-2,050 14,013 3,133 -8,608 4,508 -,654 19 ,521
Tabla 3
Diferencias entre test 1 y retest post-exposición
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demora) arrojan resultados en el mismo sen-
tido que en la fase anterior. Solamente sobre
la emoción enfado” se obtienen diferencias
signicativas entre las puntuaciones totales de
empatía respecto a aquellos que se identican
con esta emoción y aquellos que no lo hacen,
obteniéndose t=2,583 sig=.019 gl=18, con una
diferencia de medias de 30,474 y diferencia de
error estándar de 11,799.
Las emociones reportadas en el momento
inmediato posterior a la exposición indican
que la mayor parte de los participantes sintie-
ron enfado (95% sí, 5% no), agresividad (85%
sí, 15% no), y sensación de realidad ante la in-
mersión (95% sí, 5% no). En cambio, solamen-
te el 20% (4 sujetos) reportaron haber sentido
miedo. Aproximadamente la mitad de los su-
jetos reportaron ansiedad (55% sí, 45% no) e
identicación con víctimas (60% sí, 40% no).
Discusión
La prueba que mide el constructo empatía
ha sido administrada en tres ocasiones diferen-
tes, tal como ya se ha indicado. Las diferencias
media Desv.
Desv.
error
promedio
Inferior Superior t gl Sig (bil.)
Par 1
adopción de perspectivas en lí-
nea base - adopción de perspec-
tivas post-exposición inmediata
-,800 4,034 ,902 -2,688 1,088 -,887 19 ,386
Par 2
comprensión emocional en línea
base - comprensión emocional
post-exposición inmediata
,050 5,306 1,186 -2,433 2,533 ,042 19 ,967
Par 3
estrés empático en línea base -
estrés empático post-exposición
inmediata
-1,900 3,986 ,891 -3,765 -,035 -2,132 19 ,046
Par 4
alegría empática en línea base -
alegría empática post-exposición
inmediata
,550 4,947 1,106 -1,765 2,865 ,497 19 ,625
Par 5
puntuación total de empatía en
línea base - total empatía post-
exposición inmediata
-2,050 14,013 3,133 -8,608 4,508 -,654 19 ,521
Tabla 4
Prueba de muestras emparejadas, subgrupo criterio PC<10
Tabla 5
Emociones reportadas por el grupo experimental
miedo enfado tristeza ansiedad agresividad realismo Identicación con víctimas
4 19 13 11 17 19 12
NO 16 1 7 9 3 1 8
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entre sexos respecto a las puntuaciones obte-
nidas solamente se han podido observar en la
primera administración en la puntuación total
de empatía. En las administraciones posterio-
res esta diferencia sobre la puntuación total o
sobre las escalas componentes no es observa-
da, salvo en la escala EE, escala que, por otro
lado, parece que sí mantiene una cierta signi-
catividad estadística en cuanto a las diferen-
cias observadas en otras variables, tal como a
continuación se comenta.
La comparación en el grupo que se somete
a tratamiento entre la línea base y los datos so-
bre empatía recogidos inmediatamente des-
pués de la exposición muestra que solamente
la escala Estrés Empático arroja diferencias es-
tadísticamente signicativas. No se han obser-
vado diferencias entre el grupo de control res-
pecto a las medidas de empatía tomadas en la
línea base y dos semanas después, fase de re-
test (T3). Tampoco se observaron diferencias
en las mediciones realizadas sobre el grupo
experimental en post-exposición (T2) y re-test
(T3). En cambio, dichas diferencias en las me-
diciones sí fueron observadas entre la adminis-
tración, dentro de este grupo, entre la primera
administración o línea base (T1) y la realizada
en post-exposición (T2), así como respecto a
la comparación entre la fase T1 y T3. Los datos
obtenidos indican que, en la muestra explora-
da, las diferencias giran únicamente en torno
a la escala Estrés Empático, diferencias que no
son observadas en el grupo control que no ha
recibido tratamiento.
Así mismo observamos que dentro del gru-
po experimental, no se obtienen diferencias
entre la línea base y la post-exposición en el
subgrupo que no cumple criterio de baja em-
patía. En cambio, estas diferencias sí son pa-
tentes en la mencionada escala EE en el sub-
grupo que lo cumple. Las diferencias podrían
ser mayores en la comparación línea base –
post exposición que en la comparación línea
base- retest (T3). En la primera comparación,
obtenemos t= -3,281 sig=.010 con una correla-
ción de .811 sig=.010. En la segunda compara-
ción, t=-2,792 sig=.021 con una correlación de
.680 sig= .030 lo que indicaría una asociación
más débil. Respecto a la totalidad del grupo
experimental (subgrupo que cumple el criterio
más el subgrupo que no lo cumple) se obtie-
nen diferencias en la escala EE, t= -2,132 sig=
.046, con correlación de .732 sig= .000 por lo
que se podría pensar que es el subgrupo de
baja empatía el que está determinando las di-
ferencias existentes en la única escala sobre la
que se aprecian cambios.
No se han encontrado diferencias signi-
cativas entre las emociones reportadas y la
puntuación total de empatía reportada por
los sujetos sometidos a tratamiento, salvo en
la emoción enfado”. Las diferencias observa-
das en esta emoción, entre aquellos que se
identican con ella y los que reportan no sen-
tirla, se han objetivado tanto en la fase post-
exposición (T2) como en la fase retest demo-
rada (T3), de modo que existiría algún tipo de
relación positiva entre la puntuación total de
empatía reportada y sentir enojo. Otro tipo de
emociones que fueron sentidas por la mayo-
ría de la muestra, como sentir agresividad y la
sensación de realidad debido a la inmersión,
parecen no encontrarse relacionadas con un
incremento en la medida de empatía, así como
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aquellas emociones que fueron sentidas apro-
ximadamente por la mitad de los sujetos (an-
siedad e identicación con víctimas).
Conclusiones
Se ha de insistir en que las conclusiones
expuestas a continuación no pretenden ser
inferenciales, siendo válidas únicamente como
estudio piloto exploratorio sobre la muestra
abordada. En primer lugar, atendiendo a la
hipótesis número 1 indicada en nuestro plan-
teamiento, existiría impacto emocional en los
sujetos participantes y expuestos a inmersión.
Dicho impacto afectaría fundamentalmente a
las emociones enfado, sensación de realidad
y agresividad. Identicación con víctimas, tris-
teza y ansiedad son reportadas en un menor
porcentaje, afectando aproximadamente a la
mitad de la muestra. La emoción miedo tan
solo fue sentida por un 20% de los sujetos. A
mismo se observa una relación positiva entre
el incremento de la puntuación en empatía y
su asociación con la emoción enfado, de modo
que aquellos individuos que reportaron sentir
enfado mostraron incrementos en la puntua-
ción total de empatía medida en la línea base y
comparada con la fase de exposición y el retest
demorado una semana después.
Respecto a la hipótesis número 2, el 95% de
los sujetos reportan haber sentido sensación
de realidad, a pesar de las limitaciones técnicas
obvias de los recursos tecnológicos emplea-
dos (falta de interacción real con los objetos,
restricción en la movilidad, falta de nitidez y
limitada calidad en la resolución de vídeo).
Dado que existe impacto emocional vin-
culado tanto al propio contexto argumental
(acoso escolar) como al medio de exposición
al mismo (inmersión en 360º a través de me-
dios VR), y atendiendo a la hipótesis número
3, se puede concluir que en la muestra, dicho
impacto afecta solamente a la escala Estrés
Empático, de modo que habría sido estimula-
do a través de la carga emocional que conlleva
asumir el papel de víctima sin posibilidad de
escape, por el contexto experimental, o bien
réplica o defensa, por el contexto limitante
de la aplicación tecnológica al no permitir la
interacción real con el sujeto acosador. Es de
interés resaltar que la variable Estrés Empático
es la que viene afectada directamente por el
argumento experimental. Las otras tres varia-
bles (Adopción de perspectivas, Comprensión
Emocional y Alegría Empática) no deberían ser
modicadas, ya que no les afecta de un modo
directo el contexto. Es decir, el tratamiento
no está diseñado para asumir o comprender
el punto de vista de otro, ni comprender sus
emociones, y mucho menos se trata de un con-
texto en el que sea necesario compartir algún
tipo de emoción positiva. Se trata de una situa-
ción de acoso en el que el sujeto experimental
se coloca como víctima y receptor de conduc-
tas violentas.
Es importante resaltar que el incremento
en la puntuación de empatía afectó a aquellos
sujetos que inicialmente puntuaban bajo en el
constructo junto con un historial de conductas
de corte antisocial. A través de los análisis pre-
vios hemos observado que las diferencias sig-
nicativas entre medias afectaban solamente a
este subgrupo dentro del grupo experimental,
lo que nos podría indicar que un tratamiento
de inmersión con contexto violento en el que
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sea la persona el objeto de la acción y víctima,
favorecería más a aquellas personas con bajos
niveles de EE reportado que a aquellos que tu-
vieran un nivel más normalizado, no teniendo
ningún tipo de efecto sobre el resto de escalas
o dimensiones componentes de la empatía.
Por último, y atendiendo a la cuarta hipó-
tesis, se observa mantenimiento en el incre-
mento de las medias observadas respecto a la
escala Estrés Empático durante una semana en
el grupo experimental, y más concretamente
en el subgrupo de baja empatía, cambios que
no fueron observados en los sujetos que no re-
cibieron tratamiento.
Como conclusión nal, y a raíz de lo obser-
vado en el estudio piloto, indicar que es de in-
terés explorar por un lado la conveniencia de
incorporar recursos tecnológicos como apo-
yo a las intervenciones psicosociales, debido
a que podrían tener capacidad para provocar
determinados estados emocionales que a su
vez ayudarían a cambios conductuales. Así
mismo, es de interés explorar cada uno de los
ámbitos especícos del constructo empatía,
de modo que, en el diseño de programas, se
establezcan como objetivo de tratamiento
dianas especícas, dianas que deben ser ex-
ploradas e identicadas y puestas en relación
con objetivos especícos y concretos en cada
tratamiento.
Conicto de intereses
Los autores de este artículo declaran que no
tienen ningún conicto de intereses
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