Revista de Educación,
Motricidad e Investigación
VOL. 19 (2022)
ISSN 2341-1473 pp. 1-13
https://doi.org/10.33776/remo.vi19.5484
RELACIÓN ENTRE LA COMPOSICIÓN CORPORAL Y EL
EQUILIBRIO EN MUJERES MAYORES
ASSOCIATION BETWEEN BODY COMPOSITION AND BALANCE
IN OLDER WOMEN
David Corchero-Soriano
Facultad de Ciencias del Deporte,ceres, Españ a.
María Mendoza-Muñoz
Facultad de Ciencias del Deporte,ceres, Españ a.
Jorge Rojo-Ramos
Facultad de Ciencias del Deporte,ceres, Españ a.
Sabina Barrios Fernández
Facultad de Enfermería y Terapia Ocupacional,ceres, Españ a.
Jorge Carlos-Vivas
Facultad de Ciencias del Deporte,ceres, Españ a.
Raquel Pastor-Cisneros
Facultad de Ciencias del Deporte,ceres, Españ a.
https://doi.org/10.33776/remo.vi19.5484
[ 2 ]
Resumen
El objetivo de este estudio fue evaluar e identifi car las
relaciones existentes entre el Índice de Masa Corporal
(IMC) y el porcentaje graso, con el equilibrio de muje-
res mayores que viven en la Comunidad Autónoma de
Extremadura, España. Se realizó un estudio transversal
con una muestra de 188 mujeres extremeñas mayores
de 55 años. Se evaluó el peso, la talla, el porcentaje gra-
so mediante bioimpedancia y el equilibrio tanto diná-
mico como estático mediante estabilometría. Se realizó
un análisis de regresión para evaluar las relaciones exis-
tentes entre estas variables, así como su valor predictivo.
Los resultados nos informan de la asociación existente
entre las variables porcentaje graso e IMC con el equi-
librio dinámico, siendo esta última asociación la más
signifi cativa estadísticamente. Para concluir, se puede
afi rmar que existe una relación inversa entre los índices
antropométricos IMC y porcentaje de grasa con el equi-
librio dinámico.
Palabras claves
IMC; porcentaje graso; equilibrio dinámico; mujeres ex-
tremeñas mayores de 55 años.
Fecha de recepción: 27/03/2022
Abstract
The aim of this study was to evaluate and identify the
relationships between Body Mass Index (BMI) and fat
percentage, with the balance of older women living in
the Autonomous Community of Extremadura, Spain. A
cross-sectional study was carried out with a sample of
188 women over 55 years of age in Extremadura. Wei-
ght, height, fat percentage by bioimpedance and both
dynamic and static balance by stabilometry were asses-
sed. A regression analysis was performed to evaluate the
relationships between these variables, as well as their
predictive value. The results show an association be-
tween the variables fat percentage and BMI and dynamic
balance, the latter being the most statistically signifi cant.
To conclude, it can be stated that there is an inverse re-
lationship between the anthropometric indices BMI and
fat percentage and dynamic balance.
Keywords
BMI; fat percentage; dynamic balance; Extremadura´s
women over 55 years old.
Fecha de aceptación: 19/05/2022
RELACIÓN ENTRE LA COMPOSICIÓN
CORPORAL Y EL EQUILIBRIO EN MUJERES
MAYORES
ASSOCIATION BETWEEN BODY
COMPOSITION AND BALANCE IN OLDER
WOMEN
David Corchero-Soriano
Facultad de Ciencias del Deporte,ceres, Españ a.
María Mendoza-Muñoz
Facultad de Ciencias del Deporte,ceres, Españ a.
Jorge Rojo-Ramos
Facultad de Ciencias del Deporte,ceres, Españ a.
Sabina Barrios Fernández
Facultad de Enfermería y Terapia Ocupacional,ceres, Españ a.
Jorge Carlos-Vivas
Facultad de Ciencias del Deporte,ceres, Españ a.
Raquel Pastor-Cisneros
Facultad de Ciencias del Deporte,ceres, Españ a.
Contacto:
raquelpc@unex.es
https://doi.org/10.33776/remo.vi19.5484
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Las personas mayores de 65 años representan un 12% de la población total en el mundo. La Organización de Na-
ciones Unidas estima que debido al envejecimiento progresivo, ascenderá al 22% de la población mundial (Nations
Unies, 2007). En concreto, el grupo de edad de mayores de 64 años se duplicará en tamaño y pasará a constituir el
31,9% de la población total de España (INE. Revisión del patrón municipal 2009. Datos a nivel nacional., 2010).
Las caídas representan uno de los mayores problemas de salud en este colectivo, ya que un tercio de las personas
mayores de 65 años se cae al menos una vez al año (Hausdorff et al., 2001; Rubenstein & Josephson, 2002), por lo
que se considera como una de las principales causas de morbilidad (Padilla-Ruiz et al., 1998) y mortalidad (Perry,
1982) en este colectivo. Entre un 5 y un 8 % de las personas mayores residentes en la comunidad de Extremadura
que caen, van a sufrir una fractura. Además, el índice de fracturabilidad aumenta exponencialmente con la edad y en
el sexo femenino (Marín-Carmona & López-Trigo, 2004).
En España se producen más de 820 accidentes diarios que requieren asistencia sanitaria. Se estima que el gasto di-
recto (asistencia médica, quirúrgica, rehabilitación…) de estos accidentes se eleva a más de 380 millones de euros
para la sanidad, cifra a la que se suman cerca de 43 millones derivados de costes indirectos que asumen los fami-
liares: ausencias laborales, contratación de cuidadores, ayudas ortopédicas (Estudio de Evaluación Económica de La
Accidentabilidad de Las Personas Mayores En España, 2012).
En este contexto es primordial profundizar en el conocimiento de las variables que infl uyen sobre las caídas para po-
der detectar los factores de riesgo (King & Tinetti, 1995) y actuar sobre ellos con el objetivo de reducir la cifra de caí-
das así como su coste derivado, y el sufrimiento humano que genera un importante deterioro de la calidad de vida
de estas personas y de sus familiares.
Los factores de riesgo para sufrir una caída en personas mayores que viven en comunidad pueden ser extrínsecos
(actividad desarrollada y entorno) o intrínsecos (procesos patológicos, fármacos y cambios asociados al envejeci-
miento) (Chu et al., 2005; Lord et al., 2003; Reyes-Ortiz et al., 2004; Salva et al., 2004). Los fármacos desempeñan un
papel importante en un gran porcentaje del número de caídas. Existe una relación directa entre el número de medi-
camentos que recibe un paciente y el riesgo aumentado de presentar una caída, considerándose la polifarmacia (in-
gesta de 4 o más fármacos) un factor de riesgo claramente relacionada con sufrir caídas (Woolcott et al., 2009). Por
otro lado, los cambios fi siológicos del envejecimiento relacionados con el deterioro del equilibro están relacionados
con la pérdida del poder de acomodación, la disminución de la agudeza visual y las alteraciones en la conducción
nerviosa vestibular (Chang et al., 2004). Junto con el deterioro del equilibrio también se produce una disminución de
la fuerza, así como, la aparición más temprana de la fatiga, dando lugar a los tres factores determinantes de la ma-
yor prevalencia de caídas en esta población (Gama & Gómez-Conesa, 2008). Al mismo tiempo, se deteriora el siste-
ma visual, auditivo y sensorial, produciendo trastornos en la marcha o ralentizándola, lo que provoca que aumenten
las oscilaciones, incrementando así el riesgo de sufrir una caída (Chang et al., 2004; Marín-Carmona & López-Trigo,
2004).Tener un elevado peso corporal también supone un riesgo asociado a las caídas ya que puede condicionar y
empobrecer las variables citadas (equilibrio, fuerza y fatiga) (Corbeil et󴮛al., 2001).
Tener un elevado peso corporal también supone un riesgo asociado a las caídas ya que puede condicionar y empo-
brecer las variables citadas (equilibrio, fuerza y fatiga) (Corbeil et al., 2001).
El Índice de Masa Corporal (IMC) es una relación entre el peso y la talla del individuo, por lo que podría verse in-
uenciado por el nivel de equilibrio. Sin embargo, se encuentra limitado por el desconocimiento del porcentaje de
los distintos componentes corporales (graso, magro, hueso, piel, agua). Por lo tanto, es necesario realizar una medi-
ción del porcentaje graso, ya que se asocia con la disminución del nivel de equilibrio (Corbeil et󴮛al., 2001) y depen-
diendo de la zona donde se acumule, puede variar nuestro centro de gravedad de una forma u otra (Janssen et󴮛al.,
2002). Además, supone una carga adicional en el desplazamiento haciendo que ante un desequilibrio el tiempo
disponible para reajustar la posición sea menor (Hue et󴮛al., 2007). Así mismo un porcentaje de grasa elevado conlle-
va una menor fuerza relativa, teniendo la misma fuerza absoluta para mover tu propio peso (Sherwood & Schmidt,
1980).
1. Introducción
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Al aumentar la fuerza relativa ganamos funcionalidad y agilidad, lo cual es una cualidad deseable y útil para la vida
cotidiana, la mejor estrategia para aumentar la fuerza relativa en estas edades es disminuir el peso corporal sin re-
ducir la fuerza absoluta (Jones et󴮛al., 2002)a model was constructed and its output compared with the empirical data.
SDN was evident in voluntary isometric contractions as a linear scaling of force variability (SD, es decir, disminuir el
porcentaje graso, manteniendo o aumentando el muscular.
Escasos estudios han relacionado el IMC o el porcentaje graso con el equilibrio en mujeres mayo-
res; además, lo relacionan de forma independiente, y no se ha detectado ninguno que relacione el
IMC y porcentaje de graso con el equilibrio. Se destaca el estudio de Hue et al. (2007) que reporta
que el aumento de peso trae consigo una disminución de la actividad de los mecanorreceptores, el
nivel de sensibilidad, la velocidad para reajustar el centro de presión y a la vez, aumenta la proba-
bilidad de sufrir una caída.
Hita-Contreras et al. (2013) indicaron que el parámetro más óptimo para predecir el índice de caída
es el medio lateral con ojos cerrados. Además, aquellos sujetos que tienen una puntuación superior
a 20 en la Escala Internacional de Efi cacia de las Caídas (FES-I), se asocian con los mayores índices
de sufrir una caída y una fractura (Hita-Contreras etal., 2013)and they are related to balance deficit
and to fear of falls. The purpose of our study is to evaluate predictors of falls in the 50–65-year-old
postmenopausal population.\nMethods A prospective cohort study was conducted on 96 postme-
nopausal women. Fear of falling and postural stability were assessed by using the FES-I (Falls Effica-
cy Scale-International, coincidiendo además, con los sujetos que presentan el IMC más elevado en
un alto porcentaje.
No se ha encontrado ningún estudio en la literatura que relacione el porcentaje graso e IMC con el
equilibrio en mujeres mayores, por lo que este estudio tiene como objetivo evaluar e identifi car las
relaciones existentes entre el IMC y el porcentaje graso con el equilibrio de mujeres mayores que
viven en la comunidad.
La hipótesis de este estudio es que existe una relación inversa entre índice de masa corporal y el
porcentaje de grasa con el equilibrio estático y dinámico en mujeres mayores de 65 años.
Diseño del estudio
Se trata de un estudio transversal para obtener información sobre la relación del IMC y el porcentaje
graso, con el equilibrio estático y dinámico en mujeres mayores de 65 años.
Participantes
La evaluación de los participantes se llevó a cabo durante el encuentro anual de personas mayo-
res realizado en Extremadura “Extremayor, que consiste en una jornada de convivencia de 3 días
donde personas mayores de toda Extremadura acuden de forma voluntaria a un gran pabellón con
stands promocionales. Todas las evaluaciones se llevaron a cabo en un stand en el cual la participa-
ción era gratuita. Todos los participantes fueron informados de las pruebas que se iban de realizar
y fi rmaron un consentimiento informado, respetando los principios de la Declaración de Helsinki.
En este estudio se incluyeron para su análisis los datos de los participantes que cumplían con los si-
2. Método
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guientes criterios de inclusión: (1) mujeres de 55 años o más; (2) ser funcionalmente independiente;
(3) tener la capacidad legal de dar el consentimiento informado; (4) y la habilidad de entender ins-
trucciones; (5) no tener ninguna patología que requiriese ingesta diaria de fármacos psicotrópicos
o que afecte al sistema vestibular (Parkinson, etc.).
Procedimientos y Medidas
Una vez obtenidos los datos de edad y variables socio-demográfi cas, se procedió a la evaluación
de las siguientes medidas:
Peso y talla corporal. Se utilizó la báscula Seca 710 (Seca GmBH & Co Kg, Hamburg, Germany),
realizando una calibración previa (capacidad: 200 kg; precisión: 50 g) siguiendo en todo mo-
mento las normativas del Consejo de Europa (Oja & Tuxworth, 1995).
Índice de masa corporal. Se calculó mediante la fórmula “IMC=Peso/Talla2”.
Porcentaje de grasa corporal. Se utilizó el bioimpedianciómetro Omron HBF-306 (Omron, Ban-
nockbum, Illinois) que consta de 4 electrodos, dos para cada mano) (Deurenberg etal., 2001)
Milan and Rome (Italy. El manual de uso especifi ca que el margen de peso de grasa corporal que
es capaz de medir oscila entre 10,4 kg y 198 kg, y el porcentaje de grasa corporal entre un 4%
y un 50%. El porcentaje de grasa corporal se mide en base a la resistencia eléctrica y a los datos
personales como el peso, la altura, la edad y el género. El manual del instrumento no especifi ca
la fórmula que utiliza ni la precisión.
Evaluación del equilibrio. Se realizó a través del estabilómetro Biodex Balance System SD (BBS)
(Biodex Medical System, Shirley, NY). El BBS se ha usado para evaluar y entrenar el equilibrio di-
námico (Aydog etal., 2006; Gusi etal., 2012) y se caracteriza por estar diseñado para evaluar la
estabilidad postural en situaciones estáticas y dinámicas (superfi cie inestable). Este instrumento
está compuesto por una plataforma circular con libertad de movimiento de forma simultánea
en los ejes anteroposterior y medio-lateral, permitiendo la inclinación de su base de hasta 20º,
pudiendo controlar el grado de movimiento de la base mediante 12 niveles diferentes, siendo
12 el más inestable y 1 el más estable, teniendo un nivel adicional estático en el cual la base de
la plataforma está totalmente estable. El BBS tiene una pantalla que proporciona información en
tiempo real sobre la situación de la perpendicular del centro de gravedad, debiendo ser cali-
brado antes de comenzar las medidas. Los aspectos protocolarios insustituibles en cada una de
las mediciones fueron el apoyo de los dos pies, la no utilización de calzado y la mirada dirigida
hacia la pantalla que se encuentra a 30 centímetros de la cara. La evaluación se realizó con la
versión de fi rmware 1,08 de Biodex. En este estudio se llevaron a cabo 2 protocolos estandari-
zados en este software utilizado y claramente diferenciados entre sí: El “Fall Risk Test” o test de
riesgo de caídas (FRT) y el “Postural Stability Test” o test de estabilidad postural (PST). En el FRT
el nivel de inestabilidad de la plataforma es 8, realizando 3 ensayos por persona de 20 segundos
de duración y 10 segundos de descanso entre los mismos. Se obtiene un índice de equilibrio
global. El PST es muy similar, pero la plataforma se encuentra totalmente estable. Consiste en 3
ensayos por persona de 20 segundos de duración y 10 segundos de descanso entre los mismos,
obteniendo tres índices: índice de equilibrio anteroposterior, índice de equilibrio medio-lateral
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e índice de equilibrio global compuesto por los dos anteriores (Arnold & Schmitz, 1998). Estos
índices representan las fl uctuaciones en torno a un punto cero establecido antes de la prueba
cuando la plataforma se encuentra en posición.
Análisis estadístico
Se realizó un análisis descriptivo de las características de las participantes utilizando medias y des-
viaciones típicas o porcentajes en función de las características de cada variable. Posteriormente
se realizó la exploración de los supuestos paramétricos en los que se basan el análisis de varian-
za (ANOVA) como son los contrastes de normalidad de los datos y homogeneidad de varianzas
mediante la prueba de Kolmogorov-Smirnof con la corrección de Lillefors y la prueba de Levene
respectivamente. Una vez comprobados estos supuestos, se procedió a realizar correlaciones de
Pearson para comprobar qué variables de las obtenidas están más relacionadas con los índices de
equilibrio. Finalmente, se realizó un análisis de regresión lineal para analizar en qué medida el IMC
o el porcentaje de grasa predicen los distintos índices de equilibrio calculados.
La tabla 1 muestra las características de las participantes en el estudio, en este caso todas del sexo
femenino.
La media de peso obtenida en la muestra es susceptiblemente elevada ya que los valores norma-
tivos para esta edad y sexo es de 68 kilogramos. Con respecto a la talla, los valores obtenidos son
muy similares a los normativos (151 cm), lo mismo sucede con el IMC que se considera como eleva-
do a partir de 30 y la mayoría de las participantes se encuentran por debajo.
El porcentaje graso obtenido en las participantes también es elevado con respecto a los valores
normativos (33,7±5,2 %).
Tabla 1.
Características de las participantes en el estudio (n=188)
Edad (años) 66,80 (±6,10)
Peso (kg) 75,62 (±3,93)
Talla (cm) 153,66 (±10,90)
IMC (m2/kg) 29,98 (±4,24)
Porcentaje graso 40,85 (±5,55)
Fall Risk Index (º) 2,76 (±1,29)
Overall Stability Index (º) 0,75 (±0,39)
Medio Lateral Index (º) 0,39 (±0,27)
Antero Posterior Index (º) 0,57 (±0,44)
* Medidas mostradas en medias (±desviación típica). IMC: Índice de Masa Corporal. Fall Risk Index: Índice de Riesgo de Caídas. Ove-
rall Stability Index: Índice General de Estabilidad. Medio Lateral Index: Índice de Estabilidad del Plano Medio Lateral. Antero Posterior
Index: Índice de Estabilidad del Plano Antero Posterior.
3. Resultados
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La tabla 2 muestra información sobre la situación actual en la que viven, su nivel de estudios y las
horas a la semana en que practican ejercicio físico. El perfi l medio de la participante es una mujer
casada sin estudios y que realiza 3 o más horas de actividad física a la semana.
Tabla 2.
Variables socio-demográfi cas (n=188)
Con quien vive actualmente n (%)
En casa solo 49 (26,1)
En casa con mi esposo/a 118 (62,8)
Con mis hijos, hermanos... 19 (10,1)
En un hospital u otro tipo de institución 2 (1)
Nivel de estudios n (%)
Ninguno 76 (40,4)
Primaria incompleta (sabe leer y escribir) 54 (28,7)
Primaria completa 53 (28,2)
Escuela de ofi cios o Formación profesional 2 (1,1)
Estudios de Bachiller completos 1 (0,5)
Diplomado universitario 2 (1,1)
Horas semanales dedicadas a la práctica de ejercicio físico n (%)
Ninguna 76 (40,4)
Menos de 1 hora 54 (28,7)
Entre 1 y 2 horas 53 (28,2)
Entre 3 y 4 horas 2 (1,1)
Entre 5 y 8 horas 1 (0,5)
9 o más 2 (1,1)
La tabla 3 muestra la correlación existente entre los distintos índices de equilibrio con la edad, el
IMC y el porcentaje graso. En esta tabla se puede apreciar como la grasa correlaciona de forma
estadísticamente signifi cativa tanto con el FRT como con el OST, mientras que el IMC tan solo corre-
laciona de forma estadísticamente signifi cativa con el FRT, siendo esta correlación la más alta entre
las obtenidas.
Tabla 3.
Correlaciones entre el equilibrio, la edad, el IMC y el porcentaje graso (n=188)
Edad IMC Porcentaje graso
Fall Risk Index ,098 ,335** ,245**
Overall Stability Index ,114 ,004 ,142
Medio Lateral Index ,119 -,032 ,146 *
Antero Posterior Index ,031 -,032 ,011
* Correlación con signifi catividad p< ,05; ** Correlación con signifi catividad p< ,01;
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IMC: Índice de Masa Corporal; Fall Risk Index: Índice de Riesgo de Caídas; Overall Stability Index: Índice General de Estabilidad;
Medio Lateral Index: Índice de Estabilidad del Plano Medio Lateral; Antero Posterior Index: Índice de Estabilidad del Plano Antero
Posterior.
La tabla 4 presenta los modelos de regresión lineal entre las variables que mostraron una correla-
ción estadísticamente signifi cativa, siendo el IMC la variable que por sí sola ofrece una mejor pre-
dicción del FRT (11%).
Tabla 4.
Modelos de regresión entre las variables de composición corporal y equilibrio (n=188)
Modelo 1 (R= ,335; R² = ,112)
BETA SE BETA tipifi cado P
Constante -0,348 0,649 ,593
IMC 0,104 0,022 0,335 ,000
Modelo 2 (R= ,245; R² = ,060)
BETA SE BETA tipifi cado P
Constante 0,428 0,688 ,534
Porcentaje de grasa 0,057 0,017 0,245 ,001
Modelo 3 (R= ,146; R² = ,021)
BETA SE BETA tipifi cado P
Constante 0,095 0,148 ,522
Porcentaje de grasa 0,007 0,004 0,146 ,046
* Modelo 1: IMC prediciendo Fall Risk; Modelo 2: % de grasa prediciendo Fall Risk; Modelo 3: % de grasa prediciendo Medio-Lateral;
IMC: Índice de Masa Corporal.
El principal hallazgo de este estudio es la asociación existente entre las variables porcentaje graso e
IMC con el equilibrio dinámico, siendo esta última asociación la más signifi cativa estadísticamente.
Existen valores normativos del IMC para población mayor extremeña que indicaron que el 9,8% de las
participantes evaluadas tienen normo-peso (18,9≥IMC≤24,9), el 46,8% sobrepeso (25≥IMC≤29,9) y
el 43,6% obesidad (IMC≥30) (Gusi N et al., 2012). Sin embargo, no existen estudios actualizados que
describan los valores normativos del IMC en la población mayor extremeña, únicamente encontra-
mos estudios actuales realizados con la población adolescente de esta comunidad (Gómez-Galán
et al., 2021).
Teniendo en cuenta los resultados recabados hasta el momento, podemos decir que los valores de
IMC de las participantes en este estudio están en la media de los descritos en los valores normati-
vos para esta población, coincidiendo con otros estudios publicados en población similar europea
(Milewicz et al., 2013; Ryden et al., 2012). Con respecto a los valores de porcentaje graso la media
obtenida en este estudio ha sido de 40,8% siendo similar a los valores normativos publicados para
población extremeña (Gusi et al., 2012). Lo cual no signifi ca que estos valores obtenidos sean los
adecuados para mujeres de esta edad ya que al igual que ocurre con los valores obtenidos para el
4. Discusión
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IMC, la bibliografía nos indica que estos valores de porcentaje graso corresponden a sobrepeso,
oscilando los valores de normo-peso para esta población entre 31,1 % y 34,4% (Guilbert, 2003).
Varios estudios han demostrado que los participantes con valores de IMC elevado tienen importan-
tes problemas relacionados con el equilibrio y por tanto una mayor probabilidad de sufrir caídas
(Hita-Contreras et al., 2013; Murphy et al., 2002). Además, un IMC alto está relacionado con una ma-
yor probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatía y accidente
cerebro vascular), diabetes y osteoartritis (Murphy et al., 2002).
Un alto IMC puede determinar un peso elevado, pero no informa sobre el tejido que genera este
sobrepeso por tanto lo más adecuado es hacer la medición del tejido adiposo y graso así como de
la complexión ósea para poder determinar exactamente cuál es la razón de tener un peso elevado
que será el que establezca también un valor alto del IMC (Tinetti et al., 1988). En esta línea, un hom-
bre y una mujer de la misma altura y el mismo peso obtienen el mismo valor de IMC, sin embargo,
la cantidad de grasa difi ere de un modo considerable entre sexos (Milewicz et al., 2013), ya que la
constitución normal del cuerpo de la mujer se diferencia de la del varón por su mayor distribución
de la grasa en glúteos, mamas, caderas y parte superior de los muslos, debido a la acción de los
estrógenos (Davison et al., 2005). Esta desigualdad en la distribución de la grasa corporal produce
una modifi cación del centro de gravedad (Fabris de Souza et al., 2005), haciendo que la velocidad
en reajustar la posición ante un desequilibrio sea menor debido a la modifi cación de la estructura
de los segmentos corporales (Hue et al., 2007). Esta puede ser la razón de por qué la asociación
entre el equilibrio dinámico y las variables edad, IMC y porcentaje graso es más elevada que la
hallada entre el equilibrio estático y las variables anteriormente citadas. Estudios previos correlacio-
nan negativamente el nivel de equilibrio con un elevado peso corporal, y por tanto un mayor riesgo
de caídas (Hue et al., 2007). Los resultados obtenidos en este estudio permiten profundizar en esta
relación indicando además que los test de equilibrio no estáticos, es decir con posibilidad de des-
equilibrios, se ven más afectados por un elevado IMC y porcentaje graso.
Como implicaciones se puede indicar que los mayores de 65 años deberían reducir su IMC y por-
centaje graso con la fi nalidad de mejorar su equilibrio y reducir con ello el riesgo de sufrir caídas.
De este modo se aconseja introducir en las guías de prevención de caídas para personas mayores
un apartado específi co sobre la idoneidad de disminuir el IMC y el porcentaje de grasa corporal
como medio de prevención de caídas.
Los Centros de Control de Enfermedades y Prevención (CDC) y el Consejo Nacional sobre el Enve-
jecimiento (NCOA) describen cuatro áreas identifi cadas a partir de las cuales se puede modifi car el
riesgo de sufrir caídas: aumentar la actividad física, donde se proponen ejercicios para el aumento
de la fuerza y la mejora del equilibrio (Opdenacker et al., 2009), revisar y utilizar los medicamentos
de forma segura a través de la lectura de los prospectos y tomando los medicamentos adecuados
para cada persona en función de la patología existente (Howland et al., 1993), buscar e identifi car
problemas de visión mediante una serie de instrumentos que pueden detectar defi ciencias en el
sentido de la vista (Gillespie et al., 2003; Lord & Dayhew, 2001) y aumentar la seguridad en el hogar
a través de unas listas de los peligros más usuales en el hogar y consejos para la modifi cación de
éstos con la fi nalidad de tener una mayor seguridad (Gillespie et al., 2003). Por tanto, teniendo en
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cuenta los resultados obtenidos, se podría incluir la reducción del porcentaje de grasa corporal en
las guías de prevención de caídas, recomendando la realización de dietas equilibradas así como la
realización de actividad física moderada de forma regular (Barr et al., 2005).
Este estudio cuenta con algunas limitaciones como las relativas a la muestra utilizada. Todas las partici-
pantes fueron personas mayores que acudieron a un evento lúdico organizado para las personas mayo-
res de toda Extremadura, lo cual excluye a personas que no pueden acudir a este tipo de eventos como
personas dependientes o con limitaciones funcionales. Sería necesario explorar esta asociación entre
IMC y porcentaje graso con el equilibrio en otras poblaciones con limitaciones funcionales específi cas.
Adicionalmente el porcentaje de grasa se ha estimado mediante un bioimpedanciómetro comercial
correctamente validado (Deurenberg et al., 2001), el cual ha permitido el cálculo del porcentaje de
grasa de forma rápida. Un aparato con mayor precisión u otras metodologías más precisas podrían
haber ayudado a encontrar relaciones más precisas en equilibrio dinámico y estático.
Como implicaciones del estudio, los programas de actividad física para personas mayores han de
incluir trabajos de equilibrio dinámico, especialmente en las personas con porcentajes grasos más
elevados o sobrepeso. Asimismo, los programas que modifi quen el IMC y porcentaje graso han de
atender y adaptarse a las modifi caciones en su nivel de equilibrio dinámico.
Como prospectivas de futuro se recomienda analizar si los resultados obtenidos se mantienen en el
caso de hombres, así como población mayor a la utilizada o tal y como se ha indicado anteriormen-
te, con limitaciones funcionales.
Como conclusión, el valor del IMC y el porcentaje de grasa se asocian linealmente con deterioros
del equilibrio dinámico y riesgo de caída.
N/A.
Los autores declaran no tener confl icto de interés.
Sin fi nanciación.
Arnold, B. L., & Schmitz, R. J. (1998). Examination of balance measures produced by the biodex sta-
bility system. Journal of Athletic Training, 33(4), 323-327.
Aydog, E., Bal, A., Aydog, S. T., & Cakci, A. (2006). Evaluation of dynamic postural balance using the
biodex stability system in rheumatoid arthritis patients. Clinical Rheumatology, 25(4), 462-467.
https://doi.org/10.1007/s10067-005-0074-4.
7. Confl icto de interés
8. Financiación
9. Referencias
6. Agradecimientos
5. Conclusión
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Barr, E. L., Browning, C., Lord, S. R., Menz, H. B., & Kendig, H. (2005). Foot and leg problems are im-
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