Títulos Propios

El objetivo general de este curso es obtener una visión 360º de la diversidad y desafíos de gestión y conservación de los montes andaluces.

¿A qué huele y a qué sabe el monte andaluz? Huele a madera, a resina y a corcho, a orégano, almoradux y tomillo, a roble en las bodegas...  Sabe a piñones y a castañas, a jamón de Jabugo, a secreto, a presa, ¡a setas!, a tentullos, gallipiernos, tanas... En ocasiones, se desatan las fuerzas de la naturaleza y el monte huele a ceniza y carbonilla...  Todos estos olores y sabores no se desprenden de un monte deshabitado. Mientras trabajadores forestales, corcheros, maquinistas, agentes de medio ambiente, encargados, capataces y manijeros, técnicos, pastores, porqueros, cabreros... transiten por los montes de Andalucía, éstos últimos verán garantizada su sostenibilidad, y dehesas, encinares, alcornocales, pinares, pinsapares, choperas... verán asegurada su conservación mientras formen parte esencial de la vida de tales trabajadores, trabajadoras y sus familias. Un monte andaluz deshabitado y abandonado acabará siendo pasto de las llamas y, ante un escenario de cambio global, convertido en otra cosa. ¿Quién sabe qué?

En el ambiente forestal de los pinares de la Rábida sobre el Paraje Natural del Estero de Domingo Rubio y la desembocadura del Río Tinto, este Curso de Verano pretende reunir a un grupo de profesores para que reflexionen, compartan e intercambien con el alumnado sus saberes y experiencias. Se viajará al pasado repasando el uso de los frutos forestales en la alimentación humana a lo largo de la historia. Se observará también a los singulares pinsapares, que son relictos de un pasado aún más lejano, transportándonos así a otras eras geológicas. Se analizará también el presente y el futuro de los pinares litorales y sus piñeros, y de los montes alcornocales y sus corcheros. Habrá ocasión de maravillarse ante el funcionamiento de los árboles. Asimismo, denominaciones que de entrada puedan sonar frías, tales como Espacio Natural Protegido, Uso Público, Bioeconomía, o Desarrollo Rural, se colmarán de contenido para todos cuando se asocien a otras palabras y conceptos que son una auténtica seña de Identidad de Andalucía, como Doñana o Sierra de Aracena. Nos enseñarán también que el olor del monte quemado puede dar lugar al olor del monte que reverdece y se regenera. El monte también es paisaje, paisaje que cambia pero que podemos fijar en la memoria mediante las fotografías. Y, como tampoco podía faltar, desde el mundo de la gastronomía se enseñará que conservar el monte también es disfrutarlo en las cazuelas y en los platos.