LA FOTOGRAFÍA: arte, información y poder en el siglo XX

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La fotografía y las artes:

La fotografía es una recién llegada (menos de 200 años) al conjunto de las artes, muchas de las cuales están presentes desde la prehistoria. Ello ha propiciado la influenza de la pintura, el dibujo y el grabado en la fotografía. A su vez, pasado el tiempo, esta relación se hizo bidireccional, en el sentido de que la fotografía se reflejaría y condicionaría las restantes disciplinas artísticas.

Fotografía e imprenta:

El soporte más popular de la fotografía ha venido siendo el papel, el papel fotográfico. En los primeros tiempos, al desconocerse la técnica para reproducir la imagen fotográfica, se usó ésta como punto de partida de un grabado, que era lo que se empleaba finalmente en el proceso de impresión. Los avances posteriores han permitido que la fotografía, entre textos o no, se convierta en elemento indispensable en la producción editorial.

Fotoperiodismo:

En 1880 el New York Daily Graphic publica la primera ilustración fotográfica (en semitonos). Más tarde aparecen las revistas ilustradas, algunas como segundos títulos dedicados a “sociedad” de la prensa escrita tradicional. Desde entonces la presencia de la fotografía en la prensa ha sido y viene siendo contante, tanto en la de papel como hoy en la digital.

Fotografía y ciencia:

La fotografía ha sido útil colaboradora de la ciencia, tanto dando fe de actividades científicas, como siendo un instrumento valioso en los procesos de investigación y divulgación. Los seres vivos e inertes, las tomas subterráneas o submarinas, el microcosmo biológico, las vistas aérea o la estratosféricas, las obras de arte, los estudios etnográficos, la nueva Historia cultural…, forman parte de la contribución de la fotografía al conocimiento científico y su divulgación, para que muchos otros pudieran llegar a observar lo reservado a unos pocos en los laboratorios, en los archivos o por estar dispersos por el mundo.

Administración e identidad personal:

La fotografía ha sido también un instrumento en manos del Estado. Ha cubierto la necesidad de proporcionar a la Administración medios de identificación de los individuos de su población, tanto para facilitar su control como para que éstos acrediten su identidad.

Partiendo de un enfoque inicialmente antropométrico para identificar los perfiles del delincuente, A. Bertillon fue quien puso a disposición de la policía gala el método fotográfico estandarizado para funciones tanto identificativas como en las periciales, de que derivan sus usos actuales. Un coetáneo suyo, el político progresista sevillano Julián A. de Zugasti, promocionó el “bertillonage” en la lucha contra el bandolerismo en Córdoba, desde su cargo como gobernador civil.

La fotografía y el poder político:

¿Existe alguna relación entre el PhotoShop, Trotski y Stalin? Mucho antes de la existencia de este software para la edición de la fotografía digital, tan popular hoy, ya hubo necesidad de retocar fotografías únicas que se volvieron evidencias poco convenientes. Manipular las instantáneas tomadas en los primeros años de la Revolución rusa fue una práctica habitual en la URSS de Stalin. Hacer desaparecer los rostros de los adversarios políticos no sólo representaba el lado simbólico de los procesos de purgas desencadenados entonces, significaba algo más: un intento de reescribir la Historia de la Revolución. Aquí traemos el ejemplo del “borrado” sistemático al que se se sometió a Trotsky, compañero de Lenin desde los primeros días de subversión y a la postre adversario de Stalin en la lucha por la dirección del régimen. Resulta un ejercicio ilustrativo contrastar la fotografía original con la copia “retocada”, toscamente, para ocultar aquella verdad incómoda a la oficial.

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Fuentes: PhotoMuseum de Zarautz y E. Moradiellos (Documentos para la historia contemporánea…)


Francisco Contreras Pérez

www.vistoynovisto.es

8/12/2016