
El control de tracción (EDS del inglés Electronic Differential System) busca la mejor motricidad del vehículo para evitar el patinado de los neumáticos sobre firme deslizante o bajo una fuerte aceleración. Su función es conseguir que las ruedas motrices se muevan a la misma velocidad. Para ello utiliza la instalación de freno y aprovecha el sistema ABS para su funcionamiento.