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PREGUNTA.- ¿Cómo ha sido esta experiencia de todos estos meses marcados por el coronavirus? ¿Qué balance haría de cómo ha afrontado la Universidad de Huelva esta situación tan extraña?

 Mª A. Peña.- En efecto, ha sido un año muy malo y difícil para todo el mundo, para toda la sociedad, y por supuesto para la Universidad de Huelva, porque somos un colectivo muy grande y con unas actividades muy singulares, que necesitaban la presencialidad. Creo que hemos sabido reaccionar, adaptarnos a las circunstancias y mantener unos mínimos de calidad en todo: docencia, servicio público, investigación, etcétera. Y, en cuanto hemos podido, hemos tratado de recuperar lo más posible nuestra normalidad. Quisiera reconocer el enorme trabajo que se ha hecho por parte del profesorado, el estudiantado y de nuestro Personal de Administración y Servicios (PAS). Es verdad, hemos sobrevivido, lo hemos hecho bien, pero a base de muchísimo esfuerzo, del compromiso de toda la comunidad universitaria, y afrontando retos que no estaban previstos en ningún momento.

 

P.- ¿Cómo se ha adaptado la Universidad a las clases telemáticas, a la virtualización? ¿Ha sido un proceso que se ha aceptado con normalidad por la parte docente, del personal y del estudiantado?

M.A.P.- Pienso que sí, porque además existía una conciencia de qué era lo que había que hacer, y todo el mundo se ha puesto a trabajar en esa línea. Hemos procurado en todo momento desde el equipo de gobierno que todo el mundo tuviera las herramientas necesarias, y por eso se hizo un trabajo en las primeras semanas intensísimo por parte de nuestro Servicio de Informática y de Enseñanza Virtual. También hemos procurado brindar formación al profesorado con numerosos cursos para que supieran cómo evaluar y trabajar a través de las plataformas.

 

P.- ¿Cree que este nuevo sistema de virtualización de las clases ha venido para quedarse?

M.A.P.- De hecho, este sistema ya existía y lo veníamos trabajando en los últimos años. La virtualización ya no era una opción: era algo en lo que todas las universidades estábamos inmersas, con el objetivo de optimizar nuestro desarrollo, y dar más alcance internacional a nuestras actividades. Lo cierto es que el escenario derivado de la pandemia del Covid-19 nos ha dado un empujón decisivo. Ahora, tenemos que hacer todo lo posible para que todo lo que hemos aprendido, toda esa experiencia que hemos acumulado y esas buenas prácticas, las podamos aprovechar en el futuro. Ya no para sustituir la docencia normal, sino también, como ha venido ocurriendo, para ampliar nuestro horizonte, llegar a gente que se encuentra en otros espacios geográficos, en otros países, y poder además reforzar lo que se hace presencialmente con lo que se puede hacer online. Pienso que el reto que tenemos ahora por delante es aprovechar todo esto, así como las inversiones en infraestructuras tecnológicas para sacarles el mayor rendimiento posible en lo sucesivo.

 

P.- Teniendo en cuenta la amplitud y diversidad de la comunidad universitaria, habrá habido personas con dificultades particulares a raíz de la pandemia. ¿Que se ha hecho desde la Universidad para paliar la crisis económica que ha conllevado la sanitaria?

M.A.P.- Desde el principio, hemos procurado que nadie se quede atrás, sobre todo en lo que se refiere al estudiantado. Porque el profesorado tiene herramientas normalmente en su casa, ordenadores, por ejemplo, para desarrollar su trabajo habitual. Pero nos preocupaban mucho los estudiantes, porque ante la nueva situación podía haber muchos que no tuvieran ni siquiera un portátil o una conexión a internet para conectarse a una clase online. Para ello, brindamos una primera dotación de emergencia a todo aquel estudiante que nos lo pidió (portátiles, tarjetas de datos, etc.) y, a partir de ahí, lo que hemos hecho es lanzar diferentes convocatorias. Actualmente, la Universidad tiene un stock de las adquisiciones que se hicieron, para ir cubriendo las necesidades que surjan.

 

P.- Recientemente hemos conocido que la UHU ocupa el puesto número 1 del Ranking de Transparencia en universidades. Al margen de lo que supone este hecho, ¿qué beneficios conlleva para la comunidad educativa e incluso para los agentes externos que nos ven desde fuera?

M.A.P.- Sin duda este éxito nos gusta. Aparecer como una universidad de referencia en un ámbito tan sensible como el de la transparencia nos honra y nos hace sentirnos orgullosos. Y no ha sido fácil, porque partíamos de una situación de opacidad, tal y como los rankings indicaban, y hemos trabajado todo un equipo de personas para conseguir recabar toda la información, sistematizarla y compartirla desde nuestro portal de transparencia. Además, con unos ítems que cada vez con más rigurosos y exigentes, pues cada vez se pide más para ser calificados como transparentes. La transparencia era un eje programático de este equipo de gobierno. No solo por estar en un ranking, que nos gusta lógicamente, sino también porque es un medio para autoevaluarnos. Es importante esto, porque somos universidad pública, nos financiamos con dinero público y entendíamos que toda la ciudadanía, tanto la comunidad universitaria como la sociedad en general, debe conocer qué se hace con su dinero y cómo funciona la Universidad. Debemos seguir trabajando para incrementar nuestra transparencia, y estamos muy ilusionados porque en los próximos meses vamos a tener una nueva web, que también va a ser un instrumento clave de cara a la accesibilidad de la información.

 

P.- Una de las áreas fundamentales en la Universidad son las infraestructuras y la continua renovación. ¿Qué balance podría hacerse de las actuaciones?

M.A.P.- En estos últimos años hemos tenido que afrontar una tarea importante e inaplazable porque, durante los años de crisis, se había abandonado el mantenimiento de los edificios y estos estaban en muy mal estado. Entendíamos que antes que comenzar cualquier proyecto nuevo, lo esencial y prioritario era dotar a los edificios de la Universidad de seguridad, salubridad y confort. En este sentido, un problema enorme que veníamos arrastrando era, por ejemplo, el de las goteras. Prácticamente, todos los edificios tenían filtraciones de agua, y todo lo hemos ido solucionando poco a poco, con intervenciones puntuales en las diferentes dependencias.

Por otro lado, hemos incidido mucho en la eficiencia energética, en base a una mentalidad de sostenibilidad y ahorro. Como ejemplo, hemos realizado la puesta en marcha de las placas fotovoltaicas que cubren la fachada del Aulario José Isidoro Morales, la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos, y la apuesta por la iluminación LED. Aproximadamente, estamos invirtiendo cada año un millón de euros de fondos propios, y con ello acometemos bastantes intervenciones. Para el futuro, por ejemplo, entre las más importantes, está la nueva cubierta del Pabellón 7, el cerramiento de la pista descubierta del Pabellón Príncipe de Asturias, o un ambicioso proyecto para generar espacios deportivos en el bulevar del campus de El Carmen, para el disfrute no solo de la comunidad universitaria, sino también de la ciudadanía onubense. Otros proyectos importantes en proceso son la terminación del Centro de Proceso de Datos (CPD), o la próxima rehabilitación del Pabellón 8, un edificio fundamentalmente administrativo y con alguna dotación de laboratorios, que se encuentra en una situación muy precaria.

Además, tenemos prevista la mejora de la urbanización de nuestro Campus, especialmente del acerado y del mobiliario urbano. Como proyectos prioritarios en el horizonte, tenemos la construcción de un CRAI (Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación), porque nuestra Biblioteca Central se nos ha quedado muy pequeña, la creación de un nuevo aulario y, mirando al futuro, la construcción de un nuevo Rectorado para la UHU.

P.- A colación de las inversiones, recientemente se han aprobado los presupuestos de la Junta de Andalucía. ¿Cómo queda la UHU? ¿Se sabe cuántos fondos vendrán y en qué se va a poder avanzar?

M.A.P.- Nuestro presupuesto, que lo acabamos de aprobar, se proyecta en convergencia con la situación que tenemos, de crisis económica y de recortes. Las partidas crecen muy poco, y ese crecimiento lo acapara todo prácticamente el Capítulo 1, que comprende los gastos de personal, muy cuantiosos en nuestra Universidad. Tenemos que atender además a compromisos de estabilización y promoción del profesorado y del PAS, y también lo vamos a dedicar a una de nuestras líneas estratégicas, la eliminación de la precariedad laboral, sobre todo en la docencia.

 

P.- ¿Qué medidas se han tomado en el personal de la comunidad universitaria?

M.A.P.- Hemos hecho un esfuerzo ingente en los últimos años porque la mayor parte de nuestro presupuesto, de esos crecimientos que hemos ido teniendo, los hemos dedicado a las personas. Era algo que teníamos claro, porque los años de crisis fueron muy duros, y la Universidad lo sufrió. Creíamos que era el momento de mejorar este aspecto. Por supuesto, nos han preocupado mucho también los estudiantes, y ahí hemos emprendido líneas que a veces se quedan en el silencio del trabajo diario, pero que han supuesto un gran esfuerzo. Hemos mejorado muchísimo las ayudas, sobre todo con fondos propios, pero también buscando patrocinios externos; hemos tratado de atender las dificultades para el pago de la matrícula, ayudas para el comedor, para los alumnos más vulnerables, o ayudas para desplazamientos. También se han mejorado los espacios estudiantiles, como salas de estudio, aularios, e incluso los espacios de uso común. Nos hubiera gustado, de haber contado con más fondos para inversiones, construir la Casa del Estudiante. De otro lado, hemos trabajado mucho en las principales normativas que influyen en la vida del estudiante. Por ejemplo, hemos generado una convocatoria más en el año que posibilita al estudiante una tercera oportunidad (en diciembre) para aprobar, siendo pioneros en España con esta iniciativa. También hemos trabajado mucho en la regulación de los Trabajos de Fin de Grado, lo que significa que reducimos el aparato burocrático y el número de créditos mínimos, que a veces dificultaba que el estudiante pudiera terminar su TFG al mismo tiempo que su carrera. Se ha hecho una labor muy importante, y estamos trabajando mucho el tema de la participación. Nos parece que hay que estar permanentemente oyendo a los estudiantes y facilitándoles la participación en los campos que les corresponden. De hecho, en estos momentos, la Universidad de Huelva está liderando el proyecto europeo STUPS para el fomento participación estudiantil, que también está abriendo una línea muy pionera en Europa sobre cómo articular e incrementar la participación estudiantil en la vida universitaria.

 

P.- Dejando a un lado el balance de lo realizado, ¿cuáles son los retos que tiene la Universidad de Huelva de cara al futuro?

M.A.P.- Aunque la UHU hace mucho y es muy reconocida y querida en la provincia, a pesar de esa evidencia, tenemos que mejorar nuestra implantación en la provincia. Lamentablemente, el coronavirus ha frenado algunas acciones estratégicas que habíamos iniciado, proyectos muy ambiciosos como ‘Tu universidad en tu territorio’, con el que queremos llevar la Universidad a los pueblos de la provincia para dar a conocer la institución y las posibilidades que ofrece. Otro proyecto muy interesante, es el llamado ‘Huelva, Ciudad Universitaria’, teniendo en cuenta que cada curso académico, Huelva recibe a miles de estudiantes extranjeros o de fuera de la provincia.

 

P.- Se encuentra en la recta final de su legislatura. ¿Tiene en mente presentarse a la reelección?

M.A.P.- Entre lo que ha supuesto el Covid-19 y el incesante trabajo diario, no hay ni tiempo de pensar en esa cuestión. No trabajamos en clave electoral. Cuando llegue el momento, evaluaremos la situación, porque no será una decisión solamente mía: yo no sería nadie sin un magnífico equipo que me respalda y apoya diariamente, depositándome toda su confianza. Este equipo, conformado por hombres y mujeres de una calidad humana y compromiso con la universidad increíbles, es incombustible y veo a todos con ganas e ilusión. Ya habrá tiempo de valorarlo, de hacer autocrítica, y sobre todo de pensar qué es lo mejor para la Universidad de Huelva: eso siempre debe ser lo primero.

 

La entrevista completa de #DialogosUHU puede verse en: