La Universidad de Huelva ha sido esta mañana el escenario del II Foro de actualidad del CIM (Centro de Investigación en Migraciones), en el que expertos y representantes de las administraciones y entidades implicadas en el fenómeno migratorio han analizado la inmigración irregular que se produce en la frontera marítima del Sur de Europa, con especial atención a los asentamientos que tienen lugar en la provincia de Huelva y el movimiento de refugiados procedentes de Siria.
A lo largo de la jornada, que se celebra durante todo el día en la Faculta de Derecho, se han puesto sobre la mesa cuáles son los datos reales del fenómeno migratorio y se han planteado posibles soluciones para el manejo de esta situación, que se ha recrudecido a raíz del conflicto sirio. Los expertos, como la jefa de Misión de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), María Jesús Herrera, han advertido de que se trata de una situación estructural que requiere por tanto de medidas integrales y no coyunturales, al tiempo que han apostado por el establecimiento de una serie de canales de llegada para los inmigrantes, complementario al refuerzo de los puestos fronterizos, con el objetivo de impedir el fomento de las mafias que se dedican a la trata de personas. A lo largo de la jornada se ha expuesto cómo estas mafias han aumentado en los últimos años y se ha destacado el análisis que se está realizando acerca de las principales rutas de inmigración, así como los peligros a los que tienen que hacer frente estas personas, en especial las mujeres y los jóvenes que suelen ser víctimas de la explotación sexual.
Según los datos que se han expuesto en el Salón de Actos de la Facultad de Derecho, existen hoy casi 60 millones de personas forzosamente desplazadas en el mundo, la cifra más alta que se ha registrado desde la Segunda Guerra Mundial. Muchos intentan llegar a Europa en precarias embarcaciones a través del Mediterráneo. Las cifras reflejan que de enero a septiembre de 2015 más de 700.000 personas cruzaron el Mediterráneo frente a los 282.000 de todo 2014. En ese año casi 3.500 personas perdieron la vida en el intento.
El foro ha contado con la presencia de una representación de la Comisión Europea en España y de miembros del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), del Tribunal Europeo de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo o de la organización Women´s Link Worldwide (WLW) y CEAR que han expuesto cómo se gestiona en la actualidad este tipo de crisis migratorias. Asimismo, Salvamento Marítimo ha explicado cómo lleva a cabo el salvamento de vidas, con un especial énfasis en las operaciones que llevan años desarrollándose en la costa andaluza, mientras que organizaciones como Huelva Acoge, ACCEM-Huelva, Cáritas, CEPAIM, Cruz Roja o Mujeres en Zona de Conflicto (MZC) han debatido sobre los asentamientos de personas en situación irregular en la provincia de Huelva, a través de unas ponencias que han servido para conocer de cerca la realidad de estas personas y sus necesidades.
La inauguración de las jornadas ha contado con la presencia de la directora del CIM, Mar Gallego; el delegado Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, Rafael López; la vicepresidenta de la Diputación Provincial, María Eugenia Limón; y la concejala de Políticas Sociales e Igualdad del Ayuntamiento de Huelva, Alicia Narciso. El foro se organiza desde el CIM gracias al patrocinio de CEI.Mar y CEI.Cambio, así como a la colaboración de la Diputación Provincial de Huelva, Europa Direct y la Facultad de Derecho.
El CIM es un centro de investigación que aglutina a más de cincuenta investigadores que estudian la cuestión de las migraciones desde las ciencias humanas, la educación, las ciencias sociales o el Derecho, y ofrece el potencial de sus desarrollos científicos para una mejor comprensión de los grandes desafíos que presentan las migraciones hoy día, desde el compromiso firme en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria que, frente al racismo o la xenofobia, pueda responder con tolerancia y solidaridad.