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Huelva 20 junio 2019. La Universidad de Huelva organiza de forma conjunta con la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) dos de los Cursos de Verano ofertados por esta institución universitaria en su sede de La Rábida para este 2019. Unos cursos titulados ‘Mecanobiología, una visión de los problemas clínicos abordados por ingenieros’ y ‘Justicia ambiental, postcrecimiento y extractivismos’, que se centran en nuevas líneas de investigación que cuentan con una enorme proyección internacional.

Una colaboración que, tal y como explica la vicerrectora de Ordenación Académica, Grado y Posgrado de la Universidad de Huelva, Beatriz Aranda, se ha materializado debido a que “la Onubense apuesta por ofertar una formación que vaya mucho más allá de los grados y posgrados, ofreciendo una educación multidisciplinar basada en los ámbitos que son cada vez más demandados por la sociedad, dentro de su labor de realizar una transferencia del conocimiento a la sociedad. Por este motivo, la UNIA, tras veinte años organizando sus Cursos de Verano como tal, se convierte en el escenario idóneo para el desarrollo de debates que fomenten esta formación transversal”.

Por su parte, el director de la Sede de La Rábida, Agustín Galán, considera que estos dos cursos “vienen a dar visibilidad a la buena relación que existe entre la UNIA y la UHU, lo que estamos seguros que dará excelentes resultados, de ahí que la idea es seguir profundizando en esta colaboración, puesto que la generación del conocimiento se encuentra sobre todo en la universidad, por lo que es fundamental trabajar en la transferencia a la sociedad de ese conocimiento”.

En el primer caso, el curso ‘Mecanobiología, una visión de los problemas clínicos abordados por ingenieros’ cuenta con un enorme interés, teniendo en cuenta que la mecanobiología es una disciplina de reciente creación y en fase de investigación que surge de la intersección de dos áreas de conocimiento, como son las Ciencias de la Vida (biología, medicina, práctica clínica) y la Ingeniería, lo que permite la combinación de la metodología de la Ingeniería, que no es otra que la capacidad de analizar problemas complejos y plantear soluciones, aplicada a la Medicina y la Biología. El director del curso es el profesor José Antonio Sanz Ferrera.

Una metodología en la que se viene trabajando desde hace unos años con resultados muy interesantes. Por ejemplo, en la actualidad, se está planteando la posibilidad de fabricar órganos artificiales en un laboratorio, ya sea un corazón, un pulmón o un riñón, “un proceso en el que intervenimos los ingenieros, al ser los autores de la técnica y tener la capacidad de diseñar, por supuesto, sin obviar la parte clínica, médica y biológica, de ahí que colaboramos de manera transversal, interdisciplinar, con los médicos y biólogos para que ellos nos aporten sus conocimientos en el desarrollo de estos proyectos”, explica el director de este curso.

Para Sanz Ferrera, “es una línea de investigación apasionante, compleja a veces, al tratarse de dos lenguajes completamente diferentes, pero que está teniendo resultados sorprendentes con un gran impacto a nivel mundial”. De hecho, aunque todavía es una cuestión con una mayor incidencia en el ámbito de la investigación, hay países del entorno europeo y en Estados Unidos que han puesto en marcha el Grado en Ingeniería Biomédica, lo que abre una nueva vía profesional de enorme proyección, aunque sea una carrera que todavía no está implantada en España. Es más, cada vez es más frecuente la presencia de ingenieros en hospitales para la resolución de los problemas médicos en el día a día, como puede ser en el caso de prótesis, que cada vez más se realizan con impresión en 3D, o en la industria, donde están surgiendo empresas del tipo spin off que materializan la transferencia de este conocimiento a la sociedad.

Una práctica muy incipiente en España y en Andalucía, de ahí que la UHU y la UNIA pongan en marcha esta formación con carácter divulgativo, aunque riguroso, para darla a conocer. Y es que, a nivel de financiación de la Unión Europea y del Plan Nacional de Investigación en España, se apuesta mucho por este tipo de proyectos en detrimento de otras propuestas de investigación más clásicas dentro de la Ingeniería. Por todo ello, para el profesor José Antonio Sanz, sin duda, “es la línea que debemos implantar en las universidades andaluzas”.

El otro de los cursos organizados, ‘Justicia ambiental, postcrecimiento y extractivismos’, está codirigido por el profesor de la Universidad de Huelva Juan Diego Pérez Cebada y tiene el objetivo de analizar cómo el uso de materiales y fuentes de energía se ha intensificado en el presente de forma extraordinaria, provocando graves problemas sociales y medioambientales.

Tal y como explica Juan Diego Pérez, “los efectos socio-ambientales de las actividades económicas, especialmente de aquellas de carácter extractivo, es decir, las que se dedican casi en régimen de monopolio a la explotación de recursos estratégicos para la economía mundial, están siendo muy graves. Unos procesos de degradación que intentamos analizar porque sabemos que no tienen unas consecuencias equitativas, sino que afectan particularmente a los sectores más vulnerables de la sociedad. Un fenómeno que viene observándose desde los años ochenta del pasado siglo XX, si bien, es una cuestión que se está multiplicando en la etapa actual, de ahí que hayamos planteado este curso”.

Según este profesor, “es un proceso que será analizado desde un punto de vista temporal y espacial. En el primer caso, porque sabemos que las consecuencias de la degradación ambiental sólo pueden ser observadas a largo plazo y, en el segundo, porque son procesos ligados a la globalización. Con esta base, se ha diseñado un curso que analiza esta doble dimensión, de ahí que se hayan invitado a profesores de enorme prestigio, procedentes de América Central, Argentina, África e India, que contarán los conflictos creados en este sentido en sus países. Luego, en una segunda parte, se profundizará en realidades mucho más próximas, debido a que las consecuencias de esta degradación también están llegando al primer mundo, de ahí que se han organizado una serie de ponencias vinculadas a Europa y a España a través de cinco investigadores, que explicarán los impactos ambientales derivados de la minería y la gestión del agua”.

Para finalizar, la última jornada del programa diseñado para este curso contará con una mesa redonda en la que participarán representantes de las grandes organizaciones conservacionistas españolas, mientras que, para cerrar el día, el gran especialista sobre esta temática, el profesor Joan Martínez Alier, dará buena cuenta de los grandes proyectos surgidos a nivel mundial en este aspecto.

Una temática de gran interés para la provincia de Huelva debido a que, “en determinado sentido, se ha tomado como una especie de laboratorio de las industrias de carácter extractivo, cuestiones que serán analizadas de forma indirecta en varias conferencias del curso”, puntualiza el profesor Pérez Cebada.

Unos cursos que, para Agustín Galán, “ofrece visiones nuevas a problemas que van surgiendo, de la mano de auténticos especialistas en el tema a nivel mundial, de ahí que prácticamente tengan cubiertas sus plazas”.

En definitiva, la puesta en marcha de estos dos Cursos de Verano demuestra la buena sintonía existente entre la Universidad de Huelva y la UNIA, dado que la Onubense “lleva ya muchos años colaborando con la Internacional dentro del marco del posgrado y el doctorado, aunque ahora se une esta nueva línea al trabajar de forma conjunta en estas dos propuestas que ponen de manifiesto la importancia de la interdisciplinariedad en unos temas de una gran actualidad y demanda social en nuestros días”, concreta la vicerrectora de la Onubense, que espera que “esta nueva línea se intensifique en próximas ediciones”.

Junto a estas dos materias, la UNIA ofrece otros seis Cursos de Verano en temas diversos, como el periodismo, el arte o la comunicación, por lo que Beatriz Aranda anima “a las personas interesadas a que participen en esta oferta académica de enorme interés, que enriquecen, no sólo a nivel académico, sino también como personas”.