El caso de Urium es notablemente distinto al de otras ciudades romanas del territorio dadas las dificultades para asegurar su carácter urbano, debido en parte a su propia característica urbanística: la dispersión del hábitat en directa relación con el laboreo de los distintos filones de mineral del Cinturón Ibérico de Piritas donde se sitúa, lo cual generará diversas áreas de viviendas y necrópolis asociadas. No obstante, la aparición de dos estatuas y un pedestal de época claudia entre los escoriales de plata que cubrían las estructuras de la Corta del Lago, hacen suponer la existencia de un lugar público, una plaza/foro o un local oficial ( Praetorium ) en la zona.
Así, un enclave de nombre Vrion aparece entre los que Ptolomeo califica como pertenecientes a los turdetanos que habitan en las tierras contiguas a la Lusitania, proporcionándole unas coordenadas que coinciden básicamente con las que Plinio asigna al río Vrium en la Naturalis Historia y que está precedida por la de Illípula (Niebla). Este mismo topónimo se encuentra en el Anónimo de Rávena como Vrion en la vía entre Onoba y Arucci. Respecto a la identificación de este topónimo Urium con un núcleo concreto, parece existir unanimidad a la hora de situar el lugar así citado por Ptolomeo con el yacimiento conocido como Llano de los Tesoros/Corta del Lago, pudiendo deducirse que éste lugar será el hábitat principal de las minas de Riotinto, aunque como se ha comentado, conforme se explotaban nuevos filones o masas surgían pequeños establecimientos en torno a cada una de esas explotaciones. Así pues, parece que el único enclave con cierta entidad para ser identificado con el Urion/Urium de las fuentes clásicas es el de este poblado minero que en función de su posición central adquirió el status de centro administrativo, y lugar de residencia además del representante del fisco imperial – el procurator metallorum -, generalmente un liberto imperial, cuya presencia se ha evidenciado epigráficamente mediante una inscripción hallada a mediados del siglo XVIII en la galería de San Carlos. Desde el punto de vista del ordenamiento jurídico, no hay por el contrario, ningún testimonio epigráfico o numismático que permita asegurar el tipo de adscripción jurídica del enclave. En su entorno se han descubierto centenares de enterramientos, básicamente de incineración, de los siglos I-II d.C., en tumbas de diferentes tipologías, muchas de las cuales estaban indicadas por medio de cupae, con ajuares integrados en su mayor parte por lucernas, lacrimatorios, monedas, cerámicas finas y demás objetos menudos, propios de los mineros y la población humilde encargada de la explotación del lugar. - CHIC GARCÍA, G. (2007): “La zona minera del suroeste de Hispania en época Julio-claudia”. Las minas de Riotinto en época Julio-claudia . Pp 11-36. Huelva. - GIMENO, H. y STYLOW, A. (2007): “Inscripciones monumentales de la Corta del Lago”. Las minas de Riotinto en época Julio-claudia . Pp 185-194.Huelva. - JONES, B. (1980): "Roman mines at Riotinto". Journal of roman studies, 70 . Pp 146-65. London. - PEREZ MACÍAS, J.A. (1986): “El poblado minero de Riotinto (Huelva). Determinantes de su dispersión”. Arqueología Espacial, 10. Pp. 135-147. Teruel. (1998): Las minas de Huelva en la Antigüedad. Huelva. (2002): “ Metalla y territoria en el Oeste de la Baetica ”. Habis, 32. Pp 407-431. Sevilla. - PÉREZ, J.A. y DELGADO, A. (2007): “Los Metalla de Riotinto en época Julio-claudia”. Las minas de Riotinto en época Julio-claudia . Pp 37-184. Huelva. - SCHATTNER, T. (2007): “Dos estatuas romanas en el Museo Minero de Riotinto”. Las minas de Riotinto en época Julio-claudia . Pp 207-226. Huelva. |