Investigadores de la UHU y del Centro IFAPA Agua del Pino (Cartaya), de la Consejería de Agricultura y Pesca, han desvelado nuevas claves sobre el comportamiento de la acedía –en cuanto a su fisiología y alimentación- de cara a mejorar su cría en cautividad, según desvelan en un artículo científico publicado en Physiology & Behavior. Se trata, de un importante paso de cara a la conservación de las reservas naturales de esta cotizada especie como para su cría en piscifactorías.
El Centro IFAPA Agua del Pino ha desarrollado por primera vez en el mundo la cría íntegra en cautividad y ha profundizado en el estudio de la fisiología y las condiciones de cultivo de la especie. En este sentido, la densidad, la intensidad luminosa y el tipo de sustrato son variables que pueden resultar determinantes para la viabilidad de la especie, ya que pueden afectar de forma directa a la fisiología de los peces (crecimiento, reproducción, estrés, susceptibilidad a enfermedades…). De hecho, este mismo grupo de trabajo ha venido desarrollando estudios con respecto a qué condiciones son las más idóneas para la reproducción y cría en cautividad: densidad de cultivo en tanques, sustrato e intensidad luminosa.
Conocidos estos datos, el grupo de investigación se lanzó a analizar otros parámetros para indagar en el comportamiento, los hábitos y la fisiología de esta especie. Y así, según remarca el artículo, evaluaron parámetros como la alimentación diaria y los ritmos de actividad locomotora. Para ello, desarrollaron tres estrategias de alimentación – alimentación por autodemanda, alimentación diurna y alimentación nocturna- en una población de 450 individuos durante 65 días.
Los incluidos en el primer grupo, tenían libre acceso a alimentadores. Es decir: disponían de comida sin limitaciones. Los registrados en el resto de grupos recibían comida cuatro veces al día, aunque la diferencia estaba en el momento del suministro: si esta se producía de día o de noche.
Los investigadores determinaron, asimismo, marcadores del estrés como cortisol, glucosa, lactato, proteínas y triglicéridos plasmáticos y comprobaron cómo la demanda de alimentación del 91 por ciento de los especímenes incluidos en la primera de las categorías (en la de alimentación por autodemanda) se producía en la fase oscura. Además, la actividad locomotora también fue mayor durante la esta fase (64% de la actividad total).
El grupo de expertos considera que mientras que los individuos del primer grupo consumían mucho menos alimento que el resto, su mortalidad también fue más alta. Los niveles plasmáticos de cortisol (un marcador del estrés) se incrementaron drásticamente de igual modo en el grupo alimentado de día, en comparación con los de alimentación nocturna.
“En resumen, la acedía se muestra como una especie con comportamientos locomotores y alimentarios nocturnos, siendo la estrategia de alimentación nocturna es la más adecuada. Estos nuevos hallazgos aparecen como información clave tanto para la conservación de las reservas naturales de esta especie como para su cría”, subrayan los investigadores en el estudio. Precisamente, han sido estos investigadores quienes han elaborado una guía práctica sobre la cría de la acedía
(http://www.servifapa.es/agriculturaypesca/ifapa/servifapa)