Conocer e interpretar los motivos y circunstancias que están presentes en el control gestacional inadecuado de mujeres inmigrantes y autóctonas del área sanitaria de Huelva ha sido el objetivo de la tesis realizada por la doctora Olivia Ibáñez Masero titulada “Estudio Cualitativo de los factores relacionados con un control inadecuado del embarazo en mujeres inmigrantes y autóctonas en Huelva” y dirigida por las profesoras doctoras María Dolores González de Haro y Ángela María Ortega Galán del Departamento de Enfermería de la Universidad de Huelva.

El fenómeno de feminización de los procesos migratorios en nuestro país ha implicado un aumento de la demanda de aquellos servicios sanitarios ligados a la salud de la mujer y, especialmente, por ser una población en edad fértil, a los servicios de salud sexual y reproductiva. Según el Instituto Nacional de Estadística, un 19,4% de las mujeres residentes en España están en lo que se considera edad fértil (entre los 15 y 45 años), de las que aproximadamente un 15% son inmigrantes. En Andalucía, según la misma fuente, el porcentaje de mujeres inmigrantes en edad fértil corresponde al 10% del total de las residentes en esa franja de edad.

Estudios realizados en nuestro país constatan que en la población autóctona la mayor demanda de atención en el sistema sanitario corresponde a especialidades médicas y quirúrgicas, mientras que en la población inmigrante, esta demanda se centra en la atención obstétrico-ginecológica, con tendencia a incrementarse, alcanzando en Andalucía el 30% del total de la atención dispensada a este grupo poblacional. Concretamente, en la provincia de Huelva, el 16% de las mujeres que se encuentran entre los 15 y 45 años de edad son extranjeras, lo que supone un peso de la población inmigrante entre las mujeres en edad fértil algo mayor al del conjunto de Andalucía y a la media nacional.

La evidencia científica muestra que muchas de estas mujeres inmigrantes presentan un déficit en el seguimiento de su gestación, pues la asistencia a las consultas sanitarias es muy escasa. Particularmente, en la comunidad autónoma andaluza, los estándares de calidad establecidos para el proceso de atención al embarazo, pueden verse comprometidos en diversos colectivos de mujeres como adolescentes, aquellas que pertenecen a etnia gitana y mujeres inmigrantes, pues no se benefician de los programas prenatales en la misma medida que el resto de la población.

Las diferencias se relacionan con desigualdades socio-económicas, que afectan tanto a mujeres autóctonas con baja instrucción o en situación de exclusión o pobreza como a mujeres inmigrantes, siendo éstas las que presentan peores resultados al respecto. En este sentido, además de un deficiente control del embarazo caracterizado por comienzos tardíos, escasa continuidad o falta de pruebas diagnósticas, también se detecta la llegada al hospital en fases avanzadas de parto.

Según explica la doctora Olivia Ibáñez Masero, estos factores “se encuentran muy ligados a las deficiencias de un Sistema Sanitario Público que aún no ha sido capaz de dar respuesta a la realidad de una población multicultural y cambiante, que tiende a mantener un modelo único, en lugar de orientar los servicios hacia la diversidad”. En consecuencia, subraya que “las labores de captación y atención a las mujeres embarazadas autóctonas en situación de riesgo social o de etnia gitana, así como a las mujeres inmigrantes, no están adaptadas a la realidad de este grupo de población femenina”.

Entre los factores específicos relacionados con un control inadecuado del embarazo, el estudio señala, entre otros, los relacionados con las características personales tales como la inmadurez y juventud, valores culturales, escasez de medios económicos o alteraciones de salud mental y los de tipo institucional y funcional, que responden principalmente a barreras de accesibilidad burocrática, legal y geográfica. La soledad y la falta de redes de soporte familiares o de pareja se evidencian también como un importante factor de riesgo, tanto en mujeres inmigrantes como autóctonas. Otros factores que influyen son la escasa formación de la mujer y el desconocimiento del funcionamiento del Sistema Sanitario Público así como por la necesidad de subsistir y mantener la actividad laboral aunque contravenga la salud de la gestante y de la futura criatura.

Entre las principales concusiones que se extraen del citado trabajo de investigación se puede afirmar que “las desigualdades sociales y de salud se identifican como el origen de las distintas situaciones de riesgo que viven las mujeres inmigrantes y/o autóctonas que afectan en mayor proporción a mujeres de origen marroquí, rumano y polaco que llegan a Huelva como trabajadoras agrícolas y a mujeres autóctonas en situación de pobreza o exclusión social”.

En opinión de la autora de esta investigación, “los problemas administrativos y de afiliación, tanto en el caso de mujeres en situación de irregularidad administrativa, como en el de las autóctonas que se encuentran sin hogar, dificultan la obtención de la tarjeta sanitaria y, con ello el acceso al Sistema Sanitario Público”. Asimismo, la investigadora argumenta que, a nivel cultural, “se pone de manifiesto la hegemonía de un paradigma etnocentrista que complica las relaciones interculturales, lo que dificulta los procesos de integración de las mujeres inmigrantes y autóctonas de etnia gitana, a pesar de ser un colectivo étnico con el que se ha mantenido una prolongada convivencia social”.

Por tanto, concluye que “es necesario instaurar en el Servicio Andaluz de Salud modelos de atención sanitaria basados en un concepto de salud transcultural que sean capaces de integrar realidades sociales diversas de las mujeres inmigrantes y autóctonas en proceso de gestación”.

Para la realización de este estudio se han realizado 32 entrevistas, de las que 26 se hicieron a mujeres inmigrantes y autóctonas que se encontraban en proceso de embarazo, parto y puerperio con gestación deficientemente controlada y procedentes de Marruecos, Rumanía, Polonia, Lituania, Nigeria, Argelia, China, Pakistán, Portugal y España. Además, se entrevistó a 6 personas procedentes de las diversas disciplinas y profesiones del ámbito sanitario y social que atienden directamente a estas mujeres, tales como: Medicina, Enfermería, Matrona, Auxiliares de Enfermería y Trabajo Social.

También se realizaron dos grupos de discusión: uno formado por 10 profesionales sanitarios de las disciplinas anteriormente nombradas del Complejo Hospitalario Universitario de Huelva y otro por 6 personas representantes de las entidades sin ánimo de lucro más relevantes de Huelva en materia de inmigración y atención a la mujer, tales como: Huelva Acoge, Fundación Consorcio de Entidades para la Acción Integral de Migrantes (CEPAIM), Asociación Comisión Católica Española de Migración (ACCEM), Cáritas Diocesana, Fundación Europea para la Cooperación Norte-Sur (FECONS), Asociación de Mujeres Migrantes en Acción (AMIA) y Centro de Acogida Oasis.