María Isabel Mendoza Sierra es profesora titular de Psicología Social en la Universidad de Huelva desde 2002 y, desde hace solo siete meses, decana de la Facultad de Ciencias de la Educación de esta institución académica. Doctora desde 1996, accede a su cargo actual tras varios años de experiencia en la gestión de ámbito departamental y con un doble objetivo: mejorar los aspectos académicos y agilizar los procesos de gestión administrativa vinculados a los grados y másteres que se imparten en el centro.
La Facultad de Ciencias de la Educación acoge a cinco titulaciones de grado que se encuentran entre las de mayor demanda de toda la Onubense: Psicología, Ciencias de la Educación Física y el Deporte, Educación Infantil, Educación Primaria y Educación Social. Para todas ellas se agotaron las plazas el pasado mes de septiembre, contando actualmente el centro con un total de 3.387 alumnos matriculados, entre los que se incluyen aquéllos que cursan los siete másteres oficiales que también se imparten en esta facultad.
Precisamente en este apartado, el de los posgrados, se centra uno de los propósitos de la nueva decana, consistente en intentar “ampliar la oferta de másteres oficiales que se ofrecen a los graduados en Psicología, ya que en este campo solo contamos con el Máster Oficial en Psicología General Sanitaria, que es habilitante para el ejercicio profesional”. Nos encontramos de esta forma, en este centro, con una titulación de posgrado que “acoge a estudiantes que por norma general tienen muy poca vocación de cursar un doctorado y que lo que buscan es ejercer la profesión, con lo que nos encontramos que no tenemos en el área de Psicología másteres especialmente pensados para graduados que quieran luego completar un programa de doctorado y realizar una tesis”.
Dentro del objetivo de mejorar la calidad de los aspectos académicos, María Isabel Mendoza cuenta que “una asignatura pendiente en nuestra facultad es que aún son pocos los alumnos que se acogen a los diferentes programas de movilidad, que facilitan estancias en el extranjero que aportan una experiencia muy enriquecedora tanto en el plano académico como en el personal”. Por ello, el equipo de la nueva decana trata de “convencer” a los estudiantes para que accedan a estos programas que, por otro lado, “facilitan la obtención del nivel de conocimiento de una lengua extranjera que actualmente se exige para superar un grado”. En este sentido, Mendoza asegura que los análisis realizados para renovar la acreditación de los títulos que se imparten en la Facultad de Ciencias de la Educación “muestran que hay un elevado número de alumnos que no obtienen el título a su adecuado tiempo porque, pese a superar las asignaturas a un buen ritmo, tardan luego bastante en lograr el B1 en un idioma extranjero”.
En el apartado de internacionalización, el nuevo equipo también está renovando la página web de la Facultad, que estaba “un poco obsoleta y no facilitaba adecuadamente la información pública que hay que ofrecer al exterior”. Se le está dando una nueva estructura y una estética “más atractiva y actual” y, en el sentido que nos ocupa, “se va a introducir una navegación básica en inglés y en francés con el objetivo de atraer a estudiantes de otros países”. En el plano de los objetivos de ámbito académico se incluye también la intención antes mencionada de ampliar el programa de posgrado, así como el propósito de implantar alguna doble titulación.
En cuanto al otro objetivo principal, el de agilizar los procesos de gestión administrativa, la decana explica que la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Huelva cuenta con meses de mucho volumen de trabajo en este apartado. “El elevado número de alumnos matriculados provoca serias dificultades a la hora de prestar una atención adecuada desde la secretaría del centro”, comenta Mendoza. Por este motivo, ya se implantó un sistema de citas que pretende “evitar largas colas y la frustración que supondría no ser atendido tras la consiguiente pérdida de tiempo”, pero los momentos de mayor trabajo “implican quizás contemplar más personal de administración y servicios asignado a este centro de manera estable”. Del mismo modo, otro de los propósitos se centra en establecer mecanismos que faciliten mucho más el resto de gestiones que los alumnos deben realizar en otros ámbitos diferentes a la secretaría de centro.
Pero el elevado número de estudiantes, independientemente de que provoque contratiempos puntuales que se están minimizando lo más posible, es un síntoma claro y evidente de la buena salud de la Facultad de Ciencias de la Educación. Como consecuencia del mismo, este centro cuenta con una intensa actividad académica no reglada que complementa las opciones de formación del alumnado y que, al mismo tiempo, contribuyen a mejorar la aportación a la sociedad onubense. “El volumen de cursos, jornadas, seminarios o talleres de todo tipo y de todas las áreas es muy elevado, contando para ello con el enorme interés que ponen de su parte los 188 profesores que imparten docencia en nuestra facultad”, explica Mendoza.
Todo esto contribuye a ampliar la relación del centro con su entorno más cercano, que ya tiene un capítulo destacado en la inserción de estudiantes en prácticas en empresas, asociaciones, clubes y, en general, en todo tipo de instituciones de Huelva. La decana asegura, en este sentido, que el objetivo del centro es “ampliar la oferta para que sea variada y los alumnos puedan elegir a su gusto”. Del mismo modo, se estrechan vínculos con profesionales de las distintas titulaciones mediante una relación fluida con los correspondientes colegios profesionales y con la aportación que hace a la Facultad el profesorado que ejerce fuera de la Universidad y que aporta su experiencia mediante su docencia como asociado.
Isabel Mendoza hace referencia, por último, al servicio de orientación en materia académica que se va a implantar en la Facultad de Ciencias de la Educación y en el que serán los propios alumnos los que ayuden a sus compañeros. La decana asegura que el alumno, cuando llega a la Universidad, está “muy perdido” y necesita “orientación, guía y consejos que le permitan ocuparse de estudiar y de asistir a sus clases sin otras preocupaciones en el apartado académico”. Para la implantación de este nuevo servicio será fundamental la participación de los representantes estudiantiles, que ayudarán en la búsqueda de los compañeros más adecuados para el mismo.