Un repertorio extenso (casi dos horas) y variado, en estilos e intensidad, invadió el miércoles por la noche las Cocheras del Puerto, de las manos del maestro del Hammond, Julián Maeso, que vino acompañado de cinco grandes músicos, cargados de energía y buen hacer.
Apenas unos minutos antes de que sonasen los primeros compases, un gran número de asistentes comenzó a ocupar las coloridas butacas de toda la sala, dispuestos a dejarse llevar por el torbellino de lucidez virtuosa y aroma clásico que desprenden las composiciones de Maeso. El exquisito entrante repleto de decibelios, congregó a un público cálido y entregado, que no se resistió a los encantos del músico toledano, ni siquiera a causa de la lluvia que había empapado el Parque de Zafra durante las horas previas.
Maeso y los suyos salieron a escena de forma pausada, y las emociones fueron tomando forma, a fuego lento y sin fisuras. Las canciones de un primer álbum tranquilo e introspectivo como ‘Dreams are gone’, y de un segundo, más animado y efusivo como ‘One way ticket to Saturn’ se fueron dando la mano y entrecruzando en perfecta simbiosis, desde la calma hacia la catarsis. La banda supo colocar, además, estratégicamente algún que otro momento que permitiese parar a tomar aire, como fue la bella versión del clásico ‘Wild Horses’ de los Stones.
El público quedó embelesado ante el desparpajo y la sencillez con la que los diversos géneros musicales se fueron sucediendo sobre las tablas, enmarcados dentro de un setlist generoso, que no obstante resultó ameno y electrizante en todo su recorrido.
Maeso se mostró amable y cercano, tanto dentro como fuera del escenario, y así nos lo demostró ya un rato antes de comenzar el concierto, cuando nos atendió para contestar a nuestras preguntas.
Tus referentes vienen de diversos estilos, como la música negra, el blues, el soul, o el rock progresivo de los setenta…
Sí, digamos que hago un resumen de la música que me gusta, tocada a mi manera y con temas compuestos por mí. Es una forma de jazz, funky, country, rock, boogaloo, reggae, de todo. No me ciño tampoco a una época, aunque sí que igual se puede enmarcar un poco en los años 70, porque creo que en esa época se hizo muy buena música. Lo que me interesa es lo que sale de la mezcla de los estilos. Tener un repertorio variado, abierto a diferentes sonidos para crear el mío propio. Cuando investigas, al final llegas a tu sonido.
Si echas la vista hacia atrás, hacia esa época en la que casi abandonas la música, en la que comenzaste a dedicarte a otras cosas que no tenían nada que ver, ¿cómo ves ese momento con perspectiva? ¿crees que has acertado con las decisiones que has tomado desde entonces?
A día de hoy no puedo estar más contento, aunque me ha costado muchísimo esfuerzo, porque sacar adelante un proyecto en España es muy complicado. La gente no te conoce, no tienes dinero para promoción y tienes que ir picando piedras mucho tiempo, durante muchos bolos. Muchas veces te dan ganas de tirar la toalla, porque levantar un proyecto, con un 21 por ciento de IVA, pagar a los músicos, los gastos… no sé ni cómo he aguantado, pero en fin, esto es a lo que me dedico, y si no, me sentiría un perdedor en la vida”.
Paradójicamente, Maeso se encuentra en un momento musical envidiable, si bien el concierto inaugural de la temporada de Cantero Rock, puede considerarse todo un éxito, el artista continúa actualmente de gira por Andalucía. Y posteriormente, continuará trabajando en las canciones de su tercer disco, con el objetivo de tenerlo listo para la primavera del año que viene.
Mientras tanto, la temporada de conciertos del ciclo Cantero Rock, promovida desde el Área de Cultura de la Universidad de Huelva, reanudará su programación el miércoles 2 de diciembre, con el concierto de Micah P. Hinson, pero antes, los conciertos del Festival de Jazz de la Universidad de Huelva se darán cita en Noctámbula 2015.
Toda la programación en http://www.uhu.es/cultura/
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