La música ha sido tratada durante mucho tiempo como una materia “relajante” en la escuela tanto por las familias como por el propio profesorado, pues, gracias a ella, el alumnado se entretenía de la “ardua” tarea escolar del resto de asignaturas, obviando su importacia tanto en la educación como en el proceso de socialización, permitiendo la transmisión no solo de conocimientos, sino de creencias, valores y actitudes de la sociedad en la que vivimos.

Cuando se piensa en personas que tocan instrumentos o ejercen la dirección de orquestas suele relacionarse en la mayoría de los casos con los varones. Si nos preguntasen por el nombre de algún compositor/a de música clásica, la respuesta podría ser Mozart, Beethoven o Falla. En cambio no se mencionarían mujeres, como ocurre en otras artes. La asuencia de las mujeres en este ámbito es tan llamativa que se hace necesario descubrir cuáles son los mecanismos que han llevado a ello y ese es el objetivo de la investigación realizada por la doctora en Educación Mª Belén HIdalgo Márquez de la Universidad de Huelva. En el citado estudio, la autora pretende dar a conocer el papel que ejerce la educación musical en la conformación de la identidad de género, es decir, la identidad que recoge los imperativos sobre el ser hombre o mujer, así como los estereotipos que se transmiten en los libros de texto de música del alumnado de Primaria.

La investigación muestra que “existen ciertos patrones culturales que se imponen durante la infancia de manera arbitraria y que abarcan ya toda la vida, como que el azul es para los niños y el rosa para las niñas, y lo mismo ocurre con la música”. Y apunta que la finalidad de esta imposición es “establecer unas pautas y normas que llegan a condicionar el aspecto físico, el entorno y hasta los gustos de las personas”.

La autora asegura que los libros de texto son en la educación en general, y la musical en particular, el recurso didáctico más extendido entre el profesorado a la hora de impartir las clases, por ello centra su estudio en este medio. Aunque, a su juicio, los libros de texto “limitan enormemente las tareas, actividades y ejercicios al estar todo planificado por las editoriales, que ofrecen hasta las respuestas estandarizadas que se deben dar, y no solo eso, sino las imágenes y textos que contienen, encasillados en unas creencias, valores, pensamientos y actitudes que poco a poco van influenciando la identidad de nuestras niñas y niños”.

Sobre el papel que tiene la música en el aprendizaje del género, el análisis de los datos es determinante al poner de manifiesto “el gran potencial de esta materia como medio de transmisión de estereotipos”. A lo largo del mismo, se comprueba cómo hombres y mujeres aparecen con perfiles diferenciados, enmarcados dentro de una cultura arcaica y androcéntrica, centrada en el hombre.

Dentro de las categorías contempladas en la investigación, tituladas denominación de los personajes, descripción física y psicológica, acciones que realizan, profesiones y objetos, la autora ha analizado el texto, las imágenes y el enfoque que se le ha dado. Algunos de los resultados más relevantes destacan que en el texto se han identificado y analizado 60 personajes en el discurso, de los cuales 43 son hombres (71.66%) y 17 mujeres (28.33%). En cuanto a las imágenes, se han identificado 525 personajes, de los cuales 319 son hombres (60.76%) y 206 mujeres (39.24%). Si se toma como referencia la aparición de los personajes masculinos, están representados en más ocasiones como protagonistas principales de los textos, 17 veces (80.95%), mientras que las mujeres, 4 (19.05%).

En cuanto a la descripción física que aparece en las imágenes, se localizan distintas vestimentas haciendo referencia a cada género. Por ejemplo, el pantalón largo, junto la camisa y el jersey suele asociarse principalmente a la figura masculina apareciendo 153 veces en hombres y 165 en niños.

Además, existen una serie de actitudes que se relacionan directamente con los personajes en función de los colores empleados. En esta línea, el color púrpura que se relaciona con las mujeres se relaciona con el misterio, melancolía, ternura; y el verde claro con conceptos como esperanza, calma, serenidad o frescura. Por su parte, el color amarillo que aparece identificado con los varones en la mayoría de los casos, se asocia con confianza, optimismo y seguridad; el verde oscuro con la riqueza, la autoridad y la fama, y el naranja vitalidad, abundancia e informalidad, la afabilidad y la socialización.

La invisibilidad de la figura femenina en los libros de música utilizados en Primaria se resalta dentro del mundo de la composición, dirección de orquesta o instrumentación y esto es debido a que “las mujeres se consideraban un mero adorno por lo que a nivel profesional tenían vetado el acceso, salvo que tuvieran un alto nivel social/cultural, fueran familia de compositores o se dedicaran a la vida religiosa, mostrándose claramente un sectarismo y jerarquización social”. Por el contrario, los hombres se relaciona con un “fuerte dominio de lo público y el trabajo remunerado fuera del hogar”.

Finalmente, tras los resultados obtenidos se comprueba que “existen distinciones en el trato y hasta en la presencia de los personajes, ya que varía el número de veces que aparecen y las características físicas y psicológicas que se les atribuyen”, por tanto se concluye que “mujeres y hombres aparecen encasillados en unas características concretas en función del sexo y perpetuadas por medio de un proceso de socialización de nuestra cultura concreta”.

Esta investigación se ha realizado en un colegio onubense, el CEIP Aurora Moreno, ubicado en la localidad de Gibraleón.

“Más allá del rosa o azul. Análisis de la construcción de la identidad desde una perspectiva de género a través de la educación musical en la etapa de Primaria” es una tesis doctoral dirigida por la doctora Emilia Moreno, del departamento de Educación de la Universidad de Huelva. El trabajo obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude.

“Porque hay una historia que no está en la historia y que solo se puede rescatar aguzando el oído y escuchando el susurro de las mujeres” (Montero, 1995, p.31)

Imagen: La imagen muestra un photocall que se hizo en el CEIP Aurora Moreno de Gibraleón para conmemorar el día de la música.