Si en algo puede resumirse el acto vivido hoy en la Universidad de Huelva es de reivindicación del papel de las Humanidades en la sociedad actual. El acto de investidura como nuevos doctores Honoris Causa por la Universidad de Huelva del Profesor Dr. Darío Villanueva Prieto y del Profesor Dr. Miguel Ángel Ladero Quesada ha sido todo un alegato a un pilar esencial del conocimiento, a nuestra lengua, nuestra cultura y nuestras raíces históricas, como señas de identidad y, con ello, como signos de fortaleza de la sociedad. “Esta distinción –ha llegado a afirmar el Rector de la Universidad de Huelva en su discurso- contiene una rotunda afirmación del papel central que deben tener las Humanidades dentro de la educación integral de las personas”.

Los nuevos Honoris Causa de la Onubense tienen en común ese afán de investigar, de poner en valor y de aportar conocimiento humanístico e histórico, un conocimiento que no solo sirve para eruditos y expertos en la materia, sino para difusión y divulgación de lo que somos como sociedad y como pueblo unidos por una misma cultura y raíces históricas. Así podríamos resumir lo vivido esta mañana en el salón de actos de la Facultad de Derecho ante una amplia representación de la sociedad.

Darío Villanueva y Miguel Ángel Ladero se convierten desde hoy en nuevos embajadores de la Universidad de Huelva y, con ello, de su ciudad y su provincia, en un momento de especial relevancia por el impulso que se le quiere dar desde el punto de vista histórico y cultural a la celebración del 525 aniversario del Encuentro entre dos Mundos. Una referencia que ha estado presente en el discurso pronunciado por el Rector de la Universidad de Huelva, Francisco Ruiz. En su intervención el Rector ha recordado que la máxima distinción que puede otorgar una Universidad debe “atribuirse a personas de elevado testimonio social, reconocido e intachable” en referencia a lo recogido en el Diccionario de la Lengua Española. Añadió que ambos “han cumplido con creces las expectativas que la sociedad pone sobre cada uno de nuestros profesores y profesoras” y recordó que, a diario, en la Universidad de Huelva se trabaja para poder desarrollar las dos grandes acciones que desarrolla la institución académica: “docencia e investigación, (…)  ahí se concentra la misión y la razón de ser de la sociedad. Estamos al servicio de la sociedad y ese es el norte que siempre ha de guiarnos”.

Del Doctor Villanueva el Rector ha dicho que es “un Quijote del mundo contemporáneo, que como él ve cosas que los demás no vemos”. Ha calificado también de “acertadas” las disquisiciones sobre “un pacto de Estado por la Educación perdurable y estable, así como sobre la posición de la lectura dentro de los ejes principales del proceso educativo”.

Del Doctor Ladero Quesada el rector resaltaba que “no es posible entender cómo es hoy Huelva, Andalucía y España sin haber disfrutado de los escritos de nuestro nuevo Doctor Honoris Causa. Porque en la raíz de nuestro devenir histórico, de nuestra situación política, de nuestra actual ordenación del territorio, de nuestras esencias culturales o de nuestra tradición colombina, siempre hay una investigación, un apunte del Dr. Ladero”.

Finalizaba el Rector diciendo de los dos Honoris Causa que “esperamos ejemplaridad como ciudadanos, solvencia como investigadores y la oportunidad de poder seguir contando con su aportaciones al mundo científico”.

El Profesor Doctor Javier Pérez-Embid, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Huelva, y padrino del Dr. Ladero, ha querido destacar el papel de este en los orígenes de los estudios de Historia en La Rábida desde la década de los 70. De él ha resaltado “la dirección científica y la ejemplaridad docente” como características que han acompañado durante toda su trayectoria el camino profesional y personal del nuevo Honoris Causa. Todo un referente de la Historia de la Edad Media en nuestro país que ha ido reflejando a lo largo de sus más de 400 publicaciones y la dirección de 42 tesis doctorales. Recordó que el Dr. Ladero en 1992, cuando fue recibido como académico de número de la real Academia de la Historia, escogió para su discurso de ingreso el tema “Niebla, de reino a candado. Noticias sobre el Algarve andaluz en la baja Edad Media”.

El Profesor Ladero Quesada, en su intervención titulada “¿Qué hacemos con las leyendas?” ha realizado una profunda reflexión sobre una cuestión de rabiosa actualidad:, el papel de las leyendas a la hora de interpretar y transmitir la Historia. Durante su intervención ha señalado que “los historiadores no pueden volver a formas ya superadas de escribir la Historia, pero necesitan dar respuesta a estas demandas sociales. Y, aunque no sea cosa de volver a mezclar leyenda e incluso mito, en la explicación del pasado, tenemos que valorar esos aspectos y atender a ellos en nuestro trabajo por dos razones al menos. Primera, por lo que han significado en la formación de la conciencia colectiva durante muchos siglos y en la justificación o propaganda de decisiones y actitudes políticas, guerreras, mentales, etc… Y, segunda razón, porque, expuestos de una manera adecuada, con la crítica correspondiente, siguen siendo un medio formidable para atraer la atención y el interés por el conocimiento histórico. No hay mejor “novela histórica” que una realidad hecha leyenda”. En su intervención concluyó afirmando que “me parece beneficioso situar a las leyendas en el lugar que tuvieron antaño como memoria social, para contribuir hoy a una explicación general de la realidad pasada no como memoria, que eso sería volver a las andadas, sino como Historia”.

El Catedrático de Teoría de la Literatura de Huelva, Miguel Ángel Márquez, ha sido el encargado a apadrinar al Profesor Darío Villanueva. De él ha afirmado que se trata de “una persona de una inteligencia prodigiosa”, una persona a la que “su pasión por el conocimiento le ha llevado a entregar su vida al estudio y a la docencia”. Destacó que la Universidad de Huelva es la primera universidad española que otorga esta distinción al Dr. Villanueva, que ya ostenta ocho títulos similares. También destacó su papel como gestor, papel que le ha llevado, entre otras cosas, a estar al frente como Rector de la Universidad de Santiago de Compostela durante ocho años y a dirigir en la actualidad la Real Academia Española.

Darío Villanueva ha escogido para su disertación a dos poetas, Walt Whitman y Rubén Darío, y, a ambos, norteamericano y nicaragüense, los ha unido, de forma magistral. “Whitman y Darío fueron –ha afirmado- rigurosamente coetáneos durante tan solo veinticinco años, y les separaba casi medio siglo entre sus respectivas edades. Pero tenemos constancia reiterada de que la trascendencia de la obra del norteamericano no escapó a la inagotable curiosidad y erudición enciclopédica que caracterizaron a nuestro literato”. Definió a Rubén Darío como “un auténtico escritor cosmopolita”, “cuyos versos perviven por ser realmente palabras esenciales en el tiempo, y cuya importancia para el desarrollo creativo de la lengua española y de la poesía en ella escrita no fue menor, trescientos años más tarde, que la del manco de Lepanto para la prosa y la narrativa”. Sobre Walt Whitman, dijo que ya percibía la “democracia como un instrumento catalizar de la integración social, en procura de un “common ground” de unanimidad estable”. A ambos, a Darío y a Whitman, los encuadró también entre quienes cantaban a la nueva era del desarrollo sin fin y el triunfo de la democracia, al primero especialmente en su “Canto a la Argentina” mientras que Whitman en el marco de “la gran ciudad futurista que era Nueva York ya a finales del siglo XIX”.

Para el Doctor Villanueva “Rubén vive. Como Cervantes. Es uno de nuestros primeros clásicos. No importa que hayan pasado cien o cuatrocientos años. El tiempo transcurrido nos hace recordar aún más las palabras esenciales de sus poemas, a la vez que, humanamente, lamentamos la muerte que le llegó temprana, apenas cumplido la cincuentena”.

Durante el acto académico ambos doctores recibieron, ante la presencia del claustro de profesores, los atributos que forman parte de una ceremonia muy arraigada en el mundo universitario: el título que así lo acredita, la medalla, el birrete, el Libro de la Ciencia, el anillo y los guantes.

Con estas nuevas incorporaciones son ya diecinueve las personalidades que ostentan el grado de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Huelva. El último acto de incorporación de nuevos Honoris Causa se celebró el pasado 23 de junio de 2014, cuando se incorporaron el doctor Manuel Bendala Galán y la doctora Victoria Camps Cervera.

Anexo

Miguel Ángel Ladero Quesada (Valladolid, 1943) es catedrático jubilado de Historia Medieval de la Universidad Complutense y numerario de la Real Academia de la Historia. Especialista en historia de los siglos XIII al XV, ha publicado más de 400 libros y artículos de investigación y síntesis. Ha sido profesor de Historia durante cuarenta y cinco años en las Universidades de Madrid, Sevilla y La Laguna de Tenerife, dirigido 46 tesis doctorales y contribuido a la formación de una veintena de catedráticos y profesores medievalistas hoy activos en diversas universidades y centros de investigación. Premio Nacional de Historia del Ministerio de Cultura en 1994. Encomienda con placa de la Orden de Isabel la Católica (España). Palmes Académiques (Francia).

Darío Villanueva Prieto (Vilalba, 1950) es Director de la Real Academia Española, a la que pertenece desde 2007 y de la que ha sido Secretario (2010-2015). También preside la Asociación de Academias de la Lengua Española. Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Santiago de Compostela, de la fue Rector (1994-2002), es correspondiente de las Academias Argentina y Uruguaya de Letras, así como de la Cubana de la Lengua, y doctor honoris causa por ocho Universidades de Argentina, Estados Unidos, Perú, Reino Unido, Suecia y Nicaragua. Ha desempeñado numerosos cargos (vicepresidencia de la CRUE, presidencia de ASETEL y SELGyC), y entre sus más de cuarenta libros, figuran El polen de ideas, Teoría de realismo literario (finalista del Premio Nacional de Ensayo, traducción inglesa de 1997) y Valle-Inclán, novelista del Modernismo.