Rafael Torronteras Santiago es profesor del Departamento de Ciencias Integradas de la Onubense, imparte clases de Biología Celular, y es decano de la Facultad de Ciencias Experimentales desde octubre de 2012. Recientemente ha sido reelegido para continuar cuatro años más al frente de un centro en el que se imparten los grados en Química, en Geología y en Ciencias Ambientales y el doble grado en estas dos últimas titulaciones, además de los másteres oficiales en Geología y Gestión Ambiental de los Recursos Minerales, en Tecnología Ambiental, en Química y en Conservación de la Biodiversidad.
Mirando con perspectiva la trayectoria durante los últimos años de la Facultad de Ciencias Experimentales, que actualmente cuenta con alrededor de 650 alumnos, Torronteras explica que uno de los principales objetivos del equipo directivo es el de “continuar aumentando la demanda tras varios cursos en los que el porcentaje de plazas que se han cubierto ha ido creciendo paulatinamente”. El incremento en el número de estudiantes ha sido posible, en parte, gracias al trabajo de difusión realizado por los compañeros, que ha incluido, entre otras iniciativas “visitas a los centros de bachillerato y organización de otras visitas de esos posibles estudiantes a nuestras instalaciones”.
En cuanto a la relación con la sociedad onubense, desde la Facultad se intenta transmitir que “contamos con un personal de calidad, dando a conocer para ello los méritos que poseen y los proyectos de investigación que se están realizando para que puedan comprobar que estamos al nivel de cualquier universidad de España o del extranjero”. Aún siendo cierto que la coyuntura actual no es muy positiva por los recortes en I+D+I, el decano de la Facultad de Experimentales se muestra orgulloso por lo conseguido, asegurando, por ejemplo, que “en el curso 2014/15 fue a este centro el 78% del presupuesto que llegó a la Universidad de Huelva para proyectos de investigación, algo que por sí solo ya dice mucho”. Por ello, en la relación con los diferentes colectivos, desde profesionales hasta asociaciones o centros de investigación, “intentamos mostrar que nuestra investigación es tan digna y puntera como la de cualquier otra universidad, no tiene nada que envidiar a la de cualquier otra universidad”, incide Torronteras.
La Facultad de Ciencias Experimentales alberga en sus instalaciones proyectos de investigación de muy diversa índole y que, probablemente, sorprenderían a muchas personas que no pueden imaginar que en la Onubense se investigue en materias tan dispares. El decano cree que en este sentido y pese a los esfuerzos “falta mucho camino aún para lograr que la inmensa mayoría de la sociedad conozca esto y, al mismo tiempo, te lo reconozca”, aunque sí se va incrementando poco a poco el número de empresas que se convencen de que es necesario invertir en investigación y en desarrollo y en encontrar en la Universidad un importante punto de apoyo.
Rafael Torronteras señala que, algunos años después de la implantación de los grados, la Facultad de Ciencias Experimentales continúa trabajando para conseguir la plena adaptación. Bajo su punto de vista, “cualquier transformación es muy complicada de llevar a cabo y no se consigue únicamente con su publicación en un BOE o con la aprobación de una normativa interna a nivel de universidad, siendo lo importante que tanto el profesorado como el alumnado entiendan la misma y comprueben que tiene resultados óptimos“. En este sentido, se puede afirmar que “desde el punto de vista administrativo sí está ya todo adaptado, mientras que desde un punto de vista práctico estamos consiguiendo que esa adaptación al espacio europeo y a la nueva metodología esté llegando”. “Poco a poco se han ido dando pasos para una transformación real”, añade.
De cualquier modo, el camino “no ha sido fácil” y mientras termina de producirse la adaptación completa en el terreno de la práctica y no solo sobre el papel, se produce ahora un nuevo debate, “el que valora si se debe aplicar el 3+2 o el 4+1”, siendo necesario, en opinión de Torronteras, que “se defina ese debate cuanto antes”. En el caso de que se nos obligara a homologarnos con Europa el decano cree que lo ideal sería que ese 3+2 se mantuviera dentro del espacio público universitario “con financiación real”, lo que supondría un período de formación general más reducido y uno de especialización más extenso, algo que Rafael Torronteras cree que iría en la línea de aquellas opiniones que señalan que esa formación general no tiene que ser ahora, en pleno siglo XXI, la misma que en siglos anteriores.
Desde el pasado 23 de diciembre, cuando el equipo decanal tomó posesión en esta segunda legislatura de Rafael Torronteras al frente de la Facultad de Ciencias Experimentales, el camino ofrece cuatro años más para el trabajo y la mejora continua en un centro con un alto nivel investigador y con unas cifras de alumnado en crecimiento.