Leyes, normativas y convenciones de interés para el Patrimonio Cultural Inmaterial
El contexto más inmediato de los patrimonios investigados está compuesto por sus protagonistas, aquellas personas que lo generan y transmiten; pero existe un contexto más amplio que delimita y recomienda determinadas acciones para la protección, salvaguarda y promoción del Patrimonio, protagonizado por expertos patrimoniales, agentes institucionales y organismos públicos, cuya interacción ha dado como resultado documentos de carácter legislativo o resultantes de encuentros y convenciones que marcan la actualidad de la gestión patrimonial.
Estos documentos son de suma importancia para tratar, mantener y promocionar los bienes patrimoniales y, por lo tanto, para investigar sus procesos de patrimonialización y el impacto de dichos procesos en su salvaguarda. En este apartado puede encontrarse documentación importante generada por la UNESCO y leyes y reglamentos vigentes de Patrimonio en España.
Documentos para descargar
Textos fundamentales de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de 2003. Edición de 2018
La Conferencia General de la UNESCO, celebrada en París en 2003, aprobó la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial. Este documento, actualizado en 2018, recoge los fundamentos de la Convención, las Directrices Operativas para su aplicación y una serie de reglamentos para los Estados Partes; que exponen las guías a seguir, con el Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, propuestas por la UNESCO.
Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad (2006)
El Programa de «Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad» es el antecedente más directo de la celebración de la Convención de 2003. La proclamación de las obras vivas del patrimonio oral e inmaterial surge de la «Recomendación sobre la Salvaguardia de la Cultura Tradicional y Popular» (1989) y de la «Convención para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural» (1972). Supone una declaración firme sobre la importancia de salvaguardar el patrimonio inmaterial que daría como resultado la proclamación de 90 Obras que serían el inicio de la actual Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Actas de la Conferencia General de la UNESCO de 1989 (reunión nº 25)
Resoluciones de la vigesimo-quinta reunión de la Conferencia General de la UNESCO celebrada en París en el año 1989. El primer Anexo de este documento recoge la «Recomendación sobre la Salvaguardia de la Cultura Tradicional y Popular», primera declaración de intenciones UNESCO centrada exclusivamente en el Patrimonio Cultural Inmaterial.
Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural (2001)
Declaración en la que se recogen los principios éticos para el respeto a la diversidad de culturas mundiales, pilar fundamental para garantizar el alcance de los Derechos Humanos Fundamentales, principalmente, de los colectivos sociales vulnerables y pueblos indígenas. La diversidad cultural es el Patrimonio común de la humanidad.
Directrices para la creación de sistemas nacionales de “Tesoros Humanos Vivos” (2003)
Una de las características del Patrimonio Cultural Inmaterial es su carácter «vivo» y dinámico, protagonizado por su transmisión oral de manera intergeneracional. El acelerado cambio en los modos de vidas de muchas poblaciones ha determinado que muchos de los patrimonios se hayan perdido o que se practiquen en zonas muy focalizadas. En este contexto adquieren especial relevancia aquellas personas que atesoran los conocimientos necesarios para el mantenimiento y transmisión del Patrimonio Cultural Inmaterial a quienes la UNESCO ha denominado «Tesoros Humanos Vivos». En este documento pueden encontrarse las directrices para la consolidación de herramientas para el reconocimiento de estas personas, que surgen a raíz de la Convención de 2003.
Convención sobre la protección y promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales (2005)
Esta Convención tiene como objetivos proteger y fomentar la diversidad cultural y su prosperidad; promover intercambios e interacciones culturales; unos determinados valores éticos para el respeto hacia la diversidad social tomando la cultura como medio; y el enriquecimiento de las políticas para hacerlas más solidarias a través de la cultura. En el texto se reitera la capacidad promotora de la diversidad cultural como apoyo al alcance de los Derechos Humanos Fundamentales.