A. Javier Barragán Piña

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Aunque no es nada común en mí, no tengo el más mínimo afán de blogguer ni nada parecido, he querido hacer un apunte reflexivo sobre lo que creo es una mentalidad completamente errónea pero común: dejar todo para el último momento.

Una de las primeras cosa que cualquier amigo te decía cuando entrabas en la Universidad siempre era que tenías que estudiar a diario, e intentar llevar las asignaturas más o menos al día. A pesar de lo común de esta advertencia, todos solíamos caer en la dejadez hasta que nos daban los primeros palos en los exámenes. A partir de ahí, con la lección bien aprendida, uno intentaba cumplir más a diario para no verse en las mismas otra vez.

Últimamente veo en los alumnos un desapego absoluto con las asignaturas, independientemente del curso, titulación y materia de éstas, que sólo desaparece unos días antes del examen correspondiente. La asistenca a las tutorías es un claro ejemplo. Estamos 6 horas a la semana en el despacho para que no venga absolutamente nadie, pero la última semana antes del examen las puertas de los despachos se llenan de alumnos esperando; incluso hay quien se atreve a decirte que tienes pocas horas de tutorías y el examen está al caer.

Lo que me ha motivado a escribir esta reflexión es ver la estadística de acceso a esta página web:

Desde el año pasado hay publicados algunos ejercicios de exámenes resueltos. Lo comenté el día de la presentación de la asignatura Automática I, y lo he dicho varias veces en clase; sin embargo, prácticamente hasta 3 ó 4 días antes del examen nadie entró a verlos. El número de visitas de la web pasó de 2 ó 3 al día, a unas 60, por supuesto con una bajada el fin de semana -como no podía ser de otra forma-.

Yo entiendo que las clases, las prácticas y los horarios, que se complican al mezclar asignaturas de distintos cursos, no facilitan mucho el poder estudiar algo todos los días, pero lo que no entiendo en absoluto es que se deje la preparación de un examen a sólo unos pocos días antes del mismo.

Este año comenté varias veces que estaba dispuesto a aceptar cualquier trabajo que tuviese relación con la asignatura, desde la simple subida de apuntes o ejercicios resueltos a la web, hasta otros más complejos. La única condición que puse fue que tendrían que hacerse antes del examen. Pues bien, tan solo unos pocos alumnos han decidido hacerlos, mientras que la gran mayoría se han mostrado como si no fuese con ellos. Ahora mismo estoy corrigiendo esos exámenes y ya se apuntan algunos 3,5 y 4. Seguro que más de uno querrá hacer algún trabajo para conseguir el aprobado, pero esta vez no va a poder ser.

Entiendo que lo que he planteado es una visión general y sesgada, al fin y al cabo soy profesor, sólo veo las cosas desde uno de los puntos de vista, y me pierdo muchas particularidades. Por eso agradecería mucho que me comentaseis vuestra opinión, igual sirve para mejorar algo y todos saldremos beneficiados.