El letrista y poeta Casto Márquez ha protagonizado la última de las actividades programadas con motivo del Día Internacional de la Poesía por la Facultad de Humanidades. El Salón de Grados ha acogido la conferencia “La música de la prosa: cantando a García Márquez” en la que el ponente ha explicado a los asistentes el proceso mediante el cual convirtió los relatos de García Márquez en canciones recogidas en el álbum “Cuando el Lebrijano canta se moja el agua” del artista Juan Peña “El Lebrijano”.

El decano de la Facultad de Humanidades, Alonso Doctor Cabrera, ha expresado su intención de hacer de la Facultad de Humanidades con este tipo de actividades, un centro cultural que vaya conquistando una posición de referencia en la ciudad. Es en este sentido, en el que según Doctor se ha puesto en marcha un plan de extensión cultural para “exponer lo que se está haciendo en la facultad a la sociedad y que ésta se acostumbre a encontrarse para actos culturales en la misma”.

Por su parte Margarita García-Candeira, vicedecana de estudiantes, comunicación y extensión cultural, ha explicado que la conferencia sigue la misma línea temática de otras conferencias celebradas en 2017 que giran en torno al vínculo entre poesía y música.

Para comenzar su intervención, Casto Márquez ha querido contextualizar la temática de la conferencia utilizando las palabras de la profesora de la Universidad de Almería Blasina Cantizano Márquez, quién ha hecho de la relación entre literatura y música el objeto de sus investigaciones. La profesora Cantizano ha constatado, según Márquez, que la poesía nace unida a la música cuando en un principio la música estaba destinada al baile, a la danza.

Casto Márquez ha hecho referencia también a la canción de autor cómo uno de los ámbitos en los que poesía y música se dan la mano, en sus palabras se trata de “pequeños homenajes que estos autores cantantes hacen a poetas más o menos conocidos de la literatura de la lengua castellana poniendo música a sus poemas más famosos” poniendo como ejemplos a Joan Manuel Serrat, Ismael Serrano, Enrique Morente o Mario Benedetti. No obstante, según Casto Márquez, sería un error pensar que toda poesía tiene que ser melodiosa, ya que la mayoría de las poesías nacen para ser habladas, por lo que insistió en que “un poema musical es un poema que tiene una forma, un molde musical de sonido, una forma musical a parte o además de los significados secundarios de las palabras que componen el poema y estas dos formas o moldes son indisolubles y forman un todo único”.

Centrándose en la adaptación de la obra de García Márquez a las letras del álbum del cantante Lebrijano, el ponente explicó que en principio el objeto era extraer la idea de cada relato y pasarlo a prosa poética o a poemas sin rimas capaces de transmitir lo fundamental de la obra de García Márquez. “Se trató de una tarea de leer y leer, extrayendo los vocablos adecuados y sin tergiversar el sentido que el Nobel transmitía en cada uno de esos relatos”, explicó.

Para completar los nueve temas del disco el letrista trabajó con cuatro obras de García Márquez: “Ojos de Perro Azul” de 1950, “El coronel no tiene quien le escriba” de 1961, “La increíble historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada” de 1972 y “Doce cuentos peregrinos” de 1992.