Ayer tuvo lugar en el palacio de San Telmo ante la presencia de la presidenta de la Junta de Andalucía, la toma de posesión de la profesora María Antonia Peña como rectora de la Universidad de Huelva. En un acto muy concurrido, rodeado de los rectores andaluces y demás autoridades, familiares, allegados y una gran representación de todos los sectores de la comunidad universitaria, la rectora ha asumido su cargo con una gran ilusión y ganas de afrontar el reto para el que fue elegida el pasado 23 de junio. En un primer lugar tuvo unas palabras de agradecimiento para sus antecesores rectores en el cargo: Francisco Ruiz Berraquero, Antonio Ramírez de Verger, Francisco José Martínez López y para el rector saliente, Francisco Ruiz Muñoz. A ellos quiso agradecer su dedicación y esfuerzo a ellos y a todas las personas que se han sucedido en los consejos de dirección, consejo de gobierno, claustro y demás órganos universitarios, “en pos del avance científico, humanístico y social”.
La rectora ha remarcado en este nuevo tiempo el qué se hace dándole también tanta o más importancia al cómo se hace. “Un rectorado democrático de hoy ha de asumir un estilo de cogobierno participativo con todas las instancias universitarias, transversal, transparente y de claras referencias éticas, en el que, como decía Antonio Machado, diferenciemos las voces de los ecos, pero donde las voces sean plurales, numerosas e iguales en alcance. Eso sólo puede hacerse con el compromiso de que la universidad sea el ámbito de las personas.”
María Antonia Peña ha resaltado que la universidad debe ser siempre un referente ético situado en medio de la sociedad, “ya que ésta nos contempla expectante y necesita ver en nosotros una institución que irradie lo mejor de sí misma: la innovación, el afán por descubrir, el sentido solidario del conocimiento compartido y la búsqueda de un mundo mejor, más justo, sin fronteras, abierto a nuevos horizontes. Todos los días nos levantamos con noticias desalentadoras en los medios de comunicación. La inmensa mayoría de las personas quieren volver la vista a la universidad en estos tiempos de confusión y poder encontrar una institución, que esté por encima de las pequeñas o grandes miserias de la vida humana, alejada de escándalos y rencillas, y que arroje luz sobre las necesidades, problemas y aspiraciones colectivas de la sociedad.”
En esta tarea marcada el nuevo equipo con su rectora al frente tiene mucho trabajo, “no sólo porque el profesorado y el personal de administración y servicios necesita un marco seguro donde basar su rendimiento y la dignidad de su trabajo, sino porque, en último término, este trabajo ha de redundar en el aprendizaje y capacitación de los estudiantes, que es el gran objetivo de toda universidad, de toda sociedad consciente. Unos estudiantes, unas estudiantes, que han de acceder a la universidad en igualdad de condiciones y encontrar en ella los instrumentos necesarios para su formación en conocimientos y en valores científicos y humanísticos, adaptados al mundo actual, pero intemporales en los principios que los animan.”
En este sentido y hablando sobre los estudiantes, ha aprovechado para agradecer a la Junta de Andalucía por el importante anuncio, realizado hace algunas semanas, de la futura bonificación de las matrículas universitarias, “una vieja aspiración de muchos colectivos que pronto va a ser una realidad.” La rectora tampoco ha querido olvidar a los alumnos del Aula de la Experiencia, a los que guarda un especial cariño. “He conocido a más de alguna alumna que, con 90 años, venía a clase con su silla de ruedas, sin faltar ni una sola tarde, o también a un alumno que alcanzó su doctorado en Ciencias Empresariales a los 93 años, batiendo el récord en España de doctorado obtenido con mayor edad”.
Finalmente se ha dirigido a su equipo, con los que ha compartido tantas horas e ideas para llegar al término en el que se encuentran. Ha finalizado remarcando que le gustaría que, al término de los cuatro años de mandato, pudiera echar la vista atrás y considerar que se ha contribuido a hacer mejor la Universidad de Huelva y que, en consecuencia, “hemos puesto al menos un poquito de luz, más luz, en la sociedad a la que pertenecemo. No hay reto más hermoso que ese”.