El Salón de Grados de la Facultad de Trabajo Social ha acogido la jornada “De Camerún a España: La historia de Pascal” con el objetivo de sensibilizar al alumnado sobre el fenómeno de la inmigración. Organizadas por estudiantes de la Facultad de Trabajo Social, han contado con el apoyo de la propia Facultad de Trabajo Social, el Grupo de Investigación “Estudios Sociales e Intervención Social”, el SACU, el Aula de Voluntariado y la ONG Madre Coraje. Pascal, un inmigrante camerunés, ha contado en primera persona su largo viaje hasta llegar a España, un viaje cargado de penurias y malos momentos en los que, según ha dicho, “tenía claro que no podía volver a mi país porque allí no había nada que hacer”.

El joven de 22 años ha relatado cómo era su vida en Camerún asegurando que tanto él como sus amigos se pasaban el día en la calle “hablando” hasta la noche porque no había otra cosa que hacer. “Vives viendo como sufre la gente a tu alrededor sin poder hacer nada porque no tienes nada”. En 2013 la muerte de su padre en la guerra de Camerún le deja en una situación que le obliga a salir de su país, “tuve que abandonar la escuela y vivía con la mujer de mi padre que nunca fue como mi madre”. Con el dinero que ganó en un casino decidió coger una mochila con sus cosas y marcharse “así empezó mi viaje desde Camerún hasta España”. Un largo viaje de meses en los que recorrió Nigeria, Niger, Argelia y Marruecos hasta llegar a la costa de Málaga en una patera. “Era muy difícil” ha repetido el camerunés mientras ha relatado el periplo de su viaje lleno de peligros, persecuciones de la policía de los diferentes países, golpes, controles, mafias, sobornos, sed, hambre y penurias de todo tipo. En la costa de Marruecos subió, tras pagar al jefe de la mafia, en una patera donde pasó junto al resto de personas, que navegaban hacinadas en ella, 17 horas en las que sólo vieron delfines. “Había gente que quería tirarse al agua porque ya no tenía esperanza y preguntaba ¿a dónde vamos?”. Tras esta larga espera por fin llegó la Cruz Roja y ha contado con una sonrisa en la boca como todos gritaron “bossa, bossa” una palabra para expresar victoria.

Tras un mes en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Tarifa viajó a Huelva con la fundación CEPAIN, en la que reside actualmente. En Huelva ha podido desarrollar su gran pasión, el fútbol, pues actualmente juega en el equipo de fútbol de Cartaya.

Además del testimonio en primera persona de Pascal, y con el objetivo de aportar una visión teórica al fenómeno de la inmigración, Nazaret Navas, colaboradora en el Grupo de Investigación “Estudios Sociales e Intervención Social (ESEIS), ha dado a conocer a los asistentes  “HIJAI: percepciones y experiencias de adolescentes y jóvenes de origen inmigrante: ¿se sienten aceptados en España?” un estudio llevado a cabo en colaboración con la profesora de la Facultad de Trabajo Social Estrella Gualda. Nazaret ha explicado que los objetivos fundamentales del estudio fueron conocer la percepción que tiene la sociedad española de la inmigración, que nacionalidades perciben como peores y mejores tratadas por la población autóctona, las experiencias de los inmigrantes en sus relaciones con la población española y la evolución temporal de las experiencias respecto a si se sienten aceptados o no por la sociedad española abarcando u  periodo de tiempo desde 2010 a 2015.